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Channel: Divagaciones de una Poulain
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No. 6, Atsuko Asano | Reseña

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inopsis: La historia nos traslada a una ciudad distópica, concebida para ser perfecta, donde existe el cuidado para todo ser vivo, donde todos otorgan su lealtad absoluta a la ciudad. Shion, un chico que creció en la élite, elegido para ser el mejor entre los suyos, repentinamente pierde sus privilegios por haber protegido a un fugitivo de la ley que portaba un VC (chip de violencia): alguien que se hace llamar Nezumi (rata en japonés), quien le dice que esa ciudad está hecha para lavarle el cerebro a la gente, aunque Shion ya intuía algo de esto. Cuatro años después, en medio de incidentes por los que se busca culpar a Shion de cometer un crimen en el que no tuvo nada que ver, Nezumi reaparece para salvarlo. Junto a él, descubrirá la verdad oculta detrás de esa ciudad ideal y perfecta conocida como No. 6.

Hace unos meses di toda la lata del mundo con este manga y con sus light novels porque nunca había terminado ninguna de las dos cosas. La cosa va así: era 2013, el manga estaba en emisión, las novelas habían sido traducidas por una persona anónima en el internet (siguen así, nunca han sido traducidas al español o al inglés que yo tenga conocimiento, aunque una vez en Amazon encontré los tres primeros volúmenes en portugués), tenía un pequeño fandom nicho no muy grande dispuesto a conformarse con casi casi cualquier cosa que sonara a boyslove que no fuera terrible y las distopías (aka Los juegos del hambre) estaban en todo su esplendor. Así que sí, había cuatro gatos en internet que las leían. Yo conocía a algunos de esos cuatro gatos y la historia sonaba lo suficientemente interesante como para que yo hiciera el enorme esfuerzo de leerlas. ¿El problema? Entonces era medio mensa para buscar manga (la cosa cambió cuando me gasté cien pesitos en Manga Rock que me duraron como siete años, así que no me quejo, sólo que No. 6 vivía al fondo de los pendientes) y no leía prácticamente en inglés. Había hecho el esfuerzo por Battle Royale porque no se editaba en español en ese entonces (si, ese mundo existió, sea como sea, Los juegos del hambre hizo que Battle Royale llegara al mundo hispano) porque quería leer gore (no me pregunten que clase de adolescente fui, en 2013 tenía diesiciete going on dieciocho), pero el inglés me costaba y me aburría (curioso, ahora que recuerdo, 2013 fue también el año que me desfalqué con las clases de inglés). 

Leí creo que las tres primeras de No. 6 (light novels, apenas si pasaban de las cien páginas) con dolor y sufrimiento y cara de "por qué nadie las traduce al español" (si saben de alguien que lo haya hecho, apunten en su dirección por favor). No terminé novelas completas en inglés hasta más tarde y entonces el resto de las de No. 6 estaban al fondo de mi kindle y me olvidé de ellas mucho tiempo. Hasta que este año vi un par de cosas de la trama y dije "ey, yo quería terminar esto hace mucho". Y me chuté el manga entero y todo lo que quedaba. 

No. 6 llegó al mundo en inglés por varias personas que se sentaron a limpiar scans, traducir cosas del japones, hacer anotaciones al margen y una persona que tradujo las novelas y las puso en internet. Si las quiere leer aquí están o en línea o para descarga en diferentes formatos: No. 6, traducción al inglés (es la única manera de conseguirlos si no lees en japonés, so, there's that). El proyecto del manga quedó abandonado un par de veces (si no mal recuerdo) y más tarde si se publicó en inglés con una traducción oficial (que no leí) y creo creo que en español sólo llegó a España con Ivrea (forever bitter por eso, pero bueno). En fin, yo leí todo esto gracias a los héroes anónimos del internet.


¿Por qué me gusta tanto No. 6? Tiene estos tintes de típica historia de adolescentes luchando contra el gobierno, gobierno que anda experimentando con cosas que no debería experimentar fingiendo que todo está bien mientras cubre un montón de asesinatos, un genocidio y... bueno, esas cosas. Atsuko Asano retrata, entre los protagonistas, una relación muy compleja. Shion y Nezumi se enfrentan a la muerte muchas veces y aprenden a confiar en el otro poco a poco. Son muy diferentes y algo que hizo Atsuko Asano para retratar su relación es que ambos son muy observadores del otro, por diferentes razones. (Ese detalle me encantó y creo que me va a hacer escribir un fanfic de ellos). Shion salva a Nezumi una noche y eso le cuesta su lugar en Kronos, allí donde vive la élite de No. 6. Por eso, acaba viviendo años en Lost Town y, finalmente, es rescatado por Nezumi cuando lo acusan de un crimen que no cometió.

Tiene una relación tirante porque Shion tiene que convivir con el hecho de que No. 6 no es la utopía o la ciudad perfecta que había creído toda su vida (que es algo que se ve desde el principio, por dios, pero bueno, imagínense crecer oyendo la propaganda despiadada todo el tiempo y el saber que la gente desaparece). No. 6 es una ciudad profundamente estratificada. La élite por un lado, el resto por el otro (no nos sonará eso muy a capitalismo... mmm... sospechoso, eh). Nezumi, por su parte, es una víctima de la propia ciudad y, con toda razón, la odia. Sus ideas chocan varias veces aunque se unan con un objetivo en común: la supervivencia y rescatar a Safu, la mejor amiga de Shion, una chica de la élite que desaparece un día misteriosamente. Me encantan sus discusiones porque es muy obvio que ambos son adolescentes viviendo cosas muy terribles, pero en el caos de descubrir quiénes son (adolescentes, finalmente).


Del resto de los personajes, Inukashi es mi favorito. Hay todo un debate sobre el sexo de Inukashi, por cierto. Yo leí las novelas primero y está traducido en masculino así que no busqué demasiado hasta el manga (donde iba de he/him a they/them según que traductor fuera). Luego busqué, sobre todo para buscar qué usaba en japonés e Inukashi se refiere a sí mismo con la forma masculina de "yo" en japonés (ore) y por lo que busqué también mucho neutro así que dejé el asunto allí (aunque considero que ambas traducciones que los grupos de scanlation le hicieron al manga son muy válidas). Igual el resto de los personajes se refieren a él en masculino o neutro todo el tiempo (aunque en el anime creo que sí hay un personaje que se dirige a él en femenino, no sé, no lo he visto). El género de Inukashi nunca se revela a lo largo de la historia, aunque hay pistas por allí o por allá, sobre todo en las light novels. La idea, finalmente, es que sea ambiguo y adoro esa narrativa.


Safu me da lástima (desde el principio su historia va encaminada a la tragedia), Rikida me exaspera y la mamá de Shion es un personaje que admiro. Tiene una fuerza increíble y resalta mucho las labores de cuidados de las mujeres y toda la carga sentimental que muchas veces recae sobre nuestros hombros.

Sobre la trama, es muy cruda. Nezumi también, así que el libro nunca nos deja olvidar eso. En el West Block, fuera de No. 6, existe solo la ley de la supervivencia. A veces la ciudad realiza purgas, además (lo de matar se les da muy bien, considerando que firmaron un tratado en el que se comprometían a no tener ejército... que obviamente tienen, hay que controlar a la población). Shion y Nezumi se internan en el centro de detención, además (el mismísimo infierno, en este caso) para rescatar a alguien. Me gusta mucho toda esa parte porque me gusta todo el significado que tienen los descensos y como cada etapa del plan va haciendo mella poco a poco en los dos personajes.


En fin, si les cuento más les cuento la trama entera, entonces no. Tango manga como light novels son nueve volúmenes cada una, aunque las light novels tienen más extras. Las segundas, por ser publicaciones periódicas, pueden resultar repetitivas. Eso no es tanto un problema más que cuando las lees de corrido, pero vamos, cada una vuelve a ponerte en contexto al principio y sobre cosas que pasan antes. En total son unas novecientas y tantas páginas, pero si lo juntáramos en un solo libro y obvio condensáramos las partes en donde Atsuko Asano nos vuelve a meter en la historia, quedarían menos. Es algo que ocurre con todas las publicaciones periódicas, no se preocupen.

Se los recomiendo (manga y novelas) si les gustan las distopias, la ciencia ficción, los conflictos morales (adoro adoro adoro a Nezumi y su deseo de destruir la ciudad entera, hasta sus cimientos, tiene big todo lo que existe merece perecer energy); también, supongo si les gusta el boys love. Aquí es nivel hay besos y mala comunicación. Está muy bien retratado y el final deja la puerta abierta para que exista una relación que evolucione y mejore (porque adolescentes que no saben comunicar sus sentimientos del todo más una lucha por la supervivencia es un combo que uff, qué les digo).


El arte del manga es de Hinoki Kino, que hizo un trabajo muy muy chingón. Me encanta como dibuja a Nezumi, sobre todo. Me encantó como está dibujado todo todo el manga y ayudó a que le pusiera cara y forma a todos los personajes después de tantos tantos años que no me había puesto al corriente con la historia.

Y ya, eso es todo. Como siempre, me extendí un chingo, pero es que no sé hablar de los libros que me gustan de otra manera. Me queda todo kilométrico. Si lo leen y les gusta, me cuentan. (Que esto tiene un fandom de cuatro gatos y yo quiero escribir un fanfic, cosas que pasan).

Kalpa Imperial, Angélica Gorodischer | Librosb4tipos

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Sinopsis
: Kalpa imperial reúne once relatos, once fragmentos de la historia del Imperio Más Vasto que Nunca Existió. Por el narrador sabemos que el Imperio fue destruido y reconstruido infinidad de veces y que su historia vuelve a empezar con cada nueva dinastía de emperadores y emperatrices.
El escenario es siempre el mismo: el montañoso norte, el sur selvático y las ciudades capitales. Las historias son múltiples y diversas. Como la de Bib, el chico esmirriado que pretende refundar el Imperio e inventar un nuevo orden; la del último príncipe de la dinastía de los Orioles y su extraña muerte; la de la huérfana que asciende desde los bajos fondos hasta el trono; la del Emperador Cuarto en las dinastía de los Kiautonor, que manda a construir una ciudad en honor de su amante.
Angélica Gorodischer crea un universo ficcional portentoso, absolutamente propio, donde la distopía se cruza con el realismo, la novela con el cuento, la metáfora sobre el poder con el pequeño drama humano. Publicado por primera vez en 1983, Kalpa imperial marcó un hito en la obra de esta gran autora argentina y la convirtió en una referente ineludible de la ciencia ficción universal.

Quiero empezar esta reseña hablándoles un poco de #ALImaginaria (si ya siguen a la maravillosa colectiva Librosb4tipos seguro saben de que hablo). Este año nuestra dinámica de lectura aborda toda la literatura de la imaginación (fantasía, ciencia ficción, etc) centrada en AMÉRICA LATINA. He repetido ya varias veces en este blog que América Latina tiene muchísimas cosas que ofrecer en cuestión de libros y autoras por conocer y justo esta dinámica ha sido de mis favoritas de lectura precisamente por ello. (Además que por ahí en entradas pasadas hemos discutido que al parecer lo único que nos une como América Latina es que España insiste en saber cómo funcionamos o que Estados Unidos quiera cagarse nuestros gobiernos). Hemos leído a Elena Garro, a Liliaba Bodoc, a Sol Ceh Moo, a Liliana Colanzi, vamos, autoras que han visto ya en este blog. Este mes toca Angélica Gorosdischer y esta reseña busca animarlos a que se unan a la lectura conjunta del mes. ¡Están a tiempo; el libro no es muy largo!


Algo que todavía me arde cuando veo muchas reseñas de cosas del continente (dígamos: México para abajo) es que a veces me encuentro con las frasesitas "no es exactamente ciencia ficción de verdad", "no es fantasía de verdad". Si lo estoy mencionando, pueden asumir que por supuesto que me pasó con Kalpa Imperial. Obviamente la ciencia ficción y la fantasía tienen sus categorías, subgéneros, muchísima gente ha intentado hacer distinciones a la hora de hacer análisis literario o simplemente vender (el alta vs baja fantasía, la épica vs la urbana, la ciencia ficción dura vs la ciencia ficción blanda), pero pasa mucho que de repente hay un desprecio hacia ciertas obras de los géneros. Pasa mucho con autoras y muchísimo con autoras de este continente.

[Llegado a este punto hice una pausa de dos días en la reseña porque nunca escribo de corrido, doy muchas vueltas y a veces eso causa un caos en mi cabeza]. Hablando de lo que estaba hablando arriba. Géneros, subgéneros. ¿Saben algo que me vuelve loca? La necesidad del mercado de etiquetar a la perfección una obra como un producto. Entiendo que las editoriales lo hacen porque son empresas (que luego se nos olvida que lo que quieren es vender y aunque detrás de ellas haya sueños románticos de publicar libros tienen que vender para sobrevivir al capitalismo que hizo de todo el arte un producto). Me deja dando vueltas como esto que hacen las editoriales de meter los libros en una demografía es algo que hacen los escritores después: conciben la escritura como una mercancía desde antes que haya letras en la página. Entiendo que lo hacen porque el sistema editorial (tan basado en los monopolios) ha convencido al mundo de que son unos cuando elegidos los que merecen publicar que la gente lo ve como un fin y no como un medio. ¿A qué va tanta vuelta? (perdón, ojalá poder hablar de todos los temas que tengo en la cabeza todo el tiempo). Pues a que toda esa sobre categorización de repente nos detiene cuando nos encontramos con cosas como ¡Kalpa Imperial!

Meter a Kalpa Imperial en una cajita que nos dijeron que tiene unas características equis es imposible. A mí me parece que es una obra enorme. ¡Enorme! Le doy tantas vueltas que no sé como explicarles lo magnífica que me pareció en una sola reseña. Podría estar aquí horas, dar mil vueltas sobre mi misma y no acabaría nunca.

Primero, quiero resaltar que la narración me transportó al mundo de Las Mil y Una Noches (un día acabaré de leer sus 3000 y tantas páginas, pero voy lento y de repente me acuerdo que lo estoy leyendo y vuelvo a esos relatos orales tan magníficos) y en general a las tradición oral. A veces no lo tenemos muy presente (por toda este elitismo, por todo este culto al libro como objeto, que deja a la historia en segundo plano), pero hay muchas maneras de contar historias. Se cuentan historias con elementos gráficos (todavía tengo pesadillas con papás que, viendo libros para niños me decían: "es que tiene muchos dibujitos"), se cuentan historias con la palabra y la voz. Los cuentos clásicos que conocemos hoy (recopilados por Perrault o los Grimm, por ejemplo) fueron todos contados en la tradición oral. Nuestros mitos y leyendas. El lore que nos rodea. Todo. Y Kalpa Imperial rescata esto con sus narradores. Los contadores de cuentos, los archivistas. Incluso la misma Angélica, que se reserva el tomar la voz ella misma hasta el final (el único cuento narrado desde la vista de lo que diríamos un narrador omnisciente es el último: la voz de la misma autora). Aparecen las reflexiones de un contador de historias en medio de la historia, las interrupciones propias de la oralidad, los saltos. ¡Eso me maravilló!


Kalpa Imperial, a través de varios cuentos, rescata la historia del Imperio Más Vasto. Nos presenta guerras, dinastías, emperadores, simples habitantes, profetas, el norte, el selvático sur, algunos rituales. Y a pesar de ser enmarcada como eso, la historia de un imperio, es un cúmulo de cuentos sobre lo humano. Tiene partes que me maravillaron. Sobre formas de entender el mundo, la Historia (esa que escribimos con mayúsculas). Como dice uno de los subtítulos de la edición que tengo (la original, argentina, publicada en dos tomos): "... el imperio más vasto y poderoso que ha conocido el hombre: un imperio atemporal y ubicuo, y por lo tanto inmediato y actual". Es la mejor manera de describir estas historias. En las páginas de Kalpa Imperial y ese imperio ficticio encontramos
Y esas invenciones, desgraciadamente, se asentaron en crónicas que se escribieron en libros a los que todo el mundo respetó y por lo tanto creyó, solamente porque eran gruesos, difíciles de manejar, aburridos y viejos. También figuraron en leyendas que son esos recitados en los que todo el mundo dice que no cree porque son poco serios y en los que todo el mundo cree precisamente porque son poco serios.
[...]
Yo soy el que les va a contar cómo sucedieron las cosas, porque es a los contadores de cuentos a quienes toca decir la verdad aunque la verdad no tenga el libro de lo inventado, sino otra belleza, a la que los tontos califican de miserable o mezquina.
En la prosa de Gorodischer me encontré una agudeza que llevaba tiempo sin ver en algún libro. Ya me había sorprendido de buena manera con su cuenta Una mujer notable que me encontré en Insólitas(y resultó ser de mis favoritos en esa antología), pero esto me voló el cerebro. ¿Ven ese emoji con una explosión en la cabeza? Eso era yo a cada cuento. Tengo mis favoritos (el de la emperatriz, el de los hurones, el último, el del sur) por motivos totalmente biased, pero realmente es que me parece que todos todos los cuentos tienen cosas muy especiales y que son una excelente colección. Cuentan una historia muy redonda que te abre la curiosidad de una manera increíble. Admiro los libros que hacen eso y despiertan tu creatividad: lo único que yo quería hacer cuando acabé Kalpa Imperial era sentarme a escribir porque mi cerebro no se quedaba en paz (no dejaba de gritar el maldito).


En fin, los invito a leerlo y a participar en la lectura de Librosb4tipos. Nosotras, como colectiva, defendemos que la lectura no tiene por qué ser solitaria, leer en comunidad es muy muy interesante y luego sentarnos a discutir los libros es algo super interesante. La transmisión en vivo será el 30 de agosto a las 5PM en el canal de Hitzuji Books, hora central de México. Los espero por allí.
También sabía que los hombres no piensan. No, no te rías, no piensan. De vez en cuando alguno piensa, es cierto, y lo dice o lo escribe, y eso es tan extraordinario que nadie lo olvida. 

Tres autoras en la ficción especulativa

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Decir ficción especulativa se refiere a esa denominación que engloba engloba los géneros de ficción con mayor grado de fantasía e imaginación. La fantasía, la ciencia ficción, el terror, todo lo que de ellas se desprende. Un tema común en este blog en los últimos tiempos. Sobre todo considerando que en Librosb4tipos este año nos dedicamos a toda la literatura de la imaginación y a todos estos géneros dentro de América Latina. Hoy traigo tres reseñas cortas de tres libros diferentes que me gustaron y que elegí englobar en una sola entrada para hablar de varios temas. 

Ya me he repetido unas cuantas veces, pero algo que me encanta de las obras que pueden considerarse que están dentro que los géneros que engloba la ficción especulativa o que son híbridos de estos es cómo se aproximan a lo humano. Podemos hablar de cuentos que ocurren en marte y tan "irreales" como nos parezcan ahora, hablan de las emociones humanas o de sucesos que entendemos. Pasa con Kalpa Imperial y su imperio más vasto, por ejemplo, la reseña anterior en el blog. Pasa con las Tierras Fértiles de Liliana Bodoc y su guerra contra Misáianes. Pasa con el Castillo Ambulante de Diana Wynne Jones y con Sophie y Howl (nunca he hablado de ese libro en el blog y apenas lea lo que le sigue, prometo traerles la reseña). Pasa también con una de las autoras de las que voy a hablar hoy: Úrsula K. LeGuin, que en La mano izquierda de la oscuridad propone otro tipo de civilización que finalmente entendemos porque al fondo todas estas historias están sentimientos y cosas que entendemos como seres humanos que somos. No quiero extenderme tanto con la introducción, así que sí, vamos a los libros.

Un hada en el umbral de la tierra, Daína Chaviano

Sinopsis: Al desaparecer su padre, dos años atrás, Tomy y su madre, Niza, se han quedado varados y solos en Garnys —un planeta congelado y desierto— en espera de ser rescatados para volver a la Tierra. Extrañas voces los acosan y los sumergen en el miedo y la desconfianza, pero un giro sorprendente cambiará sus destinos. El terror y la esperanza se mezclan en esta historia de ciencia ficción y fantasía que podrán disfrutar tanto los jóvenes lectores como los adultos.

 Mi primer acercamiento a Daína Chaviano lo tuve con la antología Insólitas. Ya les hablé de ella en el blog. En ella, La dama del ciervo, el cuento de Chaviano ilustra perfectamente cómo es que es posible mezclar la ciencia ficción con la fantasía sin tratar a la fantasía como *magia científica*. Me gustó mucho esa mezcla, debo decir y más tarde, leyendo este libro y comentando algunas cosas de él en tuiter, caí en la cuenta de que, efectivamente, estaba escrito más con una estética con la que identificamos a la fantasía que a la ciencia ficción: como un cuento de hadas.

Elegí iniciar esta entrada con este libro porque creo que contar las cosas en la ficción especulativa con esta clave que tienen los cuentos de hadas (que nos han acompañado muchísimos años) es algo que me he encontrado que, para empezar, hacen las mujeres y, para seguir, que me interesa mucho. Leo con más gusto los libros que me recuerdan a los cuentos de hadas y a por qué nos gustan estos cuentos. Un hada en el umbral de la tierra es un libro muy pequeñito sobre un niño en medio de un mundo desconocido, con una poca sed de aventura y una curiosidad que no le cabe en el cuerpo (y no hay que olvidar que de la curiosidad nacen un montón de historias). 

Daína Chaviano

El libro está editado por El Naranjo, editorial mexicana con ilustraciones muy bonitas de Rosana Mesa. Esta editorial siempre me ayuda a sostener por qué las ilustraciones le añaden al texto y a la experiencia de leer y no son simples dibujitos para los niños

Bueno, les dejo la recomendación de Daína Chaviano, escritora cubana: se la considera una de las mayores exponentes de ciencia ficción en América Latina. Después de leer este libro entendí un poco por qué: es maravillosa su manera tan sensible de retratar a las infancias y los mundos desconocidos, esos sentimientos de extrañar a alguien, la soledad de un mundo vacío. Todo eso está en este libro. No dejo de recomendarles que lo lean. En bookmate lo leen aquí.

El nombre del mundo es bosque, Ursula K. LeGuin

Sinopsis:  En el planeta Athshe, el ciclo de la vida, la cultura, las costumbres, los modos mentales nacen y se desarrollan en la estabilidad autónoma del cosmos, pero la llegada de una expedición terrestre cambiará dramáticamente el pacífico modo de vida de los nativos del planeta. Un universo dinámico y en equilibrio que se mantiene en el tiempo de acuerdo con leyes propias que no admiten la intromisión del hombre.

Tengo una historia curiosa de por qué estoy hablando de este libro. A lo largo de El nombre del mundo es bosque lo onírico es muy importante y el mundo-sueño es tan importante como el terrenal. Los sueños y lo onírico es algo que suele ser un tema muy recurrente en la literatura con el que yo estuve en conflicto mucho tiempo.

Aquí les va una historia que quizá tiene poco que ver con el libro, pero mucho conmigo y los sueños. De adolescente leí un libro que era algo así como 200 consejos para escribir una novela. No sé por qué. No me sé el título, no me sé el autor, no me sé nada. Recuerdo que tenía un consejo que todavía considero útil: no tenerlo miedo al verbo dijo y dejar de querer verse pretencioso con variantes si no son necesarias. El resto: recuerdo poco y nada. En general no entiendo la necesidad de dar tantos consejos"para escribir ficción". Sí considero productivo aprender gramática, puntuación y todas esas cosas (yo misma tengo algunos tutoriales de eso) pero no exclusivamente para la ficción, sino porque esa es una manera de aprender a expresar mejor todas nuestras ideas. Por lo demás hay consejos que no entiendo. ¿Quién dice que los adverbios terminados en -mente son el mal? (Sé que salió de un libro de Stephen King, pero para empezar saber usar bien los adverbios en inglés, terminados en -ly, es básicamente ser un dios del inglés y que a él no le gusten no es implicación de nada, ni hay que transportar estas cosas de un idioma a otro). ¿Qué otro decidió que los gerundios eran el mal? En fin, el mercado está lleno de consejos para supuestamente escribir bien, pero a la hora de la hora lo difícil es encontrar ritmo, cadencia, que tus historias muevan a la gente. Quizá por eso ya no me acuerdo del susodicho libro.

Úrsula K. LeGuin

Resulta que tal libro decía que había que limitar los sueños. O evitarlos. Sobre todo evitarlos. No los narres, decía. El autor explicaba que se permitía uno en su manuscrito y luego en la revisión lo borraba. Pura porquería, en resumen. Primero: porque hablar de lo onírico no es fácil ni es un recurso facilón ni nada. Se pueden crear mundos enteros en lo onírico y los señores dadores de consejos, obsesionados con crear libros que quepan en el perfecto modelo de producto y mercancía (cuando la literatura entra ahí porque la hacen entrar ahí, no porque lo sea), odian los sueños.

Este libro me reconcilió con esa idea del mundo-sueño, con la importancia de ellos y su fantasía. También, por supuesto, me parece muy interesante la manera en la que aborda el colonialismo y la comprensión (o más bien, incomprensión) entre distintas especies. Además, me encanta como aborda este amor por el mundo y por vivir en él, no de él. Hacía tiempo que no leía a Ursula K. LeGuin y como siempre salí con una grata sorpresa. Me gustó mucho este libro, también se los recomiendo (no sé si alguien lo edita ahora mismo, su obra se la pasa descatalogada o agotada, pero si saben déjenlo en los comentarios).

Nada que declarar y otras ficciones breves, Anabel Enriquez

Sinopsis: Trece relatos que recorren numerosos tópicos de la ciencia ficción y el cuento fantástico se reúnen en este volumen: Nada que declarar y otras ficciones breves. Escrita con un estilo sobrio e intenso, la ficción especulativa es una vez más pretexto para sacudir el presente y contar con mirada larga las consecuencias de nuestras decisiones cotidianas. Viajes a planetas distantes, o hacia rincones oscuros de la Historia; desde la perspectiva alienígena o desde la actual incredulidad de nuestro tiempo, cada relato escudriña en el espacio interior de nuestra humanidad y aventura un camino hacia el Otro íntimo que nos acecha, cuestiona y completa.

Este libro estuve a nada de comprarlo en digital, pero a cambio me lo encontré en Scribd. ¿Por qué lo andaba buscando? Porque rastree a casi tosas las autoras que me resultaban desconocidas de la antología Insólitas (¿otra vez hablando de ese libro, Andrea?) y pues que este estuviera en digital era una ventaja (los libros de muchas de las latinoamericanas de ese libro no los he encontrado tan accesibles si ellas no son tan conocidas). En Insólitas está el cuento que le da nombre a este libro: Nada que declarar. Esa historia me parece el ejemplo perfecto de como hablar de lo humano desde la ficción especulativa y de como las mujeres en latinoamerica pueden usar la ficción para hablar de nuestras realidades (nunca me callaré sobre ese tema, maigos, nunca).

Anabel Enriquez

Este libro tiene trece relatos de distintas extensiones, todos de ciencia ficción, increíblemente humanos. Es un libro muy cortito (lo leí a pausas, porque así suelo ir con las antologías, pero la verdad es que me supo a poco de lo rápido que se va). El primer cuento me recuerda mucho a nuestra curiosidad sin límites, de saber que hay más allá. Hay otro dedicado a Laika, y a mí todo lo que hable de la pequeña cosmonauta me encanta (su historia es maravillosa y trágica dentro de la carrera espacial).

También se los recomiendo bastante. Si quieren leerlo en Scribd lo pueden encontrar aquí. Yo tengo este link por si no tienen cuenta y quieren probar la plataforma por dos meses gratis (incluye mubi y algunas otras suscripciones extra). Anabel Enríquez, como Daína Chaviano, es una escritora cubana y yo voy a dejar de recomendar a las autoras que me gustan de este lado del mundo el día que me muera y no antes.

Gods of Jade and Shadow, Silvia Moreno-García | Reseña

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Sinopsis: The Jazz Age is in full swing, but Casiopea Tun is too busy cleaning the floors of her wealthy grandfather’s house to listen to any fast tunes. Nevertheless, she dreams of a life far from her dusty small town in southern Mexico. A life she can call her own.
Yet this new life seems as distant as the stars, until the day she finds a curious wooden box in her grandfather’s room. She opens it—and accidentally frees the spirit of the Mayan god of death, who requests her help in recovering his throne from his treacherous brother. Failure will mean Casiopea’s demise, but success could make her dreams come true.
In the company of the strangely alluring god and armed with her wits, Casiopea begins an adventure that will take her on a cross-country odyssey from the jungles of Yucatán to the bright lights of Mexico City—and deep into the darkness of the Mayan underworld.

(Si alguien necesita la traducción, póngalo en los comentarios para traducir la sinopsis).

Hace tiempo que quiero hablar de Silvia Moreno-García. Es una escritora que nació y creció en México, pero que publica en inglés y reside en Canadá. Desde el principio me dio mucha curiosidad por qué y hace tiempo leí Certain Dark Things (una novela de vampiros ambientada en México que me gustó bastante por cómo trataba el tema de los vampiros y el lore mexicano). Nunca reseñé ese libro por razones (falta de tiempo y si ven el volumen de reseñas del blog entenderán que a veces hay libros que se quedan esperando años hasta que encuentro el modo adecuado de abordar una reseña), pero hoy quiero hablar de muchas cosas.

Silvia Moreno-García

Primero, de nuestro mercado editorial. Primero, porque tras dos libros leídos de ella, no me imagino a Silvia Moreno-García publicada en México originalmente en español. Es algo complicado e igual me estoy equivocando porque son más conjeturas. Pasa algo con la fantasía que siempre me pone un poco verde. ¿Vemos? La mayor parte de la oferta fantástica en español se reduce al demográfico de la literatura infantil y juvenil. Lo cual no es malo: creo que ese demográfico es muy importante, nos recuerda que los niños y jóvenes leen. Pero existe un problema con los "generos raritos" (que algunos intelectuales insisten en calificar de menores): la fantasía, la ciencia ficción, el terror. O son "libros raritos" o son "libros de esos para niños" y de vez en cuando uno en mil resalta.

