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Recuento de los daños | Marzo 2016

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Como siempre, leí mucho. No sé ya ni por qué se los digo, si es que yo sólo tengo dos modos: o leo mucho o no leo nada. No sé si lo habrán notado, pero los meses que desaparezco son también los meses que me encuentro en sequía total. Y este, por supuesto, no fue uno de ellos. Así que sin más dilación, ¡vamos al recuento del mes! (Plis, no me odien).

Mar Negro, Bernardo Esquinca


Este es un libro cortito, en realidad, de cuentos de terror y misterio. Me gustaron porque Esquinca no necesita recurrir a los detalles escabrosos para darnos miedo. Durante varios días tuve el libro pegado porque no podía soltarlo. Punto más a favor es que es un libro ambientando en México como hacía mucho no leía uno, usa los lugares comunes en los relatos: Tlatelolco, el Centro Histórico, los edificios de Reforma. Los relatos no se parecen ninguno a otro, vamos desde arañas con doce patas a zombies y vampiros, desde la época en que Cortés estaba intentando someter a los Aztecas hasta el 2 de Octubre. Sin duda es una de las voces nuevas del terror mexicano que tanto le hace falta al género para mantenerse vigente. Si les interesa saber más, le escribí una reseña en Plusbits.

Challenger Deep, Neal Shusterman


Le había echado el ojo a este libro desde hacía meses y por una o por otra cosa no lo leía. Por tiempo, porque tenía otros pendientes, porque me salían lecturas conjuntas hasta de la planta del pie y por simple y sencilla desidia. Sin embargo, como necesitaba un ganador del National Book Award para el desafía de PopSugar, decidí que era un buen momento para dejar de poner excusas y leerlo de una buena vez. Challenger Deep es un libro maravilloso, que leí en inglés y también un poco confuso porque parece discurrir sobre dos líneas temporales y dos lugares diferentes aunque obviamente el protagonista es el mismo. Para entenderlo... bueno, sólo les queda leerlo. Le hice una reseña en el blog para que se animen a leerlo todavía más.

All about love, Bell Hooks


El libro de marzo en Our Shared Shelf y curiosamente el libro que acabó encajando en libro de autoayuda en el Challenge de Pop Sugar. La parte buena es que por fin llegué la categoría y que los dos primeros ensayos de este libro están decentes, lo malo es todo lo demás. No soy muy aficionada a los libros de autoayuda y acabé leyendo esto porque salió en Our Shared Shelf y se veía interesante, pero cometí un error. Lo admito. El libro no se sostiene demasiado bien, como ya expliqué en mi reseña en La hora del té, donde cada mes aprovecho para contar las cosas que pasan en el grupo de Goodreads. En fin, no fue un horror, pero definitivamente no mi mejor lectura en todo el mes.

Persona normal, Benito Taibo


Segunda decepción del mes. Sólo fueron dos y gracias a dios llegaron seguidas. No fueron decepciones nivel After, gracias a dios. Por eso marzo fue un buen mes. Pero este libro es exactamente esa clase de libros que no me gustan por el mensaje que traen (pista: no, no eres mejor por leer, aunque leer es muy bueno, pero ¡no te hace mejor persona!), porque la voz narrativa es la del autor y no la de los personajes y porque además mete mensajes moralistas en cada capítulo sin que tenga ningún núcleo. Hice la reseña y la verdad es que me quedé sin ganas de hablar del libro. Sólo me quedaron ganas de irle a decir a Taibo que, sí, que me encanta como persona, pero que no mame y acto seguido estamparse el libro en la cara.

Borderlands/La Frontera, Gloria E. Anzanldúa


Bueno. Uno de los mejores libros que leí en el mes y fueron muchos, así que... Borderlands fue publicado en los años que la comunidad chicana en Estados Unidos buscaba su identidad. Gloria E. Anzaldúa fue parte de ese movimiento como chicana de sexta generación cuya familia ya estaba en Texas cuando Santa Ana les concedió la independencia. El libro se divide en dos, como ya había puesto en la reseña: en la primera parte hay ensayos que hablan sobre la identidad chicana, la lengua, la cultura del borde, el machismo en las familias, de ser chicano y, al mismo tiempo, ser miembro de la comunidad LGBTI+ y los problemas que ambas cosas acarrean, juntas y por separado. La segunda parte son poemas. Ya lo había dicho pero entre la Gloria poeta y la ensayista prefiero a la segunda, pero si sólo vemos los poemas, no hay duda que prefiero a la que escribe los poemas en español. Un libro muy recomendado.

A long way gone, Ishmael Beah


Este libro es uno de esos libros dramáticos con los que aprendes muchas cosas y, si el libro tiene suerte, dejas de pensar que eres el centro del mundo y que tu vida es una mierda. Lo segundo no es lo importante, pero te pone con un poco de perspectiva. Ishmael Beah fue un niño soldado durante la guerra civil en Sierra Leona, en los noventas; perdió a casi toda su familia y, después de la guerra, tuvo que sobreponerse a su adicción a las drogas y lo acostumbrado que estaba a la violencia. En el libro, como ya dije en la reseña, tira de sus recuerdos para contar todo lo que le pasó y, al final, dar una reflexión sobre los niños soldados, cómo pueden ser ayudados y el trabajo que ha hecho en la ONU para crear conciencia. Verdaderamente, un libro impresionante.

In the Name of Salomé, Julia Alvarez


Yo no quería leer este libro de Julia Alvarez, quería otro. Pero este fue el que estuvo disponible primero en la OpenLibrary y yo no le iba a decir que no cuando igual tenía buena pinta (pero no tan buena como el otro). El libro cuenta la historia, ficcionalizada, de una poeta dominicana, Salomé Ureña y una de sus hijas, Camila Salomé Henriquez. Sí, las dos mujeres existieron en la realidad y, por lo que pude averiguar en mi curiosidad, la historia es bastante fiel. Una de las cosas curiosas del libro, y por lo que lo recomendaría, es que la estructura es curiosa. Empieza con Camila Salomé ya retirada y mayor, en Estados Unidos, pretendiendo ir lo más cerca de Republica Dominicana que pueda y con Salomé Ureña de niña, poco después de la independencia de Republica Dominicana de Haití. A partir de allí, una historia corre hacia adelante y otra hacia atrás hasta que ambas se encuentran. Tengo la reseña pendiente, pero ya la publicaré.

How the García Girls Lost Their Accents, Julia Alvarez


Este es el libro de Julia Alvarez que sí quería leer. Dio la casualidad que en la OpenLibrary se liberó poco después que el anterior y, a pesar de que es algo que suelo hacer muy poco, acabé leyendo dos libros de la misma autora el mismo mes y, además, uno detrás de otro. La historia de las chicas García es una historia de migrantes, de identidad y de cultura. Pareciera que es la vida de Alvarez ficcionalizada, volviéndose ella Yolanda García, maestra y poeta, quien tiene el mayor papel en el libro junto con las cuatro hermanas que se balancean entre dos culturas muy diferentes. Con este libro y con el anterior, debo decir que aprendí mucho sobre Republica Dominicana, cosas que, aunque conocía a una persona allí, no sabía de antes. Como ya dije en la reseña, libro muy recomendado.

How to be a Pirate, Cressida Crowell


La segunda parte de Cómo entrenar a tu dragón. Libro sin duda divertido y además, el audiolibro lo narra David Tennant, que hace unas voces de risa para los personajes. ¡No podía dejarlo pasar! Como me fui de vacaciones a un lugar sin internet, este libro se volvió mi principal entretenimiento cuando quería relajarme un poco porque las aventuras de Hiccup son muy divertidas. No he escrito reseña ni de este ni del anterior, porque la verdad es que planeo hacer una reseña colectiva tan pronto como acabe de leer la saga, pero me sorprende lo bien que la autora junta temas muy infantiles con temas más complejos y nunca deja de ser divertido. Un libro muy divertido que, sin duda, recomiendo. ¡Sobre todo si les gustan los dragones!

Room, Emma Donoghue


Por fin, el último libro del mes. Este libro fue el elegido en el Club de Lectura de la Noble y Ancestral Casa de los Black y fue toda una revelación. Aunque está traducido, elegí leerlo en inglés porque intuía que me iba a perder de muchas cosas si lo leía traducido, porque esta narrado por un niño de cinco años que en realidad no conoce el mundo real y ha vivido cinco años en Habitación. Un libro precioso, rompe-kokoros, que desde los ojos de un niño de cinco años nos cuenta, con la inocencia de Jack, como es la vida en la Habitación, cómo es su madre, por qué lo esconde del Viejo Nick y como logran escapar. Tengo la reseña pendiente, pero ¡ya la estoy escribiendo! Ahora quiero ver la película, porque el trailer me emocionó.

Colaboraciones


En PlusbitsMx:


En La hora del té:


7 consejos para el #CampNaNoWriMo

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Cuatro días en el CampNaNoWrimo y muchos seguro que ya se están tirando de los pelos. Por falta de planeación, por exceso de planeación, porque su idea ya no les convence, porque van atrasados por muchos días o simplemente se están preguntando por qué ser tan masoquistas, si con un mes de NaNoWriMo al año es suficiente para acabar loco. Bueno, no se preocupen. vengo a compartir mi sabiduría infinita (o sea, ninguna) para salvarlos de la catástrofe. Estos son mis consejos de una escritora amateur a todos los que están intentando completar el CampNaNo con éxito y están empezando a preguntarse qué demonios están haciendo.


1. Aprovecha que puedes elegir tu meta. Esto es algo que en noviembre no puedes hacer. En noviembre es todo o nada, las 50K palabras o nada. Pero el Camp te da la oportunidad de elegir cuántas palabras vas a escribir y si sabes que no podrás lograr las 50,000 palabras siempre puedes relajar un poco tu objetivo. Tampoco es para que digas que escribirás 5000 palabras en todo el mes, pero sí para que te pongas una meta realista. En mi caso, son 30,000 palabras. 

2. Sé constante y adelanta cuando puedas. Sé que este consejo lo dan en todas las entradas sobre consejos para el NaNoWriMo y derivados pero de verdad es útil. ¡Háganle caso!

3. Planifica lo necesario. Hay personas que necesitan conocer toda la trama de lo que van a escribir antes de empezar y personas que no, sólo necesitan una idea, un final, un tema o una frase. Haz lo que se te acomode. Si necesitas planificar y apenas te diste cuenta, pierde el tiempo en planificar: al final te darás cuenta de que escribirás más cómodo y tendrás menos relleno entre tus manos. Si planificaste pero ya quieres cambiar todo el plan o ignorarlo y confías en ti, ¡hazlo! Lo ideal es que te conozcas y sepas si vas a necesitar un planning o no, pero nunca es tarde para remediar este asunto. 


4. No procrastines. No es necesario que apagues el internet, pero no procrastines. Adiós a perder mil horas en una página de nombres para bebés o decir cada cinco minutos en twitter que estás intentando escribir en el CampNaNoWriMo. Menos hablar de sus novelas y más escribirlas. Hay muchos escritores que pasan más tiempo diciendo que van a escribir que escribiendo, justo como esos estudiantes universitarios que pasan la vida diciendo que tienen que estudiar en vez de estar estudiando. No hay nada malo en compartir una o dos veces al día tu avance o pedir ayuda cuando la necesitas, ¡pero tampoco pierdas el tiempo en eso en vez de escribir! Que estar diciendo en las redes sociales que tienes que escribir no va a hacer que la página de word se llene de letras como por arte de magia, por más que nos gustaría.

5. Deja de preocuparte por si estás escribiendo una mierda. El 99.999999% de los trabajos que salen después de un NaNoWriMo o un CampNaNoWriMo son impublicables, por no decir otra cosa (me acabo de inventar la palabra, also). Son los únicos momentos del año en los que la cantidad es más importante que la calidad. Cuando acabe el mes podrías gastar todo tu tiempo en releer las porquerías que escribiste y mejorarlas, mientras estás escribiendo deja de preocuparte. Si pasas más tiempo corrigiendo que escribiendo el tiempo va a ganarte. 


6. No escribas solo. Si no quieres interactuar con desconocidos como los que te asignan en las cabañas del Camp invita amigos. Ellos estarán allí para oír tus quejas, te entenderán y también se van a quejar. Es buen método para relajarse, pedir ayuda y no sentirte solo en tu odisea.

7. Escribe. No hay mejor consejo que ese, se los aseguro. 

Finalmente, diviértanse. Ya oirán de mí y mis avances en el CampNaNo, por aquí, por mi twitter y por todas mis redes sociales aunque, por supuesto, me voy a aplicar mis propios consejos. No olviden que están escribiendo un borrador y que, cuando lo acaben, aun les quedará camino por recorrer. ¡Pero ya habrán dado el primer paso que siempre es el más difícil!

¡A ESCRIBIR!


When I was Puerto Rican, Esmeranda Santiago | Reseña

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Sinopsis: Esmeralda Santiago's story begins in rural Puerto Rico, where her childhood was full of both tenderness and domestic strife, tropical sounds and sights as well as poverty. Growing up, she learned the proper way to eat a guava, the sound of tree frogs in the mango groves at night, the taste of the delectable sausage called morcilla, and the formula for ushering a dead baby's soul to heaven. As she enters school we see the clash, both hilarious and fierce, of Puerto Rican and Yankee culture. When her mother, Mami, a force of nature, takes off to New York with her seven, soon to be eleven children, Esmeralda, the oldest, must learn new rules, a new language, and eventually take on a new identity. In this first volume of her much-praised, bestselling trilogy, Santiago brilliantly recreates the idyllic landscape and tumultuous family life of her earliest years and her tremendous journey from the barrio to Brooklyn, from translating for her mother at the welfare office to high honors at Harvard.

No me gusta reseñar libros autobiográficos. No lo digo mucho porque últimamente pasan por mi estantería muchos libros de caracter autobiográfico. Sin embargo, defiendo el derecho a criticar los libros autobiográficos, como productos editoriales que son. Probablemente no puedo permitirme poner en duda la historia, ¿quién soy yo para decir que la historia está mal estructurada si así fue como pasaron las cosas? O, por ejemplo, tampoco se puede criticar demasiado a los personajes porque no se tiene ni una pista de si quien escribió el libro los capturó bien o no. Al menos, eso es loq ue me detiene a la hora de reseñar un libro autobiográfico. 

Tampoco me gusta mucho reseñarlos porque no sé qué decir de ellos cuando hablo de su núcleo. Me ha pasado muchas veces que un libro autobiográfico o carece de un núcleo porque sólo pretende ser una compilación de anécdotas o tiene un núcleo muy diferente al que encuentras un libro de ficción. Ya dije arriba que, hablando de cosas que realmente sucedieron, no soy capaz de tratar a los personajes como simples personajes y siempre tengo que recordar que son personas reales, que quizá aun viven. Así que para reseñar este libro me estoy armando de paciencia por todo lo que voy a soltar. Respiro hondo. Y ahora sí, como dijo Jack el Destripador, vamos por partes. 

