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Los muchachos de zinc, Svetlana Alexiévich | Reseña

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Sinopsis: El libro presenta el testimonio cándido y emocionante de los oficiales y los soldados rasos, de las enfermeras y las prostitutas, las madres, los hijos y las hijas que describen la guerra y sus duraderos efectos. Entre 1979 y 1989 un millón de tropas soviéticas combatieron en una guerra devastadora en Afganistán que el régimen comunista intentó ocultar: los muertos volvían a casa en ataúdes de zinc sellados, mientras que el Estado no reconocía el conflicto. Los muchachos de zinc generó una inmensa polémica cuando fue publicada originalmente en la Unión Soviética: las críticas acusaron a Alexiévich de haber escrito un texto fantasioso lleno de injurias y de formar parte de un coro histérico de ataques malignos. El resultado es una historia turbadora que expone la verdad de la lucha armada: la belleza del país y los brutales abusos del ejército, las muertes y las mutilaciones, las vidas humilladas y destrozadas de los veteranos. Los muchachos de zinc ofrece una perspectiva única, desgarradora e inolvidable sobre la realidad de la guerra.

Entre 1978 y 1992, Afganistán se fue a la mierda. A la Guerra de Afganistán se le conoce como la guerra ruso-afgana y fue la primera fase del conflicto de la guerra civil afgana. Se enfrentaron las fuerzas armadas de la República Democrática de Afganistán (RDA) apoyadas por el Ejército Soviético (desde 1979 hasta 1989) contra los insurgentes muyahidines, grupos de guerrilleros afganos (apoyados por varios países). El conflicto, además, es considerado parte de la guerra fría. En 1992, la disolución de la URSS provocó el colapso económico del país y los fundamentalistas islámicos se hicieron con el control de la capital, Kabul. Lo mantuvieron como un régimen de terror hasta 1996, cuando se ordenó la retirada. Durante esos años, los talibanes obligaron a las mujeres a usar la burka (la prenda azul que sólo deja una rejilla en los ojos), prohibieron que las mujeres estudiaran, se les prohibió trabajar, pero tampoco podían ser atendidas por médicos varones; para los hombres fue obligatorio usar turbante, evitar todo tipo de ropa occidental. Hoy en día las cosas en Afganistán ya no son así en todo el país. Las mujeres se cubren la cabeza, pero no usan burka, algunas dejan partes de su cuerpo visibles. Algunas usan abaya, otras no. Pero bueno, volvamos a la guerra, porque venimos a hablar de soldados soviéticos.

Soldado soviético. Foto de Mikhail Evstafiev
Los soldados volvían a sus cajas en ataudes de zinc sellados, no se sabía como morían, nadie en la URSS sabía cómo era el campo de batalla en Afganistán. Los llevaban con engaños, les decían que allí harían el servicio militar. Y al llegar, se encontraban con el terror. La guerra de Afganistán ha sido a menudo llamada el Vietman de la URSS, para que se imaginen. Svetlana fue recopilando testimonios de madres, soldados, enfermeras hasta juntar este libro y, cuando fue publicado, fue un gran escándalo. Svetlana fue acusada de escribir mentiras, de manipular los testimonios, de dejar en ridículo a los soldados de la URSS. 

Este no es el único libro que Svetlana tiene sobre la guerra. La guerra no tiene rostro de mujer habla de las mujeres del Ejército Rojo durante la segunda guerra mundial y, curiosamente, no se parece en nada a esta. Los soldados que pelearon esta guerra lo hicieron porque les habían enseñado que debían ser valientes como sus padres, los que pelearon en la guerra mundial y derrotaron al régimen nazi. La URSS llevaba ya un buen rato de guerras. 

Svetlana
Desde su revolución hasta la guerra Afgana, no hubo ni una sola generación que se salvara. Así los educaron: a que darían su vida por lo que creían. Y muchos la dieron, creyeran o no. La diferencia entre los soldados de este libro y las mujeres del otro es que la voz de las mujeres siempre cambia: ellas están acostumbradas a ser relegadas, a ellas les quitaron la victoria, pero saben que ganaron. Estos soldados, en cambio, no tenían de otra. Las mujeres quizá eligieron enlistarse, pero muchos de estos chicos, no. También hablan diferente de la violencia, hombres y mujeres, por como están educados, por como los perciben, por como ven al mundo y por cómo el mundo los ve a ellos. Con este libro estuve a punto de vomitar. Pareciera que a las mujeres les han enseñado que hay que tener mas pudor, más discreción, pero los hombres no se miden. Lo cuentan todo

Кувакин Е. (1986)
Te dan ganas de llorar de ver los testimonios del campo de batalla. Creían que estaban liberando Afganistán. Pero, por alguna razón, no veían a Afganistán liberada, ni la sentían. Por eso, en medio de los testimonios, puedes notar una y otra vez como todo lo que creen a veces se va desmoronando porque ya no saben exactamente por qué o por quién están peleando. Además, si las mujeres de la guerra mundial tuvieron la victoria, aunque arrebatada, estos soldados no tuvieron ni una victoria que les pudieran quitar. Lo que es peor, les quitaron también la derrota, porque en la URSS no se hablaba de la guerra. Los muertos regresaban en ataudes de zinc sellados y, en la causa de muerte, a veces se leía muerte natural o accidente o enfermedad. No se hablaba de las heridas, del campo de batalla, no se hablaba de que los soldados soviéticos estaban siendo masacrados. A estos soldados les quitaron hasta la derrota. 


Entre los soldados de Svetlana, todos son diferentes. A algunos les cuesta matar. Otros incluso lo disfrutan o aprenden a disfrutarlo. Pero hay algo que une a la mayoría: al regreso, sienten el síndrome de abstinencia del campo de batalla, la adrenalina que obtenían allí no se compara con nada, vivir al borde de la muerte no se compara con nada. No se cortan al decirlo, al admitir que lo volverían a hacer, aunque hayan vivido todos los horrores imaginables. Hablan de lo que les dejó la guerra y algunos incluso admiten que la guerra no los hizo mejores, sino peores. Hablan de la degradación moral que les deja la guerra, de las heridas que cargan. 

El libro, la verdad, a mí me cansó muchísimo. me dejó muerta cuando lo acabé de leer. ¿Cuándo son suficientes testimonios para saber que la guerra afgano-soviético fue un horror para sus soldados? ¿Cuándo tienes suficientes testimonios de horror y violencia? ¿Cuándo dejas de horrorizarte y sigues leyendo? No lo sé. La verdad. Hay un momento en el que los testimonios se vuelven demasiado repetitivos, son una sobre exposición, pero, entonces, ¿cómo decides cuáles son dignos de estar en el libro y cuáles no? ¿Cómo los calificas si no puedes calificar las experiencias de las personas? La verdad, admiro el trabajo de Svetlana por oír todos los testimonios y hacer el titánico trabajo de ordenarlos y juntarlos en un libro. La guerra afgano-soviética necesitaba que alguien contara esta historia y todos los ataídes sellados de zinc también necesitaban esta historia, tan cruel como sea. 


Destino está haciendo un excelente trabajo con la obra de esta autora al traerla al español. Las traducciones son tan buenas, que a veces ni siquiera quiero leer la traducción al inglés de los libros y prefiero esperar. Les recomiendo mucho el libro, pero si advierto que el horror no es para todos. Algunas de las historias son demasiado crudas porque estamos hablando de una guerra. En fin. Les recomiendo mucho el libro. 

2x1 en libros infantiles | Reseñas

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Reposteo por causas de fuerza mayor. Los originales estaban publicados en Plusbits Mx y La Cueva del escritor

El perfume de la faraona de Kyra Galván


Sinopsis: Viaja desde la Francia contemporánea hasta el Antiguo Egipto, en la época gobernada por la faraona Hatshepsut, en compañía de Françoise, hija de Paul Montpellier, uno de los más prestigiados perfumistas al que llaman “la mejor nariz de París” por su destreza para detectar los componentes de cualquier fragancia. Ellos dos y su familia se ven involucrados en una aventura de intriga y acción, en la búsqueda de los ingredientes para recrear el perfume de la faraona al que se le atribuyen cualidades portentosas. Descubre qué secretos esconde el misterioso bálsamo.

Me gustan los libros infantiles, sobre todo los ilustrados. No me gustan para leerselos a los niños de la casa (ya ninguno está aquí en edad de que le lean cuentos), sino que me gustan para mí. Usualmente se habla de la literatura infantil como algo «menor» o «inferior» a la literatura adulta. Se les suele clasificar como libros mucho menos serios y menos profundos que los libros para los más grandes cuando la realidad es muy diferente. Algún escritor por ahí que acabó escribiendo para niños aunque en realidad ese no era su plan, acabó diciendo que escribir para niños era mucho más difícil de lo que había imaginado y que las historias eran más complejas de lo que había pensado en un principio. En parte por eso busco libros para niños: para disfrutar de nuevo con esas historias y ese tipo de personajes. En parte, por eso me hice con El perfume de la faraona de la escritora Kyra Galván.


El libro ―publicado por ediciones el Naranjo― tiene como protagonista a una niña muy curiosa, fascinada por la historia y a su padre, un perfumista que es la «mejor nariz» de todo París. Su hija ha heredado ese talento, aunque a la madre no le parece tan bien que pierda su tiempo en los perfumes, pues eso no le asegura ninguna clase de futuro de momento y prefiere que se centre en otras cosas, como los estudios. La historia empieza cuando a Paul Montpeiller es llamado para ayudar a encontrar los elementos de un misterioso perfume encontrado en la tumba de la reina-faraón Hatshepsut ―que, si les interesa saber, tuvo uno de los reinados más largos y pacíficos en Egipto y además construyó increíbles monumentos― y Françoise, su hija, se ve obligada a quedarse atrás, en casa de su madre.


En un principio, el libro avanza lento, porque Françoise va dando tumbos por ahí, encontrando información sobre Hatshepsut y mandándosela en cartas a su padre que más bien parecen redacciones de primaria o de libro de texto para niños. No considero ese uno de los aciertos del libro, la verdad, porque hubiera preferido ver esa información insertada de otra forma ―sobre todo si el propósito era enseñar un poco de historia a aquellos que no la supieran―. Sin embargo, una vez que los misterios empiezan, el libro toma un rumbo muy diferente y la historia sí que mejora, además de que tenemos la oportunidad de ver a los personajes en Egipto directamente, en vez de verlos hablar de Egipto.


Las ilustraciones de El perfume de la faraona son obra de Tania Recio y la mayoría de ella son preciosas. Admito que me hubiera gustado ver más de Egipto, pero lo que nos enseña es precioso y me deja con ganas de más. Ojalá vuelva a trabajar con la editorial en alguno de sus proyectos futuros porque me gustaría ver más ilustraciones por el estilo. El libro, pues… al final fue agridulce, realmente. Me gustan los libros infantiles que dejan más a la imaginación porque reconocen que los niños son inteligentes y además son capaces de hacer deducciones o descubrir nuevas cosas tras varias lecturas, pero este libro per se no es malo. Recomendable para los niños interesados en la cultura egipcia, eso sí, trae algunos datos interesantes.

Finis Mundi de Laura Gallego García


Sinopsis: Francia. Año 997 de nuestra era. Michel, un monje cluniacense, decide embarcarse en una misión imposible. Según las revelaciones del ermitaño Bernardo de Turingia, el fin del mundo se acerca y sólo hay una manera de salvar a la humanidad: invocar al Espíritu del Tiempo. Pero antes es preciso recuperar los tres ejes sobre los que se sustenta la Rueda del Tiempo. ¿Dónde se encuentran? Nadie lo sabe...

Laura Gallego saltó al mundo de la publicación y de las editoriales con esta novela, ganadora del premio Barco de Vapor 1998, con lo cual SM se convirtió en la editorial que editaría y sacaría a la venta la mayoría de sus obras.

Finis Mundi es, en apariencia, una novela increíblemente sencilla, que sigue a Michel, un monje de apenas catorce o quince años a buscar los tres ejes en los que se sustenta la rueda del tiempo y que están desperdigados por toda Europa. ¿Por qué los busca? Porque se acerca el primer milenio y el mundo terminará y él está decidido a salvar a la humanidad. Los acompaña un juglar, Mattius, que no acepta las invitaciones de reyes y de grandes señores para tocar en sus salas y tiene un modo muy particular de ver la vida.

Pero ellos no son los únicos que están tras los tres ejes del tiempo…, como acabarán por darse cuenta.

Finis Mundi está escrito con el estilo sencillo y fresco de Laura Gallego, entreteniendo al mismo tiempo que teje entre sus páginas una trama muy interesante, en la que se ven involucrados caballeros, chicas que quieren ser juglaresas y sueñan con ser aceptadas por el gremio, enemigos que no conocen y señoras que se dirigen a Britania a negociar en el lugar de sus maridos.


El libro es corto y se divide en tres partes, una por cada eje del tiempo que tienen que buscar, desplazándose desde Francia a Germania y de allí a la Hispania dominada por los moros, acabando en un barco con destino a Britania.

Lo bueno, lo malo y lo absurdo de Ingobernable

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«Pero si todos hablan de 13 reasons why, ¿qué hago?»
― Yo en un día normal.


Miren, vengo a ponerles a Kate del Castillo en mi blog porque no conozco a nadie más que la haya visto que no la haya odiado y que no sea mi mamá. Sí, mi mamá. Pero con mi mamá no me voy a poner ni chaira ni feminista porque le da miedo y me mira feo, así que ustedes se van a aguantar mi entrada de Ingobernable. Uno, si piensas que todas las producciones mexicanas, series o telenovelas, son para pobres, felicidades, ve a sacarte al clasista que llevas dentro porque le acabas de demostrar a Azcárraga papá, el que dijo que hacía tele para jodidos, que ganó; tampoco leas esta entrada, no creo que sea para ti. Dos, si piensas que las producciones mexicanas, series o telenovelas, están hecha para pendejos, ve con toda tu libertad a ver cualquier producción Américana, total que esas, hasta las más idiotas, están hechas pa' gente inteligente. Tres, si no aguantas a nadie que vea telenovelas, vete, porque bueno, no es que vea muchas, pero todas las que Argos le produjo a Cadena Tres sí que las vi, o pedazos, porque el formato telenovela me llega a cansar (hay mucho relleno que meter en capítulos de 40 minutos durante cinco días). En fin. Que no te tortures si ya sabes que esto no te va a gustar. A mí Ingobernable sí me gustó porque la hicieron más o menos decentemente con temas que me encanta ver en pantalla.

Así que aquí vamos, esto es lo Bueno, lo Malo y lo Absurdo de Ingobernable, la historia de Emilia Urquiza, la primera dama prófuda. Aquí está el trailer. Abajo de él, hay spoilers. Si nunca vas a ver la serie, ve sin cuidado. Si la quieres ver y no te importan los spoilers, ve sin cuidado, tampoco voy de poner cuadro a cuadro la escena final. Si no te gustan los spoilers, por favor, no leas. Sobre aviso no hay engaño. Insisto, HAY SPOILERS.




Lo bueno


Me gusta que le den bien fuerte al gobierno. Que le den donde le puto duele, en su guerra contra las drogas. Porque si algo tiene bien esa serie, es el discurso presidencial que nunca se pronunció. Diego Nava, aunque durante toda la serie me cae muy mal (y mira que no suelo hablar tan mal de los muertos), tuvo muchos huevos para pensar en mandar a Estados Unidos al carajo y traicionar al ejército. Yo no hago paralelismos con la realidad, pero, ejem, es que son tan obvios que aunque tu mayor referente en política sea Chumel Torres (búsquense otro, no confío nadie que crea que no nos merecemos la libertad de expresión) los agarran. Argos siempre le ha tirado cabrón al gobierno en algunas de sus producciones (El Octavo Mandamiento, que agarraba temas como El Gober Precioso y el escándalo de los casinos, Infames, que se metía luego luego con el poder) y a mí eso siempre me ha gustado, porque me gusta el thriller político en México (no me hablen de House of Cards, Estados Unidos me deja dormida). Así que si parte del target de Ingobernable eran gente que le gustara el thriller político, they got me. Y me agarraron bien. Me gusta cuando hablan de las violaciones a los derechos humanos del ejército, cuando hablar de las desapariciones forzadas, de los operativos violentos y además lo condenan. They got me and they got me well.


Alberto Guerra fue una sorpresa grata... Lo recordaba mucho peor. Muchísimo peor. Además me gusta el personaje. ¿Tipín madreado por la vida dispuesto a luchar por la justicia y en las madres en las que cree y que es de armas tomas? They got me. He escrito como mil de esos, como diez mil de esos. Me gustan los personajes con ideales así, que hacen todo y la vida los jode (siempre y cuando sobrevivan al capítulo final). 

Anna Vargas-West. Que personaje, joder. Odio a Anna Vargas-West. Está tan bien actuado que la odio profundamente y no le deseo nada bueno en la vida. Aunque de repente intenta ajustar su karma (no lo logra, porque tiene mucho karma negativo esperándola). Eréndira Ibarra es la que interpreta al personaje, y seguro les suena de Sense8. ¿No? ¿Daniela? También ha salido en Capadocia, Las Aparicio, El Octavo Mandamiento, La vida inmoral de la pareja ideal y... no he visto nada más de ella (de hecho, o he visto Capadocia).


Casi todos los personajes de Tepito. Tengo mucha más debilidad por ellos que por cualquier privilegiado en la vida. Es que, a menos que tengan problemas tan jodidos como la primera dama, me cuesta mucho ver los dramas de los ricos. Es más, eso de "qué difícil es ser presidente" no me entra hasta que al presidente lo amenazan de muerte. En serio. Tengo problemas con los dramas de los privilegiados, más cuando viven a costa de la desgracia de los otros. Sí, lo sé, soy complicada. Pero me gustan todos los personajes de Tepito, Chela la que más y Zyan, quizá, la que menos (aunque la actriz mejoró, recuerdo que era el personaje que menos me gustaba en El Octavo Mandamiento porque estaba todo el rato recitando como cartón). 

Lo malo


Los hijos de la primera dama. No tengo demasiadas quejas de ella, pero de Emiliano, caray. Yo entiendo que es difícil trabajar con niños actores. Es más, yo entiendo que a veces no son los mejores actores del mundo. ¡Son niños! Pero aquí fueron a buscar de los peores niños actores que había en el mundo y consiguieron a Emiliano. Además el personaje es un niño consentido, lo que no le da muchas papeletas para ganar mi aprecio. Pero si al menos hubiera actuado bien. Parecía que estaba en una obra de escuela donde sólo había que recitar los diálogos... ¡y el actor no tiene la culpa, es un niño, maldita sea busquen mejores niños actores! Y de, paso, también aprendan a escribir niños, porque se nota que lo escribieron pensando en cómo los adultos ven a los niños, no en como son los niños.


¿Soy yo o Fernando Luján actua más mal cada día? Entre que el señor Urquiza que cae del nabo y Luján no se marcó la mejor actuación de su carrera, pues nada. No pasó a la lista de cosas memorables.