Voy a hablar del caso de la fantasía en particular porque ahorita ando muy metida en ello, entonces, para aprovechar. El hecho de que toda fantasía casi siempre sea colocada dentro de la LIJ ayudó también a crear una de las etiquetas que más odio en la vida: fantástica adulta. ¿Qué hace adulta a la fantasía? ¿No se la puede publicar sin ponerle una edad? Porque evidentemente hay temas que no se tratan con frecuencia en la LIJ, pero el mercado parece creer que la fantasía adulta es "oscura" y "violenta". Estoy convencida de que la serie de Juego de Tronos los convenció de ello (y ojo, digo la serie, porque los libros son crudos, crudísimos, muy violentos, pero también le dan su lugar a los cuentos de hadas y a su tradición, a la esperanza y al amor... y ojo, no son mis favoritos, pero por favor...).

El caso es que la fantasía no tiene por qué ser "oscura" y pongo las comillas porque lo oscuro a veces se trata de un tema más estético que otra cosa: mucha sangre, mucho muerto, mucha violencia. Hay quienes dicen que así es más realista (que la fantasía tiene que ser verosímil dentro de su propio mundo, realista en sus propias reglas, pero asemejarse a nuestro mundo, ¿por qué?). Pero en realidad lo estético nada más no hace oscuro nada, si quieren mi opinión. Bueno, el caso de mi divagación es que este tipo de fantasía en español y sobre todo en el panorama mexicano suele ser pura traducción gringa. Lo que está en español lo encasillan como se puede para el público juvenil y san se acabó (porque obviamente sólo ellos la leen y si la ponen en la LIJ pueden seguir haciéndose como que, igual que todo en lo juvenil, es algo "menor"). Nada importa que Liliana Bodoc toque temas complejos en La saga de los confines, o la prosa de Verónica Murguía en Loba(que no me gusta su trama, pero su prosa es otro pedo, las primeras dos páginas me hicieron recuperar la fe en la estética de la literatura fantástico, recuerdo haber escribo eso en algún parte), sigue viéndose menor. O la ven menor, que sé yo.

Hay cierta comodidad en encasillar todo este género dentro de la LIJ y los temas de la LIJ, con sus raras excepciones, por supuesto: escritoras que triunfan en otros demográficos, libros que atraen a todo tipo de públicos (bueno hablo de escritoras porque son a quienes leo, disculpen ustedes). No porque sea un problema de lo juvenil. Mis dos ejemplos arriva son literatura juvenil y por más que haya quien lo desdeñe, ahí están. El problema es cuando algo no encaja tanto. ¿Dónde lo metes en una industria editorial como esta?

Entonces veo a Silvia Moreno-García y veo sus libros y no sé exactamente en dónde encajarían dentro del panorama editorial en México (necesito con muchas ganas que una editorial me saque de este pensamiento, por favor, lo único que conozco de este tipo es todo autopublicado aquí). No veo cómo podrían meterla a la LIJ, porque definitivamente no escribe para ese demográfico, pero me niego a decirle fantasía adulta a esto porque es mil veces más sensible y mil veces más hermosa que a lo que comúnmente se conoce como la "fantasía adulta" (odio odio el término, ya sé que no pasa de ser un demográfico para que algunos adultos que creen que la fantasía es para niños, y permítanme que me ría con eso, se sientan mejor o porque el mercado decidió que era su estrategia de venta del momento).

Mérida, uno de los escenarios en el libro

Gods of Jade and Shadow es una excusa para hacer un viaje por México de los años veintes y explorar los mitos mayas del Xibalba. Casiopea Tun libera por accidente a uno de los Señores de la Muerte, Hun-Kamé (también lo encuentran como Hun-Camé), al que su hermano derrocó tiempo atrás y emprende un viaje para ayudarle a recuperar su trono. Las descripciones son hermosas. No es de esas historias que te dicen que son en México porque sus personajes dicen "wey" cada tres palabras (no hay nada malo en eso, sino oíganme hablar, tengo toda una tabla de que significa la entonación de cada wey te digo) pero no hay nada más en la atmósfera de la obra que te remita a México. No, Gods of Jade and Shadow es mexicana por donde se vea: en el sincretismo de los personajes que la habitan, las descripciones de las ciudades en los años veinte: Mérida, Veracruz, México..., con una parada adicional en El Paso. Hay una descripción en particular de la Ciudad de México que me gustó mucho y que engloba mucho de lo que siento cuando pienso en ella (difícil no, teniéndola a cinco minutos). 

Mexico City has never inspired much love. "At least it's not Mexico City!" spills from the lips of anyone who resides outside the capital, a shade of the head accompanying the phrase. [...] Heaven and heel both manifest in Mexico City, coexisting side by side.

Me encanta también, de este libro, el uso de los mitos mayas. Una de las cosas que más admiro de la fantasía es cómo bebe de muchas tradiciones e influencias. En este caso, los mitos mayas están presentes todo el libro, ya no sólo porque uno de los protagonistas sea Señor de la Muerte, sino porque se siente en la ambientación de la historia. Probablemente una de mis partes favoritas sea el viaje por el Xibalba, por ejemplo. Me gustan los viajes (metafóricos y no). Me gusta ver a los personajes evolucionar con el curso de los libros, me gusta toda la influencia que el viaje del héroe ha tenido para la fantasía (no porque este libro lo aplique de pe a pa o ya si quiera lo aplique, pero si tiene varios elementos que sin duda me recordaron a él).

 
¿Qué más les puedo contar? Los personajes me gustaron y ambos protagonistas me cayeron bien. Silvia Moreno-García tiene algo que me gusta mucho a la hora de narrar historias de amor y en este libro hay cosas que se sienten muy hondo. No tengo ninguna queja, ni siquiera cuando este libro es plot-driven más que character-driven (que en ese sentido me imagino un montón de posibilidades y de ver más a Cassiopea, pero todo el tiempo que estuve leyendo el libro me cayó muy bien). De repente con algunos personajes sus motivos pueden parecer algo repetitivos (Martín, sobre todo, que te deja extremandamente claro que no soporta a su prima) y demasiado explicativos (quizá es lo único que me choca de todo el libro), pero no me pareció algo muy malo. Además me gusta mucho como aborda el ser una mujer del entorno rural en el México de los años veinte.

Me gusta mucho, también, la manera en que se refiere todo el libro a los mitos, recordando el poder que tienen dentro de la narrativa fantástica. Es una de las cosas que más me gustan dentro de este género.

"Words are seeds, Casiopea. With words you embroider narratives, and the narratives breed myths, and there's power in the myth. Yes, the things you name have power", he said.

Un detalle curioso que no sé si sea verdad es que siento que la escritora de repente piensa en español. No sé. Es pura conjetura. Pero yo, que he escrito en inglés, reconozco que se nota que mis pensamientos siempre llegan, en esto de lo literario, en español primero. (Y también reconozco cuando alguien que escribe en español anda tomando prestadas estructuras del inglés). Es pura conjetura y adivinación, pero el detalle me hizo sentirme un poco más cercana al libro. Me gustaría que lo tradujeran. Y no sólo eso: me gustaría que lo tradujeran en México (la sola idea de pensar que una editorial podría hacer el usual fuckery y traducir en España ESTO me pone un poco de nervios). Aun en inglés, los protagonistas hablan como Mexicanos (no porque haya muchos gueyes y groserías, no, sólo es algo que se siente leyendo). También me gustaría que hubiera un mercado para estas historias en español, sin que pasaran por traductores. El libro no es perfecto, pero tiene todas esas cosas que me gustan: viajes, descripciones bonitas sin ser recargadas, personajes que me interesan, referencias a mitos que me gustan y ese recuerdo de que la fantasía no llegó a nosotros de ningún lado, si no que hay una tradición en todas partes y puedes sentirla y escucharla.

Se los recomiendo mucho si leen en inglés. Si leen poco en inglés y quieren adentrarse en fantasía en ese idioma, creo que también es buena idea. Prometo pronto reseñar el otro libro de la autora, de vampiros. ¡Y pronto leer Mexican Gothic! Nos vemos pronto, en la siguiente reseña. Me gustaría seguir abordando cosas de este tema, pero nos quedaríamos aquí hasta mañana.

Recomendaciones de mangas en curso

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¡Hola! Hemos vuelto al manga (primero escribí volvido, por favor, no me dejen distraerme con los pájaros). En este blog hablamos de todo un poco y estamos justo en esa época de hablar de mucho manga (sobre todo porque mis lecturas van  más mal que bien, pero ni los cómics ni los mangas fallan).

Con el manga tengo una regla: nunca jamás de los jamases reseño mangas en curso. Considerando que hay series que llevan cinco, seis, siete, diez, quince, más años en emisión la cosa se pone difícil cuando de verdad quiero recomendar algo, así que por eso decidí hacer esta entrada además de las reseñas que ya tengo. No voy a abordar tantas cosas como suelo hacer en las reseñas así que intentaré no enrollarme como persiana con estas recomendaciones. Hay de varios géneros y demográficos, así que supongo que pueden encontrar algo que les llame la atención. Si nunca han leído manga, siempre pueden experimentar si algo de verdad les llama mucho la atención. 

Witch Hat Atelier, Kamome Shirahana

Sinopsis: Coco es la hija de una costurera en una aldea en el campo, pero sueña con convertirse en hechicera. Un día, una visita inusual a su aldea hace que descubra el secreto de la magia y la intente practicar. El mago Qifrey se da cuenta y la salva antes de que la magia prohibida que activó acabe con ella, pero no logran salvar a la madre de Coco, que se acaba convirtiendo en piedra. Coco decide estudiar en el atelier de Qifrey para regresar a su madre a la normalidad.

Recuerdo que cuando empezó el manga lo vi por allí y pensé que se veía interesante porque me transportaba a las raíces de las cosas que más me gustan: las brujas, las magias y esta fantasía que se alimenta del lore de muchas culturas y regiones, a la vez que propone mundos completamente nuevos con reglas distintas. Witch Hat Atelier no intenta alargar los límites de este mundo que conocemos, sino que nos presenta otro diferente, donde Coco desea ser una bruja más que otra cosa.

¿Por qué les recomiendo Witch Hat Atelier? Primero, por la manera en la que habla de la magia. Es algo maravilloso que está en todas partes, que busca maravillar a aquellos que la miran y sorprender. Es parte del mundo. En Witch Hat Atelier quizá tiene un sistema complicado, pero nos recuerda que la magia no es ciencia y no se rige por sus reglas (como quizá otros escritores intenten aproximarse a ella), sino que se acerca a lo imposible, a la maravilla pura. ¡Por eso me encanta este manga! Sigue de cerca a las cuatro estudiantes del Atelier de Qifrey y sus aventuras.

Otros puntos que quiero resaltar en la recomendación: tiene un énfasis en que la imaginación es algo poderosísimo (la magia sin imaginación no nos lleva a ninguna parte; la curiosidad por saber más y por conocer más nos consume y la magia nos regala eso) que recuerdo específicamente de La Historia Interminable de Michael Ende (Fantasia no tiene fronteras porque la imaginación tampoco las tiene, la fantasía no crea mundos con las reglas que conocemos, sino que propone otras miles de ideas, de variantes y de posibilidades); también resalta la imaginación y la infancia, sobre todo desde el punto de vista de una de las estudiantes de Qifrey, Riché (y también me encanta el énfasis que pone en que son los estudiantes que eligen al maestro).

En México la serie apenas va por el tomo tres con la traducción y edición de Panini, en España creo que van en el seis con Milky Way (no sé de otros lados, la verdad). Yo sigo el scanlation de #dropout, aunque ya consideré comprarlos como mil veces. El manga apenas va en sus primeros arcos, el mundo va tomando forma. El arte de Kamome Shirahama es algo maravilloso en la manera en la que se funde con la historia y en cómo usa un montón de recursos al hablar de la historia de las brujas. Es precioso en todo sentido. Yo sólo digo que vale la pena venir a investigar este manga (es mensual y, por el momento, creo que está de descanso).

My Hero Academia, Kohei Horikoshi

Sinopsis: En un mundo donde los superpoderes son cosa de todos los días, ¿qué sucede con un aspirante a superhéroe que no tiene ningún superpoder? Izuku Midoriya tiene la mala fortuna de no haber manifestado ninguna "singularidad" (superpoder), pero ha cautivado la atención de All Might, el más famoso de los superhéroes, quien tiene un plan para ayudar a Midoriya a ingresar en la Preparatoria U.A., escuela especializada en la profesionalización de jóvenes superhéroes 

Soy una lectora ávida de muchas cosas que entran dentro del shonen. Aún así, para engancharme a estas series larguísimas o que se ve que van a ser larguísimas soy medio especialita. Sobre todo porque son compromisos a largo plazo (no les cuento yo el tiempo que llevo siguiendo Attack on Titan y la decepcioón que han sido los últimos tomos en mi vida). El caso de My Hero Academia es especial porque es una serie que empecé porque mis amigas no tenían piedad y todas sus pláticas eran un pozo de My Hero Academia. 

¿Por qué la recomiendo? Uno, es muy entretenida. Dos, tiene personajes interesantes y en general aunque su desarrollo es lento (por el cast tan grande que carga la serie), creo que en la mayor parte de los casos va por buen camino. De hecho, todos (con una excepción) me parecen personajes bien construidos (incluidos aquellos que desprecio... con una excepción, que no existe en mi mente). Los siguientes motivos ya son más personales.


No sé si la intención del autor fue reflejar cómo demonios sería la capitalización de la figura del héroe (o sea, lo que muestra Marvel en la mitad de sus cómics, pero como si fuera maravilloso) pero eso salió. Me encanta como analiza el sistema y cómo es tan obvio que nadie nace igual allí: lo normal es tener un superpoder (llamado singularidad), pero ¿qué pasa cuando no lo tienes?, ¿qué pasa cuando te hace daño?, ¿qué pasa cuando alguien califica a tu poder como el poder de un villano? ¿Cómo vive una sociedad así? Tiene varios arcos donde se aborda la hipocresía de una sociedad donde la imagen de un héroe es más importante que el héroe (la persona detrás de esa figura) en sí. El último aborda, además, de manera tangencial, la falta de empatía en una sociedad donde todos los problemas los resuelven los héroes, pero se olvida que los héroes son humanos y no herramientas.

Finalmente, creo que me gusta mucho porque tiene en proceso un arco de redención y de crecimiento muy cabrón con sus protagonistas (Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo, todos sabemos que el manga es un slowburn entre ellos) y me gusta mucho como va su trama. Además me gustan muchísimo los villanos. Lleva 28 tomos (si no me falla la memoria el 28 sale a principios de septiembre en japonés) y anda ahora mismo acercándose a los 300 capítulos. Considerando lo largo que creo que va a ser, diremos que no lleva tanto (cada semana, sin falta, lloro por el capítulo nuevo). Con Panini lo encuentran en español (aunque me traume como escriben Kacchan).

Given, Natsuki Kizu

Sinopsis: «Se me clava en lo más profundo y soy incapaz de arrancarla.» Justo cuando está empezando a hastiarse de la guitarra y el baloncesto que tanto adoraba, Uenoyama se encuentra con Mafuyu, que está abrazado a una guitarra estropeada. Después de arreglársela, no puede evitar sentir cierta simpatía hacia él. Entonces le oye cantar… y su voz se le clava en lo más hondo del alma…

Creo que esta es una recomendación que ya se esperaban tratándose de mi blog. Antes de Given llevaba tiempo sin leer un manga BL (boyslove) que me gustara tanto como este (o quizá sólo quedé traumada con las partes terribles de Gravitation) pero me gustan muchas cosas de Given. Sus personajes, el dibujo tranquilo, el ambiente melancólico que lo envuelve, la forma en la que puedes sentir la música (es buenísima idea leerlo y ver el anime al mismo tiempo, porque el anime es un excelente complemento con la música). 

Es un manga que va lento (es bimestral y por más que lo intento no entiendo absolutamente nada de su calendario de publicación) y apenas va a salir en México de la mano de Panini. El protagonista, Mafuyu,  carga a todos lados una guitarra. Uenoyama lo encuentra el día que le roba su espacio para tomar una siesta en la escuela, le arregla la guitarra y Mafuyu le insiste que le enseñe a tocar. (Además de esto Uenoyama está en una banda junto a Akihiko y Haruki, que ya son universitarios). Mafuyu habla poco, Uenoyama no sabe por qué tiene la guitarra si no sabe tocarla (queda claro que no es cualquier guitarra) y la historia se va desarrollando lentamente entre ambos.

La voz de Mafuyu lo deja hechizado. En esos paneles en el manga uno puede jurar que prácticamente puede oírlo, se los juro. La historia es tierna, tiene detalles que me encanta (Akihiko asegurándole a Uenoyama que no tiene nada de malo que le guste otro hombre), una manera de hablar de la música (tema que no entiendo) muy hermosa que me llega mucho, detalles por allí y por allá y un ambiente melancólico increíble. Mi parte favorita es lo relatable que es Uenoyama con los crushes. O quizá yo solita me identifico, quien sabe. Ese no saber que hacer, ese congelarse cada tanto, esas crisis que tiene su cabeza, todo es magnífico.

El manga lleva apenas seis tomos (está por salir el seis, si no me equivoco) y va con tranquilidad, así que es buen momento para asomarse a él. Si les gusta el BL, las historias de músicos y las tramas más domésticas este manga es para ustedes. 

Bungo Stray Dogs, Kafka Asagiri & Sango Harukawa

Sinopsis: ¡Llega de las mentes brillantes de Kafka Asagiri y Sango Harukawa la afamada serie Bungo Stray Dogs! Un joven llamado Atsushi Nakajima, expulsado de un orfanato y recién llegado a Yokohama, ayuda a cierto chico que intenta suicidarse: Osamu Dazai. integrante de la Agencia Armada de Detectives, organización que investiga el caso de un "tigre come-hombres" que abruma al mundo. Ahora, ¡¿Nakajima forma parte de la investigación?! ¡Comienza la batalla cuyo escenario será Yokohama!

Tengo la idea que este es un manga que también cabe un poco en la fantasía. No sé, solo adoro el mundo de los autorxs de este manga. Bueno: en Yokohama existen dos organizaciones rivales: la agencia de detectives armados (me van a perdonar las traducciones del carajo pero nunca he leído nada sobre este manga en español) y la Port Mafia. Atsushi Nakajima, un joven expulsado de un orfanato, es encontrado casi muriéndose de hambre por Osamu Dazai mientras investiga el caso de un tigre que aparece por las noches y come hombros. Pronto Atsushi es parte de la agencia de detectives y tiene que enfrentarse a la Port Mafia, además de otras organizaciones que ansían controlar el mundo o, cuando menos, Yokohama.

¿Por qué me gusta tanto este manga? Todos los protagonistas y personajes que aparecen son tributos a escritores. En el caso de la Port Mafia y la agencia de detectives (y otras organizaciones más, como el gobierno o servicios secretos) son escritores japoneses: Osamu Dazai, Atsuhi Nakajima, Chuuya Nakahara, Ichiyo Higuchi, Ranpo Edogawa, Mori Ogai, etcétera, etcétera (si me pongo a listarlos a todos no acabo nunca jamás) y, además, tienen poderes especiales que son referencias directas a sus obras (como Dazai, por ejemplo, cuyo poder es No Longer Human). Además, todas las tramas y referencias son maravillosas si uno conoce a los escritores.

También tiene un arco donde incluye a los norteamericanos: Francis Scott Fitzgerald, Margaret Mitchell, John Steinbeck. Y el más reciente tiene mucho que ver con otros de mis personales favoritos: los rusos (Dostoyevski y su Crime y Castigo me dan mucho miedo, Gogol me encanta y Pushkin... está ahí). La verdad es que es maravilloso ver como se desenvuelve la trama entre todos estos personajes, las referencias a la literatura son maravillosas y le dan alimento a mi parte más ñoña y me encanta el mundo que crearon Kafka Asagiri y Sango Harukawa.

Se los recomiendo si les gusta un poco la fantasía (el mundo de los autorxs no tiene límites, la verdad, admiro su imaginación), si son ñoños de la literatura clásica y si les gustan las historias que tienen toques de crimen sobrenatural. Todos estos escritores mencionados hablaron de lo humano, de la esperanza, de la miseria, del arte mismo y verlos interactuar en una historia que rescata todos esos temas en un setting como este es maravilloso. (Además hay light novels y pues... sin pretensiones están buenas, no esperen demasiado, ya no sé si de Asagiri o de los traductores).

Black Butler, Yana Toboso

Sinopsis: Sebastian Michaelis. Mayordomo, cocinero, guardaespaldas, jardinero y experto en etiqueta. Siempre hace que su joven jefe, Ciel Phantomhive, mantenga el prestigio y la integridad física. Nunca permite que algo quede fuera de lugar o que los sirvientes caigan en la holgazanería. ¿Pero qué misterio guarda este singular hombre, que observa una agilidad y fuerza inimaginables y a quien las balas no le afectan? 

El último de esta serie enorme. (Perdón, pero quiero que pase mucho tiempo antes de que vuelva yo ha hacer una entrada así, hasta que tenga muchos otros mangas en curso que recomendar). ¿Les gusta la Inglaterra Victoriana? Este es su manga. ¿Les gusta además la Inglaterra Victoriana donde se dan cita demonios, reapers, asesinos, cultos malignos y toda clase de criaturas del inframundo? Este es su manga (y por favor manténganse alejados del anime, yo lo intenté, pero es un desastre enorme).

El conde de Phantomhive, un jovencito de trece años (creo que esos tiene en el canon ahorita) resuelve crímenes acompañado de su mayordomo, el miterioso Sebastian Michaelis, entre otras cosas (a veces se dedican a participar en competencias de curry o a huir de enemigos que les pisan los talones). Este manga me gusta por dos cosas: el arte de Yana Toboso es impecable y mejora con los años y ella es una genio del storytelling. Creo que en el futuro lo voy a releer entero, sólo para asombrarme de todas las pistas que va poniendo de sus revelaciones más grandes, de verdad que considero que es una maestra para esto del misterio.

Además me encanta el cast: Elizabeth Milford es de mis mujeres favoritas en el manga. Tiene un monólogo sobre ser una chica y lo que se espera de las chicas tiernas y dulces en un capítulo y adoro que se traten esos temas. Además, me encanta como personaje femenino "fuerte". Se tiende a pensar que esos personajes sólo existen si rechazan también lo que conocemos como feminidad según la sociedad y no. Los personajes más femeninos suelen ser más castigados y más odiados. La sociedad impone la feminidad y luego la rechaza. En fin la hipotenusa. Me parece importante recordar que Elizabeth es una jovencita como cualquier otra y que tiene fortalezas increíbles y que ser "personaja fuerte" no está peleado con la "feminidad" porque mujeres como esas existen en la vida. Fin. 

Del resto del cast adoro a Grell Suthcliff (lo que me hace reír) y me encanta cualquier momento en que aparezca The Undertaker (se me caen los calzones, pero también adoro el aura de misterio que tiene). Me encanta el príncipe Soma y adoro a Agni también, me parecen personajes muy bonitos dentro de esta historia. El cast de Yana Toboso es muy especial y creo que hace buen uso de todos sus personajes para crear este Londres Victoriano paralelo al nuestro donde los reapers andan como si nada, los demonios son mayordomos a la luz del día y es posible tener un grupo de idols (ese arco me encanta y el final me dejó una crisis nerviosa, perdón). Total: recomendado a quien le guste el misterio, la fantasía de esa que tiene diablos, demonios y rituales extraños.

Sí, les juro que todavía está en emisión. Va en el tomo XXIX (creo que ya el treinta o está por salir) y en México lo consiguen con Panini (que muy honestamente no sé si va al corriente o le falta el último tomo, pero ajá). Es el más largo de los recomendados aquí, pero por si los puedo convencer de darle una oportunidad.

La rueda celeste, Ursula K. LeGuin | Reseña

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Sinopsis: En un futuro castigado por la violencia y las catástrofes medioambientales, George Orr descubre que sus sueños tienen la capacidad de alterar la realidad. George buscará la ayuda del doctor William Haber, un psiquiatra que no dudará en aprovecharse de su poder. Cuando el doctor Haber empiece a manipular sus sueños en beneficio propio George deberá luchar para proteger la realidad.
La rueda celeste es una novela siniestramente profética en la que Ursula K. Le Guin aborda de forma magistral los peligros del poder absoluto y la capacidad de autodestrucción del ser humano, a la vez que se cuestiona la naturaleza de la propia realidad.

LeGuin siempre ha sido una autora eternamente pendiente en mis listas. No porque no la lea (que lo hago) sino porque su obra es extensísima e increíble y de repente no sé a donde moverme. Admiro mucho a esta escritora (se nota, se nota) y fue de las primeras mujeres que leí dentro del territorio de la ciencia ficción (aunque, por supuesto, también la conozco en fantasía). Me maravilla su sensibilidad y sus aproximaciones a estos temas. 

Pues bueno, yo no me hubiera topado con La rueda celeste tan pronto si no hubiera salido como libro elegido en un Club de lectura supersecreto (okey, no, sólo es cerrado). Sin embargo, desde que leí la sinopsis supe que era un libro que me iba a gustar o que, al menos iba a apreciar mucho. Ya les conté en mi anterior reseña de Ursula, la del El nombre del mundo es bosque, mucho tiempo estuve peleada con escribir cosas que tuvieran relación con los sueños, lo onírico y ese mundo al que vamos al dormir. No tenía problema en leerlo, sólo era algo que me trababa al escribir; vamos, un asunto al que no tenía ni idea de cómo aproximarme (por culpa de señoros de la literatura realista diciendo en libros de consejos de cómo escribir libros que mi pobre ser agarró a los catorce años que decían que no había que escribir sueños, que no servía de nada). El caso es que, con Úrsula, al menos en la gran mayoría de los libros suyos que he leído, los sueños son algo importatísimo, vital. En este son el centro de la historia.

George Orr sueña y lo que sueña se vuelve realidad. Quiere dejar de hacerlo: le tiene miedo a sus sueños. No puede controlarlos y quién sabe qué podría ocurrir si le da vida a todas sus pesadillas. El doctor Haber, médico que le es asignado después de que acceda a medicamentos a los que no debería haber accedido, es de la opinión que los sueños de Orr pueden ser usados para el bien de la humanidad, así que, tal y como dice la sinopsis, empieza a intentar manipularlos a su antojo. Sólo que se olvida de algo muy importante: la imaginación de Orr.

La imaginación es, probablemente, una de las cosas que tienen más poder dentro de toda la ficción especulativa. Es la fuerza que mueve todas estas historias (si quieren, uno de sus pilares, jé). Ya ocurría en La historia interminable, en la que el mayor poder de Bastián Baltasar Bux era justamente eso: ¡la imaginación! Para salvar a la emperatriz infantil y a toda Fantasia, usó ese enorme poder. En la palabra escrita, la imaginación mueve fronteras. Lo mismo ocurre dentro de los sueños de Ursula: el único límite que existe es ese.

Entonces, volvamos al doctor Haber. Viendo el tremendo poder que tiene Orr, que más bien lo que quiere es que lo dejen en paz con el mundo que tiene (que hay cosas qué hacer, lugares donde estar y cosas que no cambiar), empieza a aprovecharse de sus sueños para mejorar la realidad. Eso lleva a cuestionarnos qué es mejorarla y por qué Haber puede decidirlo por sí mismo. ¿Quién le dio esa clase de poder de actuar individualmente? ¡Porque muy pronto queda claro que los sueños de Orr no ocurren exactamente como el los planea! Especialmente si las directrices que le da cuando usa la hipnosis sin vagas y, en el mejor de los casos, utópicas.

Hay dos partes ahí que me llaman mucho la atención: cuando, aprovechándose del estrés que causa a Orr el exceso de gente en todas partes le propone a sus sueños "arreglar" la sobrepoblación y Orr sueña con la peste. Y, después, cuando le pide que sueñe con la paz, pues esa tierra en la que viven está golpeada por la guerra. Esa parte me recordó mucho a lo que ocurre con muchas otras obras de ciencia ficción en la que la única manera que se les ocurre a los autores de conseguir que todo el mundo esté en paz es crear una amenaza más grande... o historias donde el mundo ya está en paz porque hay una amenaza más grande. (Como Watchmen, por ejemplo..., incluso El juego de Ender). ¿De verdad imaginar un mundo sin guerra (algo que hoy definitivamente es utópico) es tan imposible que siempre tendemos a imaginar que hay una guerra más grande que nos obliga a trabajar en conjunto? Porque a eso me recuerda esa parte de la novela: Orr nunca cumple al pie de la letra las indicaciones de Haber porque estás son demasiado vagas y él rellena con su imaginación.

Pero usted manera algo que se escapa a la razón. Intenta alcanzar objetivos progresistas, humanitarios, por medio de una herramienta que no es adecuada para el trabajo. ¿Quién tiene sueños humanitarios?

Me gusta mucho la manera en la que Ursula se aproxima a lo que puebla los sueños: todas esas cosas inverosímiles que se vuelven posibles en otro mundo totalmente distintos. Además, me gusta ese desbaratar constante de la realidad que vive Orr y los que están a su alrededor. Lo que existía ayer quizá nunca existió porque Orr soñó que las cosas fueron distintas. Y uno pensaría que algo así puede ser confuso, pero Ursula K. LeGuin nunca lo es; es un detalle que me encanta de su narración, su habilidad para hacer parecer sencillas cosas tan complejas, como el desdoblar la realidad una vez por cada sueño y traer los sueños al mundo. Su prosa es muy bonita y quien sea que haya traducido este libro la verdad es que hizo un gran trabajo. 

—Me hago pedazos —dijo—. Ya se habrá dado cuenta. Usted es psiquiatra. ¿No ve que me hago pedazos? ¡Alienígenas del espacio exterior atacando la Tierra! Mire, si me pide otra vez que sueñe, ¿qué obtendrá? Quizá un mundo totalmente absurdo, fruto de un demente. Monstruos, fantasmas, brujas, dragones, transformaciones, todo lo que llevamos dentro, todos los horrores de cuando éramos pequeños, los terrores nocturnos, las pesadillas.

Como conclusión, no me queda más que recomendarles este libro. Si su área de interés es la ficción especulativa, definitivamente es uno que les pondría encima, especialmente para demostrar que la ciencia ficción o la fantasía que desdeña la imaginación, aunque de ahí parte, se queda terriblemente limitada. ¡Es nuestro poder! ¡Especialmente para aquellos que escribimos! Ursula K. LeGuin es además muy sensible a todo lo humano (el querer cambiarlo todo, el querer vivir en tranquilidad, el miedo, la incertidumbre) y eso sólo hace de este libro una obra impresionante. Definitivamente: recomendado. (Por cierto, por si les interesa: lo edita Minotauro).