Esmeralda "Negi" Santiago
Esmeralda Santiago nació en Puerto Rico y durante gran parte de su vida, vivió en Macún, un pueblito donde no llegaba el drenaje o la electricidad. Fue la más grande de una familia que, cuando se mudó a Nueva York con su madre, consistía de siete hermanos y, para el momento en el que entró a la universidad, era de once. Once personas, ¿se imaginan? La poca privacidad, la atención dividida de los padres, el ruido constante, las peleas, las comidas y los buenos momentos. A lo largo de todo el libro podemos ver a la madre de la escritora continuamente embarazada, dedicándose a sus hijos y educándolos como la habían educado a ella. 

A Esmeralda la llaman Negi y, a pesar de todas las carencias de su pueblo, en la escuela aprende unas cuantas palabras de inglés, porque Puerto Rico es un estado libre asociado de los Estados Unidos (si alguna vez se preguntan por qué los inmigrantes puertoriqueños no tienen problemas con la ciudadanía americana, ahí tienen su respuesta: ya la tienen). Fuera de eso, poco vemos de influencia estadounidense. Puerto Rico es un país latino y, aunque no lo crean, todos los países latinos se parecen un poco. Quizá por eso los extranjeros confunden tanto y creen que comemos chile de aquí a la patagonia cuando no podrían estar más equivocados o creen que todos son mexicanos o creen que la música es igual. Pero aunque las tradiciones y la cultura difieren, para mí, los valores que transmitían las familias del siglo pasado se parecen que casi parece que los hayan calcado

Si hay algo por lo que se caracterizan nuestras sociedades es por ser increíblemente sexistas. La discriminación por motivos de género está a la orden del día. Pero, como dice mi mamá, hoy no es como hace 40 años. Si lo comparamos, parece que hemos dado pasos de gigante (y eso es lo que me mantiene optimista con todo el tema del sexismo). Durante su infancia, Negi no tiene casi ningún problema con los chicos. A su madre no le hace ninguna gracia que le ayude a su padre en su trabajo, pero como su padre la deja, poco puede objetar ella. Sin embargo, más o menos a la mitad del libro, empezamos a oír las alusiones a como Negi se va a convertir en una señorita y cómo hombres empiezan a verla de otra manera, cómo su madre le empieza a prohibir salir y cómo le dicen que no juegue con los mismos chicos que jugaba antes. Me dijeron lo mismo, casi. Le cambiaron un poquito. No me prohibieron jugar con hombres, pero no les gustaba que la mayoría de mis amigos siempre fueran hombres. Asumieron que cualquier hombre que me hablara querría algo más. Me enseñaron a protegerme. Me dijeron que no saliera de noche. Todo eso, más de cuarenta años después que a la escritora de este libro y en un país completamente diferente


La madre de Negi sufre de lo mismo. Su padre y su madre están en un continúo estira y afloja porque el padre de Negi tiene otras mujeres, otros hijos y suele desentenderse muy fácil de sus hijos. Aun así, la madre de Negi vuelve con él incontables veces y vuelven a pelearse incontables veces. Pareciera que vive con el permanente miedo de dejarlo para evitar el "qué dirán". Y a pesar de todo, parece que los dos quieren a sus hijos, no hay maltrato, lo único que ocurre es que transmiten los mismos valores y costumbres que les transmitieron a ellos y no toda costumbre es buena, por más costumbre que sea. 

En fin, no quiero hacer esto enorme, pero creo que tengo que mencionar otro punto del libro. Pareciera que se enfoca mucho en la discriminación de género por todo lo que he puesto allá arriba, pero la verdad es que no habla de eso todo el tiempo. Más que nada, porque el problema más común que suele tener Negi es la discriminación: en la ciudad, por venir del campo; en los Estados Unidos, por ser puertoriqueña. Esmeralda Santiago nos muestra muchas diferentes sobre su educación, sobre su vida en Puerto Rico, sobre sus padres, sobre la sociedad en la que le tocó vivir.   


Lo único malo del libro es que salta de un tema a otro sin algo que parezca unir a todo. Lo hace de manera cronológica, sí, pero hay cosas que se olvidan entre las páginas y vuelven a aparecer tres o cuatro capítulos después sin explicación y como por arte de magia. Bueno, lo que intento decir es que lo único malo del libro es que parece que le falta cohesión, pero que a pesar de eso se sostiene muy bien. Por supuesto que lo recomiendo, sobre todo para los interesados en Puerto Rico o en América latina en general.  

Pero es sólo ficción, ¿no?

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Dejen los pongo en el mismo canal en el que estoy. Llevo viendo esta discusión en grupos de Facebook una y otra vez en los últimos días; así que, como toda discusión en grupos de Facebook, ustedes se imaginarán la cantidad de falacias, insultos y argumentos mal escritos que hay, aun cuando a veces se intenta mantener el respeto. ¿De qué es la discusión? De fanfiction. No, no bromeo, el fanfiction levanta muchas pasiones, especialmente si es de la categoría más ocupada en Fanfiction.net: Harry Potter. ¿Por qué tanto revuelo? Porque es una discusión que trata de temas sensibles y directamente se mete con los gustos de las personas, es una discusión que tiene que ver con uno de los pairings más polémicos, más populares y definitivamente, más leídos: el Draco/Hermione, Dramione para los amigos. 

¿Cuánto levanta este pairing? Tanto como para que una entrada de mi blog que tiene Dramione en el título tenga el 10% de las visitas totales de mi blog. Con casi 400 entradas, ¿ustedes creen que es normal que una entrada entrerrada años al fondo, con mal formato tenga el 10% de todas mis visitas? Ya, yo tampoco lo pensaba. El tema en discusión no es si es una pareja válida o no, sino la cantidad de violencia física y sexual que existe en muchos fics. Y de fondo, aunque nadie lo mencione realmente por su nombre, la cantidad de violencia de género, doméstica, de pareja y el abuso psicológico que existe. ¿Por qué nos gusta leer eso y, porque, además de todo, lo consideramos romántico? Y, más importante aún, ¿hasta que punto está bien?

Me gusta el Dramione. El bien escrito.  El día de hoy, de todo mi Top Ten, La revolución de las bestias no se llevaría ni siquiera una mención. En todos los demás, se trata a la relación de Draco y Hermione como lo que es: una relación problemática, que hiere a muchas personas, entre ellos los protagonistas y que está lejos de ser una relación ideal. Pero La revolución de las bestias usa la violencia de pareja de una manera que pretende ser shockeante, poco agradable y además que pocas veces podría ser el preludio de una relación romántica. Y sorpresivamente, lo es. ¿Está bien? ¿Está mal? ¿Debería ser preocupante? ¿Por qué se romantiza el abuso? y, finalmente, ¿por qué se defiende diciendo que es sólo ficción?


Las violaciones en la literatura (y en las películas, las series, los comics, etcétera) nunca han dejado de ser tema polémico. Las hay hasta en Arráncame la vida. Pero a veces una violanción deja de ser un tema tratado con respeto (no delicadeza, sólo respeto) y se vuelve un recurso burdo y shockeante para, por ejemplo, desarrollar a un personaje femenino o darle un backstory trágico. A veces no es ni eso y sólo sirve para desarrollar personajes masculinos, que son los héroes que rescatan a las mujeres. Maggie Stiefvater, escritora de libros juveniles, define a esto como violaciones literarias. Si han vagado por mi blog un tiempo saben que es un término que uso seguido y que siempre linkeo a la fuente, pues es un post que vale la pena leer (This is a post about literary rape). Si ya han leído el fragmento que voy a poner, pueden saltar dos párrafos, si no, aquí les va lo que más rescato de todo el post anterior: 
I’m talking about novels where the rape scene could just as easily be any other sort of violent scene and it only becomes about sex because there’s a woman involved. If the genders were swapped, a rape scene wouldn’t have happened. The author would’ve come up with a different sort of scenario/ backstory/ defining moment for a male character. Really, this sort of rape is such a medieval, classical way to tell a story.
Traducción (hecha por mí): Estoy hablando de novelas donde la violación puede ser cualquier otra clase de violencia y sólo se convierte en algo acerca de sexo porque hay una mujer envuelta. Si los géneros estuvieran cambiados, la violación no habría ocurrido. El autor podría haber creado un escenario/backstory/clímax diferente para un personaje masculino. Realmente, esta clase de violación es una manera demasiado medieval de contar una historia. 
Estamos hablando de situaciones en las que sólo se vuelve algo acerca de violencia sexual porque hay una mujer envuelta. No puedo pensar más que en la contraparte de Dramione, la pareja más popular en fanfiction: el Draco/Harry... Drarry para los amigos. También he leído muchos en el curso de mi vida, aunque no soy especialmente fan, y nunca me he encontrado con las mismas situaciones de violencia física y sexual. Si con insultos de ambas partes cuando aun no se llevan bien y discusiones algo subidad de tono, al igual que en el Dramione. Pero nunca ha habido violencia sexual (al menos, no en los ejemplos que he leído, si conocen alguno, sean libres de decirlo abajo y les creeré, porque no tengo intenciones de leerlo a menos de que el tema se trate con respeto).


Pero dejando el tema del fanfiction, ¿por qué me molesta tanto la violencia sexual mal tratada en los libros? Porque está mal tratada. No hay más. No creo que sea un tema que tenga que ser tabú; es más, creo que es un tema que no debe ser escondido debajo de la alfombra, porque sólo estamos contribuyendo a los múltiples estigmas que lo rodean. Pero tampoco podemos usar la violencia sexual como recurso burdo, mucho menos, si después se escribe que la víctima se enamora de su violador. Eso siempre me ha hecho sentir incómoda, mil veces más incómoda de lo que me hizo sentir Lolita en su tiempo y siento que no tienen ningún otro propósito más que incomodar o shockear al lector y, después, intentar humanizar al violador.

Cuando estaba más chica y me encontraba esas escenas gratuitas en las cosas que leía (porque nadie nunca se molestó en averiguar si lo que yo leía era adecuado para mi edad), tenía una reacción: me sentía mal e incómoda. Pero lo justificaba porque... sólo es ficción, ¿no? Pero decir que sólo es ficción es un arma de dos filos. Porque nosotros podemos decir por activa y por pasiva que no lo apoyamos; me he encontrado con gente que lo justifica porque al final todo es muy romántico y de alguna manera se humanizó al agresor y se le convirtió en el héroe romántico. Pero... ¿en serio? La mayoría de las escenas de violencia sexual que he leído no se han molestado ni siquiera en googlear sobre el tema, buscar las consecuencias psicológicas, leer si quiera una entrevista a alguna víctima, consultar sobre los motivos. En vez de eso, veo el tema tratado con ligereza, sin el respeto que de verdad merece. No tiene, ni debe, ser tabú; pero tampoco merece ser tratado con ligereza y sin investigación.

En los Estados Unidos, cada 107 segundos, una persona es violada; cada año, existen aproximadamente 293,000 víctimas. 68% de esas violaciones, nunca se reporta a la policía. 98% de los violadores nunca pasan un día en la cárcel. Pueden encontrar más estadísticas sobre los Estados Unidos en Who are the victims? en el sitio RAINN (Rape, Abuse & Incest National Network). En México, existen 15,000 denuncias por violación sexual al año; en el entendido de que sólo se denuncian en México el 20% de las violaciones, se puede calcular un estimado de 70,000 violaciones por año. De acuerdo a la información de 2009, en México sólo se produjeron 2,795 condenas por violación. (Fuentes: Amnistía Internacional y esta página que citaba a Amnistía internacional). Esas sólo son las estadísticas de dos países en el mundo. ¿Todavía les parece poco? Y eso que los números son fríos y tras cada una de esas denuncias y esas víctimas, hay una historia. Y muchas, veces, detrás de esas historias, hay comentarios desagradables como "se lo buscó", "estaba siendo una puta", "¿viste como iba vestida?", "lo estaba pidiendo". Hay personas que simplemente parecen olvidar que las víctimas nunca lo piden.

Si quieren escribir de violencia sexual, háganlo. Pero no la escojan como una opción sólo porque hay una mujer involucrada. No lo hagan de manera gratuita. Y, sobre todo, no lo hagan sin informarse primero. RAINN tiene una lista de los efectos que una violación y casi cualquier crimen sexual sufre la víctima, por favor, no lo ignoren. No lo usen como una backstory traumática si no saben de que están hablando. Porque, ¿saben qué? No importa que ustedes digan que es sólo ficción, para alguien, allá afuera, hombre o mujer, no es ficción; para alguien, allá afuera, es la realidad y probablemente su peor pesadillas. Y tratarlo de manera tan banal es, francamente, un insulto.


Dos velas para el diablo, Laura Gallego García | Reseña

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"Si pones una vela para Dios, pon dos para el Diablo"
― dicho popular

Esta era la portada original.
Yo tengo mi libro así, de hecho.
Sinopsis: Hoy día, ya nadie cree en los ángeles. Sin embargo, hay gente que sí cree en los demonios. 
Pero los ángeles existen y han existido siempre. 
¿Qué cómo lo sé? Porque mi padre era uno de ellos. 
El problema es que, cuando los ángeles te dan la espalda, ¿en quién puedes confiar?

Era obvio que este libro pasaría tarde que temprano por mis reseñas. Es uno de los pocos libros que todavía puedo disfrutar de Laura Gallego sin fruncir demasiado el ceño ante su única voz narrativa y, probablemente sea por amor ciego, que me sigue gustando casi igual que la primera vez. Si siguen el blog saben que, a pesar de que Laura Gallego es una de las autoras más reseñadas aquí últimamente rara vez le tocan halagos. De hecho, el último libro que leí de ella fue una decepción tan profunda que no he tenido muchas ganas de ponerme a buscar su nuevo libro. Aun así, esta vez vengo a darle un poco de redención (o algo así) y a hablar de Dos Velas para el Diablo. 

Esta es la única vez que Laura Gallego ha narrado algo con una voz narrativa que no es esa tercera persona rara que pretende convencerte de que se puede adecuar a la voz de cualquier personaje y en vez de eso acaba pareciendo robótica. Ni esa voz que, tarde que temprano, desvela detalles importantes que tanto está intentando mantener en secreto... (sin demasiado esfuerzo, lo que vuelve los libros de Laura muy predecibles hasta cierto punto). No, aquí se decidió por la primera persona. Una primera persona horrorosamente explicativa, pero primera persona al fin y al cabo y además que le cuenta todo lo que sabe a los lectores: absolutamente todo. Y también nos cuenta lo que cree. Así que descubrimos las cosas a la misma velocidad que Cat, la protagonista. ¿Hablamos de ella? 