La serie abre demasiadas lineas argumentales y no va cerrando casi ninguna. Joder, serie, no eres telenovela, no tienes tanto tiempo para desarrollarlo todo, decídete por algo. A mí me gusta todo, ¿militares corruptos?, ¿centros de detención extra-oficiales?, ¿Estados Unidos metido en la política mexicana como toda la vida? ¡¿QUÉ?! A ver, no que sólo dejen uno, que se enfoquen en uno por vez, por favor. Es una serie, si juegan bien sus cartas van a tener más temporadas para seguir explorando y dándole con todo al gobierno.


Lo absurdo


Se nota un chingo que Kate del Castillo no grabó en México. Todas las escenas de ella en la calle en sitios muy famosos de México son de espaldas o escondiedo la calle. Las escenas del grito en Palacio Nacional se ven un poco forzadas cuando Kate sale al balcón. Hay partes que sí se ven como oh Dioh' mío, pero que obvio.


Los pequeños errores como que nadie nunca tiene papeles en su oficina o parece que está trabajando (y si lo parece es porque es para la trama o son muy pocas veces). Hay un montón de esos pequeñitos errores, y es cómo... C'MON! No eres una telenovela, hay más varo porque vas a hacer menos capítulos, hay más tiempo, no tienes que correr, ¡¿por qué tienes esos errores?! En fin. La solución, como muchos piensan, no es que Estados Unidos nos enseñe a producir cosas, nosotros lo hacemos, pero, caray, hay que hacerlo bien. (La idea de que Estados Unidos es mejor en todo salió de sabrá Dios donde, pero ya dejen de alimentarla).


Algunas de las escenas de Ovni. A ver, las escenas de hackers en casi todas las series o películas que conozco es absurda a morir, con Ovni las cosas están un poco mejor. Al menos fueron a una clase para les enseñaran los super basics, pero fuera de eso, luego si hacen unas cosas tremendas porque tienen la imaginación muy activa y yo en vez de creermelas, pues me río.


PRIDE: cuando los gays y lesbianas apoyaron a los mineros

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En 1985, varios sindicatos mineros de Gales encabezaron la marcha del Orgullo LGBTIQ junto al grupo LGSM (Lesbians and Gays Support the Miners; Lesbianas y Gays Apoyan a los Mineros, por sus siglas en inglés) en agradecimiento a todo el apoyo que recibieron del colectivo durante las huelgas de 1984. Probablemente no muchos hayan oído de las huelgas de los mineros en esa época porque no fue algo que se volviera internacional, pero han existido libros, películas, miles de historias de esa época, cuando la Dama de Hierro ―Margaret Tatcher― estaba en el poder. Una de esas historias fue cuando un pequeño grupo del colectivo LGBTIQ decidió apoyar a los mineros, recaudar para ellos y enfrentarse incluso a un sindicato que no quería su ayuda.


La película, dirigida por Matthew Warchus, con guion de Stephen Beresford, fue estrenada en 2014 y ganó el Queer Palm en el festival de Cannes en 2014. Pride es, en general, una película optimista, que recuerda que las alianzas son posibles y que nadie tiene que luchar solo por sus derechos, siempre y cuando respetes las decisiones de quien está luchando. El fundador de LGSM, Mark Ashton, fue un activista por los derechos del colectivo LGBTIQ y miembro del partido comunista británico ―aunque esto no se menciona en la película― y luchó gran parte de su vida por los derechos de los oprimidos antes de morir, doce días después de que fuera diagnosticado con SIDA.


Cuando los mineros estaban siendo acosados por la policía, encarcelados ilegalmente y en huelga, casi muriendo de hambre, el colectivo LGBTIQ ya había pasado por todo eso antes. La mayoría se muestras reacios para apoyar a los mineros, pues solían ser el grupo más homofóbico. Se puede apreciar en la película, porque el sindicato no quiere su dinero, no importa cuanto hayan recaudado, hasta que se deciden a pasar por encima de él y ofrecer su apoyo a una pequeña comunidad minera en Gales.

Hay una parte en especial de la película que me maravillo en la que Mark hace notar que parece que todos están luchando por lo suyo sin ayudarse realmente y no debería ser así. Los derechos de los obreros, de las mujeres, de los gays, etcétera. Eso debería ser interseccional y esta película hace su particular intento por mostrarlo y retratar la historia de una pequeña comunidad minera y un grupo de lesbianas y gays que decidió ayudarlo y recaudar dinero para apoyarlos en su huelga.


Es una película sencilla que además de mostrar la huelga minera y el movimiento que encabezaron los miembros del grupo LGSM, incluso cuando fueron llamados pervetidos en los periódicos y volvieron suyo ese nombre, creando uno de los mayores eventos benéfico para pedir solidaridad con los mineros, el concierto Pits and Perverts.

La película es protagonizada por Ben Schnetzer en el papel de Mark Ashton (Max Vandenburg en The Book Thief, La ladrona de libros), George MacKay como Joe “Bromley” Cooper, un miembro ficticio del grupo cuyos padres aun no saben que es gay, Dominic West como Jonathan Blake, una de las primeras personas en ser diagnosticadas con SIDA en el Reino Unido, Andrew Scott (Jim Moriarty en Sherlock) como Gethin Roberts, su pareja. Imelda Stauton (Dolores Umbridge, en Harry Potter) hace esta vez el papel de Hefina Hedon, activista por los derechos humanos que ganó notoriedad en la huelga minera; Jessica Gunning interpreta a Siân James, que después de la huelga ingresó en la universidad y más tarde fue miembro del parlamento inglés por Swansea East, la primera mujer en ocupar esa pocisión. El resto del cast lo completan Bill Nigthy y otros actores ingleses.


Pride es quizá una película bonita, de esas para darse palmadas en los hombros y decir ¡mira lo que hemos logrado! Porque es válido hacerlo, pero también es una película para hacer notar todo el camino que falta por recorrer y que no es poco. Es una película entretenida, brillante a mi parecer para la historia tan sencilla que cuenta. Sí, la recomiendo, más ahora que estamos en el mes del Orgullo y que nos hace falta recordar que #LoveIsLove, en cualquiera de sus formas. Porque aun nos falta camino por recorrer como sociedad: aún no lo hemos logrado todo.


Y Pride es una pequeña muestra de ese camino recorrido, pero también el recordatorio de todo lo que nos falta hoy en día.


Dos reseñas por el precio de una

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Reposteos por causas de fuerza mayor. Originalmente las reseñas estaban en La Cueva del Escritor.

El señor de las moscas de William Golding


Sinopsis: Una treintena de muchachos son los únicos supervivientes de un naufragio en el que perecen todos los adultos. Enseguida se plantea cómo sobrevivir en tales condiciones, y no tardan en crearse dos grupos con sus respectivos líderes. Ralph se convierte en el cabecilla de quienes están dispuestos a construir refugios y a recolectar, mientras que Jack se convierte en el jefe de los cazadores, animados por un espíritu más aventurero. Las tensiones entre ambos bandos desembocan en un enfrentamiento que se resuelve en un baño de sangre.

No sabía que esperaba de este libro en particular, realmente, lo había visto mencionado aquí y allá en varios libros y desde que leí la sinopsis siempre me había interesado. Sin embargo, quiero pensar que lo leí en el momento exacto. Para empezar, el libro nos sitúa en una isla donde ha habido un naufragio y los únicos supervivientes son unos cuantos niños. De ellos, Ralph tiene madera de líder, porque la gente hace lo que él ordena sin cuestionarlo, pero le falta algo de sentido común algunas veces, y allí entra Piggy. En todo el libro, parece ser la única persona con sentido común, obviamente con el sentido común de un niño y los anhelos de un niño, pero sentido común al fin y al cabo.
—La vida —dijo Piggy animádamente— es una cosa científica, eso es lo que es. Dentro de un año o dos, cuando acabe la guerra, ya se estará viajando a Marte y volviendo. Sé que no hay una fiera... con garras y todo eso, quiero decir, y también sé que no hay que tener miedo. Hubo una pausa —A no ser que...Ralph se movió inquieto.
—A no ser que, ¿qué?
—Que nos dé miedo la gente.
Por el otro lado, y en el otro extremo, tenemos a Jack, el líder del coro, que está acostumbrado a que lo obedezcan, al parecer, a base de miedo. Ralph consigue el liderato porque la mayoría de los niños votan por él y, para mantener a Jack contento, lo pone al mando del coro, que Jack elige que sean cazadores. Qué importa que no tengan lanzas, o que no sepan cazar, serán cazadores. 


Sin embargo, las tensiones no tardan en aflorar entre los dos grupos. Se celebran asambleas en las que todo el mundo habla y decide cosas que al final no se llevan a cabo porque a los niños se les olvidan y se abocan a jugar. Si el primer refugio lo construyeron entre todos, el último lo hicieron sólo dos personas. A todo eso se le añade el miedo de los niños, sobre todo de los más pequeños, a una supuesta fiera que sólo ellos han visto y las peleas entre los jefes. Resulta casi exasperante ver como Piggy a veces es el único que intenta aportar un poco de sentido, pero nadie le hace caso. Parece como el colegio: como no es popular, no es importante. 


El final es quizá demasiado abrupto, pero muy apropiado. Los chicos se han empezado a volver una panda de salvajes, olvidando el rescate e intentado establecer una cadena de mando en la que gana el más fuerte, al que lo sigue más gente, y no el más inteligente. La supervivencia del más apto, como si fueran una manada de animales. La historia está muy bien narrada y el libro, al ser muy corto, se hace rápido. La trama tiene sus altas y bajas, pero en general la pluma de Golding te mantiene en constante expectación, deseando saber qué pasará. 

Unwind de Neal Shusterman


Sinopsis: En una sociedad donde los adolescentes no deseados son perseguidos por las partes de su cuerpo, tres fugados luchan contra el sistema que los "desconectaría". Los padres de Connor quieren librarse de él porque es problemático. Risa no tiene padres y va a ser desconectada para recortar costes del orfanato. La desconexión de Lev ha sido programada desde su nacimiento, como parte de la estricta religiosidad de su familia. Unidos por la casualidad primero y por la desesperación después, estos tres compañeros poco convencionales realizan un peligroso viaje a través del país, sabiendo que sus vidas penden de un hilo. Si sobreviven hasta su decimooctavo cumpleaños, nadie podrá hacerles daño. Pero cuando todas y cada una de las partes de su cuerpo, desde sus manos hasta sus corazones, son codiciadas por un mundo que se ha vuelto loco, los dieciocho parecen estar muy, muy lejos. 

Unwind es un libro que, a partir de la sinopsis, me recordó a Nunca me abandones, de Kazuo Ishiguro. Pero no tiene nada que ver. Los personajes de Ishiguro no cuestionan, al menos no demasiado, la humanidad o la naturaleza de aquellos que los clonaron y, aunque hay unos personajes que lo intentan, la obra no gira alrededor de eso. En cambio, los protagonistas de Unwind, al menos dos, buscan huir, escapar de la desconexión: porque una vez que la orden es firmada, no hay vuelta atrás.

Un año antes del fin de la guerra el premio nobel de medicina le fue otorgado a quien descubrió como donar todos los tejidos, los órganos, todos sus partes del cuerpo. Sin ese gran descubrimiento no hubiera sido posible la paz entre los Pro-Vida y los Pro-Elección, que,  decidieron que todo niño tiene derecho a nacer. Las madres pueden quedárselos, dejarlos abandonados en una casa, siempre y cuando no los descubran, o llevarlos al gobierno. Todos los niños estarán protegidos hasta, por lo menos, los trece años. Entre los trece y los dieciocho años, su destino es incierto. 


Niños problemáticos con padres que firman las órdenes de desconexión porque están hartos de ellos, huérfanos criados por el gobierno, que al final los desconecta para hacer espacio, los hijos menores de familias altamente religiosas que donan un diez por ciento de todo lo que poseen a la iglesia. También hijos con padres divorciados que prefieren ver a sus hijos desconectados antes de permitir que el otro tenga la custodia. Porque, después de todo, todo desconectado tiene una historia que no quieres saber.

El libro es desesperación, una huida frenética de personajes que no saben si pueden confiar en las personas que les están ayudando, un correr sin mirar atrás. Porque ya no se buscan curas para el cáncer, el sida, nada. Sólo se cambian los órganos y uno vuelve a quedar como nuevo. Claro, que para eso necesitan desconectados. Una cuestión de pura demanda y oferta, que nos muestra una sociedad deshumanizada. 

Claro que no todo en el libro es perfecto y si algo chirría bastante es el hecho de que el mundo parece igual: no hay más tecnología, nada. Ni una pista de que estamos en un futuro (considerando que fue escrito en 2007) asolado por una guerra que dejó a todos casi en la destrucción, que es uno de las premisas recurrentes entre los libros de este tipo. Ni una sola pista. 

Un libro que, si bien no es una obra maestra, te hace reflexionar. porque... ¿hasta dónde podemos llegar por nuestra supervivencia?

Clásicos | Mini reseñas

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Reposteo por causas de fuerza mayor. Los originales estuvieron publicados en Plusbits Mx. 

Jane Eyre de Charlotte Brontë



Un día como ayerpero de hace 201 años, nació Brontë

Sinopsis: Dueña de un singular temperamento desde su complicada infancia de huérfana, primero a cargo de una tía poco cariñosa y después en la escuela Lowood, Jane Eyre logra el puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la hija de su atrabiliario y peculiar dueño, el señor Rochester. Poco a poco, el amor irá tejiendo su red entre ellos, pero la casa y la vida de Rochester guardan un estremecedor y terrible misterio.

Un día como ayer, 21 de abril, pero de 1816, nació Charlotte Brontë, una de las escritoras más importantes de la lengua inglesa y cuyos libros hoy son considerados clásicos. Probablemente la conocen. Ella, junto a sus hermanas Emily y Anne, es una de las escritoras románticas con más éxito, aun hoy en día. Fue la más prolífica de las tres (con cuatro novelas publicadas y una inacabada, publicada póstumamente) y hoy en día recordada especialmente por Jane Eyre.

Jane Eyre fue publicada en 1847 bajo el pseudónimo de Currer Bell, pues Charlotte permaneció en el anonimato hasta unos años después de su publicación, en una época en que las novelistas mujeres no estaban bien vistas (nada más hay que recordar que la primera publicación de Jane Austen sólo decía “por una mujer“). Para muchos, la novela tiene cierto carácter autobiográfico, pues Charlotte asistió a un internado parecido al que va Jane y en el libro denunció las carencias, las enfermedades y los malos tratos, además de la mala administración. También, Jane Eyre es considerada una de las primeras novelas feministas.

La novela es la historia Jane Eyre (lo sé, no podían adivinarlo ustedes), desde que vive en la casa de su tía, la Señora Reed y sus terribles primos hasta sus años como institutriz, pasado por sus años en la escuela Lowood para niñas. Se dice que esa escuela está inspirada en una escuela donde Charlotte pasó algunos años y donde sus dos hermanas mayores Mary y Elizabeth se contagiaron de tuberculosis (la enfermedad que les provocó al muerte). La familia de Charlotte retiró a sus hijas de aquel internado (el colegio de Clergy Daughters) por las malas condiciones, pero Jane no tuvo tanta suerte. La joven pasa ocho años de su vida en el colegio, seis como estudiante y dos como maestra.

Al casarse la señorita Temple, la superintendente del colegio, Jane siente que ya nada la ataca al colegio y decide ofrecer sus servicios como institutriz privada. Así es como Jane llega a Thornfield, como institutriz de Adèle Varens, custodia del señor Rochester, que es su patrón. La verdad es que, para mí, la época que Jane pasa en Thornfield es la más interesante de la novela, especialmente por los largos diálogos entre el señor Rochester entre ella, que gusta de provocarla.


No quiero contarles la historia entera (¿todavía hay gente que no la conozca?) pero a mí me sorprendió desde la primera vez que la leí. Es una novela muy victoriana, que convirtió a Charlotte Brontë en una de las autoras románticas más reconocidas. No puedo decir que es mi favorito (lo siento, Chalorlotte, pero Cumbres Borrascosas me conquistó), pero hay una razón por la cual es considerada una de las primeras novelas feministas de la historia y para mí es toda la construcción del personaje de Jane.

No me queda más que seguir recomendándoles este clásico de la literatura inglesa.Hoy hace 200 años nació Charlotte Brontë y hoy sus libros siguen siendo leídos. ¡Felicidades, Charlotte Brontë!

Persuasión de Jane Austen


Sinopsis: Es la historia  del romance de Anne, la hija menor del fatuo Sir Walter Elliot, bonita y sociable, que encuentra a su héroe, el Capitán Wenworth, a pesar de las barreras sociales.
La vanidad y los prejuicios de una aristocrática familia se interponen en el amor profundo y sincero de la joven pareja. Anne fue educada por una amiga al morir su madre. Su gratitud hacia la elegante dama la empuja a escuchar los consejos que le impedirán unirse al hombre que ama, un oficial de marina de poca fortuna. De esta forma, enfrenta largos años de soledad en los que la belleza y el resplandor de la juventud van mermando, pero no así su carácter dulce y bondadoso que, junto a su inteligencia, consolida la personalidad de una atractiva mujer, preparada tanto para las situaciones adversas como para la maravillosa segunda oportunidad del destino.

Persuasión es una novela bastante famosa de Jane Austen. No tan famosa como Orgullo y prejuicio, pero famosa. Entre que leí una novela (dos, en realidad) de Austen y me animé a leer otra completa tuvieron que pasar casi siete años porque me tomó tiempo acabar de agarrarle el gusto a Austen. Cuando tenía trece años no dejaba de comparar sus libros con la telenovela de las tres y además, oh sacrilegio, me parecían aburridos. Siete años después descubrí que Austen sí que tenía humor, criticaba a los ricos con pasión y además era capaz de hacer dick jokes en sus libros. Eso hizo que me cayera bastante mejor que en un principio.


Esta fue la última novela completa que escribió Jane Austen, poco después de Emma. De hecho, fue publicada póstumamente en 1818, un año después de que Austen muriera. También, cuenta con la heroína más mayor de Austen, Anne Elliot de 27 años. Ocho años antes del comienzo de la novela, Anne rompió abruptamente su compromiso con Frederick Wentworth, un oficial naval, persuadida por una amiga de la familia, Lady Russell, que estaba convencida de que Frederick no era digno de alguien como Anne ―cuya familia, aunque venida a vemos, tienen un título nobiliario.

Esta novela de Austen destaca especialmente porque no tiene como protagonista a una chica que está intentando comprender qué es el amor, sino que Anne viene de un desengaño amoroso, es controlada por su familia ―y a menudo tratada como si no tuviera la más mínima importancia― y tiene que encontrar la fuerza para hablar por ella misma y, al menos por una vez, elegir su propio destino. Lo que en este caso, se traduce en tener el poder de elegir a quién va a amar.