Especial de mujeres cuentistas | Reseñas

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Revisando el otro día libros que había leído y que me habían gustado pero de los que nunca había hablado aquí porque me habían faltado las ganas o el tiempo, me encontré con tres millones de libros. Bueno, esa es una exageración, pero se entiende el asunto. Mi ritmo de lectura es un ritmo muy frenético para el blog, sobre todo considerando que escribir para él no es lo único que hago y que últimamente me lo he estado tomando mucho más en paz que en otros tiempos. En algún momento de mi vida estudiantil era capaz de sentarme un día a la semana, escribir tres entradas y seguir con mi vida. Y así todas las semanas. Me quedaba tiempo para leer, escribir, tener una no tan buena vida social (estudiaba por la tarde, salía a las seis los viernes como muy temprano y todavía iba de una de la tarde a siete los sábados al francés), así que no estaba mal. No me quejo: ese ritmo frenético hizo del archivo del blog algo enorme y ese archivo le permitió tener el tráfico que tiene hoy en día. 

Pero muchos libros se quedaron en el tintero aún así y ni con las 700 entradas que se cumplen con esta voy a terminar de hablar de ellos. ¡Pero no se preocupen! Tengo varios proyectos y especiales planeados justo para ir solucionando esto. Lo de hoy son las mujeres cuentistas. Supongo que ya saben que una de mis escritoras favoritas (dentro del realismo, por cierto) es Carson McCullers. Si me preguntan por ella les voy a decir que es la cuentista norteamericana por excelencia. La reseña de El aliento del cielo es una de las más viejas del blog que no me dan pena. Desde entonces otro montón de cuentistas (de géneros diversos) ha pasado por mis manos, así que hoy vamos a hablar de unas pocas de ellas.

Mi vida querida, Alice Munro

Sinopsis: ¿Bastan un beso robado, un salto desde un tren en marcha, la sombra de una mujer que me rodea alrededor de una casa, una borrachera de media tarde o las preguntas arriesgadas de una niña para conformar un mundo que se baste a sí mismo y cuente la vida entera? Si quien escribe es Alice Munro un simple adjetivo sirve para cruzar las fronteras de la anécdota y colocarnos en el lugar donde nacen los sentimientos y las emociones.La gran autora canadiense nos sorprende de nuevo con Mi vida querida , una colección de cuentos donde vemos a hombres y mujeres obligados a traficar con la vida sin más recursos que su humanidad. Comienzos, finales, virajes del destino... y de repente, cuando creíamos queel relato llegaría a su obvia conclusión, Munro nos invita a dar otra vuelta de tuerca que cambia el fluir de los acontecimientos y emociona al lector, mostrando hasta qué punto esa vida cotidiana que tanto nos cansa puede llegar a ser extraordinaria. 

Lo que se me quedó después de tantos años de haber leído a Alice Munro, haber dicho "a ver cuándo leo otro libro de ella" y jamás en la vida haber cumplido (es muy difícil cuando en el mundo quieres leerlo todo) es su extrema sensibilidad al hablar de la vida de las mujeres. Siempre tiendo a orbitar en torno a las autoras (especialmente en la ficción) por que narran desde su mitad del mundo y del cielo y no hay mujer igual a otra. Para mí leer de mujeres escritas por otras mujeres no va tanto de buscar identificación sino de conocerlas (aunque lógicamente siempre encontraré alguna con la que me identifico). El caso es que, con Alice Munro, que leí justo después de emborracharme de Carson McCullers me encontré todas mis cosas favoritas de las (énfasis en las) cuentistas de Estados Unidos y Canadá (si a veces hablo de esos países sin tirarles caca, sorpresivo). 

La prosa sencilla y al grano, pero nunca estéril. La capacidad de reflejar sentimientos complicadísimos en unas cuantas frases y hacerte entender a qué se refieren, aunque sean cosas que no hayas sentido, que no te reflejen y que no vayas a sentir. Me pasa eso muy seguido eso en los cuentos de Alice Munro. Supongo que tiene sentido que le hayan dado el Nobel (aunque no es que confíe tanto en él porque me ha dado tantos disgustos como alegrías). Bueno, si les gusta leer de la vida doméstica (en general) de las mujeres, este es probablemente su libro.

Ningún lugar semejante, Nadine Gordimer

Sinopsis: Esta selección de relatos realizada por la propia autora, personalidad activa en la lucha antiapartheid, es reflejo vivo de la evolución de las actitudes sociales en África. En su escritura, a la vez fría y apasionada, destaca la precisión del gesto y de la palabra y la maestría con la que desvela las reacciones más íntimas del individuo. Para esta mujer fascinada por el relato breve, éste «...sucede, en el sentido imaginativo del término. Escribirlo es destilar... la gota vivificante —sudor, lágrima, semen, saliva— que hará arder la página». 

Lo que más recuerdo de Ningún Lugar Semejante (seguro lo leí el mismo año que a Munro, porque hubo un momento de mi vida en que tuve sincero interés por conocer a los ganadores del Nobel, nada más por saber) es su retrato del apartheid sudafricano. Me tardé mucho más en leerlo y no puedo decir que sea de mis favoritos, pero sí es una lectura que valoro bastante. Entre las cosas que retrata hay algunos cuentos de Nadine Gordimer que remiten a la esperanza y en el retrato tan cabrón de las desigualdades creo que eso es algo que nunca debe perderse.

Además que son cosas que hacen las mujeres. Muchas veces la literatura realista (y no solo esa) suele estar secuestrada por la violencia y la crudeza. Increíblemente (si lo sabe yo, que tengo todo un ensayo sobre retratar a violencia dentro de la literatura de género aka la especulativa) es posible hacer eso y aún así ser sensible y al menos eso sí recuerdo con claridad que Nadine Gordimer lo logra. Ella fue la primera autora (y creo que hasta el momento la única) autora sudafricana que leí. También de las primeras africanas. Desde que la leí he vuelto varias veces al continente porque es algo muy variado y su literatura esconde muchas cosas maravillosas.

Pelea de gallos, María Fernanda Ampuero

Sinopsis: Pelea de gallos narra desde diferentes voces el hogar, ese espacio que construye –­o destruye– a las personas, aborda los vínculos familiares y sus códigos secretos, las relaciones de poder, el afecto, los silencios, la solidaridad, el abuso... Es decir, todos los horrores y maravillas que se encierran entre las cuatro paredes de una casa: el espanto y la gloria de nuestras vidas cotidianas. 

De los que salgan en esta entrada, esta es la lectura más reciente. Y la única que hice en el 2020. Ya lo traía recomendado de una amiga y tengo un interés especial por las escritoras latinoamericanas. Si están aquí y no son nuevos, seguro ya conocen mi bias con ellas. Bueno voy a retomar un poquito lo que dije arriba y a retomar el punto en el que hay literatura que vive secuestrada por la violencia (en el sentido que es uno de los únicos retratos que se permiten y que son aplaudidos y que ganan premios), pero además es una violencia muy específica la que se retrata (el narco es un favorito) y es además un retrato bastante... soso. En ese sentido, las aproximaciones de las escritoras a estos temas me llaman la atención porque suelen tener algunas otras cosas y no sólo devastación, porque para eso me siento a ver las noticias mejor

Pelea de Gallos abre con un cuento llamado Subasta, que me gusta mucho y me impresiona también mucho por la voz que lo narra. Me encanta la burla de su voz cuando descubre que a los hombres machitos que iban a ver las peleas de gallos les daban asco las visceras de los animales, me gusta todo ese trasfondo que tiene ese cuento sobre supervivencia. El otro que me gusta mucho (aunque la mayoría me parecieron buenos) es Pasión y es porque me gustan las reimaginaciones de las cosas mitológicas/religiosas desde otros ojos y otras perspectivas (las de las mujeres), especialmente si además de todo ofenden al status quo. Pasión, si adivinan, sigue a María Magdalena. 

Pero bueno, les recomiendo leer a María Fernanda Ampuero, ecuatoriana. Sus cuentos sin duda me dejaron con los pelos de punta, pero también me encantaron.

Estío y otros cuentos, Inés Arredondo

Sinopsis: Antología de cuentos de la escritora sinaloense Inés Arredondo, verdadera escritora de culto y una de las autoras más interesantes de la llamada “Generación de medio siglo”, a la que también pertenecen figuras como Juan García Ponce y Salvador Elizondo. La antología recoge los mejores cuentos de las tres colecciones de relatos que la autora publicó en vida. La curaduría y prólogo corren a cargo del también sinaloense Geney Beltrán Félix, uno de los jóvenes críticos mexicanos más importantes de los últimos años. 

Este lo leí por una recomendación de Ale (canal Sputnik en youtube) hace muchos años. En ese entonces todavía existía una biblioteca digital a la que podías pedirle libros y esas cosas (no como ahora, que ya no). Yo recordé su existencia porque hace poco lo encontré en bookmate y recordé haberlo leído. Cuando lo hice, en un préstamo de biblioteca, me quedé fascinada con la prosa de Inés Arredondo. Escribir cuento es algo que me parece super díficil (en cualquier género) y que no cualquiera logra con facilidad, pero los cuentos de Inés Arredondo me atraparon en un momento.

Ella es una escritora sinaloense (siempre he querido hacer un mapa de qué estados de México ya he leído, algún día será ese día, pero no hoy). Se las recomiendo mucho. Me interesa mucho rescatar a las autoras mexicanas que no son tan recordadas e Inés Arredondo es una de esas que me interesaría ver más mencionada en todos lados con sus cuentos, así que aprovecho para recomendarla por aquí. Sus cuentos abordan mucho a las mujeres, a sus pasiones, a lo doméstico (eso que nos puede parecer tan mundano pero es un universo entero que se transforma bien cañón con el poder de la literatura). Recomendada, por supuesto.

La culpa es de los tlaxcaltecas, Elena Garro

Sinopsis: Los relatos de La culpa es de los tlaxcaltecas, son historias al mismo tiempo inquietantes, aterradoras y bellas en las que la existencia y la inocencia de sus personajes se llenan de grietas por donde se cuela, cegadora, una luz que profana y desvanece la realidad, la verdad fatua de la humanidad. Son seres que se sumergen en un sueño para no regresar nunca a la vigilia. Elena Garro demuestra con esta obra que la lucidez poética es un antídoto contra los dogmas de la razón, que la locura no es otra cosa sino exacerbada conciencia. Su prosa la ubica como escritora única en la escena de la literatura mexicana del siglo XX, como una presencia a veces incomoda que desde su mirada escéptica y transgresora se acerca a una reflexión sobre la vida, donde se percibe, mas que comprensión, sensibilidad metafísica. 

La culpa es de los tlaxclatecas lo leí antes de tener Kindle y fue uno de los primeros libros que conseguí digitales (porque además, que yo sepa o tenga conocimiento, cuando yo lo leí estaba descatalogado y la piratería o las librerías de viejo eran la única oportunidad de leer este libro, a saber el panorama de ahora). Elena Garro me cautivó. O sea, cómo chingados no, usando como usa el lenguaje. Elena Garro atrapa mucho y después de leer este libro juré que un día leería Los recuerdos del porvenir (algún día significa que iba a dejar que su día llegara y recién llegó este 2020).

El cuento que le da título al libro, por cierto, es mi favorito. Por sí les carcome la duda y querían saber. No hay duda de que Elena Garro es una de las mejores exponentes de la literatura mexicana en el mundo (y siempre me pregunto qué pudo haber sido si no hubiera tenido a Paz detrás) y se la recomiendo a quien se deje. Especialmente si hablamos de literatura del país (y si sale en el tema el realismo mágico, tengan por seguro que no me voy a callar). Lean a Elena Garro. No la reeditan y es una de las mejores escrituras del mundo (así que no se crean esa tontería de que a los buenos escritores siempre los reeditan). Léanla para que se siga platicando en torno a su obra y siga teniendo otras lectores.

No sweetness here and other stories, Ama Ata Aidoo

Sinopsis: In this short story collection, the award-winning poet and author of Changes and Our Sister Killjoy explores postcolonial life in Ghana with her characteristic honesty, humor, and insight. A house servant wonders what independence means in a country where indoor plumbing is still reserved for bosses. A brother tracks down his runaway sister only to find she has become a prostitute. In the title story, a bitter divorce turns tragic when the couple's only child dies of a snake bite.
(Si alguien necesita la traducción, que me lo comente aquí abajo para ponerla).

Bueno, esta es la lectura de esta entrada que no está traducida. Común. Tengo la gran ventaja de leer en inglés también y entonces conozco autoras que por unas o por otras no están traducidas al español y que publicaron en inglés porque ese es uno de los idiomas que hablan (esto del Imperio Británico en el mundo se nota) o porque están traducidas a ese idioma (cosa rara porque en inglés no se traduce demasiado).  Ama Ata Aidoo escribe historias ambientadas en la Ghana poscolonial desde diversos ejes, como ya lo menciona la sinopsis.

Este es un libro que además leí con muchas pausas. Se presta para ello. (Leer no siempre tiene que ser una carrera y por más que yo necesite tener un libro en las manos, hay libros que se van más rápido que otros). Puedes ir con los cuentos uno a uno para disfrutarlos bien. Son todos muy diferentes pero el hilo conductor de la antología es claro (no hay nada que me vuelva más loca que ver una antología con un concepto y no entender dónde está el concepto).

Si quieren leer a alguna autora africana y leen en inglés, no duden echarle el ojo a Ama Ata Aidoo.

Quién no, Claudia Piñeiro

Sinopsis: Este volumen reúne todos los cuentos y textos breves escritos por la autora a lo largo de los años, donde va dando cuenta de los temas que siempre le interesan: los secretos familiares, las cosas no dichas, los silencios, las relaciones de pareja y entre padres e hijos, las dificultades de comunicación en nuestra sociedad, los miedos que se ocultan en todas las personas, y también los miedos que afloran sorpresivamente y nos llevan a situaciones impensadas. Textos que tocan esa zona que todos compartimos, en la cual somos siempre un poco raros para los demás.

Bueno, este es el último. ¡Juro que ya acabé! (Es que esto de tener backlog de reseñas que quieres hacer, aunque sea pequeñas, es la muerte). Claudia Piñeiro es una escritora que me cae bien (como persona, leyéndola tengo opiniones variadas). Creo que su fuerte es siempre cuando me hace reír. Todavía leo Tuya y me carcajeo muy seguido con la estupidez de prácticamente todos sus narradores (muy obvia y muy adrede). Así que, lógicamente, los cuentos que más me gustan de esta recopilación (que es la única de estas que no considero redonda) son, obviamente, los que me dan por el lado de la risa. También me gustan las situaciones raras (el de las dos maletas, que no recuerdo el título, me encanta).

La recomiendo porque me parece una autora argentina importante y creo que sus cuentos son una buena manera de conocerla. Puede que no todos sean mis favoritos, pero sí tiene cuentos que representan muy bien su escritura y si de aquí quieren pasarse a las novelas, pues mejor que mejor. Claudia Piñeiro es una recomendación si les gusta la novela negra: tiene mucho material en ese sentido.

¡Ahora sí! ¡Nos vemos en la próxima entrada! Si leen alguna de las recomendaciones hechas por aquí, pueden comentarlo y contarme qué les pareció. Igual si ya han leído alguna, etc. 

El fuego verde, Verónica Murguía | Reseña

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Sinopsis: Luned no es como las demás muchachas: en sus sueños no hay sitio para pretendientes y familia. Lo que anhela es perseguir a los ciervos, trepar a los árboles y buscar madrigueras. Un día, gracias a un forastero, descubre un oficio misterioso que tal vez le proporcione un hueco en el mundo: contar historias. Será el principio de una peripecia que la llevará por senderos nunca transitados... 

Ya me volví a encontrar con Verónica Murguía... *truena los nudillos* ¡No es cierto! Este libro me gustó mucho y voy a llorar por toda la entrada. Quienes sepan de mis desencuentros con Loba los saben y ya; pasa que a veces un libro no te gusta nada y luego lees otro del autor y te gusta mucho. Eso me pasó con El fuego verde, que es la lectura de septiembre en #VolverAHogwarts (club de lectura de fantasía, al que los invito con mucho gusto si les gusta el género).

Quiero abordar la reseña desde distintos puntos, entonces voy a separar la entrada en partes, más que nada para poner orden y no ir saltando de un tema a otro sin ton ni son. La reseña no tiene spoilers, pero beware por exceso de referencias a cosas de la tradición fantástica y exceso de sentimientos de Nea.

Sobre contar historias y el poder del lenguaje

La guerra, y eso no podía explicarlo, era una en los poemas y otra en la vida real. No es que ella hubiera visto una guerra. Pero Efra había visto dos batallas, y no había nada poético en lo que vio; decía que todo fue confusión, dolor y muerte. Recordaba los gritos, el olor de la sangre, de os orines y el excremento de heridos y muertos. 

Siempre he escrito historias con elementos fantásticos. Tengo experimentos en otros géneros, como la ciencia ficción (aunque siempre acaba muy híbrida y no al gusto de los intelectuales de la ciencia ficción), el realismo (no me vuelvan a dejar escribir realismo, porque no es lo mío), pero siempre acabo volviendo, de muchas maneras a la fantasía. A finales de año pasado empecé a escribir otra vez fantasía de esa que queda en la etiquetita de fantasía épica después de años de no acercarme porque había acabado muy aturdida de cómo hacer bien los mapas y dónde van los ríos y cómo hacer que tu sistema político esto y lo otro y lo de más allá. 

Arte conceptual de Hwanggyu Kim

Léase, estaba muy trabada. No negaré que Marx influyó en mi manera de escribir sistemas políticos, pero estos jamás han sido el centro de mi fantasía, por ejemplo. Lo mágico, imaginativo y lo imposible dentro del realismo sí. Por unas o por otras, este también ha sido un año donde he leído muchísima ficción especulativa y, dentro de ella, bastante fantasía. Y yo no concibo escribir sin leer (se me ocurre imposible sentarse a escribir sin haber leído, pero luego hay quien lo hace y pues... ok, los juzgaré desde la distancia), así que entre tanta lectura empecé a descubrir hacia donde quería ir con esto de la escritura.

El fuego verde tiene como protagonistas a dos cuenteros. O un cuentero y su aprendiz, si quieren ponerse estrictos. Gran parte del libro versa alrededor del arte de contar historias, del amor por las historias y la manera en que las palabras las transforman, hacen posible que la gente se las imagine de alguna u otra manera. La prosa de Verónica Murguía está repleta de amor por las historias y un profundo reconocimiento a algunas de las historias más reconocidas del lore fantástico. Siendo Broncelandia el escenario de parte del libro, es lógico que se hable de Merlín y del ciclo Artúrico, por ejemplo; en el libro también hay múltiples referencias al Beowulf (que me dejó con ganas de leerlo, porque yo en esos lados del mundo siempre he ido más tras el ciclo artúrico y, yéndonos al sur de Europa, la mitología clásica griega y romana y ¡ojalá hubiera tiempo para leerlo todo!). Dejo un poco eso de lado porque ya lo recuperaré más adelante, ahorita quiero centrarme sobre todo en el amor a las historias y a los libros.

El chiste es que quiero hablar un poco de el amor a la tradición oral que se respira en este libro (y al preservar las historias también). Hace poco comentábamos en una transmisión en vivo de Librosb4tipos en como muchas escritoras reconocían, desde su narrativa, el trabajo de la oralidad al momento de contar historias. Ya mencioné que a mí, por ejemplo, Kalpa Imperial de Angélica Gorodischer me había trasladado hasta Las Mil y Una Noches (porque yo personalmente asocio la tradición oral a esa obra porque es de mis favoritas que algún día terminaré de leer). Me pasa algo parecido con algunos pasajes de El fuego verde, que me trasladan inmediatamente ya no sólo a los poemas épicos a los que hacen referencia, sino a todo el montón de historias que han pasado de boca en boca y que alguien decidió que merecían quedar inmortalizadas sobre el papel y así llegaron hasta nosotros.

También, por supuesto, por el inmenso poder que Verónica Murguía le concede a las palabras. A mí lo que más me importa a la hora de leer fantasía es que me dejen con esa sensación de que la imaginación es el único límite que existe (y esta no tiene fronteras, así que...). El lenguaje es sumamente poderoso porque puede cambiar la perspectiva de quien está leyendo. Una historia trágica, sólo con el poder de la palabra, puedo parecerte hermosa.

Los tres estaban de acuerdo en que tal vez esa fuera la magia de las palabras. Cuando el poeta escribía "cisne sangriento" por buitre y "árbol de lobos" por la horca, lo que acudía a sus cabezas era hermoso.

Si hacemos eso los escritores. La muerte puede volverse algo hermoso en nuestras palabras (oíganme nada más decirle a mi esposa que un personaje "tuvo una muerte hermosa", por ejemplo), la guerra puede ser algo poético si lo quieren, no el horror que es en la realidad. Y Luned, Denme y Efra, viven en esos dos mundos: el de las historias y el de las palabras terribles con significados terribles y horrorosos. Hay un pasaje en donde Luned habla de las palabras aprendidas en Corberic en contraste con los poemas y es un pasaje precioso que nos recuerda que escapamos de la realidad a través de los cuentos de hadas no porque estos sean hermosos y color de rosa (asumiré que aquí todos sabemos que no lo son) sino por las imágenes que los escritores y los poetas evocan en nosotros.

Brocelandia y otras referencias a la tradición fantástica

El escenario era el bosque. En el bosque vivió Merlín —y Luned percibió con claridad que en el nombre del mago resonaba el eco del gorgojeo del mirlo— cuando se volvió loco; en el bosque nació Peredur; oculto en el bosque acechaba Grendel, el monstruo. Las hadas y los elfos eran los hijos o padres de los árboles que ella amaba tan apasionadamente.

La fantasía no nació en un termo al vacío. Tolkien no la creó un buen día ni sacó a la Tierra Media de ninguna parte. Todos los escritores de fantasía tienen (tenemos) una tradición inmensa a nuestras espaldas. No sólo la celta ni todas las historias que hicieron que Tolkien imaginara la tierra media, sino todos los mitos, de todas partes del mundo. A mí me cansa lo predominantemente europeo en el género (más que nada porque hay un constante cierre de puertas para quien no se ciñe a unas reglas muy rígidas en el mercado) pero no quiere decir que no me guste. Por ejemplo, si yo les contara del ciclo artúrico... *dos millones de años después*. Creo que eso lo dejó claro.

Concept Art de Marco Gorlei

El caso es que además de que me gusta leer fantasía inspirada en el imaginario fantástico de América Latina (y aquí es en donde me interrumpo otros dos millones de años para hablar de La saga de los confines de Liliana Bodoc) o de cualquier otra parte que no sea Europa, también me encanta ver honrado el lore fantástico del Ciclo Artúrico, de Bretaña, Francia, los cantares medievales (amor aquí para Isolda y Tristán, por favor), porque la fantasía no nació de la nada ni la inventó Tolkien del vacío, ni ningún otro escritor. Ya lo dije: hay una tradición inmensa a nuestras espaldas.

Hay un libro que se llama Breve historia de la fantasía y tiene una cita referente al ciclo artúrico que yo aplicaría a casi todas las historias que me hicieron desear escribir fantasía una y otra vez, es esta: 

Y es que quien sucumbe una vez a la leyenda Artúrica, irremediablemente, sucumbirá mil veces más y no podrá evitar que terminan cayendo en sus manos todas las obras que resuenen con los ecos de la Dama del lago.

The Quarrel of Oberon and Titania, de Sir Joseph Noel Paton

La cosa es que a través de las páginas del fuego verde veo toda una rendición a esta tradición fantástica hermosa, el amor a los libros y a los poemas de Luned lo siento, porque se parece un poco al mío: no es tanto a los objetos como a las historias mismas (¿he mencionado ya las suficientes veces que el culto al libro como objeto me pone nerviosa?). Aunque Denme me parezca un poco creepy a veces en sus interacciones con Luned (perdón, apreciaciones personales) adoro que ella decida seguirlo para convertirse en cuentera justamente por el amor a las historias y por querer provocar los mismos sentimientos que él le causa cuando cuenta sobre Brocelandia o cuando lee el Beowulf (muchísimas veces referenciado en esta historia). También pueblan el libro y el universo de Murguía personajes como Tristifer o la Fata Titania, Reina de las Hadas.

Luned

Si el bosque de Brocelandia era el palacio, Luned jugaba a ser la reina. Las veredas alfombradas de agujas de pino eran los pasillos que llevaban a la piedra musgosa que hacía las veces de trono; los abedules y los castaños eran las columnas que sostenían el techo, entre cuyas nervaduras aparecían las estrellas. El búho era el heraldo que anunciaba su llegada.

Mi parte favorita del libro es Luned. Es una de las protagonistas que mas me ha enamorado últimamente y adoré cada uno de sus momentos en el libro. Su infancia en el pueblo y el bosque, por ejemplo, es de mis partes favoritas, porque no es un tipo de protagonista que suela tener muy seguido.

Lo comentaba una vez que estaba hablando de Black Butler (Kuroshitsuji) en tuiter y sobre Elizabeth Midford, mencionando que aunque estaban en boga las protagonistas fuertes ¡y a mí me encantan!, hubo un momento en la historia en que solían ser calificadas por su feminidad. Está bien tener esas protagonistas fuertes que se salían de la norma, como Katniss Everdeen (hola, soy Nea Poulain y Los juegos del hambre no me gustan y nunca lo he superado), pero son constantemente castigadas por la feminidad que mostraran y la narrativa pasaba el tiempo recordando que "no eran como las demás chicas" (en realidad ninguna chica es como las demás). 

Mencioné en tuiter a Elizabeth de Black Butler porque me maravilla su sensibilidad y me maravilla ese capítulo donde empieza diciendo algo como que "las chicas están hechas de cosas delicadas", haciendo alusión a las convenciones sociales (victorianas) sobre las mujeres y termina, demostrando lo fuerte que es, diciendo "pero esto es de lo que estoy hecha yo". Breve resumen. También recordé un poco una trilogía que más o menos me gusta de Kristin Cashore (Graceling, el primer libro está bien, el segundo, Fuego, es majestuoso y el tercero, Bitterblue,es normal), porque sus protagonistas, tres mujeres, son muy diferentes entre sí; mi favorita es Fuego, una arquera monstruo que sueña con formar una familia (algo que, en su condición de monstruo, le es negado) y pone de cabeza a un reino entero. 

Arte conceptual de Sergey Vasnev

Luned no tuvo miedo de este bosque antiquísimo: amaba a los árboles y sentía que los gigantes que la rodeaban la conocían. Sabía que pisaba suelo sagrado, porque no había experimentado nunca esta especie de silencio grabe y preñado de muda alegría que se hizo en su corazón.

Me gusta Luned precisamente por su sensibilidad y por su fuerza interior. Es valiente y no se traiciona a sí misma. Se esfuerza en aquello que la apasiona, como el bosque, las plantas y las historias. No es una chica como "las demás", o sea, no calza con el imaginario de lo que debe ser una chica, pero la narrativa no lo repite todo el tiempo. Queda claro siempre que Luned se sale de la norma porque su madre se desespera con ella, pasa todo el tiempo en el bosque y no tiene ningún interés en casarse. Hay varios fragmentos sobre ella muy curiosos sobre ello. En tuiter, mientras comentaba la lectura, dije varias veces que quería abrazarla y protegerla y sí, eso me inspira Luned. Aunque no es que necesite protección.

—¿Quieres morir? ¿No ser? ¿Estás loca, niña?
—No... No quiero, pero tampoco quiero ser para siempre. ¿Cómo, entonces, podría amar sin vacilaciones? ¿Gozar? Tarde o temprano todo sería mío, y perdería todo también... Olvidaría lo que soy. Un ser preso en el tiempo y la carne...

Si ya leyeron el libro, les diré que mis momentos favoritos de ella son en su viaje por el bosque de los elfos y las hadas: el capítulo de Tristifer y su plática con la Fata Titania. Son momentos poderosísimos para ella y para la historia en sí. Quiero más protagonistas tan sensibles y tan fuertes como Luned. Muchas, muchísimas más. La única pega que pongo a todo esto es que a mí, precisamente, no me encanta la relación que tiene con Denme, pero bueno, eso ya es una apreciación personal porque por algunos detalles de la narración siento que él es muy creepy a veces.

Conclusiones 

Había aprendido otras palabras terribles desde su llegada a la ciudad. Horca, picota, cepo, descuartizamiento, grillete, tortura, mazmorra, rueda de Tántalo, verdugo, mano de gloria.
Su aldea era tan pequeña que esas palabras no se usaban.
Muerte, hambre, peste, dolor, sí.
Se decía a sí misma (y hacía uso de un lenguaje nuevo, recién aprendido) que cada palabra era como un fruto, la culminación de un árbol de ideas; que cuando aprendía la palabra y comprendía su origen, la palabra la iluminada con el relámpago de la revelación.

Perdón por hacer una reseña (a estas alturas, ¿esto califica como ensayo o algo así?) tan larga. La fantasía, el contar historias y los personajes como Luned me pueden. Les recomiendo este libro porque es magnífico. Tiene algunos detallitos, pero no quiero detenerme en ellos (y además ya los mencioné arriba).

Me reconcilié mucho con Verónica Murguía. Creo que este es el libro que debí de haber leído primero, para recomendárselos miles y millones de veces. Tiene la misma prosa magnífica que amo de Loba con temas que me interesan, cosas que me apasionan y es, además, fantasía mexicana. ¡Latinoamericana! Lean a las fantasistas de este lado del planeta, tenemos muchas cosas que ofrecer.

En otros temas, también me apasiona como el libro habla de la vida y la muerte. Ese es ya un apéndice no más a toda la entrada, porque si no esto terminaba siendo inacabable y yo no sé si me van a leer o me van a mandar al carajo al párrafo y medio. Pueden leer este libro en bookmate. Ahí lo leí yo porque esa es su edición más reciente (es diferente a la primera, aviso).

—Y a ti, ¿quién te dijo que la muerte es mala? Mala es la lepra, y mala la crueldad de los demás hombres y mujeres que nos rechazan. Pero no la muerte.