Me gustaba más la portada italiana.
Pero la alemana fue la que se quedó. 
Cat es una chiquilla, cabello castaño, normal, que lleva una espada angélica colgada al hombro y cara de malauva. Lo de la cara de malauva lo supongo porque no es exactamente el alma de la fiesta. Es una de esas protagonistas que, ¡gracias a Dios!, no se describen en la primera escena en la que se ven al espejo (escritores, ¿por qué lo hacen?, pregunta seria). Como personaje me gusta mucho, porque no es alguien con quien los lectores se puedan identificar (que alcen la mano las hijas de ángeles que quieran vengar a su padre, ¿nadie? Lo sabía) y además no es agradable. Al narrar tiene la actitud (o aparenta) de una persona bastante desagradable y muy passive-agressive. A la hora de actuar es tan contradictoria que seguirle la corriente o darle la razón (por mucho que en su narración parezca estar buscando la aprobación para lo que hace) es increíblemente difícil. Aun así, es un buen personaje. Bien construido (cosa que le reconozco a Laura Gallego: sabe construir personajes), con una personalidad definida que, sí, evoluciona a lo largo de la historia, lo que vuelve a Cat, sino menos malauva, si más reflexiva antes de hacer tonterías. 

La catalana también era buena opción,
de mis escenas favoritas en la novela.
¿Qué otros personajes hay? Bueno, Angelo, que sigue la estela infinita de la descendencia de Kirtash. Algo realmente lamentable. Podría ponerme a enumerar los Kirtash de Laura Gallego: el original, de Memorias de Idhún; el que era una copia literal, pero en un mundo futurista y hacker (Las hijas de Tara), el que no renunció a sus deberes por amor, pero era igual de creepy (Saevin, Crónicas de la Torre) y finalmente... Angelo, el co protagonista de esta historia y el mejor parado de todos los anteriores. Sigue esa secuencia de chico con sex-appeal, atractivo, pero no modelo de revista especialmente, medio sarcástico, curioso, etcétera. La diferencia entre él y los demás idiotas de arriba es que Angelo no es un adolescente en la edad del pavo. Y, ¡gracias al Dios en el que no creo!, se le nota. También bien construido, quizá con el propósito de hacer que se le caigan las bragas a las chicas, pero no a Cat y creado como algo más que un interés romántico. Eso sí, tiene el ego de todos los anteriores: tendencia a creerse la última chela del estadio y también para creerse superior por tener, ¿qué se yo?, ¡más de dos millones de años! 

Pero, como Cat, también evoluciona, todo hay que decirlo. Y lo hace bien, sin volverse puro cual ángel ni ninguna de esas tonterías cursis que, ¡es un demonio por Merlín!

Pero quedó esta y SM igual la afeó.
Con las cosas amarillas que le puso.
¿Trama? Pues. Existe una. Como es común en Laura, la trama avanza y parece que ella, como escritora, estuvo un rato dando palos de ciego. Al final, sin embargo, para mi gran alegría, se las arregla para unir casi todos los cabos sueltos, haciéndonos sentir que no estaba dando tantos palos ciego todo el tiempo. Lo único malo es que para que la trama vaya avanzado y entendamos a Cat, tenemos que sufrir un montón de cháchara sobre angeología y demonología. Las explicaciones son muchas, uno se puede pasar dos páginas esperando que la historia avance y entiendo que a muchas personas eso las desespere, porque no todos son unos ñoños de la demonología y la angeología como yo. ¿Texto explicativo? Sí. Mucho. ¿Acción? Gracias a Jehová (me dieron ganas de cambiar de Dios, caray), sí, bastante.  

Otro punto en favor del libro es que se aleja de todos los clichés de los ángeles y los demonios en la literatura juvenil más actual y trata de manera bastante acertada el tema religioso (si a mí que soy más atea que las rocas en mi jardín no me hizo alzar los ojos, todos los demás estarán bien, espero). El tema es original y los dilemas morales están muy bien tratados en el libro, sobre todo cuando se habla del bien y el mal, un tema increíblemente recurrente cuando se habla de ángeles y demonios.

Ya saben, este es, para variar, un libro que sí recomiendo de Laura.

   

20 series tag

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Hay veces que me dan ganas, como hoy, de hacer tags y poner algo más relajado por aquí, en vez de reseñas y cosas complicadas. Aunque en realidad este tag que voy a hacer no es de libros y no lo voy a hacer completo porque me voy a saltar las preguntas ultra chorras del tipo: ¿tienes tu carpeta empapelada de cosas de tu serie favorita? o ¿en qué serie te gustaría salir? Eso más que nada porque no quiero desperdiciar espacio en cosas por el estilo. Por supuesto, el Tag tiene mis trampas habituales.

1. Serie favorita


Orange is the new black. La verdad es que dudé bastante qué poner aquí, pero sólo una serie tiene el poder de hacerme no dormir: el día que salió la tercera temporada dormí como tres horas. Orange is the New Black es de mis cosas favoritas en el mundo y tiene casi todo lo que me gusta: personajes femeninos diversos y variados, buenas tramas y drama, mucho drama con un toque de humor negro. Si no la he recomendado lo suficiente lo hago ahora.

2. Serie que te da vergüenza admitir que ves


The Vampire Diaries. En realidad no la sigo ya, estoy viendo las temporadas cuando las suben a Netflix o a veces hasta meses después y sólo por qué quiero saber qué demonios pasa, pero la verdad es que me da una vergüenza admitir que sigo viéndola. Y me gustaba un montón cuando la vi la primera vez (justo cuando terminó la primera temporada), pero es que ha degenerado mucho. Era una serie chorra, sí, adolescente, pero tenía ese no sé qué, qué sé yo que la hacía un gramo más original que otras y tenía algo muy importante: no te podías encariñar con nadie porque todo el maldito mundo se moría. Ahora se mueren y te preguntas más bien cuándo se van a tardar en resucitar los jodidos. Se volvió puro fanservice. 

3. Personaje favorito


Wolfgang (Sense8) - Donna Noble (Doctor Who) - Poussey Washington (Orange is the New Black)
Rosa Díaz (Brooklyn Nine-Nine) - April Ludgate (Parks & Rec) - Toph (The last airbender)

4. Serie a la que te has enganchado y no te lo esperabas


Daredevil. La verdad es que no soy tan fan de los superhéroes o de los cómics, aunque siempre he ido a ver películas de superhéroes (los que me agradan) para pasar el rato, pero Daredevil es otro asunto. me encanta lo oscura que es, los personajes, y lo poco sobrenatural que parece todo. Me ha encantado, sobre todo por el desarrollo que le han dado a los personajes y las tramas que han desarrollado en apenas dos temporadas. A ver qué más nos ofrece la serie. 

Grace & Frankie. La historia de dos mujeres muy diferentes entre sí que un día tienen que afrontar sus divorcios porque sus maridos llevan engañándolas veinte años, acaban de salir del clóset y quieren casarse no era de lo más atractivo para mí. Lily Tomlin y Jane Fonda encarnan a dos mujeres en sus setentas, pero no hay duda, la serie es maravillosa ¡y muy divertida!

5. ¿Con qué personaje cambias de canal? 


Rachel Berry (Glee). 

7. Serie de tu infancia


¡Charmed! Charmed es como mi Friends, esa serie a la que hago referencia a toda hora y que recuerdo todos los capítulos que pasaron. No por nombre, pero sí por lo que pasó. ¡Todavía me encanta! Alegarán que no es una serie para niños, pero yo la veía cuando estaba pequeña. 

8. Crush de TV


Chris Miles (Skins) - Freddy McClair (Skins) - Javier Peña (Narcos)
Alec Hardy (Broadchurch) - Matt Murdock (Daredevil) - Zuko (The last airbender)

9. Qué serie has abandonado después de muchas temporadas


Glee. Empecé a ver la cuarta temporada por curiosidad (mala curiosidad) y de repente me pregunté algo como: ¿por qué sigo viéndola? Ni siquiera me gustaba cuando inició. Sólo me gustaba Santana (y sus covers) y Brittany (menos los covers) y en la cuarta había un montón de personajes inútiles nuevos que ni siquiera me importaban. Así que corté por lo sano

13. Malo favorito


Consideré sólo a los malos malísimos de verdad. Lo que quiere decir que por mucho que quería poner a Pennsatucky de Orange is the New Black porque sólo tiene papel antagónico en la primera temporada y además no es "mala".

Kilgrave (Jessica Jones) - The Master (Doctor Who) - Kuvira (The Legend of Korra)

15. Mejor final de una serie


Parks & Recreation. Esta fue una serie que terminó en sus propios términos, sin fanservice innecesario, con situaciones igual de graciosas que todas las temporadas y que además no se marcó un How I Met Your Mother (el final de esa cosa es una leyenda, nunca existió). Parks & Rec tuvo uno de los mejores episodios finales que he visto y créanme: HE VISTO FRIENDS. Pero Parks & Rec termina aun mejor. 

16. Mejor piloto de una serie

Jessica Jones. Me costó decidirme, pero entre mis series favoritas, ninguna tiene pilotos especialmente maravillosos. Jessica Jones lo que tiene es el elemento sorpresa y el shock bien manejado, así que eso le hace ganar un millón de puntos. 

19. Pareja favorita OTP


Korrasami. Que sí, que no se dan ni un beso, pero creo que es bastante obvio el significado que tenía el final. Y en realidad todos los gestos que había entre las dos... y las conversaciones.  ¡Las adoro juntas!

400 entradas y aquí seguimos

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Bueno, en realidad son 400 y aquí sigo, al pie del cañón, seis años y medio después de que un día de otoño se me ocurrió que un blog podría ser buena idea, ¿no? Tenía trece años, casi catorce y no me aguantaba ni yo, así que algo tenía que hacer al respecto. Cree este pequeño monstruo. Podría enseñarles imágenes de sus primeras plantillas para que vieran lo mucho que he evolucionado, pero lamento decirles que lo único que lograría sería romper sus retinas. Así que en vez de eso, he decidido celebrar las cuatrocientas entradas contándoles un montón de curiosidades de las que tal vez aún no estaban enterados respecto a mi blog. 


1. ¿Por qué se llama Divagaciones de una Poulain?

Bueno, porque mi pseudónimo es Andrea (o Nea) Poulain y el título se oía profundo para mi yo de trece-casi-catorce años. Me sigue gustando, pero a veces yo también me pregunto que me llevó a ponerle Divagaciones.

2. Entradas más vistas.

Las entradas más vistas... bueno, la entrada más vista es un pequeño monstruo que, mientras la hacía, no estaba consiente de que estaba creando. Es sobre Fanfiction y se llama Top Ten Dramione. Son recomendaciones que no sé si mi yo del presente les haría, pero mi yo del pasado sí. Hasta hace poco, se llevaba el 10% total de todas las visitas de mi blog, que, después de seis años y medio no son poco. Hoy más o menos son el 8.5%

La reseña más vista es After. Ninguna sorpresa ahí. A la gente le gusta el morbo y a pesar de ser reciente, After se comió a todas mis reseñas anteriores, incluida Vida y Muerte de Stephenie Meyer. El hateo al parecer da de comer en blogger, pero últimamente lo que me ha gustado ha sido más recomendar libros buenos... aunque a veces el masoquismo y el morbo me pueden. 


De entradas que no entiendo como tienen tantas visitas aun hoy están Una canción que puedo escuchar trece veces seguidas (es A la orilla de la chimenea, de Sabina, pero si hoy tuviera que hablar de Sabina elegiría Princesa o Medias Negras) y mi intento de recomendación de Le fabelux destine d'Amélie Poulain (mi película favorita, pero la recomendación es cutre).

El tutorial más visto es Cómo subir una historia a fanfiction.net o fictionpress.net. Tampoco hay ninguna sorpresa ahí: es uno de los tutoriales más viejos y además el sistema de ff.net sigue siendo igual de complicado, así que y estoy super dispuesta a ayudar a la comunidad. 

3. Mis entradas favoritas.

Sí, ¡tengo favoritas! Son las siguientes:

¿Cuáles son sus favoritas? No, no me lo digan, vamos a hacer algo. Vayan y busquen una entrada que les haya gustado mucho y déjenme un comentario. No es obligatorio, ni nada, sólo es para hacerme feliz un momento y si tienen tiempo, claro. 

Bueno, esta es la entrada número 400 y aproveché para poner algo más relajado que últimamente. He estado bastante productiva con las entradas, pero a veces dan ganas de descansar un poco. Ahora, ¡por las 500!

The Lizzie Bennet Diaries | Webseries

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"Indudablemente, la madre de todas las webseries literarias"
― Yo... y todo Internet (más vale).

Hace unos meses hice una entrada recomendando webseries literarias y hace un tiempo la repetí porque había encontrado más que estaba viendo. Sin embargo, no tenía un exceso de espacio para analizar la historia y hablar mucho, así que siempre se me quedó este gusanito. Sobre todo con esta serie, que es mi primera webserie en la historia y es además la madre de todas las webseries y si quieren ponerse exquisitos, la mejor adaptación de Orgullo y Prejuicio en mi opinión. Quizá sea un poco excesivo pero estoy segura de que sé de que hablo; tan segura como que hay un unicornio enfrente de mí ahora mismo.


Pero bueno, si no saben lo que es una webserie probablemente ya me están mirando con cara de loca. No se preocupen, denme un momento para ajustarme los lentes, carraspear cual Umbridge y decirles que una webserie es una serie pensada para ser distribuida a través de internet, por ejemplo, YouTube o vimeo. The Lizzie Bennet Diaries en particular está pensada con formato de vlog en donde Lizzie (y variedad de otros personajes), le hablan a la cámara mientras cuentan su historia. Es una adaptación moderna de Orgullo y Prejuicio, por si a estas alturas de la vida no se habían dado cuenta. Los creadores son Bernie Su y Hank Green; sí, ese Hank Green. ¡Sí, el de vlogbrothers! ¿Aún no? ¿Quién en serio no conoce vlogbrothers? Bueno. El hermano de John Green. ¿Ya?