Persuasión es una novela perfecta para leer cuando uno está más que dispuesto a creer en el amor o ya de plano enamorado. Siento que así tiene más efecto y es más fácil meterse en el conflicto que, en cualquier otro caso, parecería igual que el de la telenovela de las cinco ―aunque claro, entre los guionistas de la telenovela y Austen no hay ni un punto de comparación―.  Anne, la heroína, es una mujer completamente normal. No se la describe con cualidades extraordinarias, además de una tremenda capacidad de observación y puede verse como algo tímida o simplemente desinteresada. Contrasta especialmente con sus hermanas, una de las cuales es fría, con un carácter gélido y la otra constantemente necesita aprobación y atención.

Definitivamente un libro recomendable escrito por una de las escritoras más conocidas de la literatura romántica hoy en día y que todo el mundo debería probar alguna vez en su vida. No duden intentarlo.

2x1 en libros de crímenes | Mini reseñas

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Estas reseñas son un reposteo de reseñas publicadas en La Cueva del Escritor.

La chica IBM de Fransisco J. Cortina


Sinopsis: Ciudad de México. Lo que antes se conocía como la región más transparente es hoy centro de grandes diferencias. Conserva su atractivo en zonas modernas de alto poder adquisitivo pero al mismo tiempo abraza en sus entrañas a clases sociales dispares. El D.F., como se le conoce popularmente, es blanco de una delincuencia desatada en donde destaca el secuestro. La ciudad más grande del mundo requería un lugar entre las páginas de la novela de acción. Un retrato actual que muestre personajes tan variados como sus realidades contrastadas. Con maestría -y extraordinario sentido del humor- el autor nos muestra la vida de sus cuatro protagonistas, en donde, a través de un crudo relato inmerso en la violencia y la pasión, se atreve a surgir el amor, bajo el hilo conductor de un secuestro. Resulta de gran placer adentrarse, a través de diálogos pulcros y congruentes, tanto en la infancia de los integrantes de la banda de los camellos, secuestradores desalmados, como en la vida nocturna citadina de alta esfera; conocer la vida íntima de una víctima convertida en policía, Alfonso Ruiz, o participar de los sueños de Anna, una joven de clase media cuya aspiración es saltar peldaños en una empresa trasnacional. Es un retrato social, con historias entrelazadas, que nos adentra a las más recónditas carencias a los deseos y frustraciones de los personajes en su viaje al encuentro con su propio destino.

La chica IBM no denuncia, no habla de lo mal que está México y mucho menos intenta meternos lecciones de moralidad por los ojos. Cuenta la historia de una Ciudad de México llena de claros y de oscuros, de matices y sobre todo de tópicos. Porque quizá es ese uno de los más grandes defectos de un libro con una historia increíble que contar: el cliché tan marcado que existe entre la clase alta de Santa Fe, la universitaria que no menciona que su vestido es de Suburbia —una tienda de ropa típica de la clase media—, en una escuela puramente elitista, esa necesidad de salir de la colonia de clase media a patadas, si es el caso, pero salir. Hablar de las colonias marginadas y relacionar a quienes viven en ellas como obligados delincuentes.


Sin embargo, con esos clichés, relata algo que es común. La chica IBM es sólo la historia de un secuestro, de una mujer que desea salir de clase media, un hombre que perdió a su hija desangrada en una avenida de Polanco, asesinada por delincuentes y ladrones y acabo volviéndose un policía justiciero.  La historia de los chicos que salieron de Texcoco y acabaron en la Guerrero, pasando por Neza, y se convirtieron en los fundadores de la banda Los Camellos, secuestradores que podrían ahogarse en los billetes que guardan y a los que, increíblemente, aún les queda humanidad, porque no hay que olvidar que son humanos, que son personas y que quizá, quizá, también sufrieron.

La novela nos cuenta la historia de sus personajes al tiempo que nos narra un secuestro. Desde su planeación, hasta el momento justo en que se lleva acabo y el infierno que pasan los dos protagonistas. Fransisco J. Cortina no usa una prosa rebuscada, provoca sentimientos en el espectador incluso con una prosa que más parece periodística, que se remite más a los hechos, y después a los sentimientos.


Es un libro para pasar el rato. Un libro que cuenta una historia, sin pretensiones. Si lo que hay entre las páginas te cambia la vida, eso ya es asunto tuyo, porque te aseguro que a mí, todos estos años después de que leí el libro, no me lo cambió.

La chica del tren de Paula Hawkins


Sinopsis: Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece? Tú no la conoces. Ella a ti, sí.

El hype que levantó este libro me dio curiosidad. Sin embargo, lo aparqué hasta que tuviera tiempo y pudiera hacerme de una opinión mucho más objetiva que sólo un sinsentido de palabras. Pues bien. El libro me encantó como thriller, aunque me hubiera gustado que se profundizara en algunos aspectos de nuestros personajes porque todos, absolutamente todos, son terribles personas. Para empezar, tenemos a nuestras tres narradoras: Rachel aún está obsesionada con su ex esposo y la idea de no poder tener hijos, es borracha y ha perdido su trabajo; Megan engaña a su marido en repetidas ocasionas y Anna desconfía de todo el mundo. Además, nunca te lo cuentan todo. Los pedazos de sus historias se van uniendo conforme la historia avanza. Rachel es incapaz de recordar lo que sucedió una noche muy importante: la noche de la desaparición de Megan. Por si fuera poco, la historia que le cuenta Tom, su ex marido, no tiene demasiado sentido para ella porque estaba demasiado borracha y podría o no ser una mentira. 


Todos los personajes son unos cabrones o te causan lástima. O te causan lástima por una página y a la siguiente se ganan tu odio. No son personajes con los que te puedas identificar, pero son personajes tan bien construidos que eso no importa. Hay momento donde te preguntas si el sentido común de Rachel no se fue por un tubo o si Megan es idiota.

Hay quien dice que la acción de este libro recuerda mucho a Gone Girl, de Gillian Flynn, que también tiene personajes muy cabrones. Pero creo que, lejos de algunas cosas que coinciden en muchos libros de thriller, la historia tiene poco que ver. En La chica del tren avanza de manera mucho más rápida, a veces casi vertiginosa; por eso es que a veces Paula Hawkins sacrifica algunas explicaciones para darle más acción al asunto. Siendo sincera, me hubiera gustado profundizar un poco más en algunos aspectos, pero no me molesta demasiado que se hayan sacrificado algunos pedazos de las historias de las protagonistas porque el libro no tiene casi relleno. 

La autora
Lo único que considero que es un fallo es que hay momentos en los que las voces narrativas se confunden, especialmente las de Anna y Megan. No sucede mucho, no es como cuando estoy leyendo un libro con dos narradores y los dos suenan exactamente igual. En este libro es algo que no ocurre con frecuencia, lo que es de agradecer, pero ocurre, así que habría darle que darle una revisada.

Como conclusión, creo que este libro vale la pena y que si les gusta el misterio y el thriller, seguramente van a disfrutarlo. Muy recomendable.

El booktag feminista de #LibrosB4Tipos

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¡Hola a todos! Primero que nada, ¡feliz día del libro! Si son unos ñoños de los libros como yo (y yo sé que sí) este día es para ustedes y para que lo disfruten y sobre todo para que recomienden qué leer. Las recomendaciones nunca vienen de más, se los aseguro. Por eso es que estoy haciendo este Booktag feminista para el día del libro, está lleno de buenos libros y de recomendaciones de mujeres... y recomendar mujeres es mi ocupación 24/7, ustedes ya lo sabes y todavía no me odian (¡graaacias!).


Bueno, si no conocen a Libros B4 Tipos somos un club/círculo de lectura compuesto por muchas Booktubers y una blogger, o sea, yo. Leemos libros mes con mes, siempre de mujeres y muchas veces con temas feministas y hacemos hangouts en los canales de las chicas para debatir el libro. El de este mes fue Teoría King Kong que fue el sábado, pero también hemos leído Tomos deberían ser feministas, El eterno femenino, La mujer habitada, Americanah, entre otros. Y ya tenemos nuestras siguientes lecturas planeadas para que vayan consiguiendo los libros: 
Hace poco salimos en Buzzfeed: Si eres mujer y amas los libros, vas a querer pertenecer a este club. También nos entrevistaron en Let's Riot, por si les interesa leer y que les esté metiendo mi fama a la fuerza: Libros b4 tipos, booktubers y bloggers. Bueno, ya dejo de molestralos y ahora sí vamos con las consignas del booktag, que todos saben que me enrrollo más que culebra de veinte metros.

1. Autora Favorita (o que más hayas leído su obra)


¡Tengo muchas! Bueno, de las que más he leído, tengo que decir que Maria García Esperón, una autora mexicana a la que conozco personalmente y que ha escrito muchas cosas relacionadas con mitología e historia. De los libros que recomiendo de ella, mi favorito es Copo de Algodón y Dido para Eneas le sigue muy de cerca. Creo que siempre se las recomiendo y ya me han de alucinar hablando de ella, por eso voy a poner a otras de mis autoras favoritas aquí, para que haya variedad.


Obviamente soy fanática de J. K. Rowling, que fue quien me metió en el género fantástico de lleno y gracias a Harry Potter he conocido a tanta gente y he hecho tantas cosas, que no me queda más que obviamente listarla aquí. Además de que, si no hubiera sido por Harry, yo no hubiera empezado a publicar fanfiction y a escribir (y empecé en Hi5, que bueno que ya no hay pruebas de eso). Además me gusta su labor caritativa, su pelea contra la institucionalización de los niños, que haga lo que se salga de los bajos fondos aunque lo haga mal a veces y que tenga confianza en sí misma.


Otras autoras de las cuales he leído toda su obra son Laura Gallego (y vaya que la he criticado), Martha Riva Palacio (¡léanla!), Jane Austen y las hermanas Brontë.

2. Ensayista o teórica


Aquí también les tengo varias recomendaciones porque soy incapaz de decidirme por una sola. Ay, me enrollo más que un niño envuelto. Bueno, la primera que me cautivó de pies a cabeza y me hacía estar discutiendo conmigo misma por horas y me puso a analizar la cultura pop desde una perspectiva de género fue Roxane Gay con su libro Bad Feminist. Ella es una mujer negra de ascendencia haitiana y habla mucho de como el racismo se intersecta con el machismo y como ninguna opresión viene sola en un sistema que oprime por clase, por raza, por género, etcétera, etcétera y hace análisis de la cultura pop, además de que habla de sororidad y de lo importante que es tener amigas mujeres.


Obviamente entre mis recomendaciones también está Simone de Beauvoir, pues El Segundo Sexo es uno de esos libros que, a pesar de lo largo y denso, te atrapa y no puedes dejar de leer. Hoy en día muchas de las cosas que escribió De Beauvoir siguen completamente vigentes y es un excelente análisis para poner a funcionar la cabeza.


3. Personaje femenino feminista (favorito)


Ifemelu, de Americanah. Esa mujer tiene una opinión sobre absolutamente todo. Han dicho que es un reflejo un poco obvio de Chimamanda Ngozi Adichie, y la verdad no lo dudo. ¿Por qué me encanta Ifemelu? Para empezar, porque tiene una opinión sobre todo, proque no se calla, porque no quiere agradar ni le importa que no la quieran. Me encanta cómo escribe en su blog porque yo también tengo uno. En fin.


Jane Eyre. La primera vez que leí el libro no me encantó porque acababa de leer Cumbres Borrascosas. Y Cumbres Borrascosas va a ser siempre mi libro favorito de las Brontë. Pero lo que sí me gustaba era la capacidad de Jane de hablar por sí misma.   

4. Poeta favorita


Michelle Serros me encanta. Además sus poemas siempre abordan el hecho de la identidad, de si es suficientemente mexicana o chicana o latina o si no lo es. De ella les recomiendo Chicana Falsa, es un libro muy chiquito que se puede conseguir con algo de suerte. Ahora, Michelle no es la única entre las poetas a las que sigo. 


Admiro también a Rosario Castellanos, y de lo que más me gusta de ella es... bueno: todo. Sus ensayos, su poesía, todo. Conseguir sus libros además es muy sencillo y económico en México, pues la edita el Fondo de Cultura Económica y la UNAM. No se pierdan sus poemas, son muy buenos.

También me encanta Sylvia Plath, que es una de las precursoras de la poesía más confesional y que habla sobre la maternidad y los estigmas sobre ella en un libro de poemas hermoso que yo leí hace tiempo de ella: Soy vertical, pero preferiría ser horizontal.


5. Autora menos recordada


Changos, ¡no sé! Pero hay muchas, muchísimas que han sido olvidadas y cuyos libros se reeditan pero no se venden porque una mujer está en la portada. Creo que pondría a Nellie Campobello aquí, porque yo no la conocía hasta leer un ensayo de Poniatowska y porque es una de las pocas mujeres que escribió sobre la revolución mexicana. Y porque vamos a leer Cartucho, un libro de su autoría, para #LibrosB4Tipos pronto.

6. Autora adelantada a su época


Ya mencioné a Jane Austen de pasada, pero me parece que fue adelantada a su época, aunque sólo se desveló públicamente que ella era la autora de sus libros hasta después de su muerte. Sin embargo, ¿por qué me parece adelantada? Jane Austen escribe y cuando lo hace, el universo en el que escribe es completamente femenino, defiende el hecho de que la mujer puede elegir con quien casarse, pues en esa época es su única salida y manera de obtener cierta libertad. 


También Virginia Woolf me parece adelantada a su época, porque contó con el apoyo de su marido y pudo publicar lo que quiso, como quiso y eso, para una mujer, era tener bastante libertad. pero hay alguien más a quien quiero poner en esta sección.

La única razón por la que no mencioné a Sor Juana Inés de la Cruz en la categoría de poeta es porque me parece que fue una de las mujeres más adelantadas a su época que pudo haber existido, porque escribió, vivió su vida bajo sus propios términos y los que la poca libertad concedida a las mujeres en el virreinato le permitía. En serio, no dejen de leer a Sor Juana, no dejen de leer sus biografías, no deben de compartirla, de hablar de ella. Sor Juana Inés es, quizá, una de las mejores escritoras que México le ha dado al mundo.

7. Libro con una amistad entre dos Mujeres


The Female of the Species de Mindy McGinnis. Necesito que alguien lo traduzca ¡ya! La amistad entre Alex y Peekay es de lo mejor que he leído en amistad entre dos mujeres y además es literatura juvenil que lidia con el abuso sexual entre los adolescentes y en las escuelas. De veras se los recomiendo.


Además aprovecho para mencionar Ms. Marvel de G. Willow Wilson porque Kamala siempre cuenta con el apoyo de sus amigas y, aunque ellas no saben que ella divide su tiempo entre la escuela, su familia y ser una superheroína siempre están ahí para decirle que la está cagando, para darle abrazos cuando lo necesita o para dedicarle palabras de apoyo. 


8. Autor con temáticas feministas.


Definitivamente sé qué hay, pero también da la casualidad que nunca he leído uno. O sea, puedo ponerme a analizar un montón de libros que escribieron hombres con perspectiva de género, siendo Diablo Guardián, mi libro favorito, el primero, pero no por eso quiere decir que tengan temáticas per se feministas. Ya ven, un libro que me apasionaba discutir por hablar de mujeres y porque tenía tantas cosas que sacarle era La reina del sur y Pérez Reverte no es feminista. Así que no sé.

9. Novela juvenil o infantil que retome el tema feminista.


¡Ojos llenos de sombra de Raquel Castro! La protagonista, Atari, tiene un dilema: le dieron una beca, pero la metió porque sí, para ver si era chicle y pegaba y ahora no sabe exactamente qué hacer. Tiene algo con un miembro de la banda en la que está, anda en las ondas darks y en conservatorio, tiene una familia no exactamente funcional, pero que a veces funciona, porque ella no salió tan mal y, ante todo, quiere la libertad de poder afrontar sola sus decisiones. Es una novela preciosa.


La casa en Mango Street de Sandra Cisneros también me pareció que trataba un montón de temas feministas desde el punto de vista de la autora, que es chicana y ha escrito toda su vida sobre la identidad chicana, que no es ni de un lado ni del otro. Además es un libro cortito y juvenil.

10. Novela que te acercó al feminismo


Novela no fue. De hecho, creo que no fue un libro, sino fue oír a Chimamanda hablar en su Ted Talk y conocer feministas y empezar a analizar todo lo que me estaba pasando. Hasta que entonces empecé a leer de feminismo. Empecé por Cómo ser mujer de Moran y como me dejó tan insatisfecha, me seguí leyendo cosas feministas. Mala Feminista, El segundo sexo, Jessica Valenti, Chimamanda de nuevo, Castellanos y un montón de autoras.

11: ¿Por qué te asumes como feministas?


¿Sinceramente? Porque es sentido común. Después de ver tantas veces como me han tratado diferente y me han negado muchas oportunidades que les dan a los hombres, ya es cosa de sentido común. Me asumo como feminista porque creo que todas las mujeres merecen su libertad, porque creo que al patriarcado hay que destruirlo, porque creo que encasillarnos en los roles de género de hoy en día no nos está aportando nada, porque las mujeres deben tener libertad reproductiva, porque deben dejar de acosarnos, de abusar de nosotras, de matarnos. Podría escribir un miles y miles de palabras sobre ello, pero creo que está entrada ya fue bastante larga. 


Ahora, vamos a la parte curiosa de este Booktag. Usualmente no taggeo a nadie, pero como este es especial, quiero hacerlo, quiero que lo extiendan por la bloggósfera, quiero que la gente lo conozca, quiero que la gente recomiende libros. Así que aquí les van los nominados a hacer el Booktag.
No es obligatorio hacer el tag, claro. O no hay un tiempo, es sólo porque sé que ustedes son personas a las que les puede interesar mucho y me gustaría que se extendiera entre los blogs.

Entrevista a María García Esperón (original de 2013)

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Esta entrada fue originalmente publicada en La Cueva del Escritor durante el año 2013. Desde ese entonces, ha llovido mucho, he visto a María más veces, me ha firmado más libros, la sigo admirando. Por eso, no quería que esta entrada se perdiera en el internet en blogs muertos. Y por eso la estoy rescatando.


María García Esperón (Ciudad de México, 1964) es una escritora versátil y polifacética de gran cultura.

La escritora mexicana orienta su buen hacer como escritora hacia el público infantil y juvenil, aunque cualquier lector puede gozar de sus textos, puesto que, como ella misma dice: «Una de las inquietudes que tengo como escritora de literatura infantil y juvenil, tal vez la más grande, es la de ofrecer a los jóvenes lectores textos que reflejen la riqueza de la tradición cultural y literaria.» Ha publicado libros como El disco del tiempo (en El Barco de Vapor), Mi abuelo Moctezuma (FCE), El anillo de César, Copo de algodón y Dido para Eneas (Ediciones el Naranjo). 