Hermanastra, Jennifer Donnelly | Reseña

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Sinopsis: Isabelle no es la preciosa muchacha que ha enamorado al príncipe tras perder un zapato de cristal, sino la hermanastra fea que se ha cortado los dedos de los pies para lograr meterlos en el zapato de Cenicienta. Y ese zapato… se está llenando de sangre. Cuando el príncipe descubre el engaño, la rechaza y condena a su familia al desprecio del pueblo. Pero ella cree que se lo tiene merecido: quería ser como Cenicienta y solo ha conseguido ser mala y celosa. Ahora tiene la oportunidad de cambiar su destino y demostrar lo que las hermanastras feas siempre han sabido: ni siquiera un corazón roto basta para someter a una chica.

NO TE CONFORMES CON ROMPER EL CUENTO DE HADAS. HAZLO AÑICOS.

Hay muchas cosas que me dan risa de la sinopsis, de este libro, del hecho de que leí 250 páginas en un día para acabarlo a huevo, antes de que me siguiera dando pereza leer. Ay, esto de romper los cuentos de hadas me da mucha risa, perdón. Pero ya les explico por qué más adelante. El caso es que el libro no me gustó pero a veces encuentro interesante discutir de cosas que no me gustaron porque se abre el diálogo y esas cosas. Esa creencia de que sólo vamos a hablar de las cosas buenas me cansa mucho porque en la crítica puede haber debates increíbles y mucho diálogo (eso sí, parto de la idea que cada quien lee lo que quiere, incluidas las reseñas. 

De nuevo, como hice con El fuego verde voy a dividir la reseña en partes, para dividir los temas que quiero tratar (ya ven, no lo hago sólo con libros que me gustan mucho, aunque sí es más frecuente que me ocurra con libros queme gustaron...). Sólo juro que no estará tan larga.

El hilo negro de los cuentos de hadas

Me llama mucho la atención una corriente que no se cuanto tiempo lleva existiendo (que sé yo, yo alcé la vista y la estrategia de marketing ya estaba aquí) que se volvió una tendencia cuando los retellings de cuentos de hadas inundaron el mercado (recordarán que yo leí Una corte de rosas y espinas de Sarah J. Maas con terribles resultados porque ese libro peca de ser aburridísimo y la peor re imaginación que he visto de La bella y la bestia) después de que se publicó Crónicas Lunares (que se salvó un poquito del asunto, pero yo no los he leído, así que no opino). De repente los equipos de marketing de las editoriales anunciaban estas novelas como "cuentos de hadas más oscuros" o "cuentos de hadas para adultos". Supongo que asumían que lo único que su público conocía eran las adaptaciones de Disney porque de otra manera no se explica como demonios vi campañas y campañas del estilo y como vi cuarenta mil portadas como Hermanastra.

Ilustración de Gustave Doré

Hermanastra acaba allí donde termina la Cenicienta, en esa versión en que la Madrastra obliga a sus hijas a cortarse los dedos para que los pies les puedan entrar en la zapatilla. Ese es el inicio de la historia y me pareció de repente que Jennifer Donnelly quería rescatar esa versión y desarrollarla más. Lo cual es una excelente intención. Reimaginar los cuentos de hadas, reinventarlos, crear a partir de ellos es algo que me encanta. El problema viene siendo cuando, aun cuando los autores no lo hagan a posta (Donnelly siento que no lo hace con esa intención, simplemente quiere agregar a la historia), las editoriales por todos lados me están vendiendo estas cosas como cuentos de hadas más oscuros.

Me pregunto. ¿Habrán leído las recopilaciones de Grimm, Perrault (mi indiscutible favorito porque marcó mi infancia), los cuentos de Hans Christian Andersen? ¿Habrán... leído? La idea de que los cuentos de hadas son rosas viene, sospecho, de Disney. También de la idea que son para niños (sí, para niños de cero y hasta más de cien años, ridículos) y que todas las cosas para niños tienen que ser rosas en el sentido de bonitas, felices y sin ninguna cosa triste (lo que es, mi opinión una soberana estupidez, porque sólo me hace pensar que consideran a los niños estúpidos). En fin, todas esas campañas de hacer los cuentos de hadas más oscuros o "volver a los cuentos de hadas originales" (considerando que lo que tenemos son recopilaciones que nacieron desde la tradición oral en muchísimos casos...) me matan, lo juro. Parece que acaban de descubrir el hilo negro y no asomarse a una tradición que lleva siglos sobre la tierra. (Y no, se llevan escribiendo reinterpretaciones de los cuentos de hadas desde que el mundo es mundo y si quieren unas muy buenas, recomiendo La cámara sangrienta de Angela Carter).

Ilustración de Gustave Doré

En fin, llegué con interés al libro de Jennifer Donnelly porque, al menos, prometía escribir la historia después de Cenicienta, la historia de las hermanastras y la premisa no se veía mal (además era la lectura de un club de lectura, no iba a decir yo que no) y me gustó la manera en la que empezaba la historia (con el Azar y las parcas, elementos de la fantasía del libro tremendamente desaprovechados en un intento de hacerlo más "realista" creo), además del punto de comienzo para las hermanastras de Cenicienta. Y... ya. El resto del libro se pierde en reivindicar cosas (todavía siendo a la autora gritándome) en vez de contar una historia con esas cosas que pretende reivindicar, desaprovecha todos los elementos fantásticos que mete (con excepción de la Reina de las hadas) y es una gringada suprema.

Personajas fuertes

En mi adolescencia me emocionaba mucho por el prototipo de "personaje feminimo fuerte". Se los juro. Muchísimo. Para mí Hermione Granger fue un antes y un después en mi vida porque yo era igual de ñoña y en ese momento buscaba identificarme con cualquier cosa. Nunca me ha sido muy difícil identificarme con personajes, pero una tan idéntica a mí me encantaba. Y después me siguió pasando con muchos personajes (Hester Shaw de Máquinas Mortales, Momo...). Y luego llegó el boom con Katniss Everdeen y acabé descontenta. Me estaba pasando algo con los personajes femeninos fuertes. No porque haya algo malo con ellas per se; Katniss me parece muy interesante para hablar de salud mental, con todo y que yo deteste a morir la trilogía de Los Juegos del Hambre. El problema es que de repente los personajes femeninos fuertes eran aquellos que entraban en un rol masculino y nada más.

Me explico: personajes fuertes eran las guerreras que daban patadas y reventaban cabezas de la nada en historias con un subtexto que despreciaba abiertamente lo femenino. Me gustan, en cambio, las personajas que van contra esa norma (Elizabeth, en Black Butler, es un ejemplo) y que demuestran que algunas cosas "típicamente masculinas" no están peleadas con otras "típicamente femeninas". O personajes que demuestran que no sólo hay fuerza en la pelea, sino en la inteligencia (¿por qué creen que me gusta Hermione Granger?), en la compasión (Luned, de El fuego verde, de quien hablé tanto la entrada pasada), en el cuidar a otros, en la resiliencia. 

 En el caso de Hermanastra, me resultaba especialmente atrayente Tavi, la otra Hermanastra, apegada a las ciencias y a los libros. Sus ansias de estudio me resultaban maravillosas y los desastres en los que se metía (como el queso maloliente) me hacían sonreír. Una chica a la que le gustaban las matemáticas y quería estudiar en vez de ser una esposa para el resto de su vida. Es algo bonito. Lástima que sus diálogos parecieran exposiciones aburridas de secundaria escritos sin ninguna clase de amor y no tuviera personalidad más allá de eso. Isabelle estaba mucho mejor formada en ese sentido, buscando los pedazos de su corazón. Sin embargo, me decepcionó un poco que acabara finalmente en ese prototipo de personaja que sirve para reventar cabezas cuando durante toda la historia se demostró que además de sus habilidades para la pelea, también era compasiva con los suyos a su manera y era protectora. 

En fin, lo que no me gusta tanto de la historia es el subtexto. Siento que es algo que la autora no supo manejar. Está ahí gritándote constantemente, sin ni intentar usar el lenguaje a su favor para gritarte "¡mira lo feminista que soy! ¡mira lo woke que soy!". No me gusta eso. ¿A mí que? Que bueno que seas woke, oye. Quiero una historia, no que te cuelgues medallas en la frente. Quiero que tu historia me transmita ese mensaje, no que salgas de entre las páginas a tratarme como una lectora pendeja. En fin. Creo que hay pensar a los personajes más allá de la gringada woke, construirlos con cariño para que no acaben hablando como robots de secundaria (de verdad qué tristeza me da Tavi, porque su personaje pudo haber sido entrañable) contestando con desgana a las preguntas del profesor.

Conclusiones y otras cosas

Muy bien, ya no me quiero extender más respecto a la reseña. Creo que lo único que me gustó fue Tanaquil, la Reina de las Hadas (y lo digo con reservas, porque de verdad le busqué cualidades redentoras a este libro, pero de gringada no pasó) porque fue el único elemento de fantasía que me pareció bien aprovechado. El resto quedó diluido en la nada (¡las parcas! ¡Azar! ¡Desaprovechados totalmente!). Los personajes no me parecieron formados muy bien con la excepción de Isabelle (y eso sólo porque a ella se le dedican más páginas).

Ilustración de Gustave Doré

Mi conclusión del libro es que fue una gringada. No hay otra forma en la que yo pueda describirlo. Sentí que los personajes se movían y hacían cosas y hablaban y que el texto me intentaba contar algo, pero de lejos y de repente salía la autora a tratarme como si no fuera suficientemente lista para entender su subtexto. Y eso, miren, yo no lo aguanto. 

¿Recomedarlo? O sea, sinceramente no, pero si les gustan las cosas basadas en cuentos de hadas es probable que igual les guste y yo no voy a detenerlos de que lo intenten. Cada libro tiene su público. Total. Nos vemos en la siguiente reseña.

11 libros para 11 años

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El año pasado festejé diez años de estar y escribir en la blogósfera. No es una trayectoria que se dice pronto: son años y años de lecturas y de escribir lecturas. Abrí este pedacito del internet cuando tenía trece años y toda mi adolescencia está contenida aquí. Ahora también mis veintes (porque me acerco a los veinticinco). Durante estos años, varias veces he mencionado que leo a un ritmo mucho más rápido del que puedo reseñar, incluso cuando soy selectiva con qué reseñas voy a escribir. Por ello, decidí festejar este onceavo aniversario recomendando un libro por cada año que llevo aquí. Todos estos libros son libros que leí ya teniendo el blog y no reseñé nunca o que leí antes incluso de tenerlo. Son libros de los que quizá he hablado en mis redes sociales, pero que no han tenido una entrada para ellos solos o no han tenido su lugar en una compilación de reseñas. Lo hay de todo. Poesía, narrativa. Todo. Sin más que decir, empecemos.

Entre los rotos, Alaide Ventura

Sinopsis: Una joven encuentra la colección de fotos de su hermano menor. No entiende por qué Julián decidió conservar esas imágenes. No retratan momentos particularmente alegres, por el contrario, casi todas pueden verse como la antesala de una catástrofe doméstica. Pensándolo bien, eso fue su infancia en Veracruz: la antesala y las secuelas de una catástrofe continua, la construcción minuciosa de las ruinas que son ella, su hermano y su madre. Su padre, un hombre imprevisible y violento, los lastimaba a la más arbitraria provocación. Julián, sin embargo, siempre se llevó la peor parte, por lo que encierto momento, alzó una muralla de silencio para protegerse a sí mismo. Pero el silencio tiene la capacidad de contaminarlo todo con su propia forma de violencia. 

Ya les había contado de Como caracol...de esta misma autora, un libro juvenil que aborda la vejez y las labores de cuidados dentro de las familias que me gustó muchísimo porque me recordó a mi mamá. Entre los rotos aborda una catástrofe doméstica a través de una colección de fotografías que la protagonista encuentra entre las cosas de su hermano menor. Hace mucho ya les había contado que a mí la violencia como trama única de un libro era una cosa que ya no me estaba funcionando porque toda la literatura contemporanea estaba secuestrada por ella (y por el narco).

Me parece lógico ver ese fenómeno en un país como México, pero siempre ando buscando otras cosas. Alaíde Ventura me mantuvo pegada a este libro contandome la historia (tragedia) de una familia y me maravilló la capacidad de convertirla en una guerra. (Aunque, viéndolo en perspectiva, es lo más lógico). Sobre el libro, quiero decir que el contar una historia a través de lo visual (las fotos) es algo que me gusta mucho hacer a mí y que en parte por eso me gustó el libro y me interesó tanto el personaje de Julián. Entre los rotos es una historia complicada, sí, pero finalmente es una guerra. Cuatro frentes. No hay sobrevivientes.

Certain Dark Things, Silvia Moreno García

Sinopsis: Welcome to Mexico City, an oasis in a sea of vampires. Domingo, a lonely garbage-collecting street kid, is just trying to survive its heavily policed streets when a jaded vampire on the run swoops into his life. Atl, the descendant of Aztec blood drinkers, is smart, beautiful, and dangerous. Domingo is mesmerized. Atl needs to quickly escape the city, far from the rival narco-vampire clan relentlessly pursuing her. Her plan doesn't include Domingo, but little by little, Atl finds herself warming up to the scrappy young man and his undeniable charm. As the trail of corpses stretches behind her, local cops and crime bosses both start closing in.Vampires, humans, cops, and criminals collide in the dark streets of Mexico City. Do Atl and Domingo even stand a chance of making it out alive? Or will the city devour them all? 

Este lo leí hace varios años, por puro interés de saber qué libro de una autora mexicana se publicaría en inglés y sería fantasía urbana sobre vampiros en una suerte de México distópico (más o menos, el DF simplemente se volvió ciudad estado en una increíble demostración de centralismo y que el resto del país le hiciera como pudiera con las hordas de vampiros). Ya lo mencioné cuando reseñé Gods of Jade and Shadow, una novela de fantasía histórica de la misma Silvia Moreno-García, pero me gusta mucho como recupera los mitos de diferentes pueblos originarios de México para sus historias. 

De este libro me gusta el tono oscuro y meláncolico. Los dos protagonistas, Atl y Domingo, son personajes que me parecieron muy bien formados y que me hacían querer seguir su historia (hay policías, pero me dieron más o menos igual porque ya no me gustan las historias de policías) y averiguar si lograban cruzar la frontera sur (la manera en la que Silvia Moreno-García narra viajes me gusta). Creo que este libro es la prueba de que desde México se pueden escribir historias de vampiros que no sean copia de las gringadas actuales y que me encanta.

Sólo por ser mujer, Sol Ceh Moo

Sinopsis: Sol Ceh Moo, escritora maya peninsular, ha elaborado una importante narrativa con una clara evolución lingüística, cultural e histórica. Su liderazgo literario se encuentra basado en traspasar los temas acotados por tradición a la literatura indígena. Ha logrado romper paradigmas, que marcaban la delimitación para lenguas originarias. Su narrativa en conjunto es una literatura de denuncia étnica. Sus obras resultan un valioso análisis crítico sobre patologías sociales que en ocasiones se mimetizan para pasar desapercibidos. La situación actual de los indígenas, las desventajas sociales han creado una enorme brecha histórica entre la cultura oficial y la cultura indígena. Entonces, no resulta sorpresa que Sol Ceh Moo entregue esta novela, en donde la discriminación tiene un papel preponderante en la vida de la mujer indígena, a la que ella le da forma, en un interesante trabajo literario con enfoque jurista, acompañado con una incisiva carga de doble moralidad. 

Este libro fue lectura de este año en Librosb4tipos. Lo leímos en Julio. Curiosamente, se suele creer que todo libro en México se escribe en español, ¿no? Ya saben, esa tendencia a ignorar todas las lenguas que se hablan en el territorio. Sólo por ser mujer es un libro que se escribió en maya y se editó de manera bilingüe. Se puede acceder a él de manera gratuita, aquí les dejo el link. Cuando lo leemos en español estamos leyendo una traducción al español. 

Sólo por ser mujer narra la historia de una mujer tsotsil y a la que el sistema judicial le falló mucho y de muchas maneras. Le pensé mucho a esta historia porque no me voy a cansar de repetir de que la violencia como trama única me cansa y de repente me pasaba eso con la protagonista: ¿qué mas cosas podrían pasarle?, ¿estaba yo leyendo una tragedia para regodearme en "pobres las vidas de las mujeres indígenas" o había algo más? El libro me cayó la boca, pero de repente tengo dudas. No dudo de que haya gente que se quede en eso "pobres las vidas de las mujeres indígenas" y luego enarbole banderas de salvador blanco sin escuchar nunca a esas mujeres que pretende... salvar. Sin embargo, no es lo único de lo que habla el libro. Los invito a leerlo para que conozcan la literatura maya en el país.

Un montón de escritura para nada, Sara Uribe

Sinopsis: Después de Antígona González, un poemario que marcó un punto de inflexión importante en nuestras letras, la poeta presenta ahora Un montón de escritura para nada (Dharma Books, 2019): un libro desconcertante que desmitifica de una vez por todas y de tajo la figura del poeta, como vate inspirado y empoderado, y lo muestra como un trabajador más en la cadena, cercado por un sistema literario opresivo y altamente masculino.  

Este libro fue mi primer acercamiento a Sara Uribe (y lo leí en bookmate). Ya la conocía porque un Guadalupe Reinas (ese maratón de lectura maravilloso de Librosb4tipos) muchas leyeron Antígona González y desde entonces tenía la curiosidad por leer algo de su poesía. Un montón de escritura para nada me interesó por la manera en la que desacraliza la figura del poeta (en general, esto de sacralizar la escritura me trae conflictos porque se construye un mito entorno a quienes escribimos y luego resulta que sólo estamos escribiendo cosas en pijama, cuando el tiempo no deja). No me gustan los mitos, especialemente en torno a las escritorAs. Muchos las convierten en Reinas (como un halago y les juro que entiendo de dónde viene), pero se nos olvida que muchas veces escribimos en lugares llenos de ruido, papeles, servilletas y en momentos en los que el capitalismo nos deja. No somos tan reinas como proletarias.

Además, la poesía de Sara Uribe en este libro también habla de modelos editoriales caducos y le abre la puerta a las alternativas. Me lo leí con calma en medio de un maratón de lectura (prefiero leer los poemarios así, poco a poco, entre otras lecturas, aunque de repente hay algunos que se me pegan y no me sueltan). Si quieren conocer un poco a Sara Uribe, definitivamente lo recomiendo.

Nefertiti, Jacqueline Dauxois

Sinopsis: Jacqueline Dauxois nos transporta de la mano de la enigmática Nefertiti a una época fascinante en la que se suceden bodas divinas, incestos reales, usurpaciones y asesinatos, además de las diez plagas que azotaron Egipto. La historia de una reina de espléndida belleza, la esposa del faraón Ajenatón, que sería la instigadora de la mayor revolución religiosa de la Antigüedad, que impuso en Egipto el culto a un dios único, que dio seis hijas al faraón, quien se casó con tres de ellas. Pero la autora va todavía más lejos, pues sería un error conformarse con esta parte de la historia, cuando algunos egiptólogos afirman que, tras la muerte de su esposo, reinó sola, una hipótesis cuyas sorprendentes perspectivas explora esta novela. ¿Y si Nefertiti fuera el misterioso faraón de la Biblia? ¿Y si hubiera sido ella quien se enfrentó a Moisés? 

A este libro sí le escribí reseña (lo descubrí paseando por mis archivos) pero no me gustó (siento que estaba muy mensa cuando la hice) y está en un blog que murió, así que simplemente decidí volver a escribirla. Nefertiti de Jacqueline Dauxois es un libro que mis papás compraron por ahí en el 2003 en la Comercial Mexicana por treinta pesos. De esas ofertas que no vuelven porque los libros se descatalogan (desde entonces me interesa encontrarlo). Yo lo leí estando en secundaria y desde entonces me obsesiona. De eso ya pasaron diez años. Elegí remarcarlo específicamente en estos once años del blog porque la figura de Nefertiti tal cual la cuenta ese libro (una mujer que desea más que nada ser Faraón) me interesa de una manera quizá poco sana.


Leí mil y un veces como se enamoraba de Ajenatón/Akenatón, leí mil y un veces el drama de los faraones que se casaban con sus hijas (pues su descendencia tenía que ser de la sangre de la Esposa Real, de los dioses), leí mil veces a Nefertiti enfrentarse a Moisés y la vi caer. La prosa de la escritora me sorprende, como se sitúa en el egipto faraónico. (Y es que, aunque hoy en día alce la ceja ante el uso de faraona como elogió porque entre otras cosas a mi esnobismo le da curiosidad remarcar que en teoría no tiene femenino y Hastshpsut la Constructura fue Faraón... bueno, Reina-Faraón más concretamente y Nefertiti quizá también, aunque es pura especulación, las figuras de estas mujeres me interesan mucho...; desde la distancia, claro). Si algún día lo ven, léanlo

Masters of Death, Olivie Blake

Sinopsis:  This book is about a real estate agent—only the real estate agent is a vampire, and the house she has to sell is haunted, and the ghost haunting the house has been murdered, and he has no idea how he died. This book is also about a medium, and though this particular medium is definitely a shameless fraud, he isn’t entirely without his uses—seeing as he’s actually the godson of Death. When Viola Marek seeks out Fox D’Mora to help her with her ghost-infested mansion, he becomes inextricably involved in a quest that neither he nor Vi expects (or wants). But with the help of an unruly poltergeist, a demonic personal trainer, a sharp-voiced angel, a love-stricken reaper, and a few high-functioning creatures, Vi and Fox soon discover that the difference between a mysterious lost love and an annoying dead body isn’t nearly as distinct as they thought.

A Olivie Blake la escogí para esta entrada porque la conocí en 2018 leyendo fanfics de Harry Potter (es una excelente fanficker) y descubrí que tenía algunos libros de fantasía autopublicados. Le di la oportunidad y no me decepcionó para nada. Su lore con la muerte siempre ha sido fantásico (dentro de los fanfics, jugando con sus reglas, y fuera de ellos). Fox D'Mora es el hijo de la muerte. O más bien, ahijado. Al rededor de él se mueven otros personajes curiosos: reapers, ángeles, vampiros y todo tipo de criaturas fantásticas que viven entre las sombras y a plena luz del día y, finalmente, un fantasma que se niega a permitir que vendan la mansión de su familia 

Me gusta el cuidado que Olivie le pone a la fantasía de sus historias y a los personajes. No me cabe duda que es una escritora character-driven (si es que podemos hacer esas distinciones) y que de las mejores cosas que ofrece son personajes que nunca jamás serán planos (acordarte de que tus personajes son personas, qué difícil es si son idealizados), que cometen errores, tienen pasiones, aciertos y dentro de todo, son humanos por cómo nos reconocemos en ellos, por más que sean la Muerte misma. Si les gusta la fantasía urbana y las historias de criaturas que viven entre nosotros, Masters of Death es su libro. Es autopublicado y está bastante accesible en Amazon.

Gravedad Artificial, M. T. Anderson

Sinopsis: Titus y sus amigos viven completamente sometidos por un transmisor implantado directamente en su cerebro, que piensa por ellos y les dice todo lo que deben hacer y comprar. Entonces conocen a Violet, una chica a la que le importa lo que está pasando en ese frenético mundo y que cambia todas sus creencias.

Violeta... ¿Violeta? Hay una historia que te voy a seguir contando. Voy a seguir contándotela. Tú eres esa historia. No quiero que olvides. Cuando despiertes, quiero que te recuerdes. Yo voy a acordarme. Existes mientras te recuerde. Mientras alguien te conozca. Yo te conozco tan bien que podría manejar un simulador. Ésta es la historia

M. T. Anderson es uno de mis grandes referentes en la ciencia ficción. Lo digo aunque sea gringo (sorpresivo) y aunque sea vato (sorpresivo también). No es el único, pero sí fue uno de los primeros que me hizo decir "quiero escribir ciencia ficción así" cuando cerré este libro. Antes de Gravedad Artificial había leído ya Paisaje con Mano Invisible(también, como este libro, editado por FCE) y lo reseñé aquí porque me fascinó. Ante todo, me encanta su crítica al capitalismo en el que todo es una mercancía y lo humano de su narrativa. Sí, es uno de mis referentes. Sobre todo porque Gravedad Artificial es un romance en clave de ciencia ficción y una crítica a esa vida que va tan rápido y sin detenerse. 


Creo que es de mis libros favoritos en el género (y es un género que tengo plagado de autoras, nótese, que un vato sobresalga es raro, pero es que me cansa la hard sci-fi que les gusta tanto) y de esos libros juveniles salidos de los Estados Unidos que sí me gustan muchísimo. Además, las traducciones del FCE siempre han sido muy buenas en México y es otro punto a su favor. Recomendadísimo.

La séptima expedición al Malabí, Gabriel Sáez

Sinopsis: Seis expediciones se organizaron al reino de Malabi y ninguna regreso. Ahora intentan desentranar ese misterio el Viejo Stefano, un inventor, y Meronik, un joven cuyo oficio es imaginar. Acompanados del loro Truman, inician su peligroso viaje por el rio Kamini, que no se sabe a donde conduce. A medida que avanzan, descubrirán que cada provincia de Malabi es como la pieza de un rompecabezas que los llevara a encontrar algo que no buscaban pero en el fondo deseaban fervientemente. Un viaje prodigioso por parajes y dimensiones desde el recuerdo hasta el deseo. 

Dos vatos juntos para que no crean que sólo hablo de autoras. No es cierto. A veces también hablo de ellos. Grabriel Sáenz es un escritor uruguayo y lo único que sé de él es que escribió La séptima expedición al Malabí, publicado en la colección A la orilla del viento, serie azul, para los grandes lectores. Si me conocen poquito ya saben que dos años seguidos vendí libros del FCE en ferias del libro y no les puedo explicar la cantidad de veces que intenté vender este. Lo logré con un puñado de niños y adolescentes, porque a niños que no leían tanto les parecía algo más complicado y a niños que leían más, el hecho de que estuviera en la serie azul los detenía. A mí me fascina.

Me gustan los libros de viajes y de descubrimientos y este es uno de ellos. Van dos hombres y un loro por un río que no saben a donde conduce, encontrándose con las historias (colectivas y hermosas) de todas las provincias del Malabí a su paso. Este es un libro que siempre recomiendo si tienen conocidos a los que les gusten los libros de aventuras y esas historias de fantasía en las que todo se desencadena con un viaje. ¡Además, tiene un detalle precioso! Hay una provincia en el Malabí donde tus sueños se hacen realidad. Puedes, incluso, soñar con la mujer de tus sueños y aparecerá frente a ti. ¿Se imaginan las implicaciones que tiene eso? Léanlo, creo que es un libro que merece más reconocimiento del que tiene.

Momo, Michael Ende

Sinopsis: Momo es una pequeña niña que vive en las ruinas de un anfiteatro de una gran ciudad italiana. Es feliz, buena, cariñosa, con muchos amigos, y tiene una gran virtud: la de saber escuchar. Por eso, es una persona a la que mucha gente acude para desahogarse y contar las penas, ya que ella es capaz de encontrar una solución para todos los problemas. Sin embargo, una amenaza se abalanza sobre la tranquilidad de la ciudad y pretende destruír la paz de sus habitantes. Llegan los Hombres Grises, unos extraños seres que viven parasitando del tiempo de los hombres, y convencen a la ciudad para que les entregue su tiempo. 

Siempre he deseado perderme en Fantasia y viajar con Atreyu. Lógico que Michael Ende sea un referente mío muy claro. El problema es que tengo veinticuatro años y siento que los Hombres de Gris me andan persiguiendo. Todo lo que oigo tiene que ver con cómo ser productivo, perder el tiempo está mal. De repente, en mi adultez, me encontré con una sociedad que venera a los hombres de gris que chupan el tiempo y no se detiene ni un momento y me abruma. En parte, por eso estoy hablando de Momo aquí. En parte es porque simplemente me gusta mucho Momo y la tortuga y la historia de una niña que llegó a vivir de la nada en un Anfiteatro.

Leí Momo de niña y me gustó mucho. Le entendí un poco, pero no puedo decir que haya entendido el peso de la persecusión de los hombres de gris hasta ahora. Me llega mucho más ahora que voy a cumplir veinticinco y estoy, con desesperación, buscando un lugar en el mundo. Por eso, si también se sienten un poco así, lean Momo. Si ya lo leyeron, vuelvan a sus páginas. Si no, sumérjanse en ellas por primera vez. Respiren hondo y tomen un tiempo que sea sólo para leer. Momo es maravillosa.

El sabotaje amoroso, Amélie Nothomb

Sinopsis: Presentamos ahora la segunda novela de Amélie Nothomb, y una de las mejores. Si en Metafísica de los tubos exploraba su singular autobiografía hasta los tres años en Japón, en El sabotaje amoroso recoge las conmovedoras vivencias de su infancia posterior en China. En el gueto de los diplomáticos, en Pekín, la narradora, que entonces tenía siete años, se enamora de una bellísima niña italiana, Elena, quien le enseñará todos los padecimientos del amor. En la senda de Lolita y de Ada o el ardor, transita aquí la mejor narrativa joven de la actualidad.

Creo que ya se dieron cuenta de más o menos como estoy estructurando este asunto. Libros con temas que me interesan, libros que me llegaron, libros de mis referentes. Amélie Nothomb es esa escritora contemporánea que leo sin reservas. Me encanta el valor que le da a su propia imaginación a través de sus historias. El sabotaje amoroso es una de sus novelas autobiográficas, como Estupor y temblores y Ni de Eva ni de Adán, que ya he reseñado en el blog. En esta cubre una parte de su infancia que pasó en China, puesto que su padre es diplomático. 

Además de hablar del amor, como dice la sinopsis, puesto que Amélie se enamora de Elena y descubre cuánto se puede sufrir por amor, también narra una guerra en miniatura que pelean los niños que viven en el gueto de los diplomáticos. Adoro cómo Amélie narra su propia vida. Es esa escritora que, cuando no tengo nada que hacer y quiero asomarme a la imaginación de alguien más, busco sin dudar. Y a ella, curiosamente la conocí porque tengo un blog y leo blogs, así que suena a buena adición en esta entrada.

Bordados, Marjane Satrapi

Sinopsis: Una tarde cualquiera, mientras los hombres hacen la siesta, las mujeres se reonen en el salon y hacen un to. Mientras beben, airean su corazon. Poco a poco, cada una de ellas explica una experiencia vital que les ha marcado para siempre: matrimonios concertados, infidelidades que les han cambiado el futuro y lo m's importante de todo, tener que mantener la virginidad hasta el matrimonio, una cosa que, en los tiempos modernos, a veces no es siempre posible. Bordados es un duro retrato sobre la situacion de la mujer en Oriente Medio y sobre la mejor manera de sobrevivir.