La serie la protagonista la maravillosa y perfecta Ashley Clements como Lizzie Bennet, un papel que nunca le había quedado mejor a nadie (no, no soy fan de Keira Knightley... ¿se escribe así?). El resto del cast más o menos habitual lo completan Julia Cho como Charlotte Lu (en el libro Charlotte Lucas), Laura Spencer como Jane Bennet ( y ahora la pueden ver en The Big Bang Theory... ¿alguien sigue viendo eso?) y a Mary Kate Wiles como Lydia Bennet... la mejor Lydia que nunca podrá ver en ninguna adaptación de Orgullo y Prejuicio. El resto del limitado cast lo completan Mr. Collins, Bing Lee (la versión de Charles Bingley), Wickham, Mary Bennet, William Darcy y su hermana, Gigi, Fitz y Caroline. Como verán, no es que la webserie tenga una multitud de personajes... Pero créanme, no necesita nada más.


Al ser una modernización de un clásico del siglo XIX, hay muchos cambios, aunque la esencia de mantiene. No importa que en el tiempo de esta Lizzie Bennet no existan los matrimonios arreglados, la madre de las tres Bennet está desesperada por que sus hijas se consigan un buen partido. No importa que al menos las dos mayores tengan masters o estén por sacárselos; no, ella quiere conseguirles un marido, casarlas lo más pronto posible y que le den nietos. A ella y al Sr. Bennet jamás los vemos en cámara, pues ninguno de los dos sabe que su hija Lizzie sube la mitad de su vida al internet (porque probablemente no lo aprobarían).

Sin embargo, nos enteramos de todo lo que ocurre incluso cuando no vemos a los personajes porque Lizzie lo interpreta todo con costume theather. Hace a su madre, a Darcy, a Bing. Y no es la única, Charlotte, Jane y Lydia son sus asistentes habituales. Esa es una de las cosas que hace a la serie tan especial, además de que es la madre de las webseries literarias y... ¡la interacción con el público!


Al parecer, la interacción con el público ha sido algo con lo que ha estado jugando Pemberley Digital, la empresa que se creo para producción y creación de proyectos como este después del éxito, es con la interacción del público. Como en el universo de Lizzie Bennet también existen los videos, cada cierto numero de episodios hay videos Q&A (Question & Answer) donde Lizzie responde preguntas que fueron hechas en Yotube, Twitter y demás redes sociales (sí, todos los personajes tenían cuentas de Twitter donde podías descubrir cosas extra de la historia, esta es la de Lizzie Bennet).

Los hechos son bastante fieles a la novela original; todo se adapta, por supuesto. En vez de un baile al inicio, hay una boda. En vez de que Lizzie visite la mansión Pemberley, visita Pemberley Digital en San Fransisco, la empresa de Darcy. Y la señora Gardiner, en vez de ser su tía, es la responsable de su tesis de maestría y, sí, también es la persona por la cual Lizzie y Darcy están juntos. No quiero soltar muchos spoilers de la novela por si no la han leído (¡¿quién no ha leído Orgullo y Prejuicio?!), pero aun cuando es tan fiel, hay cambios. Lo bueno es que los cambios son para bien y tienen que ver con Lydia.

Una de las cosas más maravillosas del vlog es que cómo dice Lydia alguna vez: "Este es el diario de Lizzie y ella ve lo que quiere". Tenemos un unreliable narrator y tenemos que elegir si creerle o no. Todo lo que vemos, lo vemos a través de sus ojos y muchas veces tenemos que aceptar que Lizzie exagera, está teniendo ataques de pánico (heredados de su madre) o está negando lo evidente. Algunas veces tenemos otros puntos de vista, como a Charlotte y Jane ejemplificando escenas de Lizzie y Darcy que la dueña del vlog niega o a Lydia convenciendo a Charlotte de que la deje subir algún video.


Además, al ser el vlog de Lizzie, si ella se va de viaje o está en Netherfield por una temporada, perdemos de vista a otros personajes. Para eso, Pemberley Digital ideó algo maravilloso. Lydia, a quien le encantan las cámaras (y sobre todo, la atención), acaba subiendo videos a un canal llamado The Lydia Bennet (donde aparece su prima Mary y Kitty, su gato), que sólo se mantiene cuando Lydia no puede aparecer en los videos de Lizzie. Al resto de los spin-offs los completan Maria of the Lu, la hermana de Charlotte y Domino (con Gigi Darcy). Y unos cuantos extras por allí que incluyen a Mr. Collins diciendo palabras de más de tres sílabas.

Probablemente si les gusta Orgullo y Prejuicio ya la conozcan, pero si no, al menos es buena manera de que conozcan el libro. ¡Y lo pueden ir leyendo conforme avanza la serie! (Sólo ideas, estoy en mi modo cursi y tengo ganas de que todo el mundo esté igual). La verdad es que a mí Orgullo y Prejuicio... pues me gusta, claro, pero hay días que me da igual (nada como Cumbres Borrascosas, ese es mi clásico de cabecera) pero The Lizzie Bennet Diaries lo puso en una perspectiva diferente, más moderna, en una época en que las mujeres podía optar a otras cosas que no fueran el matrimonio (pues en el libro, Elizabeth es la única mujer que se atreve a declarar que se casará sólo con quien ella quiera) así que definitivamente me atrajo un poco más.

No sé si ya se las habré vendido, pero al menos espero haberlos convencido de darle una oportunidad. No mucha gente conoce la maravilla de las webseries y la verdad es que son increíbles: son fáciles de seguir (si sabes inglés, ejem, aunque esta en especial tiene subtítulos en español y otros idiomas en Youtube), sus capítulos son cortos y si los actores son buenos, la serie puede ser muy divertida. Decidí que también usaría mi blog para, ocasionalmente, contarles acerca de webseries que veo. Eso es todo por hoy.



Besos entre líneas, May R. Ayamonte, & Esmeralda Verdú | Reseña

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Derecho del lector número 69: Derecho a leer lo que te salga de los bajos fondos por las razones que te salgan de los bajos fondos.
―Declaración de intenciones.

Sinopsis: Emma es una joven cuya vida no es nada fácil. Cuando tenía seis años, su madre murió en un accidente de coche y su padre, al que tiene que cuidar los fines de semana, sufrió grandes secuelas físicas e intelectuales. Entre los estudios y sus responsabilidades familiares, Emma no tiene mucho tiempo para hacer lo propio de su edad. Pero por suerte hay algo que anima sus días: la literatura. Los libros, su blog y su nuevo canal de Youtube son su refugio, y mientras todas las personas de su entorno tienen vida social, Emma prefiere pasar las horas en la biblioteca.Todo cambia cuando Eric, el chico que acaba de llegar al pueblo, entra en su vida. Eric es guapísimo y arrollador, pero también esconde muchos secretos y un pasado oscuro por el que tiene que cumplir condena haciendo trabajo comunitario.¿Podrá Eric sacar a Emma de la burbuja en la que vive? ¿Por qué la relación con Eric es tan complicada y confusa? ¿Por qué es tan hermético y enigmático? ¿Qué oculta?

En teoría debería ser bonito cuando dos bloggers (o vloggers) publican una novela y cuando dos aspirantes a escritoras logran poner su libro en las librerías. O mejor dicho, eso todavía es bonito. Lo malo viene cuando al abrir un libro te encuentras una sarta de clichés y errores que no perdonas en ninguna clase de libro. Cuando abro un libro, lo valoro con la misma vara con la que valoro a todos mis libros. Nunca bajo mi escala si el libro es infantil o juvenil (porque eso además sería insultar a los consumidores de esos libros, atreviéndome a decir que quizá sus libros sean menos inteligentes) o por cuestiones del género: romance y ciencia ficción, mi vara mide igual todo. Personajes, trama, redacción... al menos. Pero bueno, vamos a cortar el choro porque si no nunca acabo la reseña. Como dijo Jack el destripador, vamos por partes (a destripar la novela).

Empecemos por la construcción... o más bien no construcción de los personajes (porque como Emma dice, hay personajes y personajes). La más vistosa es Emma, por supuesto, que es la protagonista y la narradora. Bueno, les aseguro que una bacteria sin chiste es más graciosa que ella, más profunda y con el doble de conflictos morales. Emma no genera empatía, no es un personaje que de menos parezca humana (diría que es alien, pero estoy segura de que los alienígenas son más listos, sólo tienen que ver a al Doctor). Es plana, sin chiste y con un trasfondo trágico que se nos recuerda para haber si así nos da más lastima. Tiene una falta de congruencia grave con su personaje y una doble moral de cuidado... lo cual sería interesante si se abordara y le diera un conflicto. Pero no. Eso era demasiado complicado.

Emma es esa clase de personajes frikis de los libros que parece que fue creada para agradar a su público específico: el estereotipo de la chica lectora. Es bloguera, adora los libros y la mitad de las cosas que dicen parecen sacadas de una cuenta de twitter que podría llamarse @commonbookworm. ¿Oler los libros? ¿Adorar portadas? ¿Pensar en ponerle nombres de libros a sus sobrinos? Lo cumple todo. Al final, lo único que Emma y yo tenemos en común es que leemos mucho (no compartimos demasiados gustos, eso sí) y tenemos un blog. Por el resto, somos diametralmente diferentes. ¿Por qué insisten en crear un personaje que represente todo un estereotipo? Emma es el de la chica lectora. ¡Reconozcan la diversidad! Hay muchos tipos de lectores, hay muchos gustos, dénse una vuelta por la blogósfera y lo descubrirán.


Su familia flota alrededor de ella. Su tía Anne parece tener una personalidad que cambia según la escena o las necesidades de la trama y tiene momentos que se parecen demasiado a Itati Cantoral haciendo de Soraya Montenegro gritándole a la lisiada que hacía besando a su Nandito. El resto del tiempo parece una persona normal, un personaje que está allí sólo porque Emma es menor de edad y, evidentemente, necesitaba un tutor. David, la pareja de Anne, se limita a estar allí. A veces dice cosas. No estoy muy segura de cuál es su punto en la novela. 

El padre y la hermana de Emma son adornos que las autoras usan para recordarnos su trágica vida. También entra en ese punto la madre de Eric. No sirven para nada más. Las amigas de Emma también son accesorios que escriben whatsapps especialmente incomprensibles (sobre todo Esther, alguien regálele un diccionario, por amor a Merlín) que sirven para distintas cosas, como decirle que Eric es guapo, que Eric es un idiota o ser sus fans número uno de blogger. A veces tienen otras pequeñas utilidades. Con el resto de los personajes es así: compañeros de clase que consideran leer "un peñazo" (sea lo que sea eso, no estoy tan versada en españolismos), maestras contra las que puede defender la literatura juvenil... Y por supuesto, Eric.


Eric no es el único guaperas del libro. También está Gabriel. Pero disculpen que lo ponga en un paréntesis, porque Gabriel y yo tenemos un tema pendiente que vamos a tratar más abajo. Así que, pues, vamos con Eric. Es guapo. Perdí la cuenta de todas las veces que lo menciona Emma, pero si beben un trago de la bebida alchólica de su preferencia cada que Emma o cualquier otro personaje diga que está guapo (cuenta cualquier expresión que se use para decirlo). Antes de la décima página, van a andar happy y al final probablemente sufran un coma etílico. Pero ser guapo no es la única cualidad de Eric. No. También es el cliché de protagonista malote, está poco desarrollado y una ameba tiene más sentimientos y profundidad. Eric ―o el pasado que querían darme May y Esme― se prestaba para conflictos internos, personajes que no son lógicos, conflictos morales y una clara crítica social. Pero eso todo se desperdicia por escribir un romance mal desarrollado y hasta problemático. 

¿Romance? Sí. Las situaciones problemáticas no están al nivel de After, quizá. Pero eso no las disculpa. Más bien, este libro lo que tiene es micromachismo para aventar como confeti para arriba y es por eso que quizá sus autoras creyeron que no había nada mal. Quizá no lo notaron. Pero este libro se rige por algo así que podríamos llamar... la heteronorma. Vamos, algo parecido. Los comentarios de los personajes, más algunos cuantos de Emma haciendo de narradora, dejan un mal sabor de boca. Todo el mundo asume que si Emma va a ver a Eric es porque es su novio, aunque ella repita varias veces que es un amigo, todo el mundo asume que entre Gabriel y Emma pasa algo porque pasan tiempo juntos y solos. O sea, parece que para al menos el 90% de los personajes de este libro, un hombre y una mujer no pueden estar solos sin que «pase algo». También aparecen leves insinuaciones a que las mujeres deberían cuidarse porque los chicos no son de fiar y otras cosas.  A mí no me venden esas ideas, pero pónganse a pensar un poco, ¿a las chicas adolescentes que apenas se están formando un criterio? ¿Esas qué? 

Ya he repetido hasta la saciedad que se pueden escribir todas las situaciones, problemáticas o no, que se quieran, pero idealizarlas o romantizarlas no. Y hablando de eso, hay algo en el primer capítulo que me dejó fría y no me hizo reír demasiado a pesar de todo el chiste que le hice para que, bajita la mano, se diera cuenta de lo pendejo que era. Eric acaba de conocer a Emma, ni siquiera sabe su nombre, no sabe nada de ella, pero ella está allí, así que él la pone contra la pared y la besa contra su voluntad. No sé Emma, pero si un tipo me hace eso, me quedó congelada... o lo pateó en los huevos o me resisto. La joya del pastel llega cuando un policía nota la escena y se acerca. Le pregunta a Emma: «¿Te está molestando [Eric]?» Y ella como si nada dice que no. Bajita la mano parece un insulto porque a mucha gente si le gritan cosas desagradables en la calle, a muchas mujeres si las tocan en el transporte público. Muchas veces esos casos llegan a los medios (como el de Andrea Noel, que incluso recibió amenazas de muerte), pero por alguna razón que se me escapa, Esmeralda y May, las dos autoras, decidieron que era... ¿romántico? Porque así lo da entender Emma. Romántico, los huevos que no tengo, porque además todo es una treta para que Eric le plante mariguana a Emma. Maravilloso. Y luego las amigas de Emma diciéndole que a ellas les gustaría que lo besara alguien tan guapo y Emma diciendo que «le parecía gracioso, pero lo de la mariguana había sido mucho». 

No me jodan. Es que se me sale lo feminista exaltada, la que no puede creer que esas situaciones todavía lleguen a los libros juveniles. Chale. Que los libros juveniles ya no tengan ese tipo de mierda romantizada entre las páginas. Urge legislar. Acá les dejo otro ejemplo de lo que estoy hablando
Siguiendo con mi vena feminista, para no perder el norte, vamos a otro asunto problemático. Eric y Emma recalcan muchas veces que «ella no es como las demás chicas». Primero, la frase carece de sentido porque yo tampoco soy como las demás chicas, nadie es como las demás chicas. Todas las chicas somos diferentes, no vinimos al mundo con un manual que nos enseñara a «ser chicas». Y segundo, porque... vamos: qué horror ser como las demás chicas, sí. Un horror. Como las chicas somos horribles y estamos alienadas con el sistema y jugamos con muñecas... Que horror. No promuevan esa clase de cosas, por favor.