¿Por qué escribir? ¿Qué significa para ti el escribir y plasmar historias sobre el papel?

Escribir es para mí la mejor manera de ser conciencia sobre mi vida y sobre mis tiempos. Escribir es el testimonio de mi leer. Leer páginas, acontecimientos, rostros, estados de la naturaleza y estados del alma. Comprender el mundo y comprenderme… y transmitir esa comprensión. Es una de las maneras de ejercitarme en la Memoria, al estilo pitagórico y platónico: una anámnesis que pretenda recoger si no todo, porque es imposible, sí lo que más pueda: recuerdos y belleza, penas y regocijos, sombras y luces, esperanzas y derrotas. Escribir es para mí desenvolver los volúmenes del mundo y descifrar sus alfabetos.


La mayoría de tus libros hablan de la antigua cultura romana, ¿por qué esa época y esa cultura?

Las antiguas culturas me fascinan por igual: Egipto, Grecia, Roma, Mesoamérica… a través de los libros me convierto en su habitante. De los libros que leo a su propósito y de los libros que escribo. Es la construcción de la imagen del ser humano la que recorro en esas épocas, a través de esas lecturas o de esa escritura. Son mundos que se tocan, empero. El anillo de César, sobre el fin de la República Romana y la muerte del gran Julio, tiende vasos comunicantes hacia el antiguo Egipto, hacia el helenismo creado por Alejandro Magno y hacia la cultura griega clásica. Porque así era ese mundo, rico de influencias y de historia, contaminado de dioses distintos, variado y versátil, como es el nuestro.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Ya están en marcha buscando editor: una novela sobre Dido y Eneas inspirada en la Eneida, otra inspirada en la Odisea y la que actualmente escribo, que sería la cuarta de la serie que dio inicio con El Disco del Tiempo, en esta última pretendo fundir muchas de mis nostalgias e inquietudes sobre el pasado y ensayarme en la búsqueda de la Atlántida, que ha sido mi fascinación desde niña. [Nota de la autora: la primera novela fue publicada hace ya dos años por Ediciones el Naranjo.]


¿Fue fácil hacerte un espacio en el mundo editorial?

Fue algo natural. Yo comencé a escribir después de una carrera en el periodismo cultural y de inmediato supe que quería insertarme en la creación para niños y jóvenes. Este es un espacio generoso y abierto a las propuestas honestas y comprometidas. Tengo que decir que así era la mía, pues me encontraba en esos momentos (2004) muy involucrada en el proceso educativo de mi hijo Ian y buscaba libros que enriquecieran su mundo, que lo dotaran de armas de conocimiento y disfrute en la belleza, que encontrara lo que yo había encontrado, cuando era una niña en las obras clásicas, que estaban en un librero de mi casa pues mi abuela y mi madre eran personas cultísimas y lectoras de primer orden en varios idiomas… y en esa dinámica, comencé a escribir. Ganar el primer concurso fue decisivo, y lo demás se me dio fácilmente debido a mi naturaleza de periodista: difundir mi obra y hacer contactos editoriales a través de internet, de manera tal que tres años después mi obra comenzó a publicarse y leerse en otros países: Colombia, Argentina, Chile, España y últimamente, Cuba.

Hablando del panorama actual, ¿crees que los jóvenes leen lo suficiente?, ¿crees que se impulsa la lectura lo necesario?

Estoy segura que sí, pero yo no me baso en las encuestas, sino en el mundo en que vivo, en los jóvenes lectores y en los promotores de lectura que conozco, que voy conociendo. Son jóvenes que manejan las herramientas de comunicación de la actualidad al tiempo que buscan y seleccionan sus propias lecturas, y que escriben, escriben mucho y muy bien y se contrastan a través de blogs y redes sociales, que son críticos de estas últimas cuando perciben que deterioran el lenguaje y reducen la dimensión humana.
Son promotores que dedican 24 horas del día al apasionante ejercicio de llevar los libros y el amor por las letras a cualquier parte. Son narradores orales indígenas que son libros vivientes, que poseen la palabra como los antiguos tlacuilos, que fundan humanidad, crean tejido social, urden belleza y transmiten espíritu.


Como autora de libros para niños y jóvenes, ¿cómo consideras la literatura infantil y juvenil en la actualidad?

Como el lugar en que está renaciendo precisamente la literatura.

Como información extra, ¿cuáles son tus libros favoritos?

Mis libros favoritos son la Iliada, la Odisea, los diálogos de Platón, la obra de Dante, Shakespeare, las Mil y una noches en cualquiera de sus versiones, el corpus artúrico también en cualquier versión, las novelas de Dumas padre, Víctor Hugo, Julio Verne, Salgari, Carlos Fuentes, la obra de Jorge Luis Borges, la poesía española de la generación del 27, los ensayos de Gaston Bachelard, y en esta época de mi vida… la obra completa de un autor español contemporáneo, Aurelio González Ovies, cuyo poemario Vengo del Norte me he aprendido de memoria, en esta idea bradburyana de Farenheit 451, de convertirse en un libro para así encarnarlo y preservarlo para siempre y llevarlo conmigo dondequiera que vaya.


Esta pregunta es incómoda para muchos escritores (y te lo pregunto cómo una), sin embargo, ¿cuál es el libro tuyo al que consideras tu «favorito»?

Mi libro favorito es Sibila, donde escribo el mito de la Sibila de Cumas en clave contemporánea, porque a través de su escritura pude darme cuenta de quién era yo y a qué había venido a este mundo. Sibila es mi autobiografía o mejor, mi autopsiquegrafía, la descripción de mi alma, sus añoranzas, sus miedos, sus incógnitas y sus certezas.

Para finalizar, ¿qué le recomiendas a todos aquellos escritores que apenas empiezan y que quieren hacerse un espacio en el complicado mundo literario?

Que no dejen de seguir sus intuiciones y sus sueños y de creer en ellos mismos.

Qué leo, qué reseño como estrategia para revivir el blog

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A ver, que sí, que no le he puesto mucho trabajo a mi blog últimamente. Lo culpo a que yo tenía un terrible bloqueo lector y escritor y además, tenía flojera. Pero ahora con esta actividad creo que voy a revivirlo un poco. Igual ya la conocen, pero si no: ustedes deciden qué leo para reseñar. No se crean que van a controlar mis lecturas, no, apenas les tocará un libro de todo lo que yo lea al mes de aquí a octubre que, dado mi ritmo habitual, es casi nada. Sin embargo, les queda la sensación de sentirse pequeños dioses enminiatura.



Yo estoy tomando la versión Mil matices (de Jorge) y modificándola un poco para que funcione para mis necesidades. También Nina de Rapsodia Literaria lo está haciendo, así que bueno, entretenimiento habrá. Ahora, ¿de qué se va a tratar todo este desastre? Voy a dejarles las bases que agarré y modifiqué. Nada fuera de esas bases será considerado válido, pero son bastante permisivas.

1. Vale cualquier libro de narrativa de cualquier género.

2. ¿Qué se considera narrativa? Se valorará según mis criterios.

3. No es necesario ser seguidor del blog, ni poner un banner, ni hacer publicidad, ni donar parte de su patrimonio a la dueña de este blog, ni enlazar, ni... Pero si alguien quiere publicitarlo, adelante. Cuanto más seamos, más nos podemos reír.

4. No hay premio; solo la satisfacción de sentirse como un dios con un poder muy pequeñito.

5. Plazo desde hoy hasta el 30 de mayo 2017 para proponer cosas y votar por ellas. Las reseñas saldrán, idealmente, de a una por mes de aquí al aniversario del blog, que es en octubre.

6. Si saben contar meses, saben que sólo leeré cinco libros. Los más votados o los que salgan en el sorteo random en caso de que haya empate. Y como soy una pocos followers, eso es seguramente lo que va a pasar.

7. No valen ni segundas ni terceras ni cuartas partes ni nada que no sea la primera parte de nada. Tampoco valen libros que ya he leído, que los pueden consultar en mi perfil de Goodreads (de todos modos, si no quieren consultar propogan lo que quieran y si ya he leído algo, simplemente se descartará). Cómo los conozco, no voy a leer nada de E. L. James. After ya lo leí. Si quieren mancharse, busquen algo más.

8. En caso de que algún libro me sea completamente insufrible, me voy a sacar mi derecho a no acabarlo. Eviten libros aburridos. Los libros malos podrán ser malos, pero no me aburren. En mi vida he dejado sin acabar tres libros, así que ya saben que eso es poco improbable que suceda.
9. Si hay empate, random.org decide.

10. Las propuestas se dejan en forma de comentario aquí abajo. NO MAILS. Si me mandan mail igual acaba con telarañas antes de que yo lo note. En caso de tener algún problema, contáctenme por Twitter (basta una simple mención).

11. No vale el contra voto.

12. Se fomentará la discusión entres los participantes. Aún no se como, pero se fomentará la discusión.

13. No existe el límite de propuestas.

14. Ya no sé me ocurre nada más.


Es una actividad que tendrá su parte en el aniversario de este blog, así que los invito a dejar sus propuestas. Si se quieren manchar, está bien. Si quieren recomendar cosas buenas, también está bien. Procuren que sus propuestas sean pirateables, porque no planeo comprar libros caros o malos. Se vale en inglés y en español, se vale cualquier cosa siempre y cuando arriba no se establezca lo contrario. ¡Disfruten!

Las indómitas, Elena Poniatowska | #AdoptaUnaAutora

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Esta entrada es parte del proyecto #AdoptaUnaAutora. ¡Adopten a la suya!

Sinopsis: La sociedad actual libra distintas luchas, entre ellas la de las mujeres, aquellas que alzan la voz desde sus trincheras y desconocen la idea de rendirse. En medio de la multitud se distinguen las que van a contracorriente: madres, combatientes, escritoras, trabajadoras domésticas; mujeres antes y después de todo.Las indómitas rinde tributo al rostro anónimo de las mujeres que lucharon en la Revolución, a la inconfundible Jesusa Palancares y al silencio de las mujeres del servicio. Alberga la esencia de Nellie Campobello, Josefina Vicens y Rosario Castellanos, quienes se abrieron paso en una época literaria dominada por hombres. Mientras que la desaparición de Alaíde Foppa representa la dura realidad latinoamericana, la lucha imperecedera de Rosario Ibarra de Piedra da voz a las madres de desaparecidos y la causa feminista de Marta Lamas replantea lo que significa ser mujer en el sigloXXI.A través de esta recopilación de ensayos, el lector se sumerge en la vida de las indómitas, muchas veces olvidadas, pero nunca silenciadas. Elena Poniatowska, Premio Cervantes 2013, es una de las más reconocidas autoras mexicanas en la actualidad.• Esta serie de ensayos reúne un tema fundamental en la obra de Poniatowska,el rol social de las mujeres, con uno delos géneros en los que su pluma tiene más fuerza: el retrato biográfico.

A ver, estoy reseñando este libro por obvias razones: es una de las obras más recientes de Poniatowska, yo quería saber en que andaba ella y además lo iba a presentar junto a Marta Lamas en la Feria del Libro del Palacio de Minería. Miren, yo no les voy a mentir: Marta Lamas es una de las personas que me acercó al feminismo, con todo y que representa a un feminismo más privilegiado y burgués. Entonces yo tenía una pequeña fangirl interna que quería ir a ver a Poniatowska y a Lamas y de paso leer el libro. Así empezó la cosa. Ahora sí, vamos a hablar del libro.

Para empezar, el libro consta de varios textos de los cuales el único original es el que está dedicado a Marta Lamas (y que me aburrió muchísimo porque es un halago de páginas y páginas a Marta Lamas sin nada muy interesante), lo demás fue publicado aquí y allá antes de acabar de caer en ese libro. Como quien dice, es un libro que se publicó porque había que sacar un libro y algo que promocionar. Sí, está interesante, aunque me llamó la atención que, exceptuando algunos, todos los demás textos estén dedicados a mujeres privilegiadas (distintas) pero privilegiadas. Sin embargo, con todo y lo privilegiadas que son las mujeres de este libro, casi todas son desconocidas, no oímos sus nombres como escritoras, no nos suenan, nadie nos los enseñó (todas ellas escritoras dignas de que alguien las adopte). Entonces vamos a empezar a hablar de los temas del libro uno a uno.

Josefina Bórquez, mejor conocida como Jesusa Palancares


Elena escribió un libro que es muy famoso que se llama Hasta no verte Jesús mío. Si todo va bien, esa va a ser mi siguiente lectura para #AdoptaUnaAutora, durante los dos meses que vienen (y si alguien quiere participar leyéndolo conmigo, me haría muy feliz). Bueno, la protagonista de ese libro, Jesusa, estaba inspirada en una mujer de carne y hueso a la que le había pasado de todo y había sido soldadera en las tropas de Carranza en la revolución (de eso ya pasaron cien años, imagínense). Cuando Elena la conoció, Josefina/Jesusa era una mujer muy pobre que trabajaba limpiando uniformes de obreros, que tenía un hijo adoptado, que tenía gallinas y se quejaba mucho. Josefina peleó en la revolución y lo dio todo por ella, pero a cambio, la revolución mexicana no le dio nada. ¿Pensión? Pero si ella no era soldado, sino soldadera. ¿Pensión por su marido muerto? Pero si estaba muy joven, podía volverse a casar y que iba a andar el Estado pagándole a un hombre joven la vida. En cambio, la hizo pobre y la fue sacando de la ciudad, poco a poco. Como Elena dice: ella cada vez vivía más lejos.

Josefina Bórquez con Elena
Josefina Bórquez es la cara de muchas mujeres pobres en México, todas de ellas olvidadas, nadie las quiere, a nadie interesan, son invisibles. Pero si se fijan en las calles de la ciudad, las van a ver. Ahí están y no se van a ir a ninguna parte. De Josefina Bórquez, por supuesto, nos vamos a... 

Las Soldaderas


Las soldaderas de la Revolción Méxicana hicieron posible la revolución. Le hicieron la comida a los soldados, les lavaron la ropa, los siguieron a todos lados y a veces, tomaron los fusiles y pelearon ellas. En el ejército de Zapata, que era el que trataba a las soldaderas más equitativamente y con mayor respeto, hubo coronelas. ¿Las han visto en los libros de historia? Porque en mis libros de historia lo más que había era la anécdota de la Adelita. «Y si Adelita se fuera con otro, la seguiría por tierra y por mar, si por mar en un buque de guerra, si por tren en un tren militar». Caray, igual y Adelita quería irse, ¿no? Bueno, de las soldaderas ya hablé en una entrada para La hora del té que aquí voy a compartirles: Las soldaderas de la revolución mexicana. A todas estas mujeres, la revolución no les dio nada, más bien las olvidó de la historia para dejarlas en una simple y triste anécdota.


Elena escribe una historia de Villa, cuando ejecutó a todas las soldaderas que había capturado porque una sola se atrevió a dispararle y ninguna quiso delatar a otra. Hizo que las quemaran y ellas todavía lo insultaron y le dijeron que todas querían matarlo. Villa no es conocido por eso, pero no se caracterizaba por tratar bien a las mujeres. Tampoco Carranza, la verdad. Una vez que Zapata capturó a soldaderas del ejército carrancista, las trató mejor él como prisioneras de guerra, que el mismo Carranza. Una de las cosas que Elena menciona, es que hay que desmitificar a los héroes de la Revolución (y de paso, también a los de la Independencia). Esos dos actos de la historia de México estuvieron llenos de mujeres y ahora no vemos a ni una sola. Y de las soldaderas, vamos a hablar de una de las escritoras de la revolución.

Nellie Campobello


Nellie era bailarina, su hermana, Gloria, llegó a ser considerada la Prima Ballerina de México gracias a su dirección. Pero también escritora. Nellie es una de las pocas escritoras de la Revolución. Porque historias de la revolución hay muchas, y escritores también, pero escritoras no hay tantas. Sin embargo, Nellie fue más conocida como Bailarina, que como escritora mientras estuvo viva. De su obra, se dice que es una mirada femenina de la revolución, porque está llena de familiaridad y de espacios comunes. La escribió denunciando que la revolución se había institucionalizado y que muchos héroes habían sido injustamente juzgados.


Nellie no tiene muchas obras y desapareció de la vida pública el año de 1984. Y si alguien quiere saber qué ocurrió, puede leer por aquí. Muchas de sus coreografías fueron rescatadas y sus libros aun se editan, aunque poca gente los conoce. Yo les quiero recordar que en Libros b4 Tipos vamos a leer Cartucho, de Nellie Campobello, el mes que viene (Junio). Además de que alguien debería adoptarta, yo sólo digo.

Josefina Vicens



También es escritora. ¿La conocen? ... ¿No? Eso pensé. Porque yo tampoco la conocía, lo confieso. Tiene que ver que sólo escribió dos novelas, por supuesto, pero escribió guiones cinematográficos y ganó el premio Xavier Villaurrutia en 1958 (de eso, por supuesto, ya llovió) por su primera novela, titulada El libro vacío. Ganó dos veces el premio Ariel por guines que ella escribió en Renuncia por motivos de salud (1975) y Los perros de Dios (1979). Fue miembro de la Secretaría de Acción Femenil de la Federación de Trabajadores al Servicio del Estado y luchó por las trabajadoras. También debo decirles, es una excelente opción para adoptar (aquí imaginen que estoy como guiño guiño patada).

Rosario Castellanos


Miren, si son mexicanos y nunca han oído de Rosario Castellanos voy a ir a tirarme por un balcón porque no sé que estamos haciendo aquí, entonces. En Libros b4 Tipos, antes de que fuéramos Libros b4 Tipos, leímos El eterno femenino y lo comentamos en un hangout (ahí está el link) por si quieren sabe, yo no le hice reseña, pero aquí está una que hizo Karen del canal de booktube de Las flores están locas. Ahora bien, ¿quién fue Rosario Castellanos? Fue una escritora y diplomática mexicana (murió mientras fungía como embajadora en Tel Aviv, Israel), escribió novela, teatro y poesía y Elena habla de ella con mucho cariño.


Rosario fue feminista, criticó la imposición de ser sumisas a las mujeres, habló en pro de su educación, instó a desmitificar el mito de la madre abnegada. Era fanática de leer a mujeres y escribió un libro llamado Mujer que sabe latín... sólo para hablar de ellas. Si les interesa saber, el título del libro viene de «Mujer que sabe latín, ni consigue marido ni tiene buen fin». A esta si no les digo que es una buena idea para adoptar porque ¡ya está adoptada! En fin, de esta nos vamos a otra más.