La última, finalmente es Marjane Satrapi con otra novela gráfica autobiográfica. De Marjane siempre me ha sorprendido cómo narra sus sueños y vivencias y como narra las relaciones entre mujeres. Bordados es una novela muy sencilla, donde varias mujeres se juntan (siendo Marjane la más joven, puesto que son reuniones de su abuela) y platican. Cuentan sus vidas mientras hacen algunas labores, hablan de los hombres, de sus amores, de sus experiencias. Nada me gusta más al escribir de la vida de las mujeres que reconocerlas a ellas como personas.

Así que me parece adecuado recomendarlo en mi undécimo aniversario porque aquí se habla mucho de mujeres en la literatura y de mujeres que escriben y reconocer que son personas es una de las cosas que más me gusta (y uno diría que es imposible que no pase, pero la retórica de "mujeres dulces angelitos incapaces de hacer nada malo) de repente sí aparece mucho en la literatura. Por eso, los invito a leer Bordados, de Marjane Satrapi. 

Y hasta acá llegamos. Once años, once libros.

Escritoras de fantasía | Femme Fantale 2020

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Un día en una conversación de Telegram, una amiga me pasó un bingo de prompts y me dijo que era un maratón de lectura. Lo hizo con toda la intención de que yo decidiera hacerlo porque este maratón, el Femme Fantale, es bastante libre en cuanto a prompts (puedes mezclarlos como sea y hacer lo que sea) y está dedicado a leer mujeres que escriban fantasía y ciencia ficción. Mis meros moles, pues. Dicho eso, me uní y elegí algunas lecturas. No llené todo el bingo y junté varios prompts porque era un readathon de ocho días nada más, pero sí leí algunas cosas de las que quiero platicarles.

Además de los libros que menciono en esta entrada también leí El castillo en el aire de Diana Wynne Jones, la segunda parte de El castillo ambulante (para cubrir Europa, libro de antes del 2000 y libro de una serie), pero tengo otros planes sobre ese libro, entonces lo abordaremos después en el blog (ya verán, puede que me tarde, pero valdrá la pena). Así que, sin más que decir, vamos allá.

Auliya, Verónica Murguía

Sinopsis:  El encuentro de Auliya, una muchacha coja en trance de descubrir la magia blanca, y Abú al-Jakum, héroe joven que busca el mar, desencadena en este libro una conmovedora sucesión de portentos novelescos. Escrito con una prosa evocativa y precisa, Auliya, primera novela de Verónica Murguía, es al mismo tiempo un cuento filosófico y un relato fantástico que combina, con una asombrosa naturalidad, la erudición arábiga y el temperamento narrativo. Esta novela, leyenda del amor y el desierto, presenta el trueque de los poderes más sugestivos y tiernos de la imaginación: el agua y la tierra, la pubertad y el valor, el reino animal y los genios malignos, la búsqueda y los caminos del aprendizaje. 

Después de leer El fuego verde, libro de Verónica Murguía que me maravilló muchísimo, decidí que tenía que leer Auliya. Nada más el título me evocaba a Las mil y una noches y esa obra es una de mis lecturas intermitentes (mi mamá sabe en qué noche voy, es de las lecturas que son para siempre y por siempre) desde que tengo la edición que más tarde sacó Atalanta en el kindle. Conforme lo iba leyendo más me iba convenciendo de que Verónica Murguía estaba expresando su amor por Las mil y una noches entre las páginas de Auliya; para no quedarme con la duda, busqué a ver si ella misma había dicho algo al respecto. Habla de Auliya como una obra ambientada en una Edad Media conjetural, en el desierto, en el Magreb árabe (apunte al margen, esas historias me gustan mucho y es por ello que un libro que SÍ me gusta de Laura Gallego, para variar, es La leyenda del Rey Errante). Dice la propia Verónica Murguía en una entrevista que pueden leer aquí:

Quise escribir La noche mil dos porque Las mil y una noches me abrió un universo que aún no se agota para mí, pero luego me enteré que existe una novela formidable que se titula así, de Roth. [...]. En ese libro quise hacer una exploración del legado árabe que hay en el español, de los centenares de palabras que heredamos de ellos, de la extraordinaria  complejidad  de esa cultura y  de un paisaje tradicionalmente asociado con la revelación y el espíritu: el desierto.

 Auliya es una historia maravillosa de una mujer que puede escuchar a los animales y tiene una relación muy interesante con el agua (en un lugar donde las lluvias son un milgaro). Cuida de un hombre al que salvan de un djinn en su aldea y sueña con la playa, un lugar que quiere conocer. Todo en el libro evoca a Las mil y una noches, algo que reconocerán si se han acercado a la obra. La novela es un viaje, tanto en el interior de Auliya como en el exterior. La personaja sufre varias transformaciones a lo largo de la novela. No me es tan entrañable como Luned de El fuego verde, quizá, porque me identificó más con Luned en otras cosas, pero Auliya es igualmente impresionante y una de las cosas que más me impresionó del libro fue su determinación.

Aprendió el nombre de las constelaciones. El cielo se convirtió en un tapiz de luces, lleno de espadas, guerreros y dragones que se movían en una danza infinita. Auliya, analfabeta, leía el gran libro del mudo. Lo hacía con mucha concentración y nada podía distraerla.

Murguía escribe con un lenguaje muy poético que a mí me encanta (luego eso no está tan bien visto porque ahora hay una tendencia a ponernos Marie Kondo con el lenguaje, pero voy a ignorar esa tendencia amablemente) y nos regala, desde Latinoamérica (algo que es indudable, pues aun hablando del Magreb árabe, escribe desde aquí) una obra de fantasía impresionante. Definitivamente es una autora que me encanta tener en mis referentes. Como nota, este libro cumplía con la consigna de Norteamérica y libro único. 

The Terracotta Bride, Zen Cho

Sinopsis: In the tenth court of hell, spirits wealthy enough to bribe the bureaucrats of the underworld can avoid both the torments of hell and the irreversible change of reincarnation. It's a comfortable undeath … even for Siew Tsin. She didn't choose to be married to the richest man in hell, but she's reconciled. Until her husband brings home a new bride.Yonghua is an artificial woman crafted from terracotta. What she is may change hell for good. Who she is will transform Siew Tsin. And as they grow closer, the mystery of Yonghua's creation will draw Siew Tsin into a conspiracy where the stakes are eternal life – or a very final death.

Una de las grandes desventajas de buscar fantasía es que se traduce poca. Y se traducen un exceso de gringadas al año porque esas venden más que autores desconocidos de otras partes del mundo. Zen Cho es originaria de Malasia, aunque vive en Reino Unido. The Terracotta Bride es un libro muy pequeñito (una novella de apenas poco más de diez mil palabras) en los que habla del inframundo y la muerte. Su estética me pareció maravillosa y, buscando en goodreads, encontré que había quien había catalogado el libro también dentro de la ciencia ficción (con el asunto de la novia de terracota es comprensible). El asunto de las hibridaciones me parece muy interesante de abordar porque ambos géneros me gustan, pero ambos géneros tienen muy marcadas sus estéticas y son hermanos, nada más. Hibridarlos es difícil y muchas veces esas hibridaciones son muy raras: historias de ciencia ficción con una bruja que sale dos líneas y ya te dicen que hay fantasía, historias de ciencia ficción que en vez de fantasía, son más híbridos del realismo mágico (que es maravilloso y lo que sea, pero ustedes me entienden). En fin, creo que Zen Cho hace un gran trabajo sobre eso y su estética definitivamente salió de la fantasía y el folclore de Asia del este y del sur (especialmente del primero).

"This time, let us hope you will get to be old," she said. "It is great suffering to know youth only".

Es una lástima que no este traducido, pero si leen en inglés definitivamente lo recomiendo. Me movió muchas cosas por dentro su manera tan sútil de hablar de amor, pero tan presente en cada una de sus líneas. Cuando comienza puedes no saber muy bien a dónde va, pero poco a poco te va enredando entre sus páginas y cuando te das cuenta, empiezas a entender el amor entre los personajes, el destino, sus vidas en el inframundo y la reencarnación. 

Es la primera obra que leo de esta autora (para esto me sirvió este maratón, sobre todo) y creo que estaré atenta a ver si alguno de sus otros libros me llama la atención. Descubrir nuevos escritores es algo que me apasiona y me hace leer cosas diferentes siempre. Les recomiendo The Terracota Bride si les gustan las historias de amor sutiles que te envuelven entero, las historias sobre lo que ocurre después de la muerte y el inframundo. Como nota, lo leí para Asia y LGBT+.

Raybearer, Jordan Ifueko

Sinopsis: Tarisai has always longed for the warmth of a family. She was raised in isolation by a mysterious, often absent mother known only as The Lady. The Lady sends her to the capital of the global empire of Aritsar to compete with other children to be chosen as one of the Crown Prince’s Council of 11. If she’s picked, she’ll be joined with the other Council members through the Ray, a bond deeper than blood. That closeness is irresistible to Tarisai, who has always wanted to belong somewhere. But The Lady has other ideas, including a magical wish that Tarisai is compelled to obey: Kill the Crown Prince once she gains his trust. Tarisai won’t stand by and become someone’s pawn—but is she strong enough to choose a different path for herself?  

Este libro me dejó con curiosidad de ver qué escribe Jordan Ifueko después. Ella es una escritora de origen nigeriano, así que este libro, fue, obviamente, mi lectura para África. Raybearer es un libro de fantasía épica en un mundo donde conviven varios reinos inspirados en diversas culturas (desde el mapa que tiene que yo olvidé puedes ir adivinando las influencias de Ifueko). La protagonista, Tarisai, es la hija de una mujer misteriosa que tiene una misión para ella y un djinn. (Lo segundo definitivamente me interesó bastante). Mientras estaba leyendo sentía que había cosas que podían desarrollarse un poco más o que había relaciones a las que la autora parecía no darles tanto peso (entiendo que en un libro el espacio es limitado, pero la relación entre Tarisai y el futuro emperador siempre me pareció que necesitaba más énfasis que otras cosas...; eso, por supuesto, siendo una apreciación personal). De todos modos, me pareció lo suficientemente interesante como para poner el ojo en la autora.


Hay un tema que quiero aprovechar para remarcar. Mientras lo estaba leyendo (y después de leerlo) busqué algunos reviús en goodreads para darme una idea en general de qué recibimiento había tenido el libro (hago eso a veces, nada más por ver si mi opinión es la general o ando por fuera) y me sorprendió que estuviera teniendo tan buen recibimiento (para bien) pero me sorprendió todavía más que los reviús se quedaran tan... en la textura. Sí, el worldbuilding del libro es muy interesante; si, el sistema de magia también; sin embargo, pocos pasaban de ahí. Pocas discusiones en torno a los personajes o la trama. Al final, eso me deja pensando que a veces hay personas que valoran mucho más la decoración (que en este libro es muy buena, pero también los personajes tienen muchas cosas sobre las que hablar) que las tramas y los sentimientos que nos trata de transmitir un libro.

Si bien sentí que algunas relaciones entre los personajes les faltaba mucho trabajo y que había puntos de la trama que había resaltado más, me pareció muy interesante la manera en la que Jordan Ifueko escribe de de Tarisai y su mamá. Creo que es una de las cosas más complicadas del libro y lo que más rescato de todo (puesto que el descenlace no cierra demasiado, está hecho con miras a una secuela). Si tienen interés en la fantasía épica africana, podría ser un buen libro para echarle el ojo.

Los cuatro de Alera, Márgara Averbach

Sinopsis: Ese año, los magos nuevos eran cuatro, y Cuatro que darían que hablar, según se decía. No era casualidad. En Alera, nadie creía en las casualidades. Por eso todos estaban tan preocupados en la aldea: la crisis tenía que ser grande para que los Otros y el Bosque eligieran como magos a todos y cada uno de los hijos de los perdidos: Emelda, Lunte, Zana y Damla, una magárbol.

Finalmente, llegamos a un libro por el que hice una odisea completa para conseguirlo. Tras el cierre de SM Argetina, varios libros de Márgara Averbach quedaron en el olvido más absoluto. Lógicamente, no había ninguna manera legal de conseguirlos en plataformas digitales, la biblioteca no los tiene (porque no se editaron en México, hasta donde tengo conocimiento), y el mundo pirata tampoco (sí, increíblemente, no todo se consigue allí, amigos). No les voy a contar la odisea que hice para conseguirlo y poder leerlo, pero sepan que lo conseguí gracias a la solidaridad de las redes entre lectoras. El caso es que pude leerlo.

Adoré conocer a los cuatro, pero sobre todo a Damla, la magárbol. Me resultó un personaje entrañable de entre todos los que componen el libro y sus pasajes, cuando se habla de la transformación y de los árboles, me resultaron especialmente poéticos. Encuentro que son muchos los autores latinoamericanos que al escribir fantasía rescatan un lenguaje muy poético y me encanta que eso ocurra, sobre todo en la literatura infantil y juvenil, donde a veces hay una creencia (muy dañina) de que los niños no entienden "palabras difíciles" y hay que escribir cosas sencillas de comprender.

Damla se estremeció dentro del Árbol. Había visto el todo y sabía que esa mancha no podía ser la única. Encontró otras del otro lado del mundo, en el Collar de Perlas, y más allá todavía, en el Otro Extremo, que jamás había visitado nadie de la Gran Isla. Los ruidos no se parecían entre sí, pero la marca que dejaban sobre el mundo era siempre la misma: una marca de vacío que bloqueaba las conversaciones, los contactos y los espacios. Un extraño lugar sin puentes.
Apenas entendió eso (entonces, o antes, o después: para los árboles el tiempo es redondo), una parte de ella, la parte diminuta que todavía era Damla, se dio cuenta de que había empezado a comprender los infinitos idiomas de los Árboles.
Era magárbol.


Los cuatro de Alera fue un libro que me dio mucho gusto leer. Me pasa muy seguido con quien escribe fantasía desde Latinoamerica, porque uno se encuentra con unas visiones diferentes a las que vienen de Europa. Se alimentan de la tradición fantástica más clásica, pero también aportan su propia visión. Definitivamente en algún momento seguiré leyendo los libros de Averbach, puesto que estoy muy interesada en sus historias. Si les gustan las narraciones colectivas y poéticas: se los recomiendo (si es que pueden encontrarlo, si no, pues ya saben que me pueden escribir a mi correo, aquí rescatamos autoras para que no caigan en el olvido). A ella la leí como libro de sudámerica, nota. 

La literatura de la imaginación como reflejo de la experiencia de las mujeres latinoamericanas

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Nota antes del ensayo: este ensayo fue editado por Cristina Jurado y Lola Robles (a las que agradezco todas sus notas y comentarios); fue publicado con el título La literatura de género como reflejo de la experiencia de las mujeres latinoamericanas, bajo el nombre de Andrea Vega, en el libro Infiltradas, publicado por Palabaristas Press (hoy cerrada) en 2019. Fue escrito en el 2018, editado, trabajado, le di mil vueltas. Hoy, que el libro ya no se publica ni se encuentra a la venta, decidí liberar este ensayo tras una edición profunda, pues en dos años he cambiado muchas cosas en mi forma de ver y pensar la literatura. No es, pues, la versión original que aparece en ese libro. Quizá puedan ahora apreciar algunos cambios y ediciones si es que leyeron esa versión. Esta es la edición de la Nea del 2020, con todos sus pensamientos y contradicciones. Ahora sí, entre otras cosas, feliz día de la escritora a todas las que escriben e imaginan.

A mi mamá

Las mujeres latinoamericanas, tan diferentes entre ellas, están atravesadas por la violencia de género y el colonialismo. En Latinoamérica todavía se ven los estragos del colonialismo, tierra y cultura erigida sobre el genocidio de los nativos y la opresión sistemática de estos y de los esclavos posteriormente traídos desde África. Las experiencias de las mujeres —nombradas en plural porque somos muchas— latinoamericanas no son una sola. Si nos une el territorio en el que vivimos —aunque valdría preguntarse qué es exactamente Latinoamérica, además de unos límites geográficos y cómo es que nos une la historia de la conquista y el colonialismo—, nos separa la clase y nos separa la raza. Finalmente, la experiencia de las mujeres del continente no es una sola, pero todas comparten matices de nuestras realidades particulares que se ven reflejados en nuestra literatura de género —o literatura de la imaginación—, una de las pocas tribunas que han tenido las mujeres para denunciarla, hablar de ella, retratarla o atreverse a pensar otras realidades —como hace Gabriela Damián Miravete en el cuento «Soñarán en el Jardín», al mostrar un futuro en el que no hay más feminicidios [1].

Dentro del presente artículo se analizan tres obras diferentes que presentan dentro de sí mismas problemáticas que son comunes para las mujeres en América Latina —y podrían, también, ser consideradas de, alguna manera, universales para casi todas las mujeres—: «La saga de los confines» (fantasía) de la autora Liliana Bodoc, para abordar el colonialismo y cómo afectó a las mujeres de la conquista; «Frecuencia Júpiter» (ciencia ficción) de la autora Martha Riva Palacio Obón, que presenta un retrato de los feminicidios, y «Las cosas que perdimos en el fuego» (terror) de la autora Mariana Enríquez, para hablar de la violencia de género que se da en el núcleo familiar o de pareja.

La saga de los confines y la violencia del conquistador

¡A la larga, nosotros ganaremos! Que si faltan mujeres españolas, ahí están las vuestras. Y con ellas tendremos hijos, que serán vuestros amos.
Mujeres, Eduardo Galeano
[2]

América Latina está fundada en el colonialismo. La triste profecía que menciona Galeano es cierta: entre toda la violencia de los conquistadores, miles de mujeres fueron casadas con sus propios conquistadores y tuvieron hijos con ellos; muchas mujeres fueron violadas, simplemente por el placer de sus conquistadores de verlas dominadas. «[…] la libido del conquistador no se detuvo ante el  grito  de dolor de las madres, hijas y esposos» [3], así nació el mestizaje en muchas partes de América Latina: mediante la violencia sexual de los conquistadores hacía las mujeres nativas.

Liliana Bodoc, escritora argentina, escribió La saga de los confines, una serie de tres libros de fantasía épica dirigidos especialmente a los jóvenes, relatando en ellos la historia de una guerra contra el mal que tenía obvios paralelismos con la conquista española en América. Latina pero también como un esfuerzo de construir una fantasía Latinoamericana. Los pueblos que Bodoc retrata, con toda complejidad y llenos de claroscuros, tienen influencias de varios pueblos originarios del continente y sus culturas. Hay influencias incas, mapuches, aztecas que se ven a través de los personajes de Bodoc y de la poética narrativa de la saga.

La violencia de los colonizadores también aparece en los libros de Liliana Bodoc, mientras narra la historia de los pueblos nativos que resisten a ella. A menudo, la fantasía puede acercarnos de otras maneras a la realidad. A los personajes de La saga de los confines los acecha un villano con nombre y cara, Misáianes, hijo de la misma muerte. Él es el mal contra el que han de unirse los husihuilkes, los zitzahay, los Señores del Sol, etc.

He elegido centrarme específicamente en la historia de la Destrenzada, Wilkilén, un personaje que vemos crecer a lo largo de la saga de libros: la primera vez que aparece es tan solo una niña, mientras que en el último libro ya es una mujer muy diferente a su hermana Kuy-Kuyén.. Mientras de Kuy-Kuyén respresenta una imagen de la feminidad más convencional, Wilkikén es distraída, demasiado libre y demasiado atrevida, presenta otra imagen de la feminidad que quizá no nos topamos con la suficiente frecuencia. La describe Cucub, su cuñado:

En cuanto a Wilkilén… Esa niña sí que sabe reírse. Si fuera mi propia hija, no lo haría con tanta soltura. Kuy-Kuyén y yo nos preocupamos cuando abandona la casa sin dar aviso y se adentra en el bosque. Pero, ¿qué hemos de hacer? ¡Ir tras sus pasos para averiguar sus motivos!
Los días del fuego, Liliana Bodoc [4]

Es libre y se mueve así mientras por los confines corre el rumor de la Destrenzada: una mujer que corre por el bosque de noche, sin que nadie sepa quién es o qué busca. Una mujer que se deshace las trenzas y sale en busca su propio destino. Todas las mujeres en los Confines son diferentes, pero la Destrenzada es quien más simboliza la libertad al hacer lo que todas las mujeres han deseado en algún momento de su vida: moverse libremente. Esta manera de retratar a las mujeres tiene mucho que ver con los temas que atraviesan a Latinoamérica; Bodoc no es la única en hacerlo. Luned, protagonista de El fuego verde, de Verónica Murguía, también ansía la libertad que le da el bosque [5].

Wilkilén corriendo por los Confines, ilustración de Gonzalo Kenny

En el resto de las mujeres de los confines podemos ver narrativas sobre el poder, como en la historia de Acila quien, aunque reina de los Señores del Sol, es presa en su propio palacio. La princesa Nanahuatli recorre un continente entero buscando al hombre que ama, porque en su reino intentaron sacrificarla cuando descubrieron su amor —y nos recuerda lo que a veces pesa la elección de amar—. Vara se vuelve un símbolo del levantamiento de las Tierras Antiguas sin haber sido nunca libre, buscando su libertad y la del resto. Son todas diferentes. Wilkilén es sólo uno de los muchos ejemplos en La saga de los confines.

Ella es libre de moverse, de correr por el bosque con la forma de la Destrenzada y elige amar a Welenkín, el brujo. Como toda mujer que se atreve a ser libre, sufre a manos de los conquistadores, los sideresios. 

Cuando los sideresios vieron que la balsa traía a una joven mujer que los saludaba, comenzaron a reír. Al principio mordieron la risa, todavía temían una trampa. Pero siguieron acercándose. Parecía seguro: nadie más que una joven mujer que los saludaba. Los sideresios rieron más fuerte. Ningún Brujo en la balsa, ni hechicerías; solamente una mujer agitando los brazos. Los días del fuego, Liliana Bodoc. [4]

A los sideresios una mujer como Wilkilén les da risa, les parece una burla, tan confiada y amable que incluso los saluda. Temen que sea el anzuelo de una trampa, pero para ellos, Wilkilén no es amenaza alguna, sino es más bien un festín de carne. Wilkilén no teme porque cree que sus risas son las risas de Welenkín y las figuras que alcanza a ver en la playa, en el horizonte, son los lulus. Se da cuenta de su error muy tarde y entonces recuerda todas las advertencias de su hermana y recuerda la guerra con la cual ha crecido.

Los sideresios en esa escena nos recuerdan a lo más cruel entre los conquistadores. Hombres que disfrutan ser sanguinarios, que disfrutan maltratar y humillar al «otro». La conquista en los confines no es un encuentro de dos civilizaciones —como se le llama, entre eufemismos, a la conquista de América Latina—; incluso llamarse «choque» parece demasiado benevolente para la historia de Liliana Bodoc. Las Tierras Fértiles luchan contra Misáianes, la figura encarnada de El Mal, y los sideresios no buscan sino exterminar al «otro», destrozar las Tierras Fértiles, del Imperio del Sol a los Confines. 

No dudan en humillar y lastimar a las mujeres —e incluso a los caídos, como ocurre con Kume al final de los días del venado, que no conoce otros códigos de guerra que los de los husihuilkes y ver a los sideresios «preparar su muerte sin poder entenderla»—. Cuando Wilkilén descubre su error, se aterra. Sabe, como todas las mujeres del mundo, lo que la espera. No la espera la muerte, antes que eso, planean humillarla.

La muerte de un hombre era seca y breve. Un ademán, un estampido y todo terminaba. La humillación, en cambio, era un lugar donde el dolor perdía su altivez y su decencia. Los días del fuego, Liliana Bodoc. [4]

La violencia sexual de los conquistadores en América es un tema del que no se habla y que no se toca. Pero todos sabemos, de manera tácita, que el mestizo latinoamericano no nació en el centro de relaciones igualitarias y justas. Desde el momento en que Cristobal Colón desembarcó en lo que el creyó las Indias, los miembros de su tripulación intentaron «satisfacer sus necesidades» con las nativas. Y eso no se detuvo. Los tlaxcaltecas le regalaron esclavas a Hernán Cortés como se llegaran manteles, libros y vasijas; sólo conocemos el destino de una: Malintzin, Malinalli, Doña Marina, La Malinche. ¿Y el resto? ¿Qué fue del resto?

¿Qué fue de las mujeres de la conquista? Las que murieron, las que violaron, las que se casaron con españoles sin poder objetar. Wilkilén nos recuerda a ellas en el momento en el encara a los sideresios. La Destrenzada no es parte de nuestro mundo ni de nuestra historia, pero nos recuerda la violencia de las conquitas, no sólo en América, sino en todo el mundo. Se suele decir que las mujeres no van a la guerra —dato inexacto en realidad—, pero la guerra si va a ellas.

La destrenzada, ilustración de Gonzalo Kenny

La saga de los Confines, con sus tres libros, Los días del venado, Los días de la sombra y Los días del fuego, es una obra de fantasía épica en la que Liliana Bodoc relata los horrores de una conquista con paralelismos a otra que conocemos —y quien sabe, quizá a muchas otras— de los libros de historia. Entre sus páginas relata la historia de la Destrenzada: Wilkilén, que se bebió la libertad entera, que escuchó a los árboles, a la naturaleza, que se deshizo las trenzas y, al final, encontró un destino terrible a manos de los sideresios.

La historia de Wilkilén es, al fin y al cabo, la historia de muchas. Por medio de la fantasía, en un mundo que no es el nuestro, por mucho que se la parezca y tenga influencias de este, de nuestros mitos, tradiciones e historias, Bodoc habla de las violencias de las conquistas. No lo hace con rigor histórico —porque de eso no se trata el libro y mucho menos la fantasía—, sino que retrata y narra desde su posición de mujer en latinoamerica, un continente que vive todavía bajo el yugo del colonialismo y nos acerca a esa realidad del pasado —las mujeres violentadas de la conquista— por medio de las Tierras Fértiles, un mundo fantástico evocado desde Latinoamerica. 

Se oye el lamento, pero también se siente el profundo amor a Wilkilén, la destrezada, que corre entre los árboles de los Confines.

El feminicidio en Frecuencia Júpiter

El término [feminicidio o femicidio] como el asesinato misógino de las mujeres perpretrado por los hombres y como una forma de continuidad en las agresiones sexuales, donde se debe tomar en cuenta: los actos de violencia, los motivos y el desbalance de poder entre los sexos en el ambiente político, social y económico. [6]

Al día 7 de abril de 2018, México contabiliza 500 feminicidios en lo que va del año [7]. No es una cifra extraña en un país acostumbrado a ellas, aunque sí alarmante. El «mapa de los feminicidios» [8], creado para visibilizar la enorme cifra, nos deja ver que en 2016 los medios publicaron aproximadamente 2100 casos de feminicidio y, en 2017, 2200. A las mujeres las matan por ser mujeres en México. 

La historia de terror empezó en 1993, cuando empezaron a reportarse asesinatos en Ciudad Juárez, zona fronteriza. Los cuerpos aparecían abandonados en los campos algodoneros de la región.

Los asesinatos de más de doscientas mujeres en Ciudad Juárez, así como la tortura y las violaciones de cien más desde 1993 hasta ahora [2002], son un doloroso testimonio de la vulnerabilidad de las mujeres en la frontera […] (Traducción de la autora) [6]

Pronto, la historia de los feminicidios se habría extendido por todo el país, con cifras alarmantes, alertas de género poco o nada efectivas y una justicia mayormente inefectiva, que fallaba en encontrar culpables, creaba chivos expiatorios —como los casos mencionados en el libro «La fosa de agua» de Lydiette Carrión, de los feminicidios del Río de los Remedios y el Caso de El Mili Palafox [9]. 

Frecuencia Júpiter, una novela de la escritora mexicana Martha Riva Palacio, es una novela de ciencia ficción y también de iniciación, que, entre sus páginas, esconde los horrores de una investigación periodística sobre los feminicidios en México. Emilia, la protagonista, cuenta la historia empezando por el final —el fin del mundo—, donde recuerda ciertas partes de su adolescencia, su relación con un chico chileno y su padre, Esteban, que es periodista. 

Martha Riva Palacio junta las vivencias de una adolescente que busca oír la Frecuencia Júpiter en un radio, que ha visto tres simulacros del fin del mundo y, finalmente, la investigación que lleva a cabo su padre. No es extraño que la ciencia ficción aborde el feminicidio ni ninguno de los temas que nos atraviesan a las mujeres, puesto que la literatura de la imaginación habla, sobre todo, de lo humano. La investigación es central para la historia puesto que detona el clímax, los simulacros del fin del mundo.

Escondido en la computadora de Esteban, está lo que Emilia llama «un cementerio de cruces rosas»: una carpeta sin nombre, dividida en los estados de la República llenos de dictámenes médicos forenses, fragmentos de noticias, testimonios y fotos («Imágenes de cuerpos mutilados, violados, de niñas y mujeres».) [10]

Lo que le sigue es una descripción frenética de la violencia en la que mueren las mujeres que yacen  en el cementerio de cruces rosas guardado en una laptop. Los horrores del feminicidio a la vista. «Mitad calavera, mitad adolescente». «Fracturas múltiples». «La corriente la llevó río abajo». «¿Cómo provocas tres paros cardiacos al hilo?». [10] Los casos que ve Emilia, enmarcados todos en la ficción, son casos que aparecen en los periódicos mexicanos todos los días. Aparecen mujeres en los campos, en los basureros, en sus casas, en casas abandonadas, aparacen restos al dragar los ríos y escarbar la tierra. Aparecen mutiladas, torturadas, se las reconoce —en el mejor de los casos— por sus registros dentales.