¿Con qué seguimos? Siento si ya los aburrí, pero es que hay tantas cosas que decir sobre el libro que no sé por donde, ya no empezar, seguir. Pero bueno, ya que estábamos hablando del romance más arriba, vamos a hablar del triángulo amoroso. Como decía Ale (del canal sputnik) hace unos días: que ya no haya novelas juveniles con triángulos amoroso, urge legislar. Es un cliché gastadísimo que ya ni gracia hace, ya ni expectativa genera. ¿A quién le pasó eso en la prepa? ¿Cuándo se tuvo que decidir entre dos chicos esculturales, guapos y carismáticos? Yo no. ¿O es que sólo vende por la masturbación mental que produce?

El triángulo amoroso en cuestión se llama Gabriel, tiene un canal de BookTube y es mexicano. No shit. Es un canal relativamente famoso y a Emma se le caen las bragas por él desde la primera vez que lo ve. Su historia no pasa de unos besos, porque los lectores sabemos que la relación no tiene futuro (y hasta Emma lo dice), pero en un corto espacio de tiempo Emma me hizo preguntarme, con su visión de Gabriel, si así es como May y Esme ven a todos los mexicanos. Es una caracterización muy pobre, que casi hace que me de un síncope. Al parecer, según este libro, los mexicanos decimos mucho neta y chido. Por ahí también se les fue un wey. Nuestro vocabulario entero tiene esos modismos repetidos hasta la saciedad, según el libro; la neta es que neta que nunca había visto tantas veces neta en frases tan cortas. Neta. Neta que está chido decir neta aunque suenes con un fresa mirrey, pero neta si quieren otros modismos hay mil más: pendejo, morro, vale verga (la vida), pinche, desmadre, cómo chingas, a la chingada, vato (en algunas partes), pistear, chupar, madrazo, hasta la madre, ni madres, cabrón.

Pero ¡dejen ustedes que sea sólo un problema de vocabulario! Gabriel es un personaje como todos los demás: tan anodino que hasta el cereal que me tomé de desayuno tenía más personalidad. Pero también es algo profundamente desagradable y por momentos hasta insultante. Dejen busco el momento en el que casi aviento el libro por la ventana (lo cual habría sido triste, porque estaba en mi kindle, y patético, porque vivo en una planta baja).


¿SANGRE CALIENTE? ¡Emma debe tener la sangre muy fría, entonces! Y los mexicanos, bueno, latinoaméricanos, somos unos locos con la sangre caliente que vamos repartiendo besos por doquier. Parece que las dos autoras se vieron una novela o Nosotros los nobles o algo así y decidieron crear a Gabriel porque era algo exótico. Hay muchas menciones a su acento y a lo bien que se oye; ¿disculpa? ¿Mi acento te parece exótico, pendeja [Emma]? No me chingues. ¿La gente quiere que hable porque mi acento es muy bonito? Uy, perdón, creí que era porque tenías interés en lo que tengo que decir. Los acentos son bonitos. Sí. Se te puede caer las bragas por alguno (hola, acento escocés), nadie dice que no. Pero nunca jamás le digas a alguien que si no puede hablar porque quieres oír su acento. Su acento y su voz no están ahí para complacerte. Gracias. 

Dicho eso, lo próximo que voy a hacer será crear un personaje español que baile flamenco y diga coño y cojones todo el día. También tengo una idea para un argentino vestido de gaucho que sólo diga che y boludo y un italiano de acento gracioso, bigote y de profesión, mafioso. ¿Ven por donde van los tiros? No hagan personajes así, los estereotipos pueden ser ciertos, pueden no serlo, pero una persona es siempre mucho más que un estereotipo.


Y hablando de eso... vamos a hablar largo y tendido (quizá no tanto) del padre y de la hermana de Emma, Sebastián y Lys, respectivamente. Lys sufrió anorexia y depresión (se nota que las dos autoras no investigaron de una cosa ni de otra) y se le curó mágicamente porque Emma le dijo unas palabras mágicas. La protagonista de Segunda estrella a la derecha está llorando en este momento (¡miren! ¡yo también sé hacer referencias literatias!). La cosa con Lys es que cada que aparece se menciona su anorexia, lo duro que fue para Emma o para la familia o lo triste que fue. Lys, antes que ser la hermana de Emma, es un accesorio que nos recuerda sus tragedias, lo triste que es su vida y que, antes de ser una persona, es una enfermedad. Y una mierda.

Con su padre ocurre lo mismo. Sólo que su enfermedad o condición no tiene nombre, síntomas que tengan sentido o nada coherente. Emma dice al principio del libro que, a pesar de que su padre está discapacitado, es una persona como cualquier otra. Si Emma se iba a poner educativa, a lo mejor debería saber que discapacitado es una palabra que últimamente no es muy popular y hay términos más correctos y no sé... haber sido congruente con eso. Pero durante todo el libro, el padre de Emma sólo existe para recordarnos la trágica vida de nuestra no tan querida protagonista, ser un estorbo o proveer la excusa para que Emma vea a Eric. ¿Crítica social? Ni sus luces. Esa me la perdí.  


Ah, también como en novela juvenil promedio hay un personaje del colectivo LGBTI+ para demostrarnos que Emma es inclusiva y no tiene prejuicios. Eso a todos nos parece genial, pero desde el momento en que sale el tema, en cada aparición que hace el personaje se hace aunque sea una mención a su orientación sexual (comos si eso nos definiera como personas) y hay algo aun más problemático todavía. Emma asume que, como a su amiga le gustaban más las protas femeninas, era obvio que era lesbiana. Bajo esa lógica, como a mí se me caen las bragas por Hermione Granger y Violetta, obvio también soy lesbiana; van a ver la cara que ponga mi novio cuando se lo diga. Pero,¡ey!, esperen: también me gusta mucho Angelo, de Dos Velas para el Diablo. Claro. Es que soy bisexual. La comparación puede caer en el montón de todas las cosas desafortunadas del libro, pero no deja de ser un intento de decir: «¡ey, somos inclusivas!». Por favor no hagan eso. Demuéstrenlo sin hacer todo un revuelo de eso o sin intentar educar a la gente metiendo una escena totalmente innecesaria en la que Emma nos da un discursito pedorro con voz en off. ¿Por qué no lo dejan caer de una manera completamente natural? No es que yo le fuera a dar galletitas a Emma por ser una buena persona y aceptar a su amiga.


¿Trama? Pues vamos a hacer como que hay una. Sin comentarios. Ni núcleo, ni chicha, ni nada de na'. Sólo a veces pasan cosas. Algunas tienen que ver con Eric, otras con Emma y su trágico pasado, otras con blogs y booktubers. ¿Qué hacen todas las escenas juntas? Una masa sin forma, porque no tienen ningún propósito en común. 

La redacción da pena. Cosas sintácticamente imposibles, frases que tienen un sentido completamente diferente al que pretendían y una absurda falta y exceso de comas en todas partes. Falta, porque muchos sustantivos tienen adjetivos de lo más raros y extraños por no tenerlas (como nombres inseguros, donde el inseguro debería haber sido para Eric, no para el nombre), y exceso porque hay un montón de enumeraciones que tienen las comas justo donde no van. Cuando me venden un libro, considero una total falta de respeto que parezca tan falto de edición. Si a las autoras se les pasaron todos los errores, ¿por qué no hubo correctores de estilo, editores, alguien? Además, el libro tienen una cantidad grosera de explicaciones innecesarias y relleno. A veces se convierte en un manual de cómo bloguear o como grabar videos. ¡Show, don't tell, carajo! ¡¿Quién les hizo tanto daño que no siguen ese consejo!?

Tengo la loca teoría de que las autoras buscaron una cuenta en twitter que se llamara @commonbookworm y otra que se llamara @commonwhitegirl y sacaron el 90% de las frases pendejas de su novela de ahí.


Referencias literarias hay un montón. Bueno, no sólo literarias, a toda clase de cultura pop. A veces hay hasta cinco libros mencionados por páginas y textos que dicen porque a Emma le gustó. Tantas referencias me hicieron pensar que a la mejor era sólo un experimento social de Planeta para meter toda la publicidad posible a libros a ver cuanta gente caía y los compraba. Son tantas referencias que se puede beber un trago de la bebida alcohólica de su preferencia y terminar con un coma etílico de bastante gravedad. Casi como Persona Normal de Benito Taibo (¡qué también aparece nombrado!), pero con libros YA y Jane Austen (autora no. 1 para referenciar en novelas románticas y sonar mamador; cómo se ha de estar la pobre retorciendo en la tumba...). Ah, y Bukowski, que es Bukowski y es trash fiction y parece que sólo está ahí para hacer profundo, único y especial a Eric.

Ya me quedó esto como biblia, así que aquí le paro. Que quede claro que no recomiendo el libro por todas las razones expuestas arriba, que me gustó rantear con él (sí, me gusta rantear, es mi único superpoder), que lo leí porque me salió de los bajos fondos y que a pesar de todo, me divertí criticándolo. Que quede claro, también, por si hay desubicados, que las dos autoras me dan exactamente igual, que les deseo que les vaya bien en su carrera y que, por favor, mejoren. Que para eso están las críticas. A los editores del libro son a los que no les deseo nada, porque se nota de manera muy evidente que este libro no lo corrigió nadie y que ni siquiera se preocuparon por el contenido. Hasta el próximo libro malo, queridos.


Frankenstein, Mary Shelley | Reseña

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Sinopsis: Frankenstein es una historia macabra en la que Víctor, un joven ávido de conocimientos científicos, se obsesiona por lograr el mayor reto posible en el mundo científico: dar vida a un cuerpo muerto. Su éxito será su condena, la creación de un monstruo estremecedor que, en respuesta a su rechazo por todos se entrega por completo a saciar una sed de venganza hacia su creador, culpable de su desgracia, y hacia todo lo que éste ama, tornando en muerte todo alrededor de Víctor. El monstruo, enfermo de soledad, solicita una compañera a su creador a cambio de desaparecer para siempre, pero Víctor se niega a ello, provocando así que la única salida hacia la paz y el descanso sea el fin de uno de los dos.

A este libro la cultura popular le ha hecho mucho daño, pero también lo ha mantenido vivo y vigente. Películas malas, monstruos verdes y errores garrafales en las adaptaciones han hecho de este clásico de ciencia ficción lo que es hoy (o clásico de terror, pero así como terror, terror...). Mary Shelley pretendía escribir una historia que diera miedo, sí, pero Frankenstein es mucho más que eso y ¡además!, es producto del romanticismo inglés, uno de los movimientos que más he leído en mi vida. Mary Shelley tenía más o menos dieciocho o diecinueve años cuando escribió esta novela (así que si quieren publicar, ya saben, van atrasados con respecto a Shelley en el mayor de los casos) después de que Lord Byron (el poeta, padre de la bad-ass Ada Lovelance) desafiara a un pequeño grupo a crear la historia más terrorífica que se les ocurriere. Entre ese grupo estaba Mary Shelley y su esposo, Percy Bysshe Shelley, además de John Polidori y algunos más. Además de Polidori y Shelley, no se sabe si alguien más logró cumplir la apuesta (cosa curiosa, pues si le hacemos caso a lo que dice Mary Shelley en el prólogo, fue casi la última en comenzar).

Mary Shelley, más bad-ass que tú
Frankenstein o el moderno Prometeo es una historia escalofriante sin necesidad de fantasmas, vampiros u otras criaturas. Frankenstein sólo cuenta con la criatura, que ni es verde, ni tiene colmillos, ni es un monstruo sanguinario desde su nacimiento, ni se llama Frankenstein. ¿Ya ven por donde van los tiros cuando digo que la cultura popular le ha hecho un drama tremendo al libro? La novela le da muchas vueltas a la creación de la vida y a que tanto derecho tenemos a crearla a nuestro antojo y comportarnos como dioses. Porque ciertamente, aunque no recuerdo verlo escrito en el libro tan claramente, el joven Víctor, al tener la idea de crear la criatura, parece creerse un dios, capaz de traer vida de la nada. Sin embargo, no se detiene a pensar en lo que está haciendo nunca. El fin es la creación de la vida... ¿y después?  Cuando la criatura por fin tiene vida, Victor la contempla, horrorizado por su fealdad y huye, dejándola sola y a su merced.

Más tarde, la criatura encara a Frankenstein, preguntándole por qué lo creó y pidiéndole que, si no va a ser aceptado por los hombres, le cree una compañera de la misma manera que lo creo a él. ¿Quién es más humano al fin y al cabo? ¿Frankenstein o la criatura? Victor quiere llevar la ciencia a sus límites y lograr lo imposible, sin preocuparse por la ética, la moral. Lo que está bien y lo que está mal. Para él el único fin en un principio es crear la vida. Y la criatura, ya creada, quiere amor, aceptación; cosa que nunca obtiene porque, debido a su fealdad, todos salen huyendo de él. No sé puede decir que Victor sea la persona más inteligente del planeta. De hecho, creo que es bastante imbécil eso de crear una criatura con una fuerza sobrehumana que podría ser peligrosa y luego abandonarla. ¡Denle el premio al más inteligente a este idiota!

¡Pero no lo abandonas ni causas miles de muertes!
Bueno, no miles, sólo como tres.
La narración de la novela se divide en tres partes: cartas de Robert Walton a su hermana, donde incluye la narración de Victor y la de la critura (que se expresa de manera elocuente para no haber tenido ningún maestro y sólo tener dos años de vida). Mi parte favorita son los capítulos que narra la criatura, aunque quizá inverosímiles por el lenguaje que utiliza, nos muestran su búsqueda de comprensión, amor y, finalmente, cómo se convierte en un ser despiadado que nada tiene que perder. Mary Shelley hizo un muy buen trabajo con la novela y no hay duda de porqué sigue siendo un clásico y lo seguirá siendo. 

¿La recomiendo? ¡Por supuesto! Creo que todo el mundo puede disfrutarla... excepto si están buscando una versión novelada de las adaptaciones de Frankenstein, eso no hay. Victor de hecho, se niega a contar nada sobre su trabajo en la creación de la criatura porque no quiere que nadie replique su trabajo o lo vuelva a intentar, así que, aunque hay terminología científica, nada de descripciones detalladas de Victor en su laboratorio. Como conclusión, libro muy interesante que deberían leer. Pero como no soy nadie para decirles que debería leer, lean lo que quieran (y ojalá sea este libro).