Alaíde Foppa


¡Otra más para adoptar! Yo la conocía más bien por su papel en Guatemala y su desaparición, pero o cómo escritora, he de reconoder. Alaíde Foppa es Guatemalteca por padre de madre y Argentina por parte de padre. Nació en Barcelona, vivió en Europa. Llegó a Guatemala y colaboró activamente con la revolución. En México pasó su primer exilio. Fue docente en la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Se fue a París cuando su marido fue nombrado cónsul, allá nacieron sus hijos. Regresó a Guatemala en 1950, pero tuvieron que salir cuatro años después, de nuevo exiliados, tras el derrocamiento del gobierno del coronel Jacobo Árbenz Guzmán. Alaíde volvió a México y se quedó hasta aquó hasta su último viaje a Guatemala, en 1980. Por supuesto, Elena no te cuenta todo esto en Las Indómitas, sino que habla de Alaíde con cariño y desesperación. ¿Qué pasó con ella? ¿Por qué desapareció? ¿Quién la desapareció? 


Alaíde fue a Guatemala a renovar su pasaporte vencido en 1980 y nunca volvió. La secuestraron el 19 de Diciembre. Se asumió que el gobierno en turno había ordenado la desaparición (Elena habla de eso), pero nunca pudo comprobarse. Cuando Elena encontró esto, los restos de Alaíde aun no habían aparecido y ya habían pasado años. No sé supo nada hasta 1999. En México hizo muchas cosas por el feminismo, fue feminista, fundó la revista fem y habló contra la represión del estado. ¿No les late adoptarla?

Rosario Ibarra de Piedra



De todas las indómitas del libro, ella y Marta Lamas son las únicas que siguen vivas el día de hoy. Yo la conocí porque fue senadora, pero antes de eso fue activista. Hizo una huelga de hambre en la catedral porque el Estado nunca le dijo que había pasado con su hijo, que desapareció durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría (turbios años para ser estudiante en México). Si he de ser sincera, cuando Elena escribió esto, Rosario aun no era senadora y ahora ya que fue senadora, pues nunca me impresionó mucho, exceptuando su labor al hablar de los desaparecidos forzados del Estado. Si les recomiendo saber quién es si les interesa, pero yo reconozco, plenamente, que ya la conozco de vista y de oídas y no mucho de lo que escribió Elena es nuevo para mí. 

Marta Lamas



Marta Lamas ha sido una de las pocas feministas en México que antes de ponerse a hablar de la prostitución, la trata y los derechos de las sexoservidoras que fue a pararse a una esquina a hablar a con ellas. Todavía no leo su libro al respecto y no sé qué opina sobre el tema, pero al menos fue pararse con ellas y a hablar con ellas. Algo que no muchas mujeres hacen antes de opinar. Marta Lamas fue una de mis maneras de llegar al feminismo. Lo que escribió Elena sobre ella me aburrió de sobremanera porque es sólo un gran halago a Marta y creo que ella merecía una historia como la que les escribió a todas las mujeres de este libro. Si bien Marta Lamas representa un feminismo muy privilegiado, yo reconozco que por ella llegué a donde estoy. Hoy a veces la critico y a veces le dio la razón. Es el único texto completamente original del libro y, lamentablemente, el más aburrido. Juro que quisiera no decir eso, pero no me queda más remedio. Sin embargo, al final dejé mi ensayo favorito del libro.

Se busca muchacha

El trabajo doméstico. ¿Por qué todas las trabajadoras domésticas son mujeres? ¿Por qué todas ellas son mujeres pobres e indígenas? La lucha por los derechos de las trabajadoras domésticas nunca ha tenido mucha audiencia. Muchas de ellas no conocen los derechos que les corresponden como trabajadoras y a veces ni los patrones. Elena habla y escribe en general, pero también escribe de las que vivían en su casa, en el cuarto de servicio, porque ella creció en una casa privilegiada. En mi casa nunca hubo criada. Pero mis hermanos tuvieron nana porque mi padre y su mamá trabajaban. Ella todavía se dedica, hoy en día, al trabajo doméstico, junto con todas sus hermanas y sus sobrinas. Una vez nos invitaron a comer y en medio de la plática, sacaron fotografías de mis hermanos, contaron historias, hablaron de cuánto cobran y dónde trabajan. También de cómo le hacían para hacerse respetar. Creo que de todo el libro, fue lo que más me gustó y no tenemos un ejemplo claro. Elena habla en general. Reconoce que habla desde un privilegio, pero no deja de hablar en general. Me hubiera gustado que al menos contara con el testimonio de alguna trabajadora doméstica, así como tenía el testimonio de Josefina Bórquez al hablar de las soldaderas. 

Y bueno, eso fue todo. Ya hablé mucho así que me voy a callar un rato y las voy a dejar sacar sus conclusiones. El libro sí me gustó, pero pues al final, la mayoría de estas mujeres fueron privilegiadas de algún modo u otro. Me gusta que hablen de ellas, pero también me gusta que le den voz a aquellas que son las más olvidadas: las indígenas, las pobres, las marginadas. En fin, les dejo sacar sus conclusiones y... ¿seguros que no quieren adoptar a nadie de aquí? 

2 x 1 en historias de amor | Reseñas

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Reposteo por causas de fuerza mayor. Los originales se encontraban en La Cueva del Escritor. 

Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro


Sinopsis: A primera vista, los jovencitos que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier grupo de adolescentes. Practican deportes, tienen clases de arte y descubren el sexo, el amor y los juegos del poder. Hailsham es una mezcla de internado victoriano y de colegio para hijos de hippies de los años sesenta donde no dejan de repetirles que son muy especiales, que tienen una misión en el futuro, y se preocupan por su salud. Los jóvenes también saben que son estériles y que nunca tendrán hijos, de la misma manera que no tienen padres. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham, y también fueron un juvenil triángulo amoroso. Y ahora, Kathy se permite recordar Hailsham y cómo ella y sus amigos descubrieron poco a poco la verdad. Y el lector de esta novela, utopía gótica, irá descubriendo con Kathy que Hailsham es una representación donde los jóvenes actores no saben que sólo son el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.

El autor nos presenta a pinceladas, por aquí y por allá, sin decirlo nunca realmente al principio, una sociedad de la post guerra que ha descubierto la cura de las más peligrosas enfermedades, como el cáncer. Una sociedad retratada de los ojos de Kathy, que lleva once años siendo una buena cuidadora y se propone rememorar su estancia en Hailsham luego de haber deseado olvidar durante muchos años. Un donante le pregunta repetidas veces por Hailsham, intentando grabarse los detalles de la vida en ese centro a fuego antes de completar y es allí cuando Kathy se da cuenta de que, a su manera, ella, Ruth y Tommy, tuvieron suerte de crecer en Hailsham y después, de vivir en las Cottages.

En Hailsham se formaron los vértices de aquel triangulo que formaron ella, Ruth y Tommy durante toda su vida. Ruth, una muchacha vivaz, Kathy, algo más inocente e incrédula, y Tommy, con ataques de furia un día sí y un día también y con nulo talento para el arte… Sin embargo, a medida que el libro va avanzando, se forman esas preguntas en la mente del lector, ¿por qué los crían de esa manera?, ¿por qué les dan libertad sexual y les prohíben la nicotina?, ¿por qué se preocupan de manera exagerada por su salud?


Kathy relata el día a día reflexionando sobre los sentimientos de ese momento. Sobre lo que influyó su crianza en su vida posterior, como cuidadora. Su manera de ver el mundo, de preguntarse porqué Madame, que les tiene miedo (cosa que comprueban ella y sus cinco compañeras de cuarto) se lleva sus obras de arte a «La Galería». ¿Por qué esa galería? ¿Para qué?

Y al final, cuando deja Hailsham y se marcha a las Cottages junto con sus dos mejores amigos, Ruth y Tommy, que ahora forman una pareja estable, se hace más notorio ese triángulo entre los sentimientos de cada uno y su forma de ver el mundo. Mientras que Kathy lo acepta todo tal y como es, sin pensar demasiado, Ruth se obsesiona con los rumores, con conseguir un aplazamiento antes de que tenga que volverse donante y completar… Kazuo Ishiguro retrata con simpleza magistral los miedos y temores de sus protagonistas en cada etapa de su vida, sin necesidad de metáforas, valiéndose únicamente de una prosa asombrosa.


[Actualización] Después de tantos años, el libro me sigue gustando y lo sigo recomendando. Sin embargo, hoy, con otra perspectiva, hubiera deseado que Ishiguro hablara más de las connotaciones morales de lo que los clones significaban. ¿Qué con demostrar qué tenían alma? ¿Por qué no hablar de que, como eran seres vivos, tenían derechos? En fin. Aun así, recomiendo el libro.

La historia del amor de Nicole Krauss


Sinopsis: Leo Gursky, cerrajero polaco jubilado en Nueva York, cuya obsesión es «no morirme un día en que nadie me haya visto», recibe misteriosamente el manuscrito de un texto que creía perdido, acompañado de una enigmática carta. Instalado en el ocaso de su vida, esta sorpresa lo lleva a bucear en los recuerdos de su lejana juventud, recuperando emociones que suponía enterradas. No muy lejos de allí, la quinceañera Alma Singer padece los dilemas y conflictos de su edad. Hace ya ocho años que su padre murió de cáncer y ella ha decidido que es hora de que su madre deje de estar triste, o sea, se dispone a encontrarle un nuevo marido. Cuando en su camino aparece La historia del amor, una novela rara, escrita en yidis, publicada en español y comprada por su padre en una librería de Buenos Aires, los interrogantes se suceden. ¿Por qué su padre se la regaló a su madre muy poco después de conocerla? ¿Quién era su autor? ¿Y quién es el misterioso hombre que ha encargado a su madre que traduzca el libro al inglés?

El libro en cuestión, como ya se ha dicho en la sinopsis, se divide en tres grandes vertientes: la historia de Leopold Gursky, cerrajero, un judío refugiado en Nueva York, la historia de Alma Singer y su madre, enterrada tras diccionarios y traducciones y, por supuesto, la historia detrás del libro La Historia del Amor. ¿Quién lo escribió? ¿Quién realmente inspiró a Alma, la Alma del libro?

Sobre ese cauce se narra una historia con todas las palabras bien colocadas en su sitio, creando una narración que a momentos es hermosa, aunque puede resultar cansina en partes específicas del libro. De lo mejor es las partes narradas por Alma, divididas en listas, en las que nos deja una probada de su vida y la vida de su madre, que se ha transformado completamente después de que su padre murió. Desea ser antropóloga y convive con un hermano a quien todo el mundo llama Bird, pero sobre todo, quiere saber quién fue Alma y porqué el escritor del libro la amo tanto.


Sinceramente, a pesar de que el libro es hermoso y tiene unas frases increíbles, que te dejan pensando unos minutos hasta que las vuelves a releer, una y otra vez, no parece tener un propósito del todo claro. Une las historias con maestría, es cierto, e intenta hablar de la perspectiva del amor de cada cual y lo logra, y sin embargo, parece que llegado un momento, pierde el rumbo. Cambia la forma de narra abruptamente, sin motivo, lleva las cosas hasta un punto en el que parecen no tener sentido y hace que la protagonista se entere de las cosas gracias a golpes de suerte.

¿Recomendable? Sí, mucho. Es hermoso, tiene pasajes hermosos, a pesar de la irritante manía de Leo por los “Y sin embargo” y el soporífero narrador de la historia del libro y como este llego a las manos del padre de Alma Singer, el libro realmente merece la pena. Una oportunidad, lo que sea.

Léelo, y entonces, dime que te pareció.



Cómo hacer struddel de manzana y no morir en el intento

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Hoy vamos a aprender cómo hacer este postre que a todo el mundo le gusta sin morir en el intento o al menos sin querer morir porque es difícil. En serio, hacer struddel de manzana es más fácil de lo que parece, lo juro. Eso sí, si no tienen un horno profesional, olvídense que quede como el de el supermercado, pero les juro que el sabor va a ser hasta mejor. ¿Empezamos?


La receta es vegetariana, porque la pasta de hojaldre ya trae mantequilla añadida. Fuera de eso, de la mantequilla que se usa para enharinar el molde y de la yema de huevo para pegar, no usaremos más cosas de origen animal (por si se les ocurre como hacerla vegana).

Ingredientes (considerando un molde circular de unos 20 cm de diámetro como el mostrado en las fotografías):
  • 3 manzanas gala (también pueden ser amarillas; no recomiendo ni verdes ni rojas porque sueltan agua exageradamente y puede hacerse muy blando el struddel, pero no duden de que funcionan). 
  • Pasta de hojaldre (más o menos el paquete que venden en los supers).
  • Canela y azúcar al gusto (pero sin pasarse). También se puede usar, si quieren, miel, pero muy poca porque el calor la hace líquida.
  • Harina blanca (¡nada de integral, es para el rodillo y donde van a amasar la pasta de hojaldre!).
  • 1 limón (¡muy importante!)
Utensilios que van a ocupar:
  • Molde (el de esta receta es más o menos de 20 cm de diámetro).
  • Una olla pequeña (que quepan las manzanas). 
  • Rodillo (si no tienen pueden usar un vaso largo o ponerse originales). 
  • Cuchillo y cuachara grande (obviamente).
  • Pelador si es que quieren pelar las manzanas con él (yo uso cuchillo). 
  • Quita centros de manzana (preferentemente, pero pueden quitárselo después). 
  • 1 brocha de repostería o cocina. Si no tienen, usen un pincel completamente nuevo.
Instrucciones:


1. Elegir tus manzanas, de preferencia que ya estén maduras. Las vas a pelar y les vas a sacar el centro (como puedas, pero no te cortes).

2. Después las vas a poner a cocer en la olla. Les puedes poner azucar para que ya salgan un poco dulces o miel. Yo les puse agua y un poco de miel. Ya que estén blanditas, las sacas y las dejas enfriar para no quemarse (el almíbar que suelta lo puedes guardar, pero ya no lo vamos a usar en esta receta).


3. A las manzanas cocidas y sin centro las cortas como en la imagen: en rebanadas. Esas rebanadas son las que vas a acomodar en el struddel. ¡No te cortes!



4. Pon todas los pedazos de manzana en un recipiente grande y allí vas a agregar el jugo de un limón. Esto es para impodir que se oxiden. Acto seguido añades canela y azúcar al gusto. Añade bastante canela pero no te pases. Igual de azúcar. Lo revuelves con una cuchara y lo dejas reposar. Ese es el relleno de tu struddel y ya está listo.



5. Ahora vamos con la pasta de hojaldre. Ya viene planita, pero muy gruesa, así que la tienes que adelgazar con el rodillo (no tanto o se rompera). La primera vez que le pasas el rodillo no se pega, pero mejor, para evitar problemas, pon harina blanca en la superficie donde vayas a amasar, la masa de hojaldre encima, un poco de más harina blanca encima y harina blanca en el rodillo. Y manos a la obra: la adelgazas. 



6. Enmantequilla el molde y luego enharinalo. (O sea, embárralo con mantequilla todo y luego ponle harina a eso). 

7. Cortas un pedazo circular para el molde y lo colocas. Procura hacerlo un poco más grande de lo que el molde es, porque la masa tiende a encoger mientras pones las manzanas.

8. Coloca las manzanas dentro del molde como puedas. Si sobran pedazos: cómetelos. Saben ricos.


9. Rompemos nuestro huevo, separamos la yema de la clara y mezclamos la clara con azúcar. Con eso vamos a pegar la pasta. Si no se lo ponen (o ponen algo equivalente) la pasta NO pega.

10. Luego vamos a cubrir todo. Y esto es la parte más larga y tardada, pero es fácil. La masa que quedó, la vamos a cortar en tiras y la vamos a ir colocando sobre el molde aunque no se ajuste perfectamente. Encima, le untamos el huevo como se ve en la imagen.


11. Cortamos todos los sobrantes y admiramos nuestro struddel. Si queremos le añadimos decoración.



12. ¡Llegó la hora del horno! Yo uso mi horno a 350-400 °F (odio los Farenheit pero está en esa notación) y el struddel se quedó dentro como tres cuartos de hora. Lo que se tarde depende de la pasta y de la manzana así que vigílenlo constantemente. 


13. Cuando este listo, se verá así, más o menos:


14. ¡DISFRÚTENLO!

Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, Elena Favilli & Francesca Cavallo | Fotoreseña

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Sinopsis: Cuentos de buenas noches para ninas rebeldes reinventa los cuentos de hadas. Elizabeth I, Coco Chanel, Marie Curie, Frida Kahlo, Serena Williams y otras mujeres extraordinarias narran la aventura de su vida, inspirando a ninas ―y no tan ninas― a sonar en grande y alcanzar sus suenos; ademas, cuenta con las magnificas ilustraciones de sesenta mujeres artistas de todos los rincones del planeta. Un libro que debe estar en la mesa de noche de todas las ninas o mujeres jovenes que conozcas. 

El viernes 26 de mayo fue el hangout de Libros b4 Tipos (colectivo de mujeres que lee y discute libros de mujeres cada mes y además hacemos difusión de otros temas) del libro Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes de Elena Favilli y Francesca Cavallo que nos hizo llegar editorial Planeta. Anyways, yo compré mi ejemplar, porque Planeta no nos regalo mil, pero aún así, thankius, Planeta. (Además es un libro ilustrado con un precio extrañamente accesible y yo soy la persona que pide en la biblioteca, piratea o pide prestado todo lo que se le haga caro porque considera que el conocimiento debe de estar al alcance de todo el mundo y otras cosas varias, así que si lo quieren comprar en español, sí se los recomiendo; en inglés... bueno, está como al doble de caro, ¡lo vi!). En fin, hicimos el hangout que les voy a poner más abajo y hablamos de la invisibilización de mujeres en la historia, de la historia de la mujer, la diversidad del libro y otras cosas.

Además, yo hice una serie de imágenes sobre estas mujeres rebeldes para promover la lectura del libro en el colectivo, de las cuales intentaré poner varias, además de algunas fotos del libro para que vean lo precioso que es. Así que si ataco su pupila a imágenes, ¡ténganme paciencia! Además, esta va a ser una entrada larga porque vamos a hablar de la historia de la mujer, de la invisibilización de mujeres, voy a mencionar a mis favoritas, a las que me hubiera gustado que estuvieran, a las que no me gustó que estuvieran y un montón de cosas más. ¿Listos? Bueno, como dijo Jack el destripador, vamos por partes:

Mis niñas rebeldes favoritas


¡Tengo muchísimas! Sobre todo las científicas porque soy una niña de ciencias, pero voy a resaltar a dos que son las que más se acercan a lo que yo hago y unas de las mujeres que más admiro en el mundo. Me gusta mucho Ada Lovelace porque fue la primera programadora de la historia. LA PRIMERA. No se le adelantó ningún hombre, ninguna mujer, ningún alien, ningún insecto: fue ella. Además, Margaret Hamilton, que hizo posible que el Apollo 11 llegara a la luna y hay una foto muy famosa de ella en la que está pasado al lado de todo el código que escribió, que, bueno, es una torre mucho más grande que ella. Aqui una pequeña probadita de ellas de la serie de imágenes que hice para ellas para Libros b4 Tipos:



Entre las escritoras, por ejemplo, me gustó ver a Austen, a Woolf y a las Brontë. Me hicieron falta algunas, pero ya las voy a mencionar más abajo. Mi favorita de todas ellas es, por supuesto, ¡Emily Brontë! Para mi Cumbres Borrascosas es de lo mejores clásicos que he leído. Las periodistas del libro, ambas me sorprendieron porque no las conocia: Anna Politovskaya, que escribió en un tiempo donde la censura estaba a la orden del día, y Nellie Bly, probablemente una de las mejores periodistas de la historia.