La desesperación se cuela en la narración porque las muertas no tienen nombre ni identidad: sólo son eso, la marca de la violencia de alguien más; un testimonio que se marca en su piel y en sus huesos porque es todo lo que queda de ellas:

Metamorfosis en noventa y seis bits. [..:] Muertas no dichas que suplican a un gigante que las arroja a la fosa común. Ahí las noches son blancas. Enroscadas en su cometa, las sanguijuelas negras de la morgue cósmica recitan códigos de barras. Pasan lista. Lo siento, ya pasó tu nombre. No puedo invocarlo, quedó sepultado bajo el polvo de una polilla translúcida. Silencio. La cámara vigila sombría mientras cavo mi tumba rosa. Frecuencia Júpiter, Martha Riva Palacio [10]

La prosa de Martha Riva Palacio Obón transmite desesperanza. Las tumbas rosas, que recuerdan al campo de cruces rojas que son, no los cementerios, sino las protestas de mujeres que exigen que alguien encuentre el cuerpo de sus hijas, sus nietas, sus amigas y sus compañeras, que alguien encuentre al asesino y que se haga justicia. Evocan los gritos desesperados que se extienden por todo el continente: desde el Ni una menos [11], nacido en Argentina, hasta el Vivas nos queremos [12], que ocurrió en México. 

Revisando las noticias, la despersonalización de las víctimas de Martha en Frecuencia Júpiter no es la excepción, sino la norma. Se encuentran miles de cuerpos sin identificar, sin rostro alguno, y se buscan miles de rostros que no aparecen en ninguna fosa clandestina. El único consuelo que queda, es, finalmente, que en Frecuencia Júpiter, las muertas son ficción, aunque al final del día recordemos que es también una ficción que nos acerca a la realidad y nos muestra la desesperanza.

Se denuncia y se habla del feminicidio a través de la literatura porque se ha convertido en una figura de horror para las mujeres mexicanas y, en general, para todo el contexto latinoamericano. La ficción horroriza, pero la realidad a la que nos acerca lo hace más: de todas. En 2017, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio reportó que, en sólo dieciocho estados de los treinta y dos de la República, fueron asesinadas 1583 mujeres. De estos casos, sólo 479 fueron investigados como feminicidio. De los casos investigados, siete mujeres fueron asesinadas con arma blanca, 47 a golpes, 20 asfixiadas, 88 con arma de fuego y el resto con métodos no especificados [13]. La brutalidad a la que se alude en Frecuencia Júpiter no es producto de la imaginación, sino un reflejo claro que la situación que vive la mujer en México.

Se hace catarsis a través de la literatura porque con ella podemos acercarnos desde otros ángulos a la realidad, en este caso a través de la ciencia ficción aproximándonos a la realidad de la mujer asesinada brutalmente por ser mujer entre las páginas de un libro.

Las quemadas en América Latina: Las cosas que perdimos en el fuego

Y siempre, cuando terminaba de contar sus días de hospital, nombraba al hombre que la había quemado: Juan Martín Pozzi, su marido. Llevaba tres años casada con él. No tenían hijos. Él creía que ella lo engañaba y tenía razón: estaba por abandonarlo. Para evitar eso, él la arruinó, que no fuera de nadie más, entonces. Mientras dormía, le echó alcohol en la cara y le acercó el encendedor
Las cosas que perdimos en el fuego, Mariana Enríquez [14].

La violencia de género dentro de la pareja azota a América Latina y en general a las mujeres proletarias de todo el mundo. En las noticias abundan las noticias de mujeres quemadas por sus ex parejas o sus parejas. ¿Las causas? Varían desde discusiones aparentemente «sin importancia» —aunque, dado el resultado, sería ingenuo decir que no la tienen—, celos, desconfianza hacia sus parejas —que generalmente es resultado directo de los celos— o venganza por una ruptura.

 El último cuento del libro de Mariana Enríquez, «Las cosas que perdimos en el fuego», que comparte su mismo título, recupera la problemática de la violencia de género —como menciona Nuria Varela: «la violencia que sufren las mujeres, que tiene sus raíces en la discriminación histórica y la ausencia de derechos que éstas han sufrido» [15]— convirtiéndola en una historia de terror donde las mujeres no son ya las víctimas, sino el monstruo.

Silvina, la protagonista, recuerda a la chica del «subte» —metro— que tiene el cuerpo completamente quemado y, para los pasajeros, usualmente resulta un encuentro incómodo, pues la chica del subte se les acerca para pedir dinero y los saluda de beso: algunos lo aceptan, sintiéndose bien consigo mismos porque lo han aceptado a pesar de su aspecto; otros apartan la cara con disgusto, no queriendo que aquella mujer los toque; otros apenas si pueden reprimir el asco. La chica del subte pide dinero para sus gastos —ya no para cirugías plásticas, porque ella misma reconoce que sería inútil— y siempre menciona cómo fue quemada: lo hizo su esposo, sospechando que estaba viendo a alguien más, usando una lógica definitivamente patriarcal: «si no la puedo tener yo, que no la tenga nadie más». [14]

Mariana Enríquez hace referencia a una «epidemia de mujeres quemadas», todas por sus parejas o ex parejas. El hecho parece tan horrible que incluso cuesta pensar que eso puede pasar en la realidad, en nuestro mundo. Pero Mariana Enríquez no inventó nada nuevo con la «epidemia de las mujeres quemadas», el terror en el cuento es otro. Sólo en Argentina, de donde Enríquez es originaria, esta clase de noticias son cosas de todos los días.

Una simple búsqueda arroja los casos: un hombre que en 2004 quemó y descuartizó a una menor de quince y que ahora está buscando pareja en la aplicación Tinder porque salió libre [16]; una mujer —Mónica Garnica Luján— que, después de haber interpuesto una denuncia por violencia contra su pareja fue obligada a retractarse y él le prendió fuego [17]; Florencia Vélazquez fue quemada por su novio después de lo que los medios reportaron como «una discusión» [18]. Mariana Enríquez no estaba creando una pesadilla para las mujeres, simplemente toma la realidad de muchas mujeres argentinas y con ellas escribe terror.

El terror dentro del cuento «Las cosas que perdimos en el fuego» no es el hecho de que las mujeres sean quemadas por sus parejas: sí, eso puede ser bastante terrorífico, pero, como se ha apuntado arriba, es algo que ocurre todos los días. 

En el cuento, después de toda esta «epidemia», como lo menciona la protagonista, Silvina, puesto que la historia se cuenta desde su punto de vista, las mujeres dejan de esperar ser quemadas y empiezan a hacerlo ellas mismas. Empieza, pues, el terror: las hogueras. Las mujeres se someten al suplicio por voluntad propia, reclamando para sí mismas la elección de su propio sufrimiento. Como dice un personaje: «Si siguen así, los hombres se van a tener que acostumbrar. La mayoría de las mujeres van a ser como yo […]» [14].

Cuando las mujeres empiezan a quemarse, nadie les cree, porque nadie cree que un ser humano —una mujer, en este caso—, sea capaz de someterse al fuego por voluntad propia. Y, finalmente, cuando ya no es posible evadir la realidad, el sistema hace sospechosas a todas las mujeres, los bidones de gasolina son evidencia criminal, quemarse es un crimen. El mismo sistema que antes fue tan inefectivo evitando que los hombres quemaran a las mujeres, ahora intenta, por todos los medios, evitar que las mujeres se quemen ellas mismas.

—Las quemas las hacen los hombres, chiquita. Siempre nos quemaron. Ahora nos quemamos nosotras. Pero no nos vamos a morir: vamos a mostrar nuestras cicatrices.
Las cosas que perdimos en el fuego, Mariana Enríquez [14]

 Así, Mariana Enríquez nos transporta a la pesadilla de las mujeres que deciden quemarse vivas y mostrar sus cicatrices. Como rebelión, como protesta o simplemente para reivindicar que, si van a sufrir algún daño, será porque ella mismas lo elijan y se lo inflijan a sí mismas. Es, sin duda, un escenario para un cuento de terror: no hay más monstruo que el fuego y las mujeres.

En la realidad, muchas mujeres son quemadas por sus parejas, no sólo en Argentina y América Latina, sino en todo el mundo. Los casos son reportados como «crímenes pasionales» que ocurren «entre iguales» como bien lo explica Nuria Varela en su libro Feminismo para principiantes:

Un argumento, por cierto, que se emplea todavía con los malos tratos cuando en las noticias se repite: «Después de una fuerte discusión, fulanito degolló a su esposa», transmitiendo así la idea de que la violencia de género se desarrolla entre iguales. De esta manera se olvida —o niega— que el patriarcado existe.
Feminismo para principiantes, Nuria Varela [15]

O bien, son reportados como terribles tragedias, «la excepción» y no la norma de lo que viven las mujeres en una sociedad de clases donde son vistas simplemente como «propiedad de otros». Quizá allí eso es parte del horror en el cuento de Mariana Enríquez: las mujeres han decidido pertenecerse sólo a sí mismas, quemándose y celebrando sus cicatrices.

La protagonista graba, incluso, una quema, para mostrarle al mundo una parte de por qué hay mujeres que lo eligen, pero, ¿se puede elegir libremente quemarse y hacerse daño de esa manera? Parece que las mujeres lo reclaman en la desesperación de que nadie las escuche, de que sus parejas lo hagan y queden impunes. El cuento deja su final abierto, pero nos muestra este nuevo mundo terrorífico, que no nos deja ignorar por qué las mujeres deciden quemarse. 

¿Cuánto horror se necesita para reclamarlo propio?

Conclusiones

Si bien no existe un consenso lo que significa «ser latinoamericano» y mucho menos «ser mujer latinoamericana», hay cosas que nos atraviesan —si bien también nos separa la raza y la clase— a todas como mujeres proletarias. Latinoamérica comparte un mismo pasado colonial, que dejó un atraso económico, el cual en muchos casos impide la integración al trabajo de millones de mujeres —que viven por y para el trabajo doméstico y de cuidado dentro de sus familias, sin propuestas claras de como colectivizarlo e integrar a ellos, por ejemplo, a los hombres; es además en estos contextos en los que son víctimas de las muchas caras que toma la violencia contra las mujeres— u obliga a varios millones de mujeres a sufrir una doble o triple jornada:

La mujer casada, la madre que es obrera, suda sangre para cumplir con tres tareas que pesan al mismo tiempo sobre ella: disponer de las horas necesarias para el trabajo, lo mismo que hace su marido, en alguna industria o establecimiento comercial; consagrarse después, lo mejor posible, a los quehaceres domésticos, y, por último, cuidar de sus hijos.
El comunismo y la familia, Alexandra Kollontai [19]

Es en este contexto en el que se da gran parte de la violencia contra las mujeres, en el de la institución de la familia, donde la mujer es, en teoría, únicamente la encargada del trabajo doméstico y de cuidado —nunca remunerado en el capitalismo y muchos menos compartido en colectividad—. Sin embargo, la práctica es diferente. Las mujeres cuidan, realizan trabajos del hogar, trabajan. Es en este contexto en el que viven muchas mujeres en Latinoamérica, territorio también atravesado por el racismo, la racialización y feminización de la pobreza, la precarización de «los trabajos femeninos» —usualmente labores de cuidados—, y el feminicidio, —que ocurre en ámbitos familiares o laborales.

Existe también un interés desde la literatura por hablar de todo aquello que nos atraviesa desde la ficción. La literatura de la imaginación —fantasía, ciencia ficción y terror— aborda todos estos temas desde miradas muy diversas. El horror y la esperanza, juntos, se dan cita en el lenguaje de las escritoras que imaginan otros mundos y otras posibilidades.

Estas tres obras y las situaciones que retratan a través de la literatura de la imaginación es sólo una pequeña parte de cómo se aborda, a través de la literatura, una situación que de ficción no tiene nada; en otras palabras, la imaginación nos acerca a la realidad de otras maneras. Liliana Bodoc, Martha Riva Palacio Obón y Mariana Enríquez no son las únicas escritoras que recuperan la problemática que implica «ser mujer» o hablan de la feminidad desde nuestro contexto; no son las únicas que hablan de la violencia que sufren las mujeres en el contexto de Latinoamérica dentro de la literatura de la imaginación en Latinoamérica. Se hace desde muchos ángulos y desde muchas perspectivas: las protagonistas de Verónica Murguía desde México, la reimaginación de Blancanieves de Camila Valenzuela en Nieve Negra desde Chile y muchos otros ejemplos.

Sus palabras desde la ficción son claras: «esta es la realidad de muchas mujeres, así viven, así vivimos». La denuncia y la crítica está allí, nos alcanza desde los mundos de la imaginación de las escritras, para quien quiera escucharla y oír el grito de América Latina: escribimos de nosotras y todo lo que nos atraviesa, queremos ser oídas, leídas.

Aquí estamos.

Bibliografía

[1] G. D. Miravete, «Soñarán en el jardín,» mayo 2018. [En línea]. Available: http://www.latinamericanliteraturetoday.org/es/2018/mayo/so%C3%B1ar%C3%A1n-en-el-jard%C3%ADn-de-gabriela-dami%C3%A1n-miravete. [Último acceso: 14 octure 2020].

[2] E. Galeano, Mujeres, México, D. F.: Siglo XXI Editores, 2015. 

[3] G. Guerrero Vinueza, «El "otro oro" en la conquista de América: Las mujeres indias, el surgimiento del mestizaje,» Estudios Latinoamericanos, pp. 9-25, 2008. 

[4] L. Bodoc, Los días del fuego, Buenos Aires, Argentina: Santillana Ediciones, 2004. 

[5] V. Murguía, El fuego verde, México: Ediciones SM, 1999. 

[6] J. Monárrez-Fragoso, «Serial Sexual Femicide in Ciudad Juárez: 1993-2001,» Debate Feminista, vol. 25, 2002. 

[7] A. Hernández, «500 feminicidios en México en lo que va del año,» 07 04 2018. [En línea]. Available: https://www.huffingtonpost.com.mx/2018/04/07/500-feminicidios-en-mexico-en-lo-que-va-del-ano_a_23405263/.

[8] M. Salguero, «Feminicio en México,» [En línea]. Available: https://www.google.com/maps/d/u/0/viewer?mid=174IjBzP-fl_6wpRHg5pkGSj2egE&ll=22.9523095953723%2C-101.4161826021728&z=5.

[9] L. Carrión, La fosa de agua, México: Editorial DEBATE, 2018. 

[10] M. Riva Palacio Obon, Frecuencia Júpiter, México: Ediciones SM, 2013. 

[11] Ni Una Menos, «#NiUnaMenos,» [En línea]. Available: http://niunamenos.com.ar/. [Último acceso: 22 06 2018].

[12] M. Cruz, «#VivasNosQueremos: Los mensajes de las mexicanas durante la marcha contra el machismo,» Verne, 2016 04 24. 

[13] Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, «Implementación del Tipo Penal Feminicidio en México: Desafíos para acreditar las razones de género 2014-2017,» México, 2017.

[14] M. Enríquez, Las cosas que perdimos en el fuego, Buenos Aires, Argentina: Editorial Anagrama, 2016. 

[15] N. Varela, Feminismo para principiantes, Barcelona, España: EdicionesB, 2008. 

[16] Redacción SinEmbargo, «Pablo descuartizó y quemó a una joven; fue sentenciado, pero salió libre. Ahora busca pareja en Tinder,» 22 junio 2018. [En línea]. Available: http://www.sinembargo.mx/22-06-2018/3432335. [Último acceso: 29 junio 2018].

[17] Redacción Clarín, «Hizo una denuncia contra su novio, él la obligó a levantarla y luego le prendió fuego,» 27 diciembre 2017 . [En línea]. Available: https://www.clarin.com/sociedad/hizo-denuncia-novio-obligo-levantarla-luego-prendio-fuego_0_SkFFa7b7G.html. [Último acceso: 29 junio 2018].

[18] Redacción Clarín, «Murió la chica quemada por su novio en Merlo durante una discusión,» 7 marzo 2018 . [En línea]. Available: https://www.clarin.com/sociedad/murio-chica-quemada-novio-merlo-discusion_0_rkua5UTdz.html. [Último acceso: 29 junio 2018].

[19] A. Kollontai, «El comunismo y la familia,» Marxist Internet Archive, 2002. [En línea]. Available: https://www.marxists.org/espanol/kollontai/comfam.htm. [Último acceso: 29 junio 2018].

 

Castle Swimmer (S1), Wendy Lian Martin | Reseña

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Hay entradas que no están específicamente planificadas para tu calendario pero pues... arrasan con tus planes. Como esta. Ati, de Conejo Literario, está haciendo una semana especial de Webtoons, que son un tipo de webcómic (que bueno, además de Webtoon, también existe Tapas, que sigue un formato muy parecido, los webcómics antiquísimos en tumblr, en blogs, etc). La plataforma ha estado tomando muchísima fuerza en el mundo de los comics que se distribuyen de manera gratuita y digital. Tienen su propio formato, muy distinto al cómic americano (tanto el de superhéroes como los que se salen de esa norma) y algo distinto al manga, aunque llega a recordar al manwha coreano. Como tal no están diseñados para ser impresos, aunque algunos webcómics sí se impriman (por ejemplo, Heartstopper lleva ya varios tomos publicados y fue publicado originalmente en Tapas). Si quieren saber más de la semana especial de Webtoon que organizó Ati, pueden checar aquí su blog y ver sus últimas entradas. Yo voy a hablar de la primera temporada de Castle Swimmer.

Sinopsis: What happens when your entire life is ruled by a prophecy – your future foretold by people you’ve never met, who died long before you were born. Such is the story of two young sea creatures. One believed to be a guiding light for his people, a Beacon who will lead them to a bright, prosperous future. The other is a teenage prince for who’s destiny is to KILL the Beacon so that HIS own people might thrive. When both reject the course set for them, it leads to a raucous adventure as big and unpredictable as the ocean itself – and a romance that nobody could have predicted. (Si necesitan traducción o quieren traducción, me comentan aquí abajo para hacerla).

A mí me gustan mucho las sirenas. No es tan obvio porque no formo parte de las ordas obsesionadas con La Sirenita (no está mal, pero siempre fui más de Aladín), pero me gustan. Más bien me gusta el mito de las sirenas que atraen a los marineros con su voz y los matan. O la idea de que la voz de un ser tenga tanto poder y sean casi magia pura (escribí un fanfic así, qué me ven). En Castleswimmer la voz no tiene nada que ver de momento, pero quería enmarcar por qué este fue el primer webtoon que leí de todos (además de que me lo habían recomendado, claro). Las sirenas me gustan. Las criaturas con cola que viven en el mar. Pues. Así que resultaba lógico adentrarme en la historia que tenía criaturitas con cola que vivían en el mar y profecías.

En Castle Swimer nos encontramos con Kappa, The Beacon (se traduce como Faro), una luz que brilla para otros. Kappa está destinado a cumplir las profecías de muchas criaturas del mar o, al menos, a jugar un papel muy importante en todas ellas. Las cosas no salen muy bien cuando las profecías salen mal o llega tarde a ellas (aun cuando el poder del Dios de la Superficie) lo guía a sus destinos y no puede zafarse de ellos tan fácilmente. Casi desde el primer capítulo es evidente que la gente del mar ve a Kappa sólo como un medio para cumplir sus profecías, pero nada más. Lo quiero mucho, es muy abrazable, no quiero que nada malo le pase en la vida. 

Y luego está Siren, un príncipe tiburón que toda su vida ha vivido preparándose para cumplir una profecía que va a salvar a su gente: tiene que matar al Faro (oigan, sí me gusta la traducción). Con eso, por supuesto, se entiende que muchas profecías quedarían sin cumplir (lo que no le encanta a la gente del mar, por supuesto, así que los tiburones viven apartados) y Kappa no podría cumplir sus múltiples destinos.

Ah, me encanta el olor a star-crossed lovers del destino por la mañana. Especialmente si ambos están desesperados por escapar cada uno de las cadenas de su destino con cualquier plan, no importa qué tan descabellado suena. Cuando Kappa llega nadando hasta el castillo de los tiburones y termina en el calabozo (sin oponer mucha resistencia, porque a estas alturas ya sabe que si los poderes del Dios de la Superficie lo arrastran a alguna parte no hay poder que lo haga cambiar de curso) y Siren por fin se ve enfrentado a que tiene que acabar con él a cambio de la vida de todos los demás tiburones, bueno, las cosas se ponen complicadas.

Eso no es spoiler, son literalmente los primeros dos episodios (porque en cada uno presentan a uno de los personajes principales) y me funcionaba para hablar de... ¡magia! ¡profecías! En los últimos años he escuchado mil veces lo "aburridas" y "gastadas" que están ya las historias sobre profecías, que hay que darles la vuelta... Miren yo no sé. Creo que no todo está escrito. Y creo que dentro de las estructuras clásicas de muchos recursos fantásticos puedes escribir cosas muy interesantes y nuevas (créanme como persona que escribe fantasía). Por ahí Carry On hace un poco de eso (cómo la obsesión con las profecías puede cambiar destinos y cómo se pueden crear artificialmente) aunque no sea el mejor libro del mundo (recuerden que me agarró de muy buen humor ese libro y me parece decente). Aquí vemos a Kappa cansado de ser sólo un instrumento de las profecías de otros (aunque le gusta ayudar y es un sol de persona) y a Siren abrumado por un destino demasiado grande, demasiado cruel (matar a Kappa) y muchas responsabilidades. Me gusta el énfasis que se hace en las identidades de los dos personajes y cómo están buscando ser algo más que lo que las profecías dicen de ellos.

En el fondo, Castle Swimmer también es una historia romántica (viva el BL, les juro que sólo conozco el lado boyslove, girlslove y Lore Olympus de los webcomics, soy incapaz de recomendar otra cosa) y si les gustan los romances adolescentes y los primeros amores con aroma a star-crossed lovers, esta es su historia. Aquí sólo les estoy reseñando la primera temporada, que no es muy larga (menos de cien capítulos cortos) donde florece el romance y Kappa y Siren empiezan a decidir cómo desafiar a sus propios destinos (o, al menos, darles la vuelta). Se me hace una historia muy bonita de fantasía. Su énfasis no es tanto el worldbuilding (que es fantástico, por cierto y ayuda a la historia en vez de ser sólo un adorno muy pesado) como contar una historia de iniciación sobre pececitos en busca de sus identidades propias con algo de magia.

El estilo de ilustración de Wendy Lian Martin me gusta mucho, sus personajes Kappa y Siren son preciosos, al igual que el resto de los personajes. Además que a través de su forma de dibujar se ve la personalidad muy clara de cada personaje y las ilustraciones dicen muchas cosas de la historia. Se las recomiendo si quieren una historia de fantasía con toques de romance, para pasar el rato. Además debería mencionar que los personajes son bastante diversos (que eso no debería ser ya un halago, la verdad, hablamos de fantasía: donde podemos escribir cualquier cosa que nos venga a la imaginación y por alguna razón hay señores que se llevan las manos a la cabeza si aparece un personaje que no sea blanco... o heterosexual). 

De momento la segunda temporada está en curso y sale cada domingo, pero de esa no les cuento más porque ya la reseñaré cuando acabe. ¿Dónde lo pueden leer? En este link. Lo leo en inglés y les seré sincera en cuando a que no sé si hay traducción en español, pero muchos Webtoons originals suelen estar traducidos, así que si tienen la cuenta en español (o abren Webtoon en español) pueden investigar y buscarlo.

Mandíbula, Mónica Ojeda | Librosb4tipos

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Sinopsis: Una adolescente fanática del horror y de las "creepypastas" (historias de terror que circulan por internet) despierta maniatada en una cabaña en medio del bosque. Su secuestradora no es una desconocida, sino su maestra de Lengua y Literatura, una mujer joven a quien ella y sus amigas han atormentado durante meses en un colegio de élite del Opus Dei. Pero pronto los motivos de ese secuestro se revelarán mucho más oscuros que el "bullying" a una maestra: un perturbador amor juvenil, una traición inesperada y algunos ritos secretos e iniciáticos inspirados en esas historias virales y terroríficas gestadas en Internet. "Mandíbula" es una novela sobre el miedo y su relación con la familia, la sexualidad y la violencia. Narrada con una prosa llena de destellos líricos, símbolos desconcertantes y saltos en el tiempo, toma rasgos del "thriller" psicológico para desarrollar el juego mental que se produce entre alumnas y maestras, y escarbar en las relaciones pasionales entre madres e hijas, hermanas y "mejores amigas", recreando un mundo de lo femenino-monstruoso que se conecta con la tradición del cine de terror y la literatura de género.

Este es el año en el que me reconcilio con autoras que antes no me gustaron. Mónica Ojeda es uno de esos casos. Hace años leí Nefando y decir que salí huyendo fue poco. Reconocía el valor literario del libro (todavía lo reconozco, aunque también puedo decir que no le entendí por completo y por eso nunca hablo demasiado de él, fuera de cuando me preguntan por qué no me gustó), pero a la vez me daba un asco terrible y prefería mantenerme muy alejada. No me gusta lo que en vez de miedo o creeps me causa nada más asco. Y eso fue lo que pasó con esa novela y durante mucho tiempo no volví a leer a Mónica Ojeda.

A veces pasa. Algunos libros, aún reconociéndolos como libros que objetivamente (¿existe la objetividad en esto de la literatura? hagan grupos de tres para debatir) son buenos, no son para uno. Y punto. O tienen temas que uno no aguanta (porque eso fue lo que me ocurrió con Nefando). Se me hace muy honesto decir eso. Hablemos de que hay libros con los que no conectamos de repente. Hoy lo menciono de pasada porque este año me ha pasado que he vuelto a leer autoras con las que en un principio no conecté en lo más mínimo (Verónica Murguía: aunque no me gusta Loba, adoré El fuego verde) y ahora me gustan más. Caso de Mónica Ojeda.

 

Hablemos de Mandíbula.

Es un libro narrado de manera no lineal en el que diversos recursos narrativos para contarnos la historia de los personajes. Se centra específicamente en Fernanda, Annelise y la profesora Clara, con algunos otros personajes en el fondo (el hermano muerto de Fernanda, el resto de la secta de Annelise, sus madres y otros profesores que conforman el cuadro). Mónica Ojeda hace uso de varios creepypastas para presentar a las personajas principales. Cuentan y hablan de creepypastas que llevan a Annelise a convertirse en la sacerdotisa del Dios Blanco. Nunca tenemos una respuesta clara de a qué se refiere con el Dios Blanco, porque es más la idea (una idea tan grande que el miedo está precisamente en lo desconocido, en la propia insignificancia de lo conocido). En uno de los pasajes que a mí me pareció mejor en el libro, Annalise le entrega a la maestra Clara todo un pasaje en donde abre, justamente, hablando del horror cósmico de Lovecraft y justamente ahonda en cómo escribir/hablar/comunicar/representar el horror cósmico.

Además, el horror cósmico tampoco puede ser descrito como se describiría el ataque de, digamos, un hombre lobo, porque aquellos que lo experimentan son incapaces de  de comprenderlo y, cuando por fin se acercan a su significado, se dan cuenta de que no tienen palabras suficientes para hablar de ello; que está más allá del lenguaje y que, desde el momento hasta el final de sus días, deberán cargar en soledad esa revelación incompleta e incomunicable.

Equipara justamente ese horror cósmico a lo que llama el horror blanco: habla de "su capacidad para implosionar el lenguaje" (cita textual). Creo que eso es lo que más me interesó del libro, que hasta más o menos pasada la mitad me interesaba como una lectura "rara" y nada más. Sí, hacía uso de muchos recursos narrativos que me gustaban, pero no me exigía demasiado, hasta el ensayo de Annelise, que es uno de los pocos vistazos que tenemos hasta el fondo del personaje. Este es un libro, por cierto, donde todos los personajes son personas que me caen mal: las odio. Será que no soporto las historias de niñas ricas de colegios del opus; pero también es la prueba de que en una historia no te tienen que caer bien todas las personajas o personajes (estoy harta de la gringada woke a la que sólo le gustan personajes buenos y puros y además a la que sólo le gustan los libros si los personajes le caen bien, perdón, se me escapó un poco de exasperación por entre las teclas). Annelise y su séquito son un montón de adolescentes que no soporto y, sin embargo, mientras más se adentra el libro en la idea del horror blanco, en las mordidas, en por qué se titula Mandíbula, menos capaz era de dejar de leer.

Otra de las partes magistrales de la historia es el capítulo final. Puro diálogo, puras palabras. Me impresionó. Si ya les he dicho miles de veces que no lean a Mónica Ojeda de noche, tampoco les recomiendo leer el final de este libro mientras cenan. Estoy sentada, repasando las citas, que se ven impresionantes aún sacándolas del contexto del libro, pero que no le hacen justicia, al menos a esos dos pasajes: el ensayo de Annelisse y el último capítulo. Mandíbula es un libro redondo que sí, reconozco que tenía mucho mas hypeado y que me pareció que tenía un ritmo desigual a la hora de leerlo (no porque el ritmo tenga que ser siempre el mismo sino que me pareció, dentro de lo que era, de repente antes de llenar a la mitad, demasiado llano, aun con todo lo que estaba contando); será que yo soy muy especialita para leer.

Antes de terminar quiero recordarles que este libro es la lectura de octubre de Librosb4tipos que vamos a comentar el día de Halloween, 31 de octubre a las 4pm, hora del centro de México en el canal de Sputnik. Sí, les traigo toda la información. Acá abajo también les dejo el cartelito, por si les late y quieren darse una vuelta por la transmisión.

¿Se los recomiendo? Sí, si les gustan estas ondas del horror cósmico y los creepypastas, creo que el libro puede ser interesante para ustedes. Desde luego es perfecto para el mes spooky y todavía tienen tiempo para leerlo antes de que lo comentemos en vivo.

Contra el prescriptivismo en la literatura

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Este es un proceso de años que vino a explotar en el año 2020. Estoy harta de ver reglas arbitrarias de consejos de escritura y a escritores frustrados porque no pueden seguirlas. Igual es que vivo en una burbuja de tuiter en la que eso pasa mucho, pero llega un punto en el que paso de la risa a la frustración y quiero dedicarle un último ensayo a este prescriptivismo. Así que, aquí vamos, supongo.