Blogs fantásticos y dónde encontrarlos

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¡Mañana es el día del libro! El día favorito del año para todo adicto a los libros que se respete. Pero como yo no me respeto mucho como adicta a los libros, confesaré que mis días favoritos son el 1 y el 2 de Noviembre. Viva el día de muertos, bitches. Pensé en recomendar libros, pero eso sinceramente ya lo va a hacer todo el mundo y si quieren recomendaciones pueden picarle en la etiqueta Recomendaciones de mi blog y ¡boom! tendrán miles (bueno, tanto como miles no, pero si bastantes). Así que en vez de recomendar libros voy a recomendarles blogs (y vlogs). ¿Por qué? Bueno, primero porque son una forma de promover la lectura aunque sea en nuestro microcosmos (no se engañen, aunque seamos un chingo seguimos siendo poquitos) y porque siempre procuro rescatar lo bueno de la blogósfera, que es exactamente compartir tan buenas lecturas.

¡Libros!
Las recomendaciones son siete, porque me gusta el número siete. Son de mis blogs de cabecera, aunque intenté darle prioridad a aquellos poco conocidos o con pocos seguidores. También darle prioridad a distintas zonas horarias y distintos países, para que vean los contrastes de un país a otro (y no sé queden con la idea de que todo es España).También le di prioridad a Blogs que han estado activos este último mes. Todo esto es porque quizá no haya podido recomendar todo lo que quería (quizá...) y haya dejado unos cuantos blogs para después.

Rapsodia Literaria


¡¿Quién no conoce este blog?! Creo que es el más seguido de los que puse entre las recomendaciones y es simplemente que no puedo no ponerlo. No fue mi primer blog, pero sí el único que sigue vivo de mis primeros blogs. El blog es de Nina, de Colombia, y lleva más o menos abierto el mismo tiempo que el mío, pero con la única diferencia de que ella no lo tuvo muerto algún tiempo y de que sus reseñas eran infinitamente mejores que las mías por allá por el 2010-2011, cuando yo todavía estaba aprendiendo a moverme por aquí. Un blog muy interesante, con muchas secciones y del que destacan particularmente sus entradas de opinión. Aquí el link: Rapsodia Literaria

Un día de Otoño


Este es un blog orgullosamente mexicano, como yo y es de Alejandra Hernández. Lo conocí de pura casualidad (nah, fue por otro blog mexicano que está por allí abajo) y la verdad es que me ha encantado. Este, a diferencia de otros, reseña cosas que yo difícilmente leería al ver la portada, pero ha conseguido que me interesen algunos libros. Además, Ale siempre tiene todas las noticias que tienen que ver con libros bien frescas y a veces me ahorra hasta googlear. Es un blog muy interesante y donde seguramente se van a encontrar recomendaciones YA de todo tipo (en serio, un blog que me haga leer YA más seguido... eso es digno de mención). Aquí el link: Un día de otoño

Persiguiendo dragones



Sí, el primer español de la lista. Es de Jorge Cienfuegos (que acaba de publicar un libro) y comparte mi adoración por Amélie Nothomb (igual que Nina allá arriba) y siempre puedo contar con conseguir recomendaciones de series y de libros allí. Tiene hasta una guía para leer a Amélie Nothomb, ¿así como no adorar el blog? Bueno, es un blog que no reseña casi libros YA, para que no digan que todos los blogueros sólo leemos juvenil. ¡Aquí hay para todos los gustos! Además, también tiene unas pequeñas guías para escritores y artículos muy interesantes. Aquí el link: Persiguiendo dragones.

Soy gente de libros



¡El blog de Calyp! Es de los más recientes y creo que en parte se lo creo porque yo la estuve animando (junto con otras personas, la culpa no es enteramente mía). Admito que no leo tanta juvenil como ella, pero me encantan sus entradas de opinión, sus tops y sus reseñas de malos libros (aunque tengo la idea de que todos disfrutamos un poco eso, ¡maldito morbo!). Se los recomiendo mucho porque es de lo más original que me he encontrado en la blogósfera últimamente. Aquí les dejo el link: Soy gente de libros.

Sputnik



¿Cómo booktube no iba a estar entre mis recomendaciones? Sigo como a cinco, todas mexicanas y ninguna famosa, pero Sputnik fue la primera. A ella la conocí por el concurso #SomosBooktubers y una página de facebook llamada Memes Literarios donde... bueno... había memes literarios (a qué no se lo esperaban). Recomienda muchos libros infantiles, tiene una sección increíble de por qué leer a los clásicos, consejos para primeros lectores y sobre todo reseñas de libros que probablemente no verán en otro lado. Aquí les dejo el link de su canal: Booktube.

El espacio de Roli



Otro mexicano. No es que quiera que sean mayoría, pero casi todos mis seguidos de cabecera son mexicanos. ¿#SorryNotSorry? En el caso de Roli, sus reseñas son muy buenas, de esas que te dan ganas de leer el libro por como lo recomiendan y de libros muy variados. Además, acaba de estrenar su sección Ingenios donde habla de cosas muy variadas, ¡hasta de activismo digital! (que no es sentarse en el sofá y dar likes, aunque muchos que se la viven dando likes creen que sí). Definitivamente un blog que vale la pena revisar. Aquí el link: El espacio de Roli.

De palabras y letras


Y ya el último. Este es el blog de Cin y lo conocí por la reseña de Aristotle y Dante descubren los secretos del universo de puritita casualidad (y ahora ya estamos pensando cuando podemos ir a tomar un café, boom!). También es de mis blogs favoritos y de cabecera. Comparte nacionalidad conmigo... también. Entre sus reseñas hay de todo tipo de libros y hasta obras de teatro clásicas, lo cual es bastante genial porque no es un género que tenga mucho impacto en la blogósfera. Es, también, un excelente lugar para encontrar recomendaciones de libros. Aquí les dejo el link: De palabras y letras.

¡Feliz día del libro! (que es mañana). Hasta la próxima, a ver que se me ocurre para seguir festejando un poco. 

Book Tag Rita Skeeter | ¡Feliz día del libro!

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Sí, el día del libro fue ayer. Bueno, también es el día de los derechos de autor, no crean que sólo el día del libro. Los libros son los festejados, obviamente, pero como todo el mundo aprovecha para recomendar sus libros favoritos, hoy haré un... ¡tag! Lo encontré en el canal de Sputnik y me encantaron las preguntas. Están dirigidas a los Booktubers, pero yo adapté la cosa un poco. Principalmente porque últimamente me cansa un montón que los medios se fijen únicamente en el fenómeno mediático que constituyen los Booktubers, sea para halagarlos, sea para criticarlos, sea para lo que sea. No es por ponerme reina, pero el fenómeno blogger también is a thing, llevamos aquí un montón y no tenemos intenciones de irnos a ningún lado. Y los promotores de la lectura no estamos sólo en internet, ¡estamos en todas partes! Bibliotecas, escuelas, campañas...

Pero bueno, a lo que vamos, que Rita dice que debería contarles ya mi vida entera.


1. ¿Tu actividad en Blogger ha cambiado tus hábitos de lectura? ¿Lees más, menos, con otros fines?
La verdad es que no recuerdo muy bien cómo era antes porque seis años son seis años, chavos. Bueno, siempre he leído mucho y la diferencia es que quizá ahora analizo más algunas cosas, pero el blog no es enteramente culpable de eso; más bien es una combinación entre que he madurado un poco y pienso más en cómo recomendar un libro. Lo que no se ha movido demasiado es mi hábito en cuanto a velocidad de lectura. Siempre he leído rápido, pero desde que tengo tantos libros a mi disposición, leo mucho más.

2. ¿Lees para hacer reseñas/entradas o haces reseñas/entradas para compartir lo que lees? 
La segunda. Eso ni se pregunta. Ni que me pagaran por reseñar.


3. ¿Qué tan relevante es poseer el libro? 
A menos de que yo lo quiera con desesperación, no demasiado. Libros digitales, bibliotecas (digitales y no digitales), libros prestados (juro que ya acabo el de Murakami este año), todo está a mi disposición y realmente tener el libro en físico no es tan importante en algunos casos. Especialmente por la falta de espacio y porque no quiero acabar ahogada en libros.

4. ¿Es relevante leer cierta cantidad de libros por semana o por mes?
No. A menos de que esté participando en un maratón de lectura, entonces sí me dolerá un poco no leer los libros que me propuse. Lo importante es leer, no contar los libros para presumirlos después.

5. ¿Por qué/ para qué lees?
Leer para mí es como respirar. Bueno, no tan dramático: si dejo de leer no me muero. Leo para saber cosas y para descubrir más cosas que quiero aprender. No leo para evadirme, nunca me ha gustado eso, pero si para relajarme o distraerme. No leo para meterme en otros mundos, este ya es muy basto y tiene un montón de historias qué ofrecer. Leo porque no puedo vivir sin leer y ya está.


6. ¿Por qué / para qué subes entradas?
Porque me sale de los bajos fondos. Mejor respuesta jamás.

7. ¿Hay algún libro del que no hablarías en tu blog?
No sé. Hay muchos de los que no he hablado. Buenos, malos y regulares. Los buenos porque no sé qué decir. Los malos porque son malos a secas, ni siquiera son de esos libros malos que me den ganas criticar para denunciar algo. Los regulares porque nunca sé que decir. Personalmente, creo que no hablaría de casi ninguno de Kundera (aunque lo amo) o de Murakami (porque no me late perder el tiempo reseñándolo) o de los libros que siguen de After (porque con el primero quedé satisfecha para esta vida y la siguiente). No le veo el caso.

8. ¿Comprarías o has comprado libros pirata? 
No los compraría (no me da la gana hacer rica a la gente que piratea libros) y sí, los he comprado. Mi papá me compró los de Narnia piratas porque dijo, textualmente, que yo le salía muy cara con eso de los libros. Ahora, sobre las descargas tengo mis principios aunque no parezca. Nada de páginas que se hagan ricas de links acortados o publicidad a menos de que no haya alternativa y no quiera esperar, ninguna traducción fan. Libros que no se pueden conseguir en México y están muy caros en internet: descarga. Libros de autores a los cuales no quiero darle un centavo de regalías (Meyer, Todd, Scott Card, Coehlo, etc): descarga. Libros que cuestan más de 300 pesos y de verdad quiero: lo pienso. El resto intento comprarlos.


9. ¿A quién admiras? ¿A quién sigues?
Mucha gente, especialmente a aquellos que se dedican a promover la lectura como modo de vida, porque para mí aunque es una pasión, no deja de ser una pasión sin paga. Entre escritores, admiro a la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, aquí a Xavier Velasco y a María García Esperón. Me fascina Maite Carranza. De blogueros, Nina es de las primeras que conocí, Alejandra Arévalo de Sputnik fue la primera booktuber que me animé a seguir. Uf. No acabo nunca. 

Americanah, Chimamanda Ngozi Adichie | Reseña

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"Subrayaría este libro entero"
― Declaración de intenciones

Sinopsis: As teenagers in a Lagos secondary school, Ifemelu and Obinze fall in love. Their Nigeria is under military dictatorship, and people are leaving the country if they can. Ifemelu—beautiful, self-assured—departs for America to study. She suffers defeats and triumphs, finds and loses relationships and friendships, all the while feeling the weight of something she never thought of back home: race. Obinze—the quiet, thoughtful son of a professor—had hoped to join her, but post-9/11 America will not let him in, and he plunges into a dangerous, undocumented life in London.
Years later, Obinze is a wealthy man in a newly democratic Nigeria, while Ifemelu has achieved success as a writer of an eye-opening blog about race in America. But when Ifemelu returns to Nigeria, and she and Obinze reignite their shared passion—for their homeland and for each other—they will face the toughest decisions of their lives.
Fearless, gripping, at once darkly funny and tender, spanning three continents and numerous lives, Americanah is a richly told story set in today’s globalized world: Chimamanda Ngozi Adichie’s most powerful and astonishing novel yet.

Si me siguen un poco saben que yo pierdo el piso por Chimamanda Ngozi Adichie, una escritora nigeriana. Sus libros son bastante accesibles en un mundo en el que me ha costado días enteros rastrear novelas africanas contemporáneas y además, no es sólo que sean accesibles, es que hasta el momento no decepciona. Tengo tantas, pero tantas cosas que decir sobre este libro que ni siquiera sé por cuál empezar. Quizá por su calificación en Goodreads, que es lo único que tengo hasta el momento: 5 estrellas. No soy una persona que regale con facilidad las cinco estrellas, por cierto. No soy muy dura, tampoco con libros que no lo merecen, pero tengo un defecto: siempre le busco cinco pies al gato. Y a veces se lo encuentro. Para que un libro se lleve mis cinco estrellas tiene que ser un libro que yo considere, en todo sentido, magnífico. Americanah no es un libro perfecto y de hecho tengo algunas cosas que criticarle, pero soy parcial y le regalé igual las 5 estrellas. Se las merece por hacerme reflexionar. Así que este es un libro al que le di 5 estrellitas aunque no creo en calificar a los libros con números fríos. ¿Cómo empezar a hablar de él?

Chimamanda, my love.
Supongo que voy a empezar por el tema. Americanah es una novela con múltiples apuntes sobre la raza, el racismo y como se percibe todo en Estados Unidos, que no es la misma manera que en Nigeria. Así que si quieren el punto de vista de una africana sobre el racismo en Estados Unidos y sus observaciones, Ifemelu las tiene todas y no dudo que al menos el 90% sean las mismas de Chimamanda. Ifem es el punto conductor de la novela, la protagonista definitiva, los demás sólo son entes que orbitan a su alrededor. Personajes bien construidos, sí, pero construidos para acabar orbitando entre el mar de opiniones de Ifem porque ella no soporta no tener una opinión concreta sobre algo. Un poco bitch sí que es, qué quieren que les diga. La historia la sigue a ella principalmente, aunque hay algunos paréntesis en los que nos enteramos un poco de la vida de su novio, ex novio, ex pareja, ex algo, Obinze. Ifem, muy joven, se muda a Estados Unidos después de una huelga en su universidad. Tiene que empezar todo de nuevo, acostumbrarse a un nuevo modo de vida y darse cuenta de lo diferente que son los Estados Unidos. 

Y sí, literalmente, su novela la sigue a lo largo de sus experiencias en Estados Unidos. Desde lo cambiada que encuentra a su tía Uju, antigua ex amante de un general y con un hijo. Ifem inmediatamente se da cuenta de que 1) los estadounidenses evitan la palabra "negro" como si fuera la peste por razones que a Ifem se le escapa, 2) todo el mundo asume que África es un continente bárbaro donde la gente no habla inglés, las mujeres viven oprimidas y no pueden votar. Sí, pasa en muchos países de África, pero no en toda. Así que empieza un blog con un nombre insoportablemente largo y horrible ―Raceteenth Or Various Observations About American Blacks (Those Formerly Known As Negroes) By A Non-American Black― para dar su opinión acerca de absolutamente todo. Y cuando digo todo, es absolutamente todo. 