Esta imagen no llegó al corte final de imágenes que subí y, si lo notan
aún tiene un pie de página que no le corresponde, pero aquí está.
También me gustó mucho que pusieran a Matilde Montoya, la primera mujer que pudo estudiar Medicina en México, a pesar de las quejas de todos los machos de la academia. ¡Hasta le escribió al presidente, que creo que en ese entonces era Porfirio Díaz, cuando no la querían dejar titularse! También está Eufrosina Cruz, política y activista por los derechos de las indígenas. Otras que me gustaron mucho, obviamente, las guerreras, como Lakshmi Bai, guerrera India que le hizo frente a los colonizadores británicos y Yaa Asantewaa, que también le hizo frente a colonizadores británicos cuando los hombres Ashanti de lo que hoy es Ghana se rindieron. Me parece importante mencionar sus nombres y una pequeña parte de lo que hicieron porque la mayoría no son conocidas. De todas las que conocí aquí, conocía a todas hasta las Brontë y luego sólo, de oídas, a Matilde Montoya, pero no me sabía su nombre.

Ilustración de Eufrosina Cruz, ilustración de Paola Rollo (Italia).
De otras mujeres que me encantaron, ya conocía a Hatshepsut, Reina-Faraón, que insistió en que la esculpieran con la barba postiza de los faraones, fue nombrada Príncipe Heredero porque no existía el título en masculino por su padre, fue hija, esposa y tía de faraones, tuvo en contra a los sacerdotes y los puso a su favor, dio un golpe de estado, construyó algunos de los monumentos más impresionantes de Egipto y, además, tuvo uno de los reinados más largos y pacíficos. También estaba Cleopatra VII, que ya no representa al Antiguo Egito, sino al Egipto Helénico, conquistado por el macedonio Alejandro Magno, que vivió y reinó en Alejandría, e Hipatia, filósofa y científica que vivió en Alejandría durante su época romana, cuando el cristianismo empezaba a tomar fuerza sobre paganismo de los romanos.


Fotografía de la ilustración de Hipatia, realizada por
Riikka Sormunen (Finlandia)
¡Hacerlas visibles es una parte muy importante de este libro! Bueno, si sigo, yo las voy a mencionar a todas, a las 100, entonces creo que mejor vamos pasando a otra parte, que seguro que voy a seguir mencionando nombres de todos modos por todos lados y poniéndoles ilustraciones, porque esta es una muy larga fotoreseña.

Mi critica al libro, en general


El viernes en el HO que hicimos Abril, booktuber mexicana del canal Ensayos de Abril, hizo notar que estos no eran cuentos... cuentos. O sea, que no tenían la estructura de un cuento, que más bien era como una monografía/resumen dirigido a niños de cosas que estas mujeres habían logrado/hecho/pasado por. Por supuesto, a pesar de todos, se me hace que es un libro muy bonito para los niños y para conocer los nombres y algunas de las hazañas de las mujeres. Especialmente porque luego no conoces a muchas, no sabes que existieron, no te las enseñan en la escuela por más que sus aportes hayan sido importantes.


El libro me pareció una excelente introducción a la historia de todas estas mujeres, casi (no todas) todas ellas admirables. El libro peca que quizá querer abarcar mucho, porque todas las historias son sólo de una página que no da para contar demasiado y a veces no va al punto exacto o dulcifica las historias para evitar contar en qué terminaron (a muchas mujeres las mataron, las condenaron al olvido o simplemente tuvieron que olvidar sus sueños). Pero bueno, pasando a notas más importantes, una de mis críticas al libro es que sinceramente esperaba un poco más interseccionalidad. La mayoría son blancas primer mundistas o gringas. Me alegró ver que entre las gringas hubiera más diversidad de la que esperaba (y ver a Maya Angelou allí ROCKS!): que estuviera Simone Biles fue una grata sorpresa, también Misty Copeland (pues aun hoy es noticia que haya bailarinas de ballet negras en los Estados Unidos que alcancen la fama) y, aunque no la conocía, la historia de Wilma Rudolph me hizo sonreír: una atleta negra que contrajo polio y quedó paralizada varios años.

Ilustración de Jacquotte Delahaye, por Rita Petruccioli (Italia).

Ante todo, me hicieron falta las latinoamericanas. Aunque ya mencioné a dos mexicanas allí arriba, no había demasiadas latinas en el libro. Estaban las Hermanas Mirabal, que se opusieron al régimen del Dictador Trujillo en República Dominicana, Alicia Alonso, bailarina de ballet ciega cubana; de mis favoritas fueron las cholitas escaladoras de Bolivia. Jacquotte Delahaye, una pirata Haitiana me hubiera encantando cuando era niña, porque yo tenía delirios de ser guerrera o pirata y tenía una espada con la que golpear niños maleducados (la espada era amarilla, si quieren saber). Me gusta que sea un libro que le recuerde a las niñas, especialmente, y a los niños que mujeres hay en todos lados de la historia, que hay mujeres científicas, arquitectas, antropólogas, raperas, ciclistas, corredoras de la F1 y que hay un mundo completo de posibilidades allí afuera.

Quienes me sobraron


MARGARET TATCHER. No me voy a extender demasiado en esta sección porque prefiero en este momento dedicársela a partes más productivas del libro, pero Margaret Tatcher me sobró mucho. Ella es el ejemplo perfecto de que las mujeres que llevan al poder no benefician automáticamente al género femenino de buenas a primeras. Margaret Tatcher terminó con el subsidio a la leche en la educación preescolar y pasó a la historia gracias a la Huelga Minera en 1984 y 1985 (por cierto, hubo un colectivo llamado Lesbians & Gays Support the Miners en ese tiempo y, aunque fueron rechazados en un principio, ayudaron a los mineros a lidiar con el acoso policial, las detenciones ilegales y recaudaron dinero para la huelga con distintos actos, de los cuales es recordado un famoso concierto llamado Pits & Perverts; los mineros, más tarde, marcharon acompañándolos el Día del Orgullo, en agradecimiento; pueden buscar Pride London 1985 y la organización que apoyó a los mineros encabeza la marcha y de eso se habló en Pride).

Tampoco me encantan Hillary Clinton (ejem, no tengo tantos desacuerdos con ella, pero bueno, no estoy casi nunca de acuerdo en sus opiniones sobre la guerra) y otras más, pero la única que me hizo llevarme las manos a la cabeza fue Tatcher.

Que mujeres me hicieron falta


Ay, un montón. Entiendo que sólo podían elegir a 100 (ojalá en un futuro hagan otro tomo, por ejemplo, pero este no es el único proyecto de visibilización de mujeres en la historia, abajo les pongo otros), pero me hubiera gustado, entre las escritoras, ver a Toni Morrison, que ha sido de las únicas mujeres negras en ganar un Premio Nobel de Literatura. Me hubiera gustado ver a J. K. Rowling, por todo lo que representa para la literatura juvenil y todo lo que hizo por ella simplemente publicando Harry Potter después de más de diez negativas y de tener que usar sólo sus iniciales para que no se notara que era mujer. Me hubiera gustado ver a Gabriela Mistral, que también ganó el Nobel de literatura y, si no me equivoco, ha sido una de las pocas mujeres latinoamericanas en ganarlo... o la única. me hubiera gustado ver, por supuesto, a Sor Juana Inés, creo que su poesía habla por ella, lo que hizo habla por ella. Le prohibieron escribir en sus últimos años de vida, imagínense. Se me quedan mil nombres en el tintero, pero bueno. También me hubiera encantado ver a Nawal el-Sadaawi, una increible autora musulmana y egipcia.



Entre las científicas, me hubiera gustado ver a Hedy Lamarr, cuyo Sistema de Comunicaciones Secreto ha permitido hoy que exista el Wi Fi y que todos nos comuniquemos, además de que permite que el macho del día te diga que el feminismo no es necesario. Me hubiera gustado también ver a Rosalind Franklin, una mujer que realizó importantes contribuciones a la comprensión del ADN y gracias a la cual Watson y Crick ganaron un premio Nobel y nunca le dieron el crédito que merecía.


Marie Curie sí que estaba en el libro
Estando en el Hangout Tres Trece mencionó a Selena Quintanilla y HELL YES que me hubiera gustado verla. Fuera de eso, no hubo muchos colectivos de mujeres (en realidad sólo el de las cholitas escaladoras), pero me hubiera gustado que el libro hablara de las madres y las abuelas de la Plaza de Mayo, que llevan décadas buscando a sus hijos y a sus nietos. Me hubiera gustado ver a las guerreras del sari rosa, que pelean por la liberación de la mujer en la India. Si se les ocurren más mujeres, ¡menciónenlas en los comentarios!



Entonces, finalmente, me encanta este libro por lo que ha hecho por la visibilización de mujeres en la historia. Realmente, cualquier proyecto de ese tipo me hace feliz. Si quieren otro, pueden visitar Rejected Princesses, hay un libro llamado Women in Science para niñas. ¡Recuerden! ¡Las mujeres siempre hemos estado aquí! ¡Siempre hemos hecho cosas! Les dejo aquí el link del Hangout.


Resultado de Qué leo, qué reseño

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Me odian en el fondo. O les gusto mucho de comediante leyendo libros malos. En fin, aquí va el resultado del Qué leo, qué reseño y el posible tentativo orden en el que leeré las cosas por las que han votado. Ahora me enorgullezco de haber prohibido que me pusieran a E. L James porque seguro me salían con Grey, viendo cada cosa por la que votaron. Aquí, además, iré agregando si hago alguna dinámica con la actividad a lo largo de los cinco meses. 


En fin, ahí van los elegidos:

Junio: Hush Hush




Sí, ocho años de vida bloguera y no me pude escapar de las aventuras y romances de Patchito. Es e libro que leeré en junio y es uno de los refritos de Crepúsculo que salieron en la época y estoy segura de que está lleno de romance tóxico, no muy buena redacción y clichés a morir. Lo estaré comentando en Twitter con el hastag #NeaLeeHushHush

Julio: Canciones para Paula



Yo había huido, también, toda mi vida de un hombre que de pseudónimo se puso Blue Jeans y escribió el equivalente a los fenómenos wattpad de hoy: un fenómeno de una red social española llamada Tuenti, donde publicaba esta novela romántica. De esto espero clichés a morir, redacción no muy genial y, por supuesto, ¡más romance tóxico! Nos vemos en Julio y será, por supuesto, #NeaLeeCancionesParaPaula.

Agosto: Los sueños se cumplen, mi youtuber y yo



En esta lo que más me va a doler es decirle a la autora que las editoriales se aprovechan de ella para ganar dinero con historias llenas de clichés, apenas editadas y corregidas y, probablemente, nada bueno. ¡Editoriales, dejen de lucrar con los sueños de la gente y si lo van a hacer, de menos tenga un equipo editorial decente que no publique cualquier cosa que llegue a sus manos, por piedad! Será para agosto y el hashtag en Twitter será: #NeaLeeMiYoutuberyYo.

Septiembre: The Raven Boys



A este le tengo muchas más esperanzas, pues no me lo recomendaron de mala fe en ningún caso y aunque los primeros trabajos de Maggie no son mis preferidos, creo que se nota en sus posts de su blog que es una persona que ha evolucionado. ¿Qué espero? Algo bueno, sencillamente. También lo voy a comentar el Twitter, por supuesto, con el hashtag: #NeaLeeTheRavenBoys.

Octubre: Abrázame fuerte o The Young Elite



Los dos me los recomendaron en la sección de libros malos y quedaron empatados en el último lugar con tres votos. Como todavía no encuentro ninguno en digital gratis pirata porque yo estoy no lo compro, voy a dejar el desempate para después. Si quieren exponer sus opiniones en los comentarios, pueden hacerlo, igual desempato con comentarios. No hay hashtag todavía porque todavía no está decidido.

Hotcakes de chocolate sin mezcla, ¡sí se puede!

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Volvemos a Cocinando con Poulain, para los dummies de la cocina y los no tan dummies. Esta vez les voy a enseñar a hacer un desaryuno muy rápido de hotcakes de chocolate sin necesidad de comprar mezcla. ¿Listos? ¡Empezamos!


Este receta es vegetariana. Hay maneras de adaptarla para hacerla vegana sustituyendo la leche y el huevo que yo no me séll. A veces también se usa mantequilla, pero esa se puede sustituir fácilmente por un aceite vegetal como el que yo uso aquí. Bueno, ahora sí:

Ingredientes
  • 1 taza de harina (blanca de preferencia, pero puede ser integral, aunque con esta tarda más en cocer)
  • 1 taza de leche
  • polvo para hornear
  • 1 huevo
  • aceite vegetal (o mantequilla)
  • chocolate en polvo (yo uso Abuelita o Morelia que son muy mexicanos y los recomiendo, también funciona con Calcetose, no recomiendo particularmente Nesquik o Chocomilk porque tienen un saborizante demasiado artificial, pero también se pueden usar; en cualquier caso, también funciona la Nutella o similares).
  • plátano (opcional, para la presentación)
  • miel
Qué utensilios necesitan
  • batidor (no de los eléctricos sino de los que usas para hacer ejercicio de brazo)
  • un recipiente para la mezcla
  • sartén no muy grande
  • lo que se te ofrezca
Instrucciones:

1. Juntas la harina con dos cucharaditas de polvo para hornear y el chocolate en polvo. Pon suficiente, pero no te pases. Lo revuelves todo con el batidor hasta que lo veas más o menos del mismo color.





2. Rompe el huevo y échalo a la harina; también agrega la taza de leche. Acto seguido, bate hasta que quede una mezcla líquida que se parezca a esto que está aquí abajo. Debe ser un poco viscosa.


3. Agrega dos cucharadas de aceite vegetal (o de mantequilla si lo prefieres). Revuelve hasta que no queden grumos y luego la metes al refrigerador durante más o menos media hora. 


4. Pasada la media hora, saca un sartén (en la foto pueden ver... ¡qué blanco era mi sartén!, el pobre ya está muy demacrado ahora) y ponle aceite vegetal (o si prefieres, mantequilla). Déjalo que caliente.


5. Cuando el aceite está caliente vierte la mezcla hasta formar un hotcake. No te pases porque si no estarás años esperando y no te tires la mezcla encima, por favor.


6. Los envases de mezcla de hotcake dicen que cuando salgan burbujas encima hay que voltearlo. Bueno, hay un asunto: eso no siempre es cierto porque depende de la cantidad de los ingredientes y tú no usaste esas mezclas. De todos modos, dale la vuelta cuando empiecen a aparecer burbujas o cuando sientas que ya está cocido. A mí el primero se me quemó un poco por no hacerle caso a mi instinto.


7. Repite hasta que tengas todos los hotcakes que te vas a comer. Para servirlos, puedes cortar un plátano y ponérselo encima y luego ponerle miel. ¡Disfruta, es un desayuno perfecto!


Hush Hush, Becca Fitzpatrick | Qué leo, qué reseño

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Sinopsis: Nora Grey, una alumna aplicada en busca de una beca para la universidad, vive con su madre viuda en una granja a las afueras de Pórtland, Maine. Cuando Patch se convierte en su nuevo compañero de instituto, Nora siente a la vez atracción y repulsión hacia este extraño personaje que parece tener acceso a sus pensamientos. Luego se entera de que Patch es un ángel caído que quiere convertirse en humano. Nora está bajo su control, pero hay también otras fuerzas en juego y de repente se encuentra viviendo hechos inexplicables y en medio de una situación muy peligrosa.

Les traigo el primer libro que salió para el que leo, que reseño, el más votado, el que alguien descubrió que yo no había leído y todos decidieron votar para que me torturara. Bueno, me mintieron: no es el peor libro que he leído todavía en la vida y Patch no es el peor protagonista masculino que me ha tocado (¡Hola, Hardin!, ‘¿cómo te va?). Pero bueno, de todos modos Hush Hush es un libro terrible, así que lo vamos a destripar, como dijo Jack el Destripador, así que, ¿por dónde empezamos? (Advertencia: hay spoilers).


Creo que por el principio: la redacción de Becca Fitzpatrick. Es tan mala como anodina, irrelevante, poor prose, sobreadjetiva cosas, pone adjetivos rarísimos al lado de sustantivos que no les quedan, hace comparaciones terribles y que se huelen desde mil kilómetros antes y yo todavía no puedo superar como describe los ojos. Quiero que por favor se sienten y piensen en la expresión «fríos ojos». Soy capaz de imaginarme una mirada fría, de esas de asesinato que te dirigen cuando hiciste algo más o te odian y parece que el ambiente alrededor se congela, pero, ¿unos ojos fríos? Me estoy preguntando como se comprueba eso o si se los metieron en hielo. Por favor, si van a dedicarse a escribir, piensen qué están escribiendo y si quieren verse poéticos por qué sí o si lo ponen porque han leído esa expresión mil veces o si tienen demasiada pereza para inventarse otra manera de describir a los ojos y las miradas. («Mirada fría» es aceptable, sólo que tengo que reconocer que una frase que diga esas dos palabras como descripción no me hará detenerme, ni para bien, ni para mal). Creo que no tengo nada más que decir de Becca Fitzpatrick ni de quien tradujo el libro (porque creo que hay que compartir un poco las culpas, si traduces todo casi literalmente es normal que la traducción quede con adjetivos raros).


Ahora vamos al asunto que más les importa, a ustedes y a mí. Porque que Hush Hush esté mal escrito no es nada nuevo, eso ya lo dijeron mil y una reseñas antes de mí (creo porque sólo leí una hace seis años en un blog que se llamaba El cementerio de los libros olvidados y cuya muerte fue una gran pérdida a la blogósfera). Entonces vamos a analizar este libro con perspectiva de género. Oh, sí, ya llegó el feminismo a su blog preferido. Hush Hush es un hijo del fenómeno Crepúsculo, hay muchas similitudes tan calcadas que es imposible negarlo. A su modo, Crepúsculo es hijo de otro fenómeno mucho más viejo que ya lleva años y décadas y quizá siglos en nuestras vidas. Crepúsculo, y Hush Hush y todos esos libros que critico de protagonistas malotes (After, Besos entre líneas, Medianoche) son hijos del fenónemo del chico malo de la moto y la chamarra de piel que enamora a la chica buena porque ella saca lo mejor de él.