Durante mucho tiempo pensé en jugarle desde adentro, meterle goles, ir en su contra. Hacía entradas disfrazadas de entradas de consejos para el NaNoWriMo haciendo énfasis en la idea de que escribir no tenía por qué ser un sufrimiento, que la salud mental era primero y que no era divertido si estabas estresado todo el tiempo. No funcionaba. Dejé de compartir mis avances en números de palabras porque, aunque algunos eran satisfactorios para mí, ya no me importaba tanto el demostrar que estaba escribiendo y me parecía dañino contribuir a la idea de que un escritor es sólo la cuenta de las palabras que escribe. Los únicos consejos que hay en mi blog son entradas sobre la puntuación (que me siguen pareciendo valiosos, para ir en contra de las normas hay que conocerlas). Nunca voy a hacer algo en la línea de "cómo escribir a un personaje mexicano" porque me parece aberrante pensar que existe tal falta de sensibilidad que son incapaces de escribir personajes de otras nacionalidades sin requerir un instructivo (en especial porque no hay un instructivo que valga con tantos millones de personas diferentes; me parece una aproximación mucho más honesta acercarse desde lo humano y hablar con muchas personas). Lo único que ofrezco es esto: un manifiesto claro contra el prescriptivismo en la literatura

La epidemia de consejos

La mayoría de los consejos que nos traban se esconden tras las buenas intenciones. A veces ni siquiera nos damos cuenta que estamos completamente trabados. A veces cuesta años darnos cuenta del daño que nos hizo escuchar tantas instrucciones —a menudo contradictorias— cuando pasan años. Hay voces que se quedan en tu cabeza diciéndote que lo estás haciendo mal

El año pasado volví, tras mucho tiempo, a escribir fantasía épica. Mi odio por los consejos de blogs de literatura y ese hecho parecen no estar relacionados, pero, en realidad, tienen todo que ver. Pasé casi cinco años sin escribir épica porque leer tanta mierda (perdón, eso es lo que siento por los consejos) me convenció de que era algo dificilísimo que yo nunca podría hacer. Y luego escribí algo en un mes que salió sólo. Y luego escribí sobre sirenas, piratas y hadas y el fin del mundo. Sobre torres que eran escuelas de hechicería. Escribí sobre brujas a lomos de dragones. Escribí sobre guerreros enamorados de dragones. Escribí sobre magos y hechiceros. Escribí sobre otros mundos. Y me di cuenta de que no era tan difícil como me habían hecho creer.

Los pilares de la fantasía no eran ni mis sistemas de magia (por qué confundir magia con ciencia, cuando en la imaginación cabe lo imposible) ni mi worldbuilding (término que tiene más relación con las partidas de rol; en un libro no importa si mis ríos corren en la dirección correcta si estoy escribiendo sin alma alguna); no eran ni siquiera mis héroes, a los que tanta importancia les doy cuando escribo. Ni era ninguno de los pilares que me decían los artículos gringos que alimentaban a un algoritmo que escupía contenido. Tenía más que ver con la imaginación y el lenguaje, con ser capaz de evocar otros mundos y acercarme desde ellos a lo humano. Aprendí más leyendo fantasía que consejos de como escribirla. 

Esto, por supuesto, no se limita a la fantasía, pero para mí empezó con ella. La obsesión por crear sistemas políticos "realistas" (qué es realista en la fantasía, ¿a poco su imaginación tiene fronteras?) y escribir sobre como hacerlo no me ayudó a crear ninguno. Se volvió más fácil poblar mis mundos leyendo a Marx y a Engels, que al final escribían de cosas humanas, que leyendo columnas que insistían que la fantasía tenía que ser "realista" (insisto, creo que no saben lo que significa la palabra que están usando; yo me iría más por verosímil y todo puede ser verosímil con el suficiente amor y trabajo en el lenguaje y la imaginación). Hay también una obsesión extraña por la uniformidad de los llamados "sistemas de magia" y gente que hasta les ha puesto ¡leyes! Cosa que no entiendo en lo absoluto. Fue hasta después que recordé La historia interminable y cómo Ende valoraba a la imaginación como un super poder y cómo Fantasia era tan vasto que nadie lo conocía entero y no tenía fronteras que recordé que en la fantasía no hay reglas y me senté a escribir. La cosa no para allí (¡ojalá!).

Pero de repente había reglas y casi fórmulas matemáticas de cuantos diálogos tenía que tener una historia y cuánta descripción. ¡La gente se atrevía a ponerle porcentajes como si la literatura pudiera ser calificada de esa manera! De repente si no tenías suficientes diálogos, la historia era aburrida. Si eran demasiados, faltaba descripción. Se ignora que hay obras magníficas que tienen muy pocos diálogos al modo convencional (por ejemplo, La casa de los espíritus de Isabel Allende, incluso Cien años de soledad de Gabriel García Márquez) u otras que se valen específicamente de los diálogos para todo (El beso de la mujer araña de Manuel Puig hizo maravillas por mi escritura, mis maestros siempre han sido otros escritores que leo). ¡Hay quien pretende ponerle fórmulas mágicas a la longitud ideal de un cuento! ¡Quien te dice en qué orden hay que describir! ¡Cómo hay que hacerlo! ¡Cada cuánto hay que intercalar un párrafo! ¡Quien dice que nunca tienes que usar un adverbio porque un escritor gringo dijo que no le gustaban! Y después de todas las instrucciones tienen el descaro de decir que solo son consejos, que al final cada quien sabía qué le funcionaba.

El problema existe cuando no sabes qué te funciona y de todos modos ya te plantaron la semilla en la frente.

Usualmente, pienso en las buenas intenciones. En serio. Creo que muchas de esas personas, sobre todo las que lo hacen de a gratis, creen que están haciendo algo bueno. En serio. Siguen las tendencias, quieren ayudar, no todos se dan cuenta de que están alimentando a un algoritmo que no se detiene. Mi problema va con los grandes best-sellers o las editoriales. Ya no están animando a escribir, están creando productos que ya van empacados en cajitas que no permiten la exploración. Libros-producto que es entendible que las editoriales quieran cuando hay que vender. Libros sometidos a sobreediciones para calzar con estadísticas de diálogos y ser ante todo, correctos según las reglas de lo mainstream.

Y aunque siempre intenté ignorar los consejos, la epidemia de estos también me alcanzó.

El escritor como producto

Creo que fue en 2016 cuando empecé a ver los cursos y consejos de marketing para escritores. Muy bien, entiendo su existencia. De repente la autopublicación estaba en boga, nadie quería saber nada de las editoriales e intentar ser leídos por otros medios era algo que había que explorar. Como escritora que siempre ha estado acostumbrado a estar en los márgenes (de los géneros, puesto que escribo fantasía y a veces ciencia ficción; de la publicación, pues mi producción en fanfiction se mezcla con lo que escribo para otros proyectos, aunque sea increíblemente diferente; geográficamente, puesto que me encuentro en el sur global) entiendo que la oportunidad de que te leyeran así era muy interesante. Para algunos era la meta: publicar. Decir, tengo un libro. Hay quien en eso ve el triunfo y no lo critico. Para mí cualquier medio de publicación (tradicional o no) era más un medio que un fin. Así que seguí con calma. Supongo que tuve suerte.

Me ha tocado ver a las mejores mentes de mi generación acabar aplastadas bajo el algoritmo. Sufrir crisis porque sus perfiles no son lo suficientemente profesionales (por favor, qué importa, no vamos a estar todo el día hablando de ser escritores, aunque no dudo que haya quien lo intente), hacer cualquier cosa con tal de que el algoritmo les funcione. He visto escritores que quieren los llamados "blogs de escritores" (desde ahorita: este no es uno, este es un blog personal donde le grito a las nubes) entregarlos a granjas de contenido donde redactores que le vendieron su alma al capitalismo escriben artículos con buen posicionamiento para que parezca que son activos (ya trabajé de eso, en serio, no hay alma alguna, ni arte, ni nada; no es lo mismo escribir eso que escribir desde el corazón y volcando tu ser, pero bueno). He visto gente convencida de que si no tiene buen marketing no va a llegar a ninguna parte.

Entonces van las tendencias: hay que alimentar al algoritmo. Si no estamos hablando de nuestras novedades o de lo último que publicamos, hay que hablar de lo que escribimos. Hay que proyectar una imagen de escritores todo el tiempo. O de autores. O el término que quieran ustedes. Eso se junta a que ahora muchas mujeres buscan reivindicarlo para sí, después de vivir en los márgenes de un sistema editorial mayormente injusto, por ejemplo (y otras miles de cosas más). Yo personalmente nunca he tenido problemas para nombrarme escritora, aunque haya publicado "tradicionalmente" (porque ni tanto) una sola vez, pero cada quien tiene su historia con las palabras y creo que hay que buscar formas más sanas de relacionarnos con lo que somos (digamos que es profesión o no, porque yo no lo digo, pero no es hobby, más bien es una clase de destino) que estar constantemente alimentando al algoritmo.

A veces disfruto ver a las personas que con amor comparten sus proyectos. Yo insisto en que hay diferencia entre quien lo hace con mimo, amor y un poco de alma a quien está preguntándose a qué hora su tuit va a tener mayor alcance, eso sí. Sin embargo odio esta cultura en la que si no estás hablando constantemente de lo que estás escribiendo no estás escribiendo y además, siguiendo las reglas de lo mainstream. No tengo nada en contra de los hashtags de los proyectos o de los aesthetics o moodboards o fichas de personaje o cualquier pendejada que hagan (yo hago mapas mal hechos para no confundir este con oeste porque soy estúpida). Para qué iba a tener cosas en contra de cadenas de caracteres o simples imágenes. Me molesta la cultura alrededor de ello en lo que de repente parece una imposición y nadie se sale de la norma. ¡Genial, primero nos salimos de la norma de las editoriales de monopolio y luego creamos otra más!

En serio, hagan lo que quieran. Alimentar al algoritmo no va a hacer demasiado por ustedes si no tienen pasión por escribir o amor a lo que están creando. Los consejos de escritura y los consejos de marketing no ayudan: paralizan. Lo hicieron conmigo. Muchos años. Tantos y tan variados que no sabes a quién hacerle caso. Y a veces son reverendas pendejadas, como el consejo mierda ese de no narrar sueños. Creo que es un deber ignorarlos todos, escribir lo contrario a lo que me dicen, recordar una y mil veces que en la escritura no tiene por qué haber prescriptivismo. La literatura es ese pedazo del mundo en donde podemos romper y volver a ordenar la gramática y la puntuación, donde podemos crear todo lo que no existe, donde podemos hablar desde la imaginación. No dejen nunca que nada los limite.

Especialmente, no lo que está haciendo el vecino.


This Is How You Lose the Time War, Amal El-Mohtar & Max Gladstone | Reseña

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Sinopsis: Among the ashes of a dying world, an agent of the Commandant finds a letter. It reads: Burn before reading. Thus begins an unlikely correspondence between two rival agents hellbent on securing the best possible future for their warring factions. Now, what began as a taunt, a battlefield boast, grows into something more. Something epic. Something romantic. Something that could change the past and the future. Except the discovery of their bond would mean death for each of them. There's still a war going on, after all. And someone has to win that war.

(Si alguien necesita traducción de la sinopsis, pídala en los comentarios).

Words can wound—but they're bridges, too.

Creo que este año he tenido muy buenas lecturas en lo que respecta a la literatura de la imaginación: la ciencia ficción, la fantasía y el terror (sobre todo las dos primeras). No han sido mis únicas lecturas porque se sabe que soy un todo terreno que lee de todo y al que le gusta experimentar de todo, pero definitivamente han tenido cierta prioridad este año. Especialmente porque estoy en una búsqueda de referentes y porque estoy haciendo muchos proyectos que involucran estos géneros, así que considero muy importante leerlos. 

This is How You Lose the Time War es un libro corto, escrito a cuatro manos entre la escritora Amal El-Mohtar y el escritor Max Gladstone. Amal es una escritora canadiense de ficción especulativa (según la wikipedia, a mi no me encanta el término, pero creo que al hablar de ciencia ficción es muy adecuado) y Max Gladstone es un escritor americano. Cuando yo empecé a leer el libro no sabía por qué el nombre de Amal me sonaba tanto y luego me di cuenta que en Infiltradas (ese libro donde publiqué) se había publicado una traducción de su discurso en la Wiscon de 2017 (con traducción de Cristina Jurado). Ya no se consigue el libro, lo cual es una lástima (pero mi ensayo sí, momento descarado de autopromoción). Total, que ya conocía a Amal y ni siquiera lo sabía (a Max Gladstone no porque no oculto que a los hombres los leo mucho más lento).

Amal El-Mohtar

La agentes Red y Blue (ambas mujeres) viajan a través del tiempo en el libro, cada una peleando para su propia facción, mientras se dejan mensajes secretos y eventualmente, empiezan a enamorarse. La idea de historias narradas de esa manera, en las que los protagonistas pueden viajar en el tiempo es una de las cosas que más me gustan de la ciencia ficción. Una de mis novelas favoritas de romance es justamente La mujer del viajero en el tiempo, que aborda las aventuras de Henry, el viajero en el tiempo y a su mujer, Claire, que lo conoce desde siempre (debido a sus viajes) y está siempre esperándolo o preguntándose en qué época andará. El libro es de la norteamericana Audrey Nieffenegger y no lo he visto catalogado como ciencia ficción casi nunca (aunque para mí no hay duda de que lo es), sino más bien como romance (un genero más mainstream pero también estigmatizado si quienes lo abordan son autoras). También, en mi opinión, el gran acierto de Moffat como showrunner de Doctor Who (y como guionista) fue la historia del Doctor y River Song. Me quejo de muchísimas cosas de su tiempo en la serie, pero para mí sus mejores episodios son justamente aquellos en los que introduce a River Song, todavía cuando David Tennant era el Doctor y el especial de Navidad de Capaldi, The Husbands of River Song (y otros momentos). La idea de dos amantes que viajan en el tiempo y no se encuentran nunca en orden me parecía maravillosa para explorarla. Ya me fui un poco por las ramas, pero creo que toda esta verborrea aborda por qué la trama del libro de Amal y Max me encantó.

Max Gladstone

Las cartas de Red y Blue son maravillosas. Sus referencias, sus juegos, sus anhelos y deseos. Leí este libro con una amiga y lo primero que pudimos comentar sobre las cartas es que eran "intensas". Luego ya le di más vueltas al asunto y encontré otras mil razones por las que me gustaron. Un detalle sobre el libro es que todas las cartas que escribe Red fueron enteramente escritas por Max Gladstone, mientras que las de Blue fueron escritas por Amal El-Mohtar. Aunque ambos escritores tenían la estructura general de la historia, las reacciones de sus personajes a las cartas tenían un elemento genuino de sorpresa al recibirlas. También, la manera de entregar las cartas es algo que me pareció maravilloso. Mi carta favorita es, sin duda, una escrita en los anillos del tronco de un árbol, aunque también me encanta una de las últimas (la manzana) y esa que está en la lava de un volcán. Escribiendo de fantasía y ciencia ficción me parece majestuoso aprovechar que no existen los límites en la imaginación. Repito eso como merolico pero a veces parece que no entra. 

Red y Blue hablan sobre el hambre (no sólo de comida, sino de todo), cosa que me recordó mucho a la Biografía del hambre de Amélie Nothomb (algún día le haré su reseña, prometido), pero también a mi sed infinita al leer y beberme todas las letras en la página. Es posible enamorarse de alguien al leerlo y no solo eso, la escritura es constantemente una conversación (muchas veces con un interlocutor invisible) y las protagonistas de este libro lo recuerdan una y otra y otra vez a lo largo de la historia. 

Sometimes when you write, you say things I stopped myself from saying. [...] I wanted to say, words hurt, but metaphors go between, like bridges, and words are like stone to build bridges, hewn from the earth in agony but making a new thing, a shared thing, a thing that is ore than one Shift.
But I didn't, and you spoke of wounds.

El libro aborda mucho el lenguaje y miles de maneras de decir las cosas. Blue y Red buscan todo lo rojo, todo lo azul, juegan con las palabras para referirse a la otra, hablan y se explican anhelos usando sólo la palabra escrita. Son enemigas persiguiéndose en el tiempo, pero también son la interlocutora más íntima de la otra. De repente entre las reseñas me encontraba algunas que me frustraban porque decían que la historia era confusa o que sólo eran palabras bonitas; por supuesto, cada lector tiene derecho a tener la opinión que quiera y a que no le guste un libro (¡faltaría más!), pero de repente me frustra en lo más hondo de mi ser esta búsqueda de los libros sean fáciles o sencillos. This Is How You Lose the Time War es un libro que exige tu atención para leerlo, pero no es un libro que tengas que entender en todo momento. El mismo libro te va contando sobre Red y Blue, poco a poco, pero no lo da todo mascado (¿de dónde salió esta obsesión por recibirlo todo mascadito, a ver?). Así que sí, les diré que a pesar de que es corto, exige de la atención de uno pero realmente vale la pena dársela.

Max Gladstone y Amal El-Mohtar construyeron un mundo muy especial con sus palabras.También me gusta que las personajas, inicialmente enemigas, vayan poco a poco intercambiando pareceres dándose cuenta de que no son tan diferentes. A veces, en la ciencia ficción, hay muchos hombres escribiendo de muchas armas y mucha guerra, mucha violencia en naves espaciales o mundos distópicos y... no es que haya nada de malo, al final cada quien escribe de lo que quiere, pero me llama la atención que se escriba desde tanto amor a la guerra (tan terrible en la realidad, como bien señala Verónica Murguía en El fuego verde: las batallas de los poetas no se parecen a las batallas de la realidad). Rechazar la guerra por el amor y el cuidado me parece una idea que pocas veces exploramos y ver a dos personajes que no conocen otra cosa más que esa guerra que están peleando y van desarrollándose desde allí me pareció muy interesante.

I would have fought you forever. I would have wrestled you through time. I would have turned you, and been turned. I would do anything. I have done so much, and would have done as much again, and more. And yet here I am, a fool, writing you one last time, and here you are, a fool, reading me. We're one, at least, in folly. 

¿Les recomiendo este libro? Por supuesto. Si les gusta el romance y la ciencia ficción, desde luego. Si les gustan las novelas epistolares, también. Si les gusta ver como los escritores mueven y deshacer el lenguaje a su antojo. Si les gustan los romances entre mujeres (y esta es una perfecta muestra de que todos los romances LGBT tienen mucho más lugar en el mundo que sólo ser relegados al coming of age y a salir del clóset sin darle oportunidad a otro tipo de historias), también recomiendo con toda violencia. Si les gustan los viajeros en el tiempo, otra más. Espero que en algún momento este pedazo de novela sea traducida al español (los traductores tendrán un gran trabajo frente a ellos) porque me encantaría recomendarla y que fuera mucho más accesible para todos los que me leen..., pero por lo mientras aquí estamos, esperando pacientemente.

Cuando vean aparecer a este libro entre mis mejores lecturas del año, no se extrañen.

Book Tag My Hero Academia

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A veces hago booktags. Sí. Hace mucho que no hacía uno y llevaba días buscando alguno. Hace varios meses que Raquel y yo encontramos un booktag en inglés de este anime, My Hero Academia, pero no nos gustó mucho, así que hicimos de nuestro misión adaptarlo y hacer uno que nos gustara. Lo hicimos y luego pasó el tiempo, pero el tag ya salió en su canal y pueden ver aquí el video así que yo también vine a hacerlo.

My Hero Academia es un manga shonen de Kohei Horikoshi que me gusta mucho. Se desarrolla en una sociedad donde es común que todos tengan superpoderes y los héroes son muy comunes. El protagonista es un chico sin poder/quirk/singularidad que desea más que nada en el mundo convertirse en un héroe. Y... bueno, hablé más del manga en una entrada de que hice hace unos meses, por si desean saber un poco más. Si no lo han visto, igual pueden seguir leyendo las consignas porque traen recomendaciones de libros y yo hago booktags justo para eso: hablar de libros.

Izuku Midoriya: una historia que está basada en otra pero que, en tu opinión, es aún mejor

La consigna dedicada al protagonista del manga nos recuerda un poquito que la literatura es constantemente una conversación y que hay muchos escritores que se han basado en otros para hacer lo suyo (e Izuku es precioso). En esto de los trabajos transformativos (que no son sólo fanfics o existen sólo dentro del fandom) a veces es difícil decidir si algo es mejor que otra cosa. El criterio al final es subjetivo. Yo elegí Nieve Negra de Camila Valenzuela, un libro de fantasía editado por SM en la colección El barco de vapor, serie roja. Es una reimaginación del cuento de Blancanieves (que, como cuento popular que es, tiene muchas y variadas versiones) en el contexto histórico chileno. Se los recomiendo mucho si les gusta la fantasía y los cuentos. Hablé un poco más de él en una reseña que le hice que les dejo allí.

Katsuki Bakugo: libro o serie que mejoró tanto en relación con el principio que terminó siendo uno de tus favoritos

Este es mi personaje favorito del manga, pero empecé deseando darle un sillazo en la cabeza, así que se pueden imaginar. La verdad es que estoy tentada a poner el mismo manga de My Hero Academia porque algo así fue mi relación con él. Pero no, voy a poner algo original. Pongamos aquí el libro Ni de Eva ni de Adán de Amélie Nothomb. Fue el primero que leí de esta escritora belga y al principio no sabía muy bien por donde agarrarlo. Me llegué a aburrir un poco con él. Pero poco a poco va creciendo (donde habla de los tipos de amor, por ejemplo) hasta llegar al pico que es toda la escena que tiene que ver con el monte Fuji. Se ha convertido en uno de mis libros favoritos de la literatura romántica. Les dejo mi reseña.

Shouto Todoroki: libro que mezcla dos o más géneros armoniosamente

Por él empecé a leer el manga. Cabello de dos colores ¿y una cicatriz? Por favor. Era obvio. Tiene además dos poderes (fuego y hielo), así que por eso la consigna. Se sabe que me gustan los híbridos de cosas, así que aquí elegí Nuestro Mundo Muerto de Liliana Colanzi, creo que mezcla muy bien la ciencia ficción con la fantasía (o lo fantástico, dependiendo del cuento) y a veces el terror. Es un perfecto ejemplo de las hibridaciones con estos géneros que existen en latinoamérica y no pierdo nunca la oportunidad de recomendarlo justamente por si quieren conocer estos híbridos que nacen en América Latina.

All Might: el libro que te hizo amar la lectura

Así como Izuku ama a los héroes gracias a All-Might, yo empecé a amar la lectura gracias a Harry Potter y la Cámara Secreta de J. K. Rowling. La saga en general también luego despertó mis deseos por escribir, pero esa es otra historia. No quiero escribir mucho aquí porque tengo una historia complicada con estos libros que se ha ido complicando muchísimo en estos últimos años y que tienen que ver con mi desencanto en Animales Fantásticos (o más bien, la incapacidad de Rowling para seguir su propio canon en algunas cosas), la escritora (de hecho tengo su nombre silenciado en tuiter, no me interesa saber nada de ella por múltiples y variadas razones y la gente se sorprende cuando digo que esto viene de años atrás, no es nuevo en mi vida) y que aunque solía (suelo, todavía, aunque con rodeos) escribir fanfics de Harry Potter, estoy muy cansada del asunto. Sin embargo, no puedo negar que el primer libro que leí de la saga (el segundo) fue de los que me abrió un portal a la lectura.

Aizawa-sensei: un libro que te enseñó muchas cosas

Shota Aizawa es un profesor muy interesante al que quiero mucho. Estuve pensando en un libro que me hubiera enseñado muchas cosas y creo que me voy a repetir porque siempre menciono de los mismos en este tipo de consignas, pero La mitad del cielo de Claudie Broyellehizo mucho por mi pensamiento político en un momento de mi vida en el que estaba viviendo toda una evolución ideológica muy pesada. Por eso y muchas cosas más creo que es un libro muy adecuado para poner en esta consigna. Es un libro sobre la experiencia colectiva de las mujeres chinas durante la revolución cultural que siempre recomiendo, en cualquier caso y lugar.

Ochaco Uraraka: libro que, sin importar su extensión, se te hizo muy ligero

¡Ochaco! Mi chica favorita de My Hero Academia. Puede hacer levitar las cosas porque tiene cierto control sobre la gravedad, así que por eso esta consigna. Aquí supongo que estamos hablando de un libro chonchito que me pareció ligero. Creo que elegiré Insólitas, de Varias Autoras, todas de ellas hispanas. Es una antología de lo fantástico y lo insólito en España y América Latina. Es algo chonchito, pero se me hizo la verdad es que un respiro muy bueno al leer y me gustó mucho. Me pareció ligero por la manera en la que lo leí (iba de a dos o tres cuentos al día, el único que me tomó más fue el de Daína Chaviano) y si quieren conocer más de estos géneros es una perfecta entrada a la literatura latinoamericana.

Tsuyu Asui: un libro que te recuerde a un amigo/amiga

Tsuyu también es de mis chicas favoritas. Además es muy buena amiga y muy sincera. Aquí decidí elegir Experta en magia de Marion Zimmer Bradley, que es una lectura reciente y que desde que lo empecé me recordó mucho a Raquel (hitzuji) porque es justamente su tipo de libro. Además ella fue quien me lo recomendó y no conozco a otra persona más obsesionada con el ciclo artúrico que ella. Tengo muchos para esta consigna, pero pues por poner uno, este fue el primero que me vino a la mente: Experta en magia es un recuento del ciclo artúrico desde los ojos de las mujeres; concretamente, desde los ojos de Morgana.

Tenya Iida: ¿cuál es tu ritual para leer?, ¿lees en todas partes?, ¿tienes un momento especial para hacerlo?

Bueno, Iida es muy organizado, metódico y todas esas cosas. Yo no. Así que contestaré así la consigna. No tengo ningún ritual especial para leer y no necesito ninguna clase de condición especial para ponerme a leer. Leo en todas partes, sí. Leía en clase, por dios. No tengo ningún momento especial para leer, pero mi momento de lectura suele ser por la mañana o por la noche. Listo, respondido.

Considérense etiquetados si ven el anime o el manga y quieren hacerlo.

Recomendaciones para el #GuadalupeReinas2020

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Ya llegó la mejor época del año. ¡El Guadalupe Reinas! Si han seguido mi blog un buen rato, pues sabrán que, en diciembre aquí celebramos el maratón de lectura más maravilloso del mundo, leemos a muchas autoras y en general pasamos las fiestas leyendo. A quienes no... pues les explico rápidamente qué es el Guadalupe Reinas.

Cada año en Librosb4tipos hacemos un maratón de lectura que está un poco hardcore: 10 libros de autoras en 26 días. Ese es el resumen rápido de como funciona la dinámica. La explicación más larga incluye que leemos desde el 12 de diciembre hasta el 6 de enero, la época que en México es el Guadalupe Reyes (época de fiestas, familia, amigos, celebraciones  que inicia con el día de la virgen de guadalupe y termina con el día de reyes); jugamos con el nombre de la época, no hay ninguna reina (salvo las reinas magas que traen libros). Nosotras queremos celebrar a nuestra manera y, como en Librosb4tipos somos una colectiva y club de lectura que difunde las obras de mujeres, obviamente... ¡vamos a celebrar leyéndolas!

Este 2020, que fue un año complicado, elegimos consignas sobre el cuidado y el acompañamiento, que nos remitieran a lugares felices, etc. Estas son las consignas de este año:

Les voy a deber algunas consignas donde no tengo absolutamente nada qué recomendar, pero en las que sí, acá van todas. Son recomendaciones a título personal, de libros que me han gustado y considero que cumplen con las consignas. Si quieren saber dónde conseguir algún libro, pueden escribirme en los comentarios (o meterse a mi canal de Telegram).

Un mundo donde te gustaría vivir

1. El fuego verde de Verónica Murguía. ¡Broncelandia! ¡El bosque de las hadas y los elfos! ¡La edad media! Definitivamente creo que una de las cosas que más me han movido en mi vida son las historias del ciclo artúrico, las historias sobre las hadas, los elfos, sobre este bosque que existe y al cuál los humanos pueden llegar. Luned es una cuentera que sueña con ellos y que hace del bosque su mundo. Si quieren leer fantasía clásica de una autora latinoamericana, les recomiendo este libro. Disponible en bookmate.

2. Witch Hat Atelier de Kamome Shirahama. Mi amor por la magia y las brujas se volvió infinito con este manga. Les recomiendo cualquier tomo de Witch Hat Atelier para que conozcan dónde Coco estudia brujería, vean increíbles dibujos de sombreros puntiagudos y paisajes impresionantes. Tiene unas ilustraciones preciosas y un amor por la magia tan increíble que me calienta siempre el corazón. Disponible en tumangaonline.

3. Kalpa Imperial de Angélica Gorodischer. Me encantaría conocer el Imperio Más Vasto. Me lo imagino de muchas maneras, pero sobre todo con estos toques de Las Mil y Una Noches, que es mi referente en narración oral. Angélica Gorodischer demuestra cómo se puede escribir fantasía desde Latinoamerica y lo hace de una manera impresionante. Las historias sobre el imperio más vasto me hicieron disfrutar muchísimo. También pueden leer este como Lectura Conjunta de Librosb4tipos.

4. Nimona de Noelle Stevenson. ¡El mundo de Nimona me hace reír! Nimona es una cambiaformas que vive con uno de los villanos más poderosos y quiere ayudarlo. Hay un héroe, hay espadas, referencias a la fantasía clásica y una historia sobre encontrar una familia, amistad y todas esas cosas que hacemos en el camino. Es una novela gráfica que originalmente fue un webcómic. Y también lo pueden leer en la consigna de un libro que te haga sonreír, reír o carcajearte.

5. El rey de los bufones de Tanja Kinkell. ¿No les gustaría asomarse a Fantasia? El problema es que La historia interminable la escribió Michael Ende, que es hombre y para el Guadalupe Reinas no va a ser considerado. Lo bueno es que muchos años después se publicaron varios libros ambientados en Fantasia como parte de un tributo y homenaje y entre ellos estaba este de la alemana Tanja Kinkell, que va de la historia de una tejedora, un gato y la misión de salvar a Fantasia de la Nada.

6. Inuyasha de Rumiko Takahashi. Miren a mí si me gustaría vivir en el mundo de Inuyasha con sus guerras y sus demonios. De hecho, todos los mundos que he dicho son conflictivos, muy reales, la fantasía es lo real. Alguien me dijo una vez que todos los otacos éramos un poco suckers por el Sengoku en Japón y sí. Hay muchísimas historias maravillosas, fantásticas, llenas de aventuras y de criaturas increíbles. Así que les recomiendo cualquier tomo de Inuyasha. Disponible en tumangaonline.

7. La saga de los confines de Liliana Bodoc. Aunque La saga de los confines es una historia muy dura, me encantaría conocer Las Tierras Fértiles. Leyendo los tres libros que la conforman siento que estoy allí, porque la pluma de Liliana Bodoc es magistral y me ha inspirado a crear mis propios mundos. Me encantaría conocer a Los Señores del Sol y Los confines. Los días del venado fue, además, una lectura conjunta de Librosb4tipos y la pueden considerar allí.