El tema de la raza sigue siendo controvertido. Hay gente que dice "no me fijo nunca en el color de piel, todos somos seres humanos" y que puede efectivamente hacerlo pero no tienen ni idea de que no estamos ni cerca de haber eliminado el racismo. Y hay gente que cree que el racismo se manifiesta en todas partes de las mismas maneras (como en Estados Unidos) y se empeña en arreglar el mundo desde su punto de vista. Si creen lo último, por favor, salgan a la calle. Racismo hay en todos lados, pero juro que no en todas partes es igual. Puedo contarles acerca de México, donde algunos miran despectivamente a los indígenas, unos insisten en que todos somos mestizos (sí, la mayoría lo somos, no todos) y algunos intentan esconder de manera desesperada que entre sus antepasados hay indios. Y los descendientes de los negros en chiapas siguen peleando porque, efectivamente, se les reconozca como descendientes de africanos, no sólo de indígenas (aunque lo más probable es que también sean una mezcla). Así que no, como dice Ifem, en Nigeria el color no era tan importante porque la gente no estaba obsesionada con eso, pero en Estados Unidos es algo completamente diferente. 

The only reason you say that race was not an issue is because you wish it was not. We all wish it was not. But it’s a lie. I came from a country where race was not an issue; I did not think of myself as black and I only became black when I came to America. When you are black in America and you fall in love with a white person, race doesn’t matter when you’re alone together because it’s just you and your love. But the minute you step outside, race matters. But we don’t talk about it. We don’t even tell our white partners the small things that piss us off and the things we wish they understood better, because we’re worried they will say we’re overreacting, or we’re being too sensitive. And we don’t want them to say, Look how far we’ve come, just forty years ago it would have been illegal for us to even be a couple blah blah blah, because you know what we’re thinking when they say that? We’re thinking why the fuck should it ever have been illegal anyway? 
Hay un montón de personajes más, desde una mujer desesperada por casarse para poder conservar su residencia, una mujer bien acomodada que contrata a Ifem como niñera y se refiere a todas las mujeres negras como "hermosas". O Curt, que opina que una revista sólo con mujeres negras es algo racista hasta que Ifem le pide que cuente cuántas puede encontrar en una revista normal y le dice que allí no puede encontrar consejos para maquillarse, peinarse o los colores que le quedan porque todo está dirigido a otras personas. Sin embargo, creo que el acierto más grande de Chimamanda es acerca del cabello: ¿alguien sabe cómo carajos es el cabello de Michelle Obama al natural?  Podemos imaginarlo pero no. No tenemos ni la más remota idea. 


Finalmente, este libro no está ahí para que nadie se sienta cómodo. Está allí porque habla de un problema que la gente no quiere hablar. Se deslindan de todo diciendo que la esclavitud ya fue abolida y que los matrimonios interraciales ya están permitidos y que ya no hay segregación racial. Y ya. ¿Alguien ha visto la película Escritores de la Libertad? Cuando las escuelas juntaron a todos, dejando de segregarlos por su raza, la gente se llenó la boca diciendo que era un gran avance. Fue en los 90s cuando una maestra llegó a dar clase a un salón lleno de negros, latinos, asiáticos y un blanco (aterrorizado) y se encontró con que sí, había integración, pero era sólo ficticia. Que incluso los maestros se quejaban de ella porque había más peleas, más delincuencia y grupos difíciles. Pero según ellos no eran racistas. Porque habían integrado a todos, así que se negaban a hablar del problema. La profesora se llama Erin Gruwell y llevó a Miep Gies hasta su mismo salón de clases.

La película basada en su vida, Escritores de la libertad es de los años 90 y lo que ella logró fue enorme, pero toda la gente a la que se enfrentó sigue existiendo, con esa misma mentalidad y muchas de ellas pueblan el libro de Chimamanda. Como dice Ifem: "El racismo nunca debió de haber existido en primer lugar, por lo que no te ganas una galleta por reducirlo".

Ahora vamos a hablar de otra cosa de la que me di cuenta leyendo el libro. Bueno, no es algo que me viniera de la nada mientras leía el libro, sino algo de lo que ya me había topado en todas partes. Hay gente que trata al racismo y al machismo como si fueran entes separados que nunca se cruzan y que no tienen absolutamente nada que ver. No es cierto. La discriminación interseccional es una teoría que sugiere que distintas formas de discriminación (sexismo, racismo, discriminación de clase, etcétera) no actúan de manera independiente, sino que se interrelacionan. Hay una parte en la novela sobre las elecciones de 2008 que lo ilustra bastante bien. Los medios dicen que las mujeres prefieren a Hillary y los negros a Obama. Entonces alguien pregunta: "¿Y las mujeres negras?" La respuesta es simple: "Cuando los medios dicen 'las mujeres' hablan de las mujeres blancas."

Por supuesto el libro no es perfecto.Tiene cabos sueltos y tramas que parecen inacabadas o simplemente olvidadas. Una historia de amor con facetas muy diferentes y personajes que a veces acaban por desdibujarse porque Ifem es demasiado fuerte. Quizá es un libro que lo intenta demasiado, pero eso no es algo malo necesariamente. En algún punto tiene que acertar y para mí acertó hablando de racismo y en su manera de retratar a las mujeres. Hay algo cuando lees a Chimamanda que te hace darte cuenta de que es feminista. Quizá porque retrata a las mujeres como a cualquier hijo de vecino. Tiene todos ejemplos de mujeres: desde las que buscan casarse hasta las que no, desde las que persiguen una carrera como las que no quieren, desde ateas hasta religiosas. No trata con condescendencia a ninguna de ellas.

Recomiendo el libro y lo recomiendo mucho. No es el libro quizá perfecto, aunque a mí me pareció maravilloso. Creo que tienes muchas cosas de las cuales puedes aprender algo y que puedes contrastar con tus propias experiencias y darte cuenta de que no porque tú no lo vivas, no existe. Disfruté mucho del libro. ¡Léanlo! (Si quieren).

Everything, everything, Nicola Yoon | #LCTodo

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Sinopsis: My disease is as rare as it is famous. Basically, I’m allergic to the world. I don’t leave my house, have not left my house in seventeen years. The only people I ever see are my mom and my nurse, Carla.
But then one day, a moving truck arrives next door. I look out my window, and I see him. He’s tall, lean and wearing all black—black T-shirt, black jeans, black sneakers, and a black knit cap that covers his hair completely. He catches me looking and stares at me. I stare right back. His name is Olly.
Maybe we can’t predict the future, but we can predict some things. For example, I am certainly going to fall in love with Olly. It’s almost certainly going to be a disaster.

Participé en la Lectura Conjunta organizada en el blog Nelareads y estuve comentando un poco el libro; aunque era mi intención leerlo con calma, lo ataqué como al tercer o cuarto día porque no podía más con la curiosidad. Y así me fue. Este libro me dejó tan confundida en algunas cosas que ya pasó una semana y todavía estoy rumiando acerca de él.

Estuve vagando por la página de Nicola Yoon y decidí que me caía muy bien. Nació en Jamaica, tiene una sonrisa muy bonita y por lo que pude chismear en algunas fotos, su esposo tiene rasgos asiáticos. Tienen una hija y no me extraña de donde salieron los rasgos para su Maddie, que es medio-afroamericana, medio asiática. Un detalle de lo más curioso dentro del libro para mí porque no estoy acostumbrada a encontrarme con personajes diversos dentro del YA. Y por una vez, hacerlo es un alivio. Me ha gustado, al menos esa parte. Por lo demás, creo que no me acabo de decidir acerca del libro así que responderé como Olly a la pregunta de si me ha gustado: "Sí, no, quizá". Lo que siento con este libro es confusión, así que voy a dividir mi review en dos partes (en realidad tres, ya lo verán). Primero, porque quiero sacármelo cuando antes...

Lo malo


1. La novela definitivamente adolece de algunos de los problemas de la literatura juvenil actual, sobre todo de los clichés. Los clichés no son malos per ser, pero sí son un argumento muy gastado y carente de originalidad. Aún así, es mucho mejor partir del cliché que llegar a él, por lo que medio perdoné el hecho de que Maddie está enferma. Quien sabe, ¡quizá y hasta hubiera estado desarrollado de manera interesante! Sin embargo, otros no los puedo perdonar ni en pintura, como por ejemplo: las descripciones físicas que hace Maddie de sí misma frente al espejo, las referencias a Austen, etcétera. No me gusta que se sobreexplote un mismo recurso hasta que lo odio.


2. Algunos giros del final. No, si ya lo leyeron, no es el que están pensando. Hablaré de ellos más adelante porque merecen un análisis a fondo. 

3. En muchas películas (y libros) un par de adolescentes medio pendejos se suben a un avión y acaban del otro lado del mundo por alguna razón. Generalmente cuando roban la tarjeta de sus padres. No se ustedes, pero a mis padres cuando compran un boleto de avión, les congelan la transacción en el instante si parece sospechoso o hablan para asegurarse de que sea correcta. No pido que en un libro las cosas sean 1,000% realistas, pero me irrita cuando usan esa clase de recursos sin pensar demasiado bien en las consecuencias que traerá después.

Lo bueno


1. El show, don't tell tan bien usado durante todo el libro. De hecho, sólo por eso, quiero pararme y aplaudir. No lo veía tan bien usado en un libro de la temática y con un narrador en primera persona desde hace mucho tiempo. Maddie es un unreliable narrator y siempre intuimos que no cuenta todo. Siempre parece guardarse algo. Además de que hay algunas cosas que no nos las dice, sino que las muestra, como su interés por el horario de los vecinos, del que nos enteramos cuando nos muestra. Sus habilidades como espía son bastante buenas. También, como pasa mucho tiempo observando a los vecinos, notamos que, de algún modo, está sumamente frustrada con su vida. A veces parece contárnoslo, como narradora, pero pareciera que, para sí, no lo admite de una manera tan abierta. Esto pasa con la mayoría de los personajes y me encanta. Ayuda mucho a su desarrollo.


2. Carla. Me encanta que sea latina (chicana, para ser exactos, tengo idea), pero también me encanta algo más: ¡que ser latina no la defina! Dejen me explico, tiene un montón de características, desde su nombre hasta expresiones que la delatan, pero no es lo único que la delata. Es un personaje tridimensional y cuando hablo que tienen que existir libros diversos me refiero a libros con personajes como estos. Entre más personajes a mencionar, Olly definitivamente es interesante, aunque siempre lo vemos a través de los enamorados ojos de Maddie (that's not a secret) y la madre de Maddy tiene conflictos internos dignos de analizar (más adelante). 


3. Cómo se trata el tema de la violencia doméstica. Cuando se habla de temas sensibles en una trama como la que pretende mostrar Nicola Yoon en torno a Olly, algo te puede traicionar. Algo que me molesta mucho cuando se trata de los agresores y las víctimas es que se culpe a la víctima y el agresor sea un agresor sólo for the sake of the drama. No. La violencia doméstica es complicada, difícil y no es un tema que hacer aparecer en un libro sólo por el drama. Por eso me ha encantado la humanidad que tiene Nicola Yoon para mostrarlo. Me gustan las dimensiones y las contradicciones morales de Olly. Porque su padre es su padre y alguna vez lo quiso (o todavía lo quiere) y su madre es su madre y la adora. Pero de cuando en cuanto, odia a su padre por ser como es y odia a su madre a pesar de ser la víctima porque está tan frustrado que, a pesar de que no la culpa (yay! no hay victim blaming!) no sabe qué hacer.

4. Las ilustraciones del libro. Las hizo el esposo de la autora y son todas preciosas, por si tenían la duda. Me encantan los libros ilustrados cuyas ilustraciones además son recursos narrativos para que la trama se mueva. Me parece muy interesante como funcionan ilustraciones y texto, los dos juntos. (Esa fue mi inner editora hablando). 

Ahora sí, al asunto que nos ocupa, que genera mi confusión y todo lo demás: 

El amor, el lenguaje y cómo (no) lo puede todo


Parece título de tesis. Tesis mediocre, pero tesis al fin y al cabo. Así que, por si acaso, quiero dejar en claro que yo no soy lingüista ni psicóloga. No soy una experta en la materia, sólo soy curiosa y sobre analizo las cosas. He leído por allí, siempre en reseñas en español, que entre Olly y Maddie hay una clase de amor instantáneo, de click. Esa clase de clicks pasan, sí, pero nosotros no le llamamos amor tan rápido. Decimos "me gusta alguien" antes de decir "estoy enamorado", aun cuando aquí enamorarse no incluye alguna clase de verbo fatalista, como en inglés (to fall in love, to fall: caer) o fracés (tomber amorouse, tomber: caer) y algunas otras lenguas. Por alguna razón, en español tendemos a marcar una diferencia brutal entre querer y amar porque tenemos las dos palabras. Pero, ¿qué pasa cuando no las hay? 

Maddie usa muy rápido la expresión "I love" con Olly y puede parecer exagerada. Pero me gusta pensar en ella intentando imaginarme lo que diría exactamente si estuviera tan frustrada y de repente apareciera alguien nuevo en mi entorno. Alguien que me gusta y que me corresponde de alguna manera. Probablemente yo diría "Te quiero" y probablemente los primeros "I love you" de Maddie hacia Olly signifiquen eso. No lo sé, sólo estoy aventurando. El inglés siempre se me ha hecho un suplicio a la hora de hablar sobre querer y amar, porque para mí no son lo mismo, no lo serán nunca, por más que el verbo sea el mismo. To love. Casi siempre lo traduzco como amar y entonces me chirria porque decir "Te amo" suena como entregarte y decirlo demasiado pronto a veces hasta resulta trágico.

Pero en inglés to love puede significar las dos cosas. Igual que en francés aimer es a la vez decir que algo te gusta, que quieres a alguien o que lo amas. ¿Cómo esa gente no explota? Sí, ya lo sé, es su idioma, están acostumbrados. Así que cuando leía el libro me vino a la mente eso, esa diferencia, esa perspectiva de Maddie para entenderla mejor. 

Y así, con todo, intenté descifrar qué era lo que quería decir el libro sobre el amor. Me perdonarán, pero aquí empiezan los spoilers. Quien avisa, no es traidor.