El chico malo lleva mucho en nuestras vidas. Nos encanta. ¿Saben que mi personaje favorito de Memorias de Idhún es Kirtash y que empezó a gustarme por el aura de malote? (Luego ya me gustó porque me gustaba su visión del amor, hoy diría que era poliamoroso y básicamente era el único con cerebro del trío protagonista). El chico malo de la moto es Danny de Vaselina enamorando a Sandy. El chico malo de la moto es Elvis Presley bailando «inmoralmente» para los adultos de la época. El chico malo de la moto es Marlon Brando y James Franco enamorando a las chicas. El chico malo de la moto es Edward Cullen el vampiro de más de cien años guapo y misterioso. En algún momento, ese chico se convirtió en Edward y luego Edward se convirtió en Patch para apoyar una narrativa que nos encanta que es el chico malo con la niña buena vivieron felices para siempre.

La narrativa del chico malo es una masturbación mental, la creencia de que son buenos en el fondo y de que una buena chica de corazón puro puede salvarlos es pura fantasía. Apoya al patriarcado y a la heteronorma. Es una historia a la medida de esas dos cosas. Nos la pusieron para que nos enamoráramos de ella y lo hicimos. Y cuando lo hicimos, nos dijeron «pendejas, estúpidas» y nos dijeron que nos merecíamos a los chicos malos de la vida real. Sólo que hay un problema, el chico malo de la moto y la chamarra de cuero en realidad puede ser cualquiera. Puede ser tu hermano, tu amigo, tu papá, el güey que te acosa, el de la playera polo, el «buena familia», el de los lentes estudioso, tu novio, el novio de tu mejor amiga, el pandillero de la esquina, el güey al que sus papás le compraron el Mercedes por su cumpleaños dieciocho, el pendejo que sale con tu vecina, el que vende discos en la esquina, tu profesor, el director de una empresa, el mejor promedio de la generación, un genio en la física, el güey que trabaja en un banco, el jardinero, el que lleva al super a sus hijos, tu abuelo, tu tío, el chico becado de la escuela. ¿Se entiende? Cualquiera. En la realidad el chico malo de la moto es malo de verdad. Pega, abusa, mata. En la realidad, las mujeres que se enamoran de ellos a veces acaban en una zanja abandonada.

El chico malo de la moto y la camiseta negra y la chamarra de cuero y la mirada misteriosa se queda en la ficción, en la narrativa, ahí está, lo hicieron para que nos enamoráramos y nos bombardearon con él. Nos enamoramos. Y luego nos dijeron «pendejas». Patch es ese chico.


No me gusta, pero no lo odio. Me produce irritación y ganas de destrozarle la masculinidad, de reírme en su cara. Me dijeron que era un machista de primera y lo que me encontré fue a un ángel caído con crisis existencial y pasado turbio que no sabe ligar con mujeres y que sí es machista, pero de esos que sólo me causan irritación, ojos en blanco y no me hacen querer pegarles con libros de Simone de Beauvoir… todavía. Más bien es de los que me dan ganas de decirles que lean algo, que googlen feminismo, que aprendan ya a ligar y que no hagan cosas «creepys» sólo por ser misteriosos. (Nota aparte, tiene las cicatrices de sus alas en la espalda y OH DIOS MÍO POR QUÉ AHÍ, ESO ME GUSTA).

Patch no sabe ligar. Su manera de lugar se basa en intimidar a Nora y en hacerla sentir incómoda con su guapura y llamándola «vulnerable». Diagnostico masculinidad frágil en extremo y pendejez masculina corriente. Es como ir a un bar un día de estos y que intenten llegarte cuatro pendejos con pick-up lines horribles que nunca funcionaron y nunca funcionarán jamás. Ni a sus mamás les hacen gracia, vatos. La de Patch es «Llámame Patch. En serio. Llámame». Voy a hacer un paréntesis aquí por si se quieren reír como yo. (En serio, ríanse cuando les llegue un vato con esas pendejadas. Háganlo breve y cruelmente. Por un mundo sin machos que usan terribles frases para ligar).


En fin, siguiendo en la historia de Patch, macho barato y mediocre (creo que eso les duele más a los machos que les digan machos en sí), bueno, obliga a Nora a hacer cosas que en el fondo no quiere aprovechándose de que la chica vive la vida confundida. Pero cosas como subirse a un juego de la feria que es medio peligroso, nada que acabe en abusos sexuales y violaciones (aunque el hecho de que pueda controlar la mente de otras personas es creepy, pero al menos no lo usa como Killgrave, ¡denle su galleta de persona «no decente, pero al menos menos mierda que otra mierda» al pobre macho!). Igual no quiero seguir leyendo los demás libros porque algo me dice que esa capacidad de controlar la mente de otras personas va a acabar muy mal, ¡uno no le da esa capacidad a un hombre macho, aprendan!

Bueno, ese es Patch. ¿Les cayó bien? A mí no. Pero creo que me crearé un personaje que no sea una pequeña mierdecilla de persona con unas cicatrices como las suyas en la espalda para tener fantasías a gusto. Ahora vamos a hablar de… ¡más machos! Oh, sí, este libro está lleno de ellos, es tan realista en ese sentido, los machos salen de la tierra, brotan con la lluvia, se reproducen como conejos. Bueno, hablemos de ellos.


El entrador aka el profesor de biología. ¿Podemos despedirlo, por favor? Porque entiendo todo el numerito «me gusta hacer sufrir a mis alumnos» ―lo cual me haría querer mandarlo a cursos de pedagogía―, pero lo que no entiendo es que Nora va a decirle «me incomoda mi compañero de mesa con el que me está haciendo trabajar» y al entrenador le vale tres kilos de verga para después asignarla como la tutora del alumno que la incomoda. El hecho de que la psicóloga del colegio sea una impostora no ayuda a todo el asunto, pero me estoy adelantando. A ver, el asunto de Nora es muy normal en la vida real, los profesores machistas son increíblemente realistas. Mi problema es que si yo quisiera cosas sobre profes machistas sin un punto de crítica o denuncia, voy a clase, no abro los libros. Creo que si vas a incluir toda esta clase de escenas ―muy reales, porque pasan― en una obra de ficción, debes saber por qué y para qué lo estás haciendo. ¿Quieres denunciar algo? ¿Quieres criticar una opresión sistemática? Que chido. Pero la verdad, simplemente hacerlo porque sí, es algo que me sobra, me incomoda y que creo que podría no existir. No necesito profes machistas en las obras de ficción «por realismo» para saber que existen: los vivo todos los días.

Y ahora, el asunto Elliot/Jules. Elliot es creepy. No sabemos nunca, hasta qué punto, Jules lo está controlando. ¿Cuáles de sus actos fueron controlados por Jules y cuáles fueron producto del libre albedrío/la desesperación? No quiero disculparlo, porque indirectamente mató a su novia por presión de Jules y no habló. Es, además de Jules, el único personaje que abusa físicamente de una mujer entre las páginas del libro y es el primero. Desde el momento en el que estampa a Nora contra una pared, me hizo desear ver su cabeza clavada en una pica. Jules es quien, al final, está detrás de todo el daño que sufre Nora. ¿Por qué? Porque quiere vengarse de Patch.

Patch tiene un pasado no muy limpio de actividades ilícitas, es lógico y es lógico que tenga enemigos ―el tipo es un ángel caído y en el libro nunca conseguimos la lista de cosas malas que ha hecho―, pero quien sufre es Nora. Lo que me lleva a otra reflexión: en este esquema de machos violentado a otros machos, las que nos llevamos la peor parte somos las mujeres. Nora se lleva la peor parte porque Jules la percibe como «la propiedad» de Patch. En ese esquema de machos peleando, hacerle daño a una mujer por percibirla como la posesión de otra persona es vista como una venganza válida. Pinche patriarcado, ¿no?


Los voy a retar a algo: traten de escribir algo sin discriminación de género… o racial o la que quieran. Si no van a denunciar nada, si no van a criticar nada, bórrenlo de sus páginas, oblíguenlo a largarse. Un día quiero abrir un libro juvenil y encontrarme sin todo este festival de situaciones innecesarias que nadie crítica ―y nadie va a criticar o denunciar― y nadie ve como dañinas, quiero encontrarme una narrativa libre de machismo por una vez en mi vida. No lo hagan por convivir, ni por realismo, están escribiendo ficción, chingadamadre. Si lo hacen, háganlo por una buena razón, pero no le ayuden al sistema.

Y ahora vamos al resto… ¿Nora y Vee? Los únicos personajes femeninos más o menos dibujados. Vee podría haber sido increíblemente interesante, porque es la primera mujer en hablar de sexismo y también la primera en excusar comportamientos abusivos de Elliot. ¿Esa clase de conflicto interno, de contradicción humana? Joder, analizarlo sería increíble, pero nunca pasa. ¿Nora? Nunca supe gran de su personalidad. Es la narradora y se desdibuja ella misma porque parece que ni a la misma autora le importa su protagonista. No sé si es un buen personaje o no, porque no tengo elementos para decirlo. No sé qué personalidad tiene, parece que está al servicio de los hombres del libro y de lo que la trama requiere. Así que me lo ahorro todo aquí. La otra antagonista es la psicóloga, la ex de Patch, un ángel y es tan absolutamente irrelevante que sólo aparece realmente en una escena atacando a Nora. Podría haberse tirado mucho de su posesividad con Patch, de un conflicto humano... pero ni siquiera eso pasa. Se vuelve irrelevante.


De los ángeles de esta serie no hablamos. Se tardan años en aparecer y realmente a nadie le importa cuando lo hacen. ¿Toda la mitología en la que se basa este libro? Está ahí, existe, pero por alguna razón que no alcanza mi cabeza a comprender, Becca no la usa en lo absoluto y no le importa.

En fin, Hush Hush es un mal libro y creo que con leer la sinopsis pueden adivinarlo. Pero si leyeron toda esta reseña/análisis/destripe, felicidades. Ojalá les haya servido de algo y se hayan reído de mis chistes malos. No lean Hush Hush.

Cartucho, Nellie Campobello | #Librosb4Tipos

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Sinopsis: Marginado por villista, por ser de una mujer, por salirse del canon, Cartucho, Relatos de la lucha en el Norte de México es uno de los grandes textos de la literatura mexicana. Como señala Jorge Aguilar Mora en su prólogo a este libro, Catucho está en todos los vértices críticos de nuestro discurso histórico-literario: es quizás el libro más extraordinario, donde se funden la singularidad autobiográfica, el anonimato popular, la relación histórica, la transparencia literaria, la crónica familiar. Como ningún otro escritor de la revolución, Campobello se aproximó al acontecimiento pasajero, instantáneo, aparentemente in-significante, pero profundamente revelador. Ella no describió las batallas, ni las posiciones políticas; no rescato los testimonios extensos de los guerreros. Ella fue a su memoria para perpetuar los instantes más olvidables para otros y más intensos para quienes los vivieron. Ella escribió de lo sucedido en una tarde tranquila, borrada en la historia de la Revolución; escribió de los momentos literalmente originales de la historia y de personajes únicos como Pablo López, como Catarino Acosta, como José Díaz, como Pancho Villa, un hombre que nació en 1910, ya que antes nunca existió. Nellie Campobello escribió la crónica de lo que casi nadie quería, ni ha querido escribir: del periodo entre 1916 y 1920 en el estado de Chihuahua, que los historiadores coinciden en llamar la etapa más cruel que vivió Chihuahua durante la revolución y uno de los periodos más oscuros de toda su historia. El hallazgo iluminador de Campobello fue hundir la historia la microhistoria en las minucias, en los rincones, en la anonimia, en los sobreentendidos, en los recintos más diminutos de la voluntad de los hacedores de esa historia. No hay detalle aquí que no tenga un sentido totalizador, no hay instante que no sea la grieta finísima por donde entra la eternidad. Este volumen contiene también, una cronología de la vida de la autora, que recoge los últimos datos disponibles, y una bibliografía actualizada.

Bueno, quizá no se enteraron, o quizá sí, pero en mi bellísimo club de lectura llamado Libros b4 Tipos leímos Cartucho de la escritora Nellie Campobello, que edita Ediciones Era (y que nos hizo el favor de darnos los ejemplares) y que es una de las únicas narraciones de la revolución publicada por una mujer. Aprovecho este segmento publicitario para decirles que nos pueden dar like en Facebook, nos puedes seguir en Twitter o se pueden unir a nuestro grupo en Goodreads. Sólo somos un bonito colectivo de mujeres bien chidas que usan el internet para difundir para difundir libros sobre feminismo o escritos por mujeres.


Acabando el segmento publicitario, ahora sí, vamos a hablar de Cartucho. Para ponerlos en contexto, creo que les voy a hacer una mini introducción de la Revolución Mexicana: en 1910, Porfirio Díaz, un dictador, llevaba treinta años en el poder y no tenía ganas de soltarlo. Muchos dicen que no fue tan mal presidente, puesto que el país floreció económicamente durante esos treinta años... sí, claro, invitó a los europeos a invertir en México y claro que la economía floreció... a costa de las vidas de miles de campesinos que se empobrecieron más y más. En 1910, por primera vez, alguien se le puso al tú por tú (no fue así, pero esto es un resumen mal hecho) y empezó la Revolución en 20 de Noviembre. Ese alguien fue Fransisco I. Madero. Cuando se habla de revolución se piensa en guerra civil, pero más que guerra civil, la Revolución fueron guerrillas de Caudillos. A Madero lo mataron en 1913, durante la decena trágica. Zapata estaba en el sur. Carranza en el centro. Y en el Norte, Pancho Villa. Carranza y Villa no se llevaban muy bien. Los años más oscuros de toda esta época para Chihuahua (en el norte del país) son los que narra Nellie Campobello en este libro.

Ya que los puse en contexto (bastante mal, prometo otro día hablarles más bonito de historia), vamos con el libro. Voy a intentar tocar varios puntos que abordamos en la hangout que hicimos en Libros b4 Tipos porque creo que hablamos un montón de Nellie y de cómo esta escrito el libro.


Los relatos son cortos, pasan rápido, te atraviesan, son como balas. Son relatos de la Revolución, y de una de sus épocas más oscuras, por lo que no están exentos de violencia. Más bien, acabas por sorprenderte por la manera sencilla y sincera en la que Nellie Campobello narra tanta sangre, tantos muertos, tanta violencia y a la vez te enternece, porque parece que lo estás viendo desde sus ojos de niña, los mismos ojos que vieron esa revolución y la vivieron.

Los relatos parecen tener el punto de vista de todas esas personas que perdieron. No perdieron en el sentido de que su bando perdiera, sino que perdieron simplemente porque perdieron la vida, porque los humillaron, porque perdieron parte de su humanidad... y quizá también porque perdió su bando. Hay relatos que parece que ya desde que empiezan tienen un tono fatalista... y no es para menos, no cuando se trata de uno de los episodios más complicados de la historia de México y uno de los que, casualmente, se toca más superficialmente. La Revolución no es como la independencia o la conquista, por ejemplo. México tiene un trauma con su conquista históricamente, y, como dice Octavio Paz en Sor Juana Inés de la Cruz o Las Trampas de la Fe, los trescientos años que fuimos parte del Imperio español son algo que nos saltamos, 300 años fantasmas. La independencia hace que vuelva a correr el reloj de nuestra historia, es el nacimiento de una nueva identidad mexicana o al menos de su búsqueda, pero ¿y la Revolución? Suena bonito cuando te cuentan que la revolución nos liberó de un dictador que oprimió a toda la clase obrera mexicana, pero ¿y después de eso? A Madero, que sucedió a Díaz, también lo mataron. Todo se hizo un caos, se hizo una guerra de caudillos en la que cada quien luchó por lo suyo, cada quien por su lado. Caudillos que se traicionaron. Los que ganaron fueron los que escribieron la historia y los que desprestigiaron a Villa, que es el tema de este libro, y a Zapata.


Hoy Villa, aunque me cae bastante mal, es una figura de culto. Pero en los años que Nellie Campobello escribió este libro, era una figura desprestigiada por la institucionalización de la revolución (que nos sigue persiguiendo hasta nuestros días) y este libro se escribió por esa razón. Nellie le dio voz a los que perdieron, se puso a contar una historia desde los ojos de los vencidos y nos da una nueva perspectiva. Si no les parece suficiente hazaña la de Nellie, imaginen, que sin ella no habría Rulfo, y por ende no habría Pedro Páramo, y sin Rulfo nunca habría habido un Gabriel García Márquez y sus Cien años de soledad, porque hasta allá llega la influencia de Nellie Campobello. Bien lejos, bien alto.

Es triste que no sea recordaba, porque, además, fue una mujer muy interesante. Nellie fue bailarina y coreógrafa, directora de la Escuela de Danza de México. Su hermana, Gloria, llegó a ser prima ballerina. Su vida fue harto interesante y hasta parece que ella misma alimentó su mito. De todo eso hablamos en el Hangout, así que si les interesa saber, se los voy a dejar aquí abajo. Además hablamos mucho del libro, de las mujeres en la revolución, de nuestros relatos preferidos y somos bien chidas.

Sombras en el arcoirís, Mónica B. Brozon | Reseña

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Sinopsis: Constanza conoce a Jero como nadie, es su mejor amiga y confidente. Ella sabe que su hermano mayor es distinto a otros chicos, lo supo mucho antes de que él se lo contara. Compartir ese secreto la hace sentir única en el mundo, pero ahora Jero está enamorado y ha decidido revelarle a sus padres lo que siente. Aunque Constanza está muy orgullosa de él y lo acepta como es, pronto sabrá que no todos piensan igual.

Este libro me quedó a deber y me quedó a deber un chingo. Me gustaría decirles que está bien chido y que está bien padre y que que chingón que publiquemos LGBT para niños en México y que que chingón que el Fondo de Cultura Económica lo haga. Bueno, las últimas dos cosas son verdad, me encanta ver que la literatura LGBT infantil se hace un espacio en las librerías, pero este libro me queda a deber y me queda a deber mucho. He pensado que quizá soy yo. ¿Es mi estándar? Pocos libros lo pasan y los que lo pasan los sobre analizo de una manera que no deja duda de que, ante todo, estamos hablando de una cultura popular creada en un mundo opresor, en un mundo construido por hombres blancos, dónde todo vale según el dinero que puede ganar... o no. 

Roxane Gay habla, en Confesiones de una Mala Feminista, de la desesperación por la representación y toda la responsabilidad que le conferimos a la cultura popular porque queremos vernos representados. De hecho, cuando sale algo medianamente diferente, todos perdemos nuestra shit aun cuando el producto en cuestión sea un producto mediocre. Lo pueden ver en los sitios que se dedican a hablar de cultura pop por todas partes. Orange is the new black sigue siendo una serie halagada por su representación, aun cuando esta representación haya empezado como un estereotipo caminante y haya acabado en el lucro total del sufrimiento de las minorías negras y latinas de la serie (que hay quien se excusa diciendo que es realista... y sí, bueno, háganse esta pregunta: ¿las historias de los negros y los latinos inmigrantes en EUA siempre tienen que estar definidas por el racismo?). Bueno, creo que el ejemplo se entiende.