8. Reckless de Cornelia Funke. ¡El mundo al otro lado del espejo, lleno de personajes de los cuentos de hadas! Cornelia Funke es una de mis exponentes favoritas de la fantasía y disfruto muchísimo leyéndola. Reckless es mi saga favorita de ella y pueden elegir cualquier libro para esta consigna. Me encantan las aventuras de Jacob y Fux por un mundo donde los cuentos de hadas son reales, hay Baba Yagas, Barba Azules, brujas, goyls de piedra y muchas cosas más. El hilo de oro está disponible en bookmate

9. Tsubasa Reservoir Chronicles de CLAMP. Hola, me llamo Andrea y soy un poco masoquista, pero los mundos de CLAMP (la idea de su multiverso) me fascina. Tsubasa Reservoir Chronicleses mi manga favorito y las aventuras por entre todos los mundos que pisan los protagonistas me fascinan y me hacen desear estar allí. Disponible en tumangaonline.

10. Experta en magia de Marion Zimmer Bradley. ¿Recuerdan que dije que estaba obsesionada con el ciclo Artúrico? La idea de poner un pie en Avalon a través de las palabras de los escritores me es fascinante. Sobre todo desde la voz de las mujeres como Morgana, que es la protagonista de esta escritora.

11. Orfeo de Martha Riva Palacio. ¿Quién no quisiera ver el espacio abierto? (Bueno, no sé, debe de haber muchos alguienes que no quieran). Este libro cortito, editado por el FCE es perfecto si les atrae la idea del mundo espacial con muchas conexiones a los mitos clásicos, como Orfeo. Martha Riva Palacio es, además, una de las autoras favoritas de la colectiva. Disponible en bookmate.

12. Stravaganza de Mary Hoffman. Stravaganza es una saga con un mundo paralelo al nuestro. En vez de existir Italia, existe Talia, inspirada en el renacimiento. Me encantan las aventuras que los protagonistas tienen en ese mundo, al que acceden gracias a curiosos objetos. Los leí hace mucho y no sé si se encuentren disponibles, pero eran mágicos.

13. La profecía imperfecta de Liliana Bodoc. ¡Un mundo con dragones! Listo, me compraste. Creo que, si se han dado cuenta, me gustan los mundos de los conjuradores de brujas, magos y dragones. No importa que sean duros o extraños, quiero conocerlos. Liliana Bodoc escribió también esta saga magnífica, Tiempo de Dragones, y este es el primer libro. Disponible en inglés en bookmate.

Libro sobre labores de cuidado

1. La hija del curandero de Amy Tan. Esta es la historia sobre una niña china y la nana que la cuidó toda la vida. También es sobre una mujer china viviendo en Estados Unidos y la hija que tiene como cometido cuidarla (y que, además, está buscando su historia). Me enamoré de las muchas maneras que se habla de cuidar al otro en esta novela y quiero mucho a Amy Tan por ello. Muy recomendado. Disponible en inglés en bookmate.

2. Como caracol... de Alaide Ventura. Este libro lo leí este 2020 y me hizo muy feliz y muy triste a la vez. Es un libro de literatura juvenil que aborda la vejez, el alzheimer y el cuidar de aquellos que no pueden cuidarse a sí mismos (con todo el dolor, la frustración, las alegrías y la tristeza que eso acarrea). Me parece una excelente elección en esta consigna. (La autora es de Veracruz, así que si son de allá, se los recomiendo para la autora de esa región). Disponible en bookmate.

3. Vivir la vida de Sara Sefcovich. La protagonista de este libro en muchas instancias acaba dedicando su vida a otros: el viudo de su primer marido, su segundo marido, hijas que no son suyas. Es, además, un libro muy divertido que pone sobre la mesa como algunos se olvidan de sí mismos por cuidar a otros. 

4. El castillo ambulante de Diana Wynne Jones. ¿Qué hace un libro de fantasía aquí? ¡Porque la fantasía también habla de lo humano y los cuidados nos han hecho ser la civilización que somos! Sophie, la protagonista, hace muchas labores de cuidados en el libro; trabajos que a menudo son ignorados o hacen invisible a la gente. Me parece muy valioso rescatarlo allí. También es un libro muy divertido, así que lo pueden leer en la consigna de un libro que te haga sonreír, reír o carcajearte. Disponible en bookmate.

5. Auliya de Verónica Murguía. Otro libro de fantasía hablando de cuidados. Pero por supuesto que sí. En el desierto, el magreb, la edad media árabe, Auliya cuida a un hombre moribundo, a su aldea, a una manada de ratones... Auliya es maga y, aunque no sabe leer, conoce el nombre de las estrellas. Habla sobre cuidados y lo invisibles que son para otros (entre otras cosas). Muy recomendado.

Narrativa gráfica de distribución libre (webcómic)

1. Lore Olympus de Rachel Smythe. ¿Te gustan los mitos griegos? ¿Estás tan obsesionada con Perséfone como yo? ¿Hades te parece el mejor Dios Griego? Este es tu webcómic. La primera temporada está terminada (aunque es muy larga y no hace falta leerla toda) y sigue la historia de Hades y Perséfone en un mundo moderno, con algunas licencias. Habla de la independencia, el buscarse a uno mismo y aborda temas como el trauma, la sexualidad y el consentimiento. Léelo aquí.

2. Novae de Kaiju. ¿Estás tan obsesionada con la fantasía como yo? Esta es tu historia. Novae es la historia de un astrónomo que ama las estrellas y un joven misterioso que llega a mover su vida. ¿Será un inmortal? ¿Un vampiro? La primera temporada de está terminada y no es muy larga. Se actualiza tres veces al mes. Léelo aquí.

3. Castle Swimmer de Wendy Lian Martin. Este es de mis favoritos. Kappa nació para ser el elegido de todas las profecías de los castillos al fondo del mar. Siren para matar al elegido y así, hacer cumplir la profecía que salvará a su gente. Sobre pelear contra el destino, enamorarse por primera vez y muchas sirenas, ondinas, tiburones, peces y lo que se les ocurra. La primera temporada está terminada. Léelo aquí.

4. The Witch and The Bull de Moonsia. En un mundo en donde conviven humanos y brujas después de una guerra, la bruja de las constelaciones está intentando pasar desapercibida, el consejero del rey es un imbécil prepotente y alguien quiere ponerles el pie. Magia, un mundo que tiene influencias a Las Mil y Una Noches con todos los toques árabes y magia, mucha magia. Léelo aquí.

Libro independiente o de una editorial independiente

1. Masters of Death de Olivie Blake(autopublicación). Olivie Blake es de mis personas favoritas en el mundo porque escribe fanfiction. También ha autopublicado varios libros y yo he tenido la oportunidad de leer este. Habla sobre el hijo adoptivo de la muerte, una trabajadora de bienes raíces que tiene que lidiar con un fantasma que no quiere que vendan su propiedad y algunas otras criaturas metidas en un juego del que saben poco.

2. Dido para Eneas de María García Esperón(El Naranjo). El Naranjo es la casa de María García Esperón y es también una de mis editoriales independientes favoritas. Dido para Eneas es la historia de Dido de Cartago, un personaje de la Eneida, desde su propia voz. Recuperar a la mujeres de los mitos me parece super importante. Disponible en bookmate.

3. El velo de Helena de María García Esperón(El Naranjo). El velo de Helena narra la historia de Helena de Troya, recorriendo toda la Iliada, desde sus ojos y su voz. Como dije arriba, la voz de las mujeres de los mitos me parece algo muy importante y que María García Esperón hace maravillosamente. Disponible en bookmate.

4. Crecer de Ichiyo Higuchi(Chidori Books). No conozco mucho a esta editorial, pero sí estoy enamorada de las historias de esta escritora japonesa que es muy poco conocida, por eso la recomiendo. Hablar sobre ser mujer en su contexto, sobre crecer y dejar la niñez y los juegos atrás. Muchos temas queme gustan y que les recomiendo conocer. Disponible en bookmate.

5. Nuestro mundo muerto de Liliana Colanzi(Almadía, Eterna Cadencia y otras). Dependiendo del país en el que estén es la editorial en la que está publicado Nuestro Mundo Muerto. Esta colección de cuentos de lo fantástico, la ciencia ficción y a veces el terror, explora las hibridaciones de los géneros en América Latina. También fue una lectura de Librosb4tipos así que lo pueden considerar en esa consigna.

6. Ella trae la lluvia de Martha Riva Palacio(El Naranjo). Una historia preciosa sobre el mar, las islas, el no pertenecer y los refugiados. La leí hace muchísimos años y la tengo muy presente en mi corazoncito. Se las recomiendo mucho. Disponible en bookmate.

7. El fantasma de la casa del lago de Ana Romero(El Naranjo). Este libro lo leí este año en voz alta y fue una experiencia muy padre. Me gustan mucho las historias de amor de Ana Romero y esta es bien preciosa. ¿Se puede amar a un fantasma? Además es un libro con toques muy divertidos. Disponible en bookmate.

8. Javier y el príncipe del mar de Sofía Olguín (Bajo el Arcoiris). Bajo el Arcoiris es un proyecto editorial con libros infantiles y juveniles con personajes LGBT, demostrando que historias inclusivas pueden ser contadas también para niños con total normalidad. Este es un cuento muy hermoso. Además, ¡son de distribución libre! Aquí lo descargan.

9. Siete casas vacías de Samantha Schewblin(Páginas de espuma). Esta es una recopilación de cuentos raros que me encantó cuando la leí. Está publicada en una editorial independiente así que no pierdan la oportunidad de leer a Samantha Schewblin. Disponible en bookmate.

10. Hermano Lobo de Carla Maia de Almeida(El Naranjo). Se nota cuál es mi editorial favorita, sí. Esta es una historia de un viaje, una familia, muchas rupturas. Es un libro muy hermoso al que les recomiendo que le den una oportunidad.

11. El matrimonio de los peces rojos de Guadalupe Nettel(Páginas de espuma). ¡Otro de cuentos! Me gustan los cuentos y es también de Páginas de espuma. Es un libro muy breve sobre las relaciones. A veces son un poco extraños o raros, así que si les gusta eso, esta es su autora. Disponible en bookmate.

12. Pelea de gallos de María Fernanda Ampuero(Páginas de Espuma). Este fue de mis libros de cuentos favoritos este años. María Fernanda es una chingona escribiendo. Subasta y Pasión son mis cuentos favoritos, por si leen esta recopilación, ahí se los dejo. Disponible en bookmate.

13. Mary Jo de Ana Pessoa(El Naranjo).¡También de mis libros de iniciación favoritos este año! Mary Jo tiene una narración preciosa, la traducción es una obra de arte, Ana Pessoa es una escritora muy sensible y este libro parece narrado como cuenta de hadas. Disponible en bookmate.

14. Bron y el dragón de Sofía Olguín(Bajo el Arcoiris). Y este es el último de aquí, lo juro. Si no no acabamos nunca. Es un libro que aborda la existencia de las personas trans en un cuento para niños. Se los recomiendo mucho, pues la sensibilidad de Sofía al escribir estas historias es muy bonita. Disponible en Scribd, gratuito.

Libro de una autora de tu región

Aclaración: puse de distintas regiones del país. Sólo hay una de la CDMX, porque de allí son mayoría y es fácil buscar.  

1. Los recuerdos del porvenir de Elena Garro(Puebla). Este libro me gusta muchísimo. Elena Garro merece ser leída, discutida, que los escritores y escritoras del futuro sigan dialogando con ella. Los recuerdos del porvenir es una historia maravillosa. Es, además, una lectura conjunta de Librosb4tipos.

2. Estío y otros cuentos de Inés Arredondo(Sinaloa). Leí a esta escritora por recomendación de Ale (Sputnik) y me encantaron sus cuentos. Aún hoy la recomiendo cuando puedo, porque creo que hay que rescatarla para que sus cuentos no caigan en el olvido. Disponible en bookmate.

3. Cartucho de Nellie Campobello(Durango/Chihuahua). Nació en Durango y pasó su infancia en Chihuahua, así que si son del norte, pueden aprovechar. Cartucho es una novela de la revolución, además, por si les gustan esos temas y fue una lectura conjunta de Librosb4tipos.

4. Algunas primeras veces de Ana Romero(Michoacán). Esta escritora es de mis favoritas y también de uno de mis estados favoritos. Algunas primeras veces es una historia de amor y romance que me encantó leer y disfruté muchísimo. Acaba de ser reeditada, así que se las recomiendo. 

5. Arráncame la vida de Ángeles Mastretta (Puebla). Siempre que pienso en Puebla pienso en Catalina y en el General Andrés Ascencio (al cuál odio). Me encanta esta novela por motivos desconocidos y siempre se la recomiendo a todo el mundo.

6. Entre los rotos de Alaíde Ventura(Veracruz). De nuevo, otro libro de Alaíde Ventura. Este libro es desgarrador, pero me encantó. Si están buscando a una escritora del golfo, de Veracruz, esta es la recomendación que necesitan. 

7. Temporada de Huracanes de Fernanda Melchor(Veracruz). No podía no recomendar a Fernanda Melchor porque me parece una escritora magistral y es también de Veracruz. Temporada de Huracanes es un libro difícil que me mantuvo pegada a sus páginas. Fue también una lectura conjunta de Librosb4tipos.

8. El pozo de los ratones y otros cuentos al calor del fogón de Pascuala Corona (Ciudad de México). ¡Lean a Pascuala Corona! Desde la tradición de los cuentos populares, esta escritora recopiló varios en un libro que pueden encontrar en el Fondo de Cultura. Muy recomendado.

Libro con personaje fuera de la norma

1. El cristal con que se mira de Alicia Molina. La protagonista de este libro es sorda y además, para acabarla, usa lentes también. Está muy mortificada por lo segundo y no sabe qué hacer. Por supuesto, en una sociedad acostumbrada a ignorar las discapacidades, ella se sale mucho de la norma.

2. Bruja Akata de Nnedi Okorafor. La protagonista de este libro es africana (y en un mundo blanco, pues... se entiende) y además, está fuera de la norma dentro de su comunidad, pues es albina (lo que la hace muy especial en su mundo). Este libro lo leí para el primer Guadalupe Reinas, creo. O para el segundo. Le guardo un cariño muy especial. 

3. En el tiempo de las mariposas de Julia Álvarez. Para mí las revolucionarias están siempre fuera de la norma en un mundo capitalista. Por eso recomiendo este libro, que protagonizan las hermanas Mirabal. Lo leímos en Librosb4tipos, así que lo pueden considerar en esa consigna.

4. Given de Natsuki Kizu. Los protagonistas no heterosexuales están muy muy fuera de la norma. Así que aquí entran los cuatro: Mafuyu, Uenoyama, Akihiko, Haruki. Rescato una escena en la que Akihiki le dice a Uenoyama que le pueden gustar los hombres, que no hay nada malo. Creo que también debemos abogar por historias de amor entre hombres sanas y Natsuki Kizu trata con mucha sensibilidad a sus personajes. Disponible en tumangaonline.

5. Shade, the changing girl de Cecil Castelucci & Marley Zarcone. Shade está fuera de la norma, definitivamente. Es rara, psicodélica, una adolescente incomprendida. O mejor: una alien en el cuerpo de una adolescente. Este cómic es de Young Animal, un sello de DC. Se los recomiendo muchísimo. Disponible en ReadComicOnline.

6. Kim & Kim de Magdalene Visaggio & Eva Cabrera & Claudia Aguirre. Kim & Kim es una historia de aventuras en un mundo muy diferente al nuestro. La recomiendo porque aborda a personajes sáficos y también a mujeres trans (Magdalene Visaggio, su autora, es una mujer trans). También vale la pena mencionar que la ilustradora y la colorista son ambas mexicanas. Disponible en ReadComicOnline.

7. The Terracota Bride de Zen Cho. Bueno, para empezar, los protagonistas asiáticos me parece que están fuera de la norma cuando todo lo mainstream es blanco y para seguir, esta pequeña novella (tiene apenas poco más de diez mil palabras) habla de un romance entre mujeres. Es una historia de fantasía que leí en un read-a-thon de escritoras de literatura de género.

8. Monstress de Marjorie M. Liu & Sana Takeda. El mundo de Marjorie M. Liu y Sana Takeda en este cómic es asiático. Todos sus personajes y protagonistas lo son y Maika es definitivamente alguien que se sale de la norma de muchas maneras. Le falta un brazo (sí, tendemos a visibilizar poco la discapacidad, especialmente en historias de fantasía), entre otras cosas que averiguarán si se adentran en la historia. Disponible en ReadComicOnline.

9. Novia que te vea de Rosa Nissán. Oshinica/Eugenia quiere estudiar. Para los judíos sefardíes de su época eso es rarísimo y nadie entiende por qué demonios quiere seguir estudiando en vez de casarse. Se sale de todas las normas impuestas en su casa. Recomendado.

10. Marte y las princesas voladoras de María Baranda. Este breve libro infantil aborda las neurodivergencias, tema que me parece muy importante también resaltar en las historias. Se los recomiendo mucho, María Baranda es una exelente escritora mexicana.

11. La mujer habitada de Gioconda Belli. Ya dije que, para mí, todas las revolucionarias son mujeres que se salen de la norma, así que la protagonista de este libro, una guerrillera de Fraguas (un país inventado en el conexto latinoamericano) cumple más que de sobra con la consigna. Además, este libro también fue una lectura conjunta de Librosb4tipos

12. Kitchen de Banana Yoshimoto. Eriko es una mujer trans que ha criado como madre soltera a su hijo. Es uno de los tres personajes principales de este libro que les recomiendo mucho. Banana Yoshimoto es una autora bien chida. Este libro fue, además también, una lectura conjunta de Librosb4tipos. Disponible en bookmate en inglés.

13. Cuando te golpeo de Meena Kandasamy. Dentro de la India, hay mucha discriminación hacia el sur: hacia su color de piel y su lengua, por ejemplo. Por eso, este libro me parece una buena recomendación aquí: la protagonista es justamente una persona del sur de la india. Sólo como apunte: el libro en español es de Malpaso, editorial que no paga a sus colaboradores; si lo quieren leer, consíganlo por medios alternativos (piratería) o comprenlo en inglés (de esa manera sí apoyan a la autora). 

14. El ministerio de la felicidad suprema de Arundhati Roy. Como protagonistas de este libro hay muchos revolucionarios, pero quien más brilla es la protagonista una hijra de Dehli, nacida en el conocido ghetto musulmán cercano a Chandi Chawk. En la India, el término hijra ha sido usado para referirse a los eunucos reales, a las personas intersexuales, a un tercer género, a las mujeres trans. Es un umbrella term y a veces nos recuerda que no todo se puede mirar desde la occidentalidad. El libro es largo, pero nunca falta quien quiere leer muchas páginas en el maratón. Disponible en bookmate.

¡Mucha suerte eligiendo sus lecturas!

TBR Guadalupe Reinas 2020

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Como les dije en la entrada pasada, el Guadalupe Reinas es un maratón de lectura para leer autoras organizado por esa maravillosa colectiva a la que pertenezco llamada Librosb4tipos. Se trata de leer diez libros escritos por mujeres siguiendo diez fáciles y sencillas consignas. Aquí se las repito de nueva cuenta.

Además en el Guadalupe Reinas hay retos y el primero era hacer el tbr de forma creativa. Como soy programadora y se HTML, hice mi tbr en HTML y CSS en codepen. De manera que fuera diferente al diseño de mi blog pero que igual quedara con él (también implica que hay unas cuantas malas prácticas en el código, para que el CSS del blog no chocara). Aquí lo voy a insertar y si quieren ir a ver el código piquen este link a CodePen. Ahora sí, esto es lo que voy a leer:

Guadalupe Reinas 2020
1. Una lectura conjunta de Librosb4tipos
Cuentos reunidos de Amparo Dávila
2. Libro favorito de una de tus mejores amigas
The Night Circus de Erin Morgenstern
3. Divulgación Científica
Broad Band: The Untold Story of the Women Who Made The Internet de Claire L. Evans
4. Un mundo en el que te gustaría vivir
Un mago de Terramar (Historias de Terramar I) de Ursula K. LeGuin
5. Sobre labores de cuidado
Su cuerpo dejarán de Alejandra Eme Vázquez
6. Cómic de libre distribución (Webcómic)
Lumine de Emma Krogell
7. Sonreír, reír o carcajearte
House of Many Ways de Diana Wynne Jones
8. Publicación independiente
El musgo en las ruinas de Paula Donoso Rivera
9. Autora de tu región (Estado de México)
Orillas de Nora de la Cruz
4. Personaje fuera de norma
Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio de Andrea Chapela

25 libros que me cambiaron en 25 años

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Hoy cumplo veinticindo años. (O más bien, mañana, porque esta entrada está escrita desde el pasado para publicarse en el futuro). Quería que entre las entradas de recomendaciones y listas hubiera un par de reseñas que tengo pendientes, pero es diciembre, los últimos pendientes laborales del año atacan, el #GuadalupeReinas2020 está funcionando y hay mucho que leer, mucho que hacer y además hay que hacerse tiempo para disfrutar de las fiestas (yo soy un grinch, pero igual). Con todo y todo decidí hacer esta entrada. 

Elegí veinticinco libros que han marcado de manera especial mi trayectoria lectora y escritora. Fue complicado, difícil y sufrido porque es una cantidad muy pequeña para los libros que me han sorprendido e impactado a lo largo de mi vida y se han convertido en mis referentes. Existen muchos, por todos lados. Estos, sin embargo, seguro los he mencionado varias veces en todos lados y quizá no les resulten sorpresa. Hay lecturas nuevas y lecturas muy viejas. No está Harry Potter (a pesar de que me hizo escribir) porque ahorita traigo atorada a Rowling (mi proceso creativo dentro del fandom se ha visto muy afectado de dos años para acá porque se me cruza la autora, por más veces que le saque el dedo dentro de mi propia narración, pero ya hablaré de eso más adelante, ni que fuera noticia que me cae mal la Jotacá), pero sí muchas lecturas que me hicieron desear escribir. No son recomendaciones tal cual, pero que no quede duda de que son libros que recomiendo ampliamente, sino es sólo una lista de quiénes son mis referentes, una lista de sólo unos cuantos a los que les debo tanto, pero tanto, en mi formación como escritora y como lectora. No se repiten autores. Si no, no hubiéramos acabado nunca.

Reducir mi historia lectora a sólo veinticinco libros únicamente fue muy complicado y muchos se quedaron fuera. Pero bueno: en cinco años, podrán ser treinta. Y habré leído mucho más. 

¿Qué libros me cambiaron la vida?

1. La mujer en el desarrollo social de Alexandra Kollontai. Este libro me hizo conocer cómo abordaba el marxismo la cuestión de la mujer y me invitó a pensar más allá del capitalismo. Me define políticamente y hoy creo que es muy importante dentro del movimiento de mujeres. Es de libre distribución gracias a marxists.org.

2. El disco del tiempo de María García Esperón. Tengo mucho amor por los mitos clásicos y por la literatura infantil y juvenil. Este libro conjuga ambas cosas y me abrió mucho los ojos a los trece años, cuando me pregunté exactamente de qué quería escribir. Además hoy puedo decir que cuento con la amistad de María y todos sus libros, no solo este, han sido una conversación super enriquecedora.

3. La mitad del cielo de Claudie Broyelle. Este libro me hizo pensar mucho más allá de su autora. Lo único que sé de Broyelle es que más tarde renegó de todo lo que había escrito, de hecho. Pero La mitad del cielo existe y es un testimonio enorme de las mujeres de la Revolución Cultural, que abordan la idea de colectivizar la crianza, los cuidados, las labores domésticas y su liberación. 


4. La historia interminable de Michael Ende. Lo he releído tantas veces que mi ejemplar viejo se cae a pedazos. Me fascina la idea de Fantasia y la historia de Bastian y Atreyu. Me pierdo en la ciudad de los emperadores y quiero conocerlo todo.

5. El cuentacuentos de Antonia Michaelis. He pensado mucho respecto a este libro. Creo que me gusta por la historia que Abel Tannatek le cuenta a su hermana y por cómo muestra lo complicado (pero muy posible) que es ser víctima y victimario a la vez. De como el sistema puede acabar con uno, poco a poco, pero también de que hay actos de los que somos responsables. Es un libro precioso a mis ojos. (Y tengo predirección por los alemanes).

6. Los días del venado de Liliana Bodoc. Si están conmigo en la misma habitación durante unas cuantas horas, es probable que mencione a Liliana Bodoc. Muy probable. Los días del venado cambió mi forma de ver la literatura hecha en América Latina y las historias de fantasía. Le he dado muchísimas lecturas diferentes a lo largo de los años y es uno de mis principales referentes. 


7. El aliento del cielo de Carson McCullers. Ella es la mejor cuentista norteamericana según mi opinión. El aliento del cielo, una compilación de casi todas sus obras es un libro que descubrí gracias a una amiga que estudiaba letras, reúne algunas de mis favoritas, como Frankie y la boda y Wunderkind.

8. El ministerio de la felicidad suprema de Arundhati Roy. Este libro me abrió las puertas a las escritoras originarias de la India y Asia del Sur y además me mostró de una manera muy sensible el conflicto tan complicado de Kashmir. Me cambió muchas cosas leer este libro.

9. Persuasión de Jane Austen. Este es mi Austen favorito. Algunos suelen desesperarme y no los aprecio hasta después, pero en este libro Jane Austen escribió la carta de amor que yo desearía haber escribo, hizo dick jokes y me mostró al capitán Wenthworth. Hermoso.

10. Cumbres Borrascosas de Emily Brontë. Creo sinceramente que Catherine hablando de como su alma y la de Heathcliff son iguales me cambió la vida y desde entonces no soy la misma en ningún sentido. Creo. Es mi clásico preferido y siempre vuelvo a él.

11. El beso de la mujer araña de Manuel Puig. De este libro saqué nuevas formas de narrar. Por pura fuerza de leerlo me puse el empeño de mejorar como hablaban mis personajes. De hecho, estoy segura de que muy lejos de aquí alguien todavía me odia por ponerlo a narrar con puros diálogos en un reto de escritura gracias a que este libro existe.

12. Las uvas de la ira de John Steinbeck. Las palabras de Steinbeck me agarraron antes de que yo fuera comunista y me dijeron eres comunista, sólo que todavía no sabía de donde nacía todo mi descontento. Es un libro magnífico, gran exponente de la literatura norteamericana (que además ve con sensibilidad situaciones sumamente violentas y no es ese porno de la pobreza al que nos tienen tan acostumbrados los contemporáneos). 

13. Olvidado rey Gudú de Ana María Matute. Lo terminé de leer hace dos semanas y entró aquí porque creo que no le había gritado tanto a la gente de un libro en mucho tiempo. Y eso que hay grandes faltantes en esta entrada porque son veinticinco y no cien. Pero Ana María Matute tiene un amor por las palabras y el lenguaje que me llegó bienhondo con esta historia.

14. Persépolis de Marjane Satrapi. Todavía me río, a veces, de cuando Marjane compara a Jesús con Karl Marx. Esta novela me abrió un mundo entero que yo no sabía que existía y, después de los cuentos clásicos árabes, me presentó el oriente medio y su historia y su cultura. La quiero mucho. Y quizá la relea pronto.

15. Frecuencia Júpiter de Martha Riva Palacio. ¡Ciencia ficción mexicana! He escrito mucho sobre este libro, pero todavía tengo grabado el horror de las carpetas de la computadora y los feminicidios, pero también ese abrazo de saber que las escritoras de la LIJ en México abordan la violencia desde lugares muy sensibles.

16. El llano en llamas de Juan Rulfo. Nada que decir. Sólo existe. Luvina. Talpa. Anacleto Morones. Tengo bien grabados esos cuentos. Mi papá me torturó media vida con Juan Rulfo mismo leyéndolos. Y la escuela. El llano en llamas también.

17. Kalpa Imperial de Angelica Gorodischer. Otra lectura de este año que consiguió su lugar en esta lista (porque todos los años cambia la lista y se actualiza). Los cuentos de Angélica Gorodischer me transportaron a parte sde mi mente que llevaba tiempo sin visitar y me encantaron.

18. Los recuerdos del porvenir de Elena Garro. Sí me gusta el realismo mágico. Mucho. García Marquez, Allende, esos fueron los primeros que leí. Pero a Julia y a Felipe Hurtado los tengo grabados en la mente, deteniendo el tiempo, con ese amor tan grande. 


19. La hija del curandero de Amy Tan. Libros que leí por aburrimiento siendo muy chica y me encantaron después. Pan Kai Jing podía conmigo (científico, comunista medio a la fuerza, pero comunista, sensible). La historia de LuLing me fascinaba. Estuve muy perdida con China un tiempo.

20. Caramelo de Sandra Cisneros. Me gusta la literatura chicana que se asume literatura chicana, con todas sus contradicciones, con su propia cultura. Si de un estado a otro de México la cultura cambia, de un país a otro también. Me gusta la historia de la abuela y el abuelo, la revolución, la identidad de la hija menor, la historia entera de la familia.

21. Ni de Eva ni de Adán de Amélie Nothomb. Esto es lo que recomiendo cuando me piden romance. No es que quede en el género de la romántica tal cual, pero habla del amor mucho mejor que cualquier novela de Nicholas Sparks.


22. La cara desnuda de la mujer árabe de Nawal el-Sadaawi. Creo que este fue uno de mis primeros acercamientos a un feminismo mucho más incluyente de las mujeres y que por primera vez discutía el eje de la clase. En cierto sentido me acercó un poco al marxismo.

23. La historia del amor de Nicole Krauss. Para no leer romántica en realidad, sí que soy una cursi. La historia de las Almas (todas las Almas) me encanta, me fascina y la tengo grabada.


24. La fosa de agua de Lydiette Carrión. Estuve un rato pensado si incluir o no incluir este libro, pero al final me decidí por incluirlo. Habla del edomex, de donde soy yo, de crímenes muchas veces muy poco visibles. De las mujeres víctimas de feminicidio y las desaparecidas, pero también de sus familias y su búsqueda. 

25. Gravedad artificial de M. T. Anderson. Finalmente, mi última elección es un libro de ciencia ficción que es la clase de ciencia ficción, tan humana, que a mí me gustaría escribir.

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