Entonces, resulta que estamos desesperados por representación: y no es para menos, la cultura popular es mayoritariamente blanca, heterosexual y dirigida hacia los hombres. Además, estamos hablando desde latinoamérica, esa esquinita del mapa en la que todos creen que todo es México, del río Brazo a la patagonia, que todos relacionan con narcotráfico y violencia, que todos relacionan con el reggeaton... Estamos hablando de una esquinita del mapa que es muy ignorada. Si son de latinoamerica, piensen, ¿cuántas veces vieron a alguien de afuera hablar de un libro latinoamericano que no sea... por ejemplo, Cien años de soledad? ¿Cuál es la visibilidad que tenemos en este mapa? Nos consumen los estereotipos que otros tienen sobre nosotros. Entonces, nos encontramos ante un libro de una escritora mexicana de temática LGBT que es para niños. Y les juro que lo que más me gustaría es decirles que ese libro es maravilloso, cero puntos malos, que es genial que exista, pero creo que hay que analizarlo un poco para saber que clase de representación tenemos.

Mónica B. Brozon
De Mónica B. Brozon he leído otros libros, así que no es la primera vez que nos vemos. Y, sinceramente, esperaba más. Es también por qué me ha tenido muy malacostumbrada. Aquí veo su estilo, sus referencias a la cultura pop, su narración sencilla y a ratos chusca, pero como que al libro le faltó un poquito de espíritu. El libro, Sombras en el Arcoirís, nos encontramos a Constanza, una niña muy amigable, que tiene un hermano al que quiere mucho y que se llama Jero. Jero es gay. Jero, además, tiene la suerte de haber nacido en el medio de una familia open-minded que lo acepta perfectamente cuando sale del clóset (cosa que pasa en las primeras páginas del libro). Tiene un novio, Óscar, que no tiene esa suerte. Constanza tiene amigas, tiene compañeras que repiten los prejuicios de sus papás (prejuicios que están muy vivos en México, un país donde tenemos a algo llamado Frente Nacional de la Familia, que se la pasa chingando con que la familia es papá, mamá y bebitos y todo lo que este fuera de eso es antinatural). Tenemos, pues, un escenario que me creo perfectamente.

El núcleo lo veo débil... débil en el sentido no sé cuál es. ¿Es mandar un mensaje de aceptación para los jóvenes LGBT? ¿Es hablar de las realidades de los jóvenes del colectivo LGBT en México? No, en serio, no sé. Podría ser los dos, pero en ambas cosas se queda muy tibio. El libro hace concesiones que no me gustan para ser más aceptable dentro de una sociedad patriarcal asustada de lo diferente. Si fuera un primer intento de hablar de personajes LGBT dentro de la literatura infantil, entendería más las concesiones que hace. ¡Pero Dios mío, no es el primero! Sofía Olguín tiene una editorial llamada Bajo el Arcoirís que distribuye de manera gratuita y por intentet, libros LGBT para niños y jóvenes y deja oír su mensaje fuerte y claro. La editorial el Naranjo tiene un libro cuya protagonista es una joven trans (que tengo pendiente de leer, porque no sé qué tan bien o que tan mal lo hayan hecho). Varias editoriales independientes en México han publicado pequeños cuentos cortos LGBT para niños antes. Este no es un primer intento. Y sinceramente, para no serlo, es muy tibio.


Vamos a ver este asunto por puntos (hay spoilers, perdón):

1. La homosexualidad de Jero se describe con una serie de cualidades que no dejan de estar basadas en roles de género. La orientación sexual de una persona es su orientación sexual... y ya. Es una cualidad que te hace víctima de muchas violencias diferentes, pero es una cualidad. Los hombres gays son descritos como afeminados casi siempre, por default, porque es la única representación de un hombre gay que se nos ocurre. Lo mismo pasa con las mujeres lesbianas, que de repente o son increíblemente masculinas o son sólo usadas para hablarle a los fetiches de los hombres (porque la cultura popular apela a los hombres, obviamente). De la representación trans ni hablamos: suele ser ridícula. Entonces, la homosexualidad de Jero se explica por medio de sus gustos que, en este mundo regido por el binarismo hombre y mujer, son simples estereotipos de lo que le debería gustar a una mujer. Y Lady Gaga. Por supuesto, todas esas cualidades de Jero son completamente válidas, ¿quién dice que no? El problema está en que estamos usándolas para explicar que por eso es homosexual o... que, porque es homosexual, tiene esos gustos, como asociándolas. Y creanme, en este mundo, crear estereotipos que caminan nunca le funcionó a nadie.

2. Me encanta la explicación sobre el sentir de Constanza cuando se meten con su hermano y ella no quiere darles cuerda pero a la vez está furiosa por dentro. Es un punto muy positivo del libro porque en pocas palabras, Mónica describió un sentimiento que conozco muy bien. Me pasa muy seguido. Las ganas de ignorar los comentarios culeros que la gente dirige hacia ti o los que quieres y las ganas de cortarles la cabeza. El respirar hondo mientras en la mente los estás usando de saco de box. El intentar parecer tranquilo cuando muy dentro de ti sólo quieres gritar. Cuando las compañeras de Constanza, repitiendo lo que han oído en casa o en la tele o en esos miles de lugares que desinforman y alimentan el odio y los prejuicios, insultan a su hermano o la insultan a ella, se siente impotente porque no sabe que hacer. Me gustó esa parte, kudos.


3. Sin embargo, es un libro de esos muy tibios que dice que todas las opiniones son válidas... aunque lo dice entre líneas. Hay un momento en el que Constanza está triste porque le dijeron cosas muy feas en la escuela sobre Jero y sobre ella. Una niña le dice que en la Biblia dice que su hermano se va a ir al infierno y que está a tiempo de arrepentirse. Jero la consuela, le dice que no es cierto porque no conoce a nadie que se haya muerto y haya vuelto para contarles en donde acabó y cosas varias. Al final, Constanza le pregunta si todo eso signifca que la niña que le dijo las cosas feas está mal. Y Jero le dice que no. Porque cada quien es libre de creer lo que quiera. Y tal cual. Será que yo sobreanalizo, pero bueno, vamos a partir eso en pedacitos. Efectivamente, la niña no es que esté mal: la biblia dice esas cosas, es correcto, las instituciones religiosas nunca se han caracterizado por ser de lo más tolerantes cuando de orientación sexual e identidad de género estamos hablando. El dato es correcto: la Biblia dice que Jero va al infierno. El problema es que lo que la niña hace está mal. Está usando un dato de un libro muy viejo, que se interpretado y reinterpretado al gusto de los hombres en el poder de la Iglesia Católica, para andar esparciendo un discurso de odio. Y ustedes me dirá: no manches, cálmate, es una niña, discurso de odio. Y tienen razón. Ni esa niña debe ser consciente de lo que es andar pregonando discursos de odio, ni los niños que leerán el libro, o sea el público meta. ¿Entonces cuál es mi chingado problema? Mi chingado problema es que el subtext de ese "cada quien es libre de pensar lo que quiera" parece mandar un mensaje que dice que está bien todo ese asunto. Y no. Los niños sólo repiten lo que sus padres dicen, pero en algún momento hay que romper el círculo y bien que un libro puede hacerlo. Total, si la novela ya se va a poner aleccionadora, bien podría decirles a los niños que las opiniones que denigran a otra persona están mal, muy mal (y créanme, que, entre líneas, los niños lo entienden casi todo). Esa es una de las concesiones que me parece que hizo el libro para verse más aceptable a sectores de la sociedad que, aunque muy dizque open-minded, todavía dudan de la existencia de esta clase de libros.


4. La mención sobre las terapias pa' que la gente deje de ser gay, o trans, etc. Existe en el libro. Constanza le hace un álbum a su hermano con mujeres para ver si consigue encontrar una que le guste. Lo hace cuando es muy pequeña y me parece un gesto interesante. Primero, porque entiendo a esa Constanza, más niña, bombardeada por la heterosexualidad por todos lados, comprendiendo a su hermano. Me pareció genial, de hecho, porque muestra, entre líneas, la importancia de la representación en la cultura pop. Luego, en referencia al novio de Jero, Óscar, se menciona que sus papás son la clase de personas que lo llevarían a esa clase de terapias. De hecho, lo separan de Jero y se lo llevan lejos y... ¿NADIE HACE NADA? ¿Saben lo que son esa clase de terapias? ¿La tortura que implica? ¿Todas las violaciones a derechos humanos que ocurren con esas personas que dicen que te puedes rehabilitar y en esas clínicas? Sí, ya la calmo, es un libro para niños, pero carajo. Estamos hablando de un tema serio y en el libro lo desechan como si nada, como si fuera sólo cualquier cosa. Hablando de eso, vamos a mi penúltimo punto.

5. El padre de Óscar, el novio de Jero, y su hermano, lo golpean y lo dejan en el hospital. Todo digno de denunciar. Jero no denuncia, lo cual es muy real, porque hay miedo, porque es la familia de su novio, porque... mil cosas. Pero, hablando con Constanza, cuando ella le pregunta porqué no denuncia, él dice que son la familia de Óscar y él así los quiere. Carajo. No me vengan con esas. ¿Saben lo que es vivir violencia familiar de a de veras? ¿LO QUE ES? A esa edad, la de Óscar, no quieres a quien te violenta y probablemente sufras un trauma que va a acabar en terapia. ¿Así los quiere Óscar? Puta madre, no me chinguen. Ya me pasé de groserías, pero es que ese mensaje, el de que las familias se quieren aunque te violenten, aunque no te respeten, es rastrero. Te quedas con esas familias por miedo, no por pinche amor. Además, Jero deja entrever la posibilidad de que la familia de Óscar intente llevar a su novio a una clase de rehabilitación ¿Y ME ESTÁN DICIENDO QUE TODAVÍA NO LE HABLARON AL DIF? Puta. No mamen, personajes fictios raritos. Bueno, igual el miedo es el miedo, pero imaginen que un niño gay lee esto, por ponerles un ejemplo y entiende, entre líneas, que las familias igual se quieren aunque pasen estas cosas, ¿qué mensaje le están dando? Pista: no es uno positivo. Y hablando de esto, vamos al último punto.


6. Jero y Óscar no acaban juntos y el libro se queda tibio porque da la sensación de que nunca terminó realmente. Patricia Highsmith escribió un romance entre dos mujeres, hace mucho tiempo, en el año 1952. No era la primera novela con protagonistas LGBT que existía en el mundo, pero sí era una excepción a la mayoría: la pareja acababa junta y feliz. En el afterword ella habla de este hecho y dice que no sabe si fue la primera novela LGBT con un final feliz para sus protagonistas, pero que lo cree. Dice que, después de publicada, recibió miles de cartas diciendo "gracias", precisamente por ese final, porque, hasta entonces, ella sólo conocía novelas donde, al último, la pareja acababa separada, volvían al camino que les había impuesto la sociedad (la heterosexualidad) o se abrían las venas en la tina y se suicidaban; eso le daba la impresión de que esas novelas eran sólo aceptables porque sus protagonistas se suicidaban, aceptaban que vivían inmoralmente, etc. El caso de este libro es especial, porque los protagonistas acaban separados, aunque Jero está dispuesto a esperar a Óscar. El libro toca una realidad mexicana y de muchas partes del mundo: sí, muchas parejas de adolescentes son separadas por padres prejuicios y conservadores. Punto. Es una realidad y no puede ser escondida. Pero, ¿de verdad está es la clase de representación que la literatura infantil necesita? ¿De verdad está es la clase de historia que los niños necesitan leer? O más bien, ¿está historia está narrada de la manera en que la necesitamos? Porque la literatura infantil está plagada de temas trágicos (Buenas noches, Laika de Martha Riva Palacio Obón), pero la narrativa tiene mucho que ver en como percibimos las historias. Y en el caso de niños que están conociéndose y comprendiendo muchas cosas sobre su identidad sexual, me gustan las historias esperanzadoras, que muestren con total normalidad a parejas diversas (Bron y el Dragón y Javier y el Príncipe del Mar, por ejemplo. Historias que no hagan de su único núcleo la discriminación a la otredad por el simple hecho de ver discriminación y apelarle a un público sensible sin nada más interesante o ningún otra clase de trasfondo.

Bueno, ese fue mi análisis del libro y, aunque creo que soy un poco dura, lo soy porque estoy tan desesperada de ver diversidad y representación, que trato de aferrarme a cualquier cosa que la muestre o lo intente. Fuera del tema del libro, quiero hacerle una increíble mención especial a Raúl Nieto Guridi, que es el fantástico ilustrador del libro y, que con dibujos increíblemente sencillos, le da un ambiente muy tierno a este libro. No podía acabar mi reseña sin mencionarlo, porque el trabajo de los ilustradores es, muchas veces, ignorado.

Ilustración de Raúl Nieto Guridi
Bueno, entonces, los dejo que saquen sus conclusiones... y yo me voy a pensar que acabo de escribir un testamento sobre un libro de 62 páginas

Lilus Kikus, Elena Poniatowska | #AdoptaUnaAutora

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Entrada para el proyecto #AdoptaUnaAutora y #LIJFeministaLat

Reseña: Hace muchos años, tal vez trece o quizá un poco menos, apareció un libro de sueños: los tiernos sueños de una niña llamada Lilus Kikus para quien la vida retoñó demasiado pronto. 
Lilus sabía poner orden en el mundo sólo con estarse quieta, sentada en la escalera espiral de su imaginación, donde sucedían las cosas más asombrosas, mientras con los ojos miraba cómo se esfumaba el rocío y un gato se mordía la cola o crecía la sonrisa de la primavera. Luego, de pronto, sentía que los limones estaban enfermos y que sólo inyectándoles café negro con azúcar podía aliviarlos de su amargura. Pero Lilus era también endiabladamente inquieta: corría a preguntarle a un filósofo si él era el dueño de las lagartijas que tomaban el sol afuera de su ventana. También divagaba en cómo hacerle a Dios un nido en su alma sin cometer adulterio e investigaba con su criada Ocotlana de qué tamaño y sabor eran los besos que le daba su novio. 
Todo en este libro es mágico y está lleno de olas de mar o de amor como el tornasol que sólo se encuentra, tan sólo en los ojos de los niños. Juan Rulfo.

Este libro se clasificó erroneamente para niños porque estaba ilustrado por la gran e increíble Leonora Carrington (si no la conoces, les recomiendo googlear su nombre) y porque era muy cortito y porque lo protagonizaba una niña, al menos, al principio. Gracias a ese pequeño error al catalogarlo (pues sólo la literatura para niños tenía dibujos y sólo a los niños les interesaba leer cosas que tuvieran a niños de protagonistas, según la gente que lo decidió) durante muchos años muchos niños (y adultos que se atrevían a leerlo) pudieron disfrutar una obra tan magistral como lo es Lilus Kikus, uno de los primeros libros que Elena Poniatiwska publicó en su carrera (y sigue publicando). Pero vamos a hablar de Lilus Kikus.

Para empezar, lo ilustró la genialosísima Leonora Carrington, a quien si no conocen les recomiendo que la busquen en internet porque sus ilustraciones y todo su trabajo no tienen desperdicio. Aquí les dejo dos ilustraciones de este librito para que más o menos se imaginen como es la cosa.



Para seguir, pues ya vamos a hablar del libro. El libro empieza con Lilus como una niña y acaba con Lilus como una jovencita. En cierto sentido, estamos ante un coming-of-age, pero seguramente muy diferentes a todos los que conocen. Lilus no juega con muñecas porque se le mueren todas. Es que es un poco torpe. Lilus no entiende mucho de política y dice que siempre le pasan a ella las cosas a medias. El libro se divide en pequeños capítulos, todos con un tema diferente, en el que podemos notar que Lilus va creciendo y que sus experiencias van cambiando. Si al principio no jugaba con muñecas porque las mataba todas, al final es una jovencita en una sociedad conservadora que quiere meterla en cintura y que, como con muchas jovencitas alocadas antes que ella, lo va a lograr.

Sobre si es un libro para niños o no, no me meto. Yo sí se lo leería, por ejemplo, a los mayores de diez años, quizá un poquito antes. Los cuentos están bonitos, narrados poéticamente y siempre desde el punto de vista de Lilus, así que vemos su percepción del mundo y no otra. Creo que eso es lo más bonito de todo el libro. Siempre tenemos ahí el punto de vista de Lilus, cómo ella ve las cosas. Entonces tenemos que leer entre líneas para saber qué cosas pasan, para entender un poco a Lilus Kikus.

Entre sus páginas hay una muchacha embarazada de la escuela expulsada porque se embarazó y es la oveja negra de un blanquísimo rebaño (como no, si era escuela de monjas):
—Ahora estoy completamente desilusionada del amor, Lilus… Ahora solamente pienso en la maternidad, y ya he dado los pasos conducentes…
Expulsaron a la Borrega. Se fue con su petaca escocesa, y sus grandes anteojos negros eran como lágrimas postizas. Le sacó la lengua a la directora, le hizo dos estupendas muecas a Lilus y le avisó que muy pronto le mandaría una botella de champaña…
Si lo pensamos mucho, el mundo no ha cambiado demasiado. Si se embaraza una adolescente primero la condenan y le dicen que perdió el camino y luego ya, si eso, se preocupan por ayudarla. En averiguar qué pasó para que pasara eso, pues no, pero bueno. Ahí se fue la borrega, desilusionada del amor y pensando en la maternidad.

Elenita, por ahí, entre líneas, también se mete con los matrimonios en los que parece que el marido cambió a la mamá por esposa o creyó que en vez de esposa estaba adquiriendo una sirvienta, con la amiga de Lilus, Chiruelita, que se casó con un artista lánguido y maniático al que siempre le hacía la comida. Y, claro, por que no, en el acoso callejero, porque desde que Elenita publicó este libro a las mujeres ya les gritaban despropósitos en la calle y todavía los hombres siguen insistiendo que, de alguna manera, eso es halagador. Y mientras anda averiguando de que sabor son los besos que la da su novio a la sirvienta de su casa y preocupando porque la quieren mandar a vivir con las monjas.

Es un coming-of-age, sí. Es el coming-of-age de las jovencitas alocadas que viven en una sociedad conservadora que las tiene que meter en cintura, volverlas castas y puras, hacerlas preocuparse por lo Bien Visto y lo Mal Visto y sobre todo por los símbolos y la iglesia y la religión y volverlas creyentes en sus filas. Se los recomiendo mucho, más si les gusta leer entre las líneas o quieren conocer una de las primeras obras que publicó Elena Poniatowska. Es considerado Literatura Infantil y Juvenil y la verdad es que para niños ya cercanos a la pubertad y jóvenes, es un libro hermoso (incluso antes). Y para los nostálgicos, pero no tanto, nos recuerda un México conservador y que vivía cuidándose de lo Mal Visto y siguiendo las reglas de lo Bien Visto. En serio, léanlo.

(Y si todavía no los convenzo, le pueden echar un vistazo en epublibre.org y luego, cuando se enamoren, ir a comprarlo con Ediciones Era).
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