Maddie no está enferma. Quizá es una revelación exagerada, pero era la única que tenía sentido. Si Maddie es alérgica al mundo, casi literalmente, no hubiera llegado viva al avión que la llevó a Hawaii. Puede que a muchos les molesté la revelación, pero realmente es intenteresante porque ayuda un poco a construir mi tesis del amor, el mensaje del libro y otras estupideces varias. La madre de Maddie tiene un claro problema psicológico que ha estado pagando su hija. Le da una dimensión extraordinaria a lo que parecía ser un personaje con problemas de personalidad, obsesivo sin razón y sobre todo, incomprensible. La madre de Maddie no cosecha simpatías en algunas partes del libro porque no podemos entender sus razones a negarse a darle a Maddie oportunidades, pero gracias en parte a una enfermedad de Maddie, todo hace click.

La madre tiene tanto miedo de perderla que le ha hecho creer toda la vida que está enferma. Más bien, se ha hecho creer a sí misma que su hija está enferma. Jodidamente genial. Un conflicto interno maravilloso, un desarrollo increíble de ese personaje, aunque al final, el mensaje falla. Porque Maddie está dolida, decepcionada y está convencida de que el amor es una mierda y que el amor no lo puede todo. Maddie tiene razón en mi mundo, al menos: el amor no lo puede todo y, sobre todo, como se ve con la familia de Olly, el amor no lo aguanta todo. No puede.


Y al final Maddie manda todo a la mierda, de una manera bastante literal y suena algo como "Love woths everything", obviamente algo muy adolescente de película, porque el amor no es eso, no lo aguanta, no lo vale, no lo puede todo. Curiosa contradicción humana, porque no puede perdonar a su madre un poco, ni siquiera bajo la misma tesis, pero sí ir tras Olly. Y más contradictorio aún, esa frase se destruye al mirar a los padres de Olly. ¿Qué significa todo eso al final? No tengo ni puta idea. Eso estoy segura de dos cosas: Maddie cree en el amor y en su relación con Olly, es contradictoria como adolescente y como humana. Su desarrollo no es ningún coming to age, ningún proceso de madurez. La única manera en que me explico el libro es que Maddie es humana, comete erorres de juicio y es una narradora poco confiable. 

Decidí explicarmelo así porque tengo un libro cuya relación amorosa (o algo), su final y su mensaje son la antítesis de esto (El cuentacuentos, Antonia Michaelis) y porque al final hacer tantos análisis sobre el amor me va a dejar el cerebro podrido porque a la mejor estoy intentando explicar algo inexplicable.

Libros infantiles que valen la pena

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Mi mamá ya no se extraña cuando me ve comprar libros para niños. Asume que es otra de mis excentricidades, que tengo bastantes y ella las ve todas. Nunca he dejado de leer libros para niños. Jamás. La literatura infantil es una de mis cosas favoritas en el mundo y creo que nunca dejaré de leerla. Hoy vengo con una petición y es muy simple: nunca desmerezcan un libro diciendo que es para niños. ¡Jamás! Nunca se nieguen a leer algo porque es para críos. ¡Jamás! Los libros para niños son maravillosos y sirven para conocer buenas historias, ver ilustraciones bonitas, despertar a tu niño interior y otras cuantas cosas. 

Hoy vengo con siete recomendaciones de libros infantiles. Ya sé que a estas entradas suelo ponerles sólo cinco recomendaciones, pero hoy estoy de gala y pondré siete. Lamentablemente, no podre poner mi libro favorito, La peor señora del mundo, pero ya lo puse en otra entrada de recomendaciones de libros infantiles que pueden visitar si es que no la han leído: Libros infantiles para este día del niño. Así, para que vean, tendrán diecisiete recomendaciones de libros. ¡Diecisiete! Para todas las edades, desde los más pequeños hasta los más grandes.

Los buscalacranes, Fransisco Hinojosa


Fransisco Hinojosa es mi favorito. Bueno, esas son palabras grandes y no es el único, recapitulemos: Fransisco Hinojosa es uno de mis favoritos. Listo. Es el autor de La peor señora del mundo (libro que de verdad, ¡de verdad!, les recomiendo leer y disfrutar y comprar y leérselos a sus hijos, sobrinos, primitos pequeños, hermanos o lo que tengan), pero el primer libro que yo leí de él se llama los Buscalacranes y se trata de un trío de amigos: Sancho, siempre con su gorra color rojo; Juliana, con unas botas verdes que apenas si se quitaba para dormir, y Leidi, con sus faldas azules inmaculadas y un par de trenzas. La peculiaridad de estos niños es, precisamente, que son capaces de casar, matar y atrapar todo tipo de bichos. Desde mosquitos comunes hasta luciérnagas y arañas raras. Y como habrán supuesto, alacranes

Un día se encuentran un anuncio que pide a los mejores Buscalacranes de la ciudad que puso un excéntrico doctor que se viste completamente de amarillo y cuya esposa está enferma de algo que se llama bampacrisis, una enfermedad que hace que te vayas encogiendo cada vez más, ¡hasta desaparecer! El único remedio es una fórmula que involucra a setenta y cuatro alacranes vivos y justo allí es donde entran en escena los buscalacranes, que harán de todo por conseguir setenta y cuatro alacranes vivos. Un libro de lo más entretenido, llamativo y sobretodo, con muchos alacranes.

El libro cuenta con ilustraciones de El Fisgón y hace poco el Fondo de Cultura lo reeditó porque le está haciendo un cambio de cara a toda su colección A la orilla del viento... ¡y quedó precioso! La imagen que puse de la portada es precisamente de la reedición. Yo tengo una más vieja y maltratada... por supuesto. Se los recomiendo mucho.

Momo, Michael Ende


Si algún día les falta tiempo o lo están haciendo todo de malas para cumplir con un horario agarren este libro y léanlo de cabo a rabo. También léanlo si reniegan de sus hobbies porque no conducen a algo productivo. A la mejor Momo y los Hombres de Gris tienen unas cuantas cosas que enseñarles. O muchas, quien sabe. Momo es una niña de la calle a la que toda una comunidad se ha volcado en cuidar y que tiene mucha paciencia para solucionar los problemas y, sobre todo, una niña que sabe escuchar. Hay que ver que esa cualidad le falta a mucha gente hoy en día, que el trabajo nos está comiendo vivos. Sabe solucionar los problemas simplemente escuchando y tiene una empatía que no cualquiera. Y en principio, todo marcha bien. 

Hasta que aparecen los Hombres Grises. Esos hombres lo convencen a uno de que está perdiendo el tiempo y de que debería ahorrarlo para usarlo más tarde. En qué, quien sabe. Pero ahorrarlo. Y allí es cuando entra Momo con ayuda de la tortuga Cassiopea, que para comunicarse escribe mensajes en su caparazón y tiene que deshacerse de la plaga que constituyen los hombres de gris, con sus cigarros y sus maletines. 

Bron y el Dragón, Sofía Olguín 


Creo que ya les había hablado muchas veces de Bajo el Arcoiris, una editorial que sacó muchos libritos gratis en formato digital para niños con temas LGBTI+. La gente suele pensar de entrada que estos temas no son para niños, porque lo asocian con escenas subidas de todo y otras cosas, pero no. Estos cuentos son para niños. ¡Y no son nada moralistas! Realmente muestran las relaciones entre los personajes como relaciones completamente normales, que es como debería ser. El cuento en cuestión en este momento es mi favorito, se llama Bron y el Dragón y habla del principe Bron y su mejor amigo, un dragón llamado Absalón a quien la princesa Julieta siempre rechaza. El libro lo escribió mi escritora favorita cuando se trata de temas LGBTI+, Sofía Olguín (cuyas novelas juveniles deberían revisar... bueno, todas sus novelas) y trata de una de las partes más ignoradas del colectivo: los transexuales. Personas que, muchas veces, incluso sufren discriminación dentro del mismo colectivo. 

Aun así, se que habrá escépticos que no crean que estos temas son para niños. Si no lo creen, lean el cuento. Y si siguen sin creerlo, agarren a un niño y léanselo y pregúntenle si les pareció raro y por qué. Los niños no venimos al mundo con ideas preconcebidas sobre cómo debería ser el amor y las relaciones, sino que nos nacen aquí. Muy recomendado.  

La primera edición del libro (que está en verso, por cierto) fue lanzada el 20 de noviembre de 2011 con motivo del Día Internacional de la Conmemoración Trans. Lo pueden encontrar en descarga gratuita en 4shared. Viene con ilustraciones a color de Jimena Takewind y son preciosas.

La más densa tiniebla, Antonio Malpica


Este es el libro que necesitan si quieren ilustraciones interesantes y reinvenciones de los cuentos clásicos de Hans Christian Andersen. Sí, es un libro quizá más perturbador, peor igualmente infantil, con reinvenciones de sus cuentos favoritos, pero de ese tipo de reinvenciones que uno cuenta en Halloween o en los campamentos de niños que salen a las películas a los que nunca fui. Toda la historia del libro es sólo una excusa para escribir estas re interpretaciones de los cuentos, un homenaje espeluznante al escritor y un recorrido de algunos de nuestros mayores miedos. ¿Por qué nos da miedo la ficción? ¿Por qué cosas que sabemos que no son verdad son capaces de ponernos en un estado realmente de pánico? Curioso, pero pasa.

El libro gana mucho con las ilustraciones de Joaquín Aragón porque nos da una idea más clara de en que ambiente nos estamos moviendo. Creo que el libro sería incapaz de cumplir su propósito sin las ilustraciones de Joaquín Aragón que son verdaderas obras de arte. Muchas veces el escritor se lleva todo el crédito, pero en todos los libros infantiles la verdad es que merecen compartirlo. Los libros para niños no serían lo mismo sin sus ilustraciones.

El anillo de César, María García Esperón


Este es un libro quizá para los más grandes y que demuestra que puedes hablar de temas complejos en libros para niños (obviamente con sencillez) sin sobreexplicaciones y que puedes usar diferentes estructuras. A mí este libro, igual que el anterior, me agarró ya grande. Pero yo conocí a María García Esperón como a los doce años, con otros libros. Aquí vuelve a sus civilizaciones favoritas, los griegos y los romanos y habla de Julio César, que nunca fue César de roma (dato curioso), pero adivinen de dónde salió el título que portaban todos los Emperadores. El no fue emperador, pero sí fue dictador de Roma por dos periodos, Cónsul de la República Romana por bastantes más y Pontífice Máximo hasta que lo asesinaron en el senado. Todo eso no es ningún misterio.

El libro empieza por atrás, mientras Marco Antonio (que más tarde se casaría con Cleopatra) se lamenta por la muerte de César. Y así vamos hacía atrás, cada capítulo con una perspectiva diferente. Desde Brutus, que lo traicionó hasta Cleopatra, que fue la madre de su hijo, César Ptolomeo (Cesarión), más tarde asesinado por Octavio porque. También por sus esposas, desde la primera, Cornelia Cinna, hasta Calpurnia, la última. Un libro que va en la dirección inversa, desde la caída del César hacia su máximo esplendor, la guerra civil con Pompeyo y sus inicios. Muy recomendado, con ilustraciones de un tal Sr. No Quiero.

El jinete del Dragón, Cornelia Funke


Cornelia Funke es una de mis favoritas también. No. Esperen, borren eso. Todos los escritores que están aquí son de mis favoritos. Listo, me ahorro tener que seguir dejándolo en claro. Sobre Funke, me encanta como sus tramas empiezan de sopetón, sin aviso y va enredando a varios personajes en muchos conflictos hasta que no tienes ni idea de cómo van a salir del problema. Una de las mejores cosas de la escritora es precisamente que siempre se las arregla para sacar a sus personajes de sus problemas de alguna manera u otra y que sus personajes son increíblemente multifacéticos. Aquí tenemos a un dragón, una niña curiosa y un niño de la calle que se ve incluido en la aventura.

Otra de las cosas maravillosas de Cornelia es que ella misma es ilustradora y ha dibujado muchas cosas para sus propios libros. En España tengo entendido que los edita Siruela (no me maten, pero siempre me ha parecido carísima y que no lo vale), pero aquí la tenemos editada por el maravilloso Fondo de Cultura Económica gracias a un convencio con Siruela, con ediciones fantásticas y precios accesibles. ¡Además de que es el FCE, bitches! Mejores editoriales con material para niños no van a encontrar entre esa, la colección El Barco de Vapor y El Naranjo. Pero bueno, en fin, este libro sobre un Dragón que sueña con encontrar la guarida de los demás dragones entre los picos de Nepal es fantástico y todos deberían leerlo.

Memorias de un amigo casi verdadero, M. B. Brozón


Ahora sí, este es el último. Memorias de un amigo casi verdadero, lo que quiere decir que son las memorias de un amigo imaginario. Resulta que cuando un niño es muy solitario y tiene pocos amigos, le mandan a un amigo imaginario para que se entretenga y tenga compañía. Tal es el caso de Pedro, el protagonista del libro, y nuestro narrador, el amigo imaginario. Es un libro muy bonito, con acotaciones divertidísimas del narrados, sugerencias a tomarse un té de tila para aguantar el capítulo de telenovela (porque ni a mí ni al narrador nos gustan las telenovelas de setencientos y tantos capítulos que nada más alargan una historia que no da ni para tres), entretenidas historias sobre la mujer que grabó la hora en el reloj despertador de pedro y sobre todo historias sobre la vecina que va a las fiestas con un uniforme de karate (deporte que no practica), le pone nombres de calles a sus muñecos (desde Félix Cuevas hasta Revolución).

Me encantó este libro porque yo era un poco parecida a Pedro. Tenía amigos pero nunca suficientes. No veía los programas de la tele que veía todo el mundo (No Amy la de la mochila azul, no Cómplices al rescate ni ninguna otra telenovela de Belinda) y todo el mundo las comentaba mientras yo me moría por que alguien coincidiera conmigo si yo decía que el capítulo de La Bruja Desastrosa había estado buenísimo. ¡Y no la veía ni un alma! Super recomendado. Espero que les hayan gustado mis recomendaciones y que recuerden que fueron niños alguna vez, que los libros para niños son tan buenos como los libros que no lo son.

No estaba muerta, andaba de parranda: Best Blog Award

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No, no estaba muerta, andaba de parranda. ¿Les he contado que detesto mayo con toda mi alma? El año que haya mayo en este blog, celebramos todo, eh ―no hay entradas nunca, no pregunten por qué―. Les aviso. pero como siempre, no hay mayo. Odio mayo con toda mi alma, es el mes que hay mucho calor, el mes que me doy cuenta lo floja que fui el resto, hay un montón de días no hábiles y es el día de la madre, que no es que no me guste, pero me pone muy nerviosa porque el 10 de mayo es de histeria colectiva. Mi mamá detesta las comidas del 10 de mayo y no la culpo. Bueno, en mayo alguien tuvo la maravillosa idea de nominarme a una de esas cosas que detesto y se llaman premios. O tags sobre tu blog. La persona que lo hizo es de Palabras desde otro mundo y aquí me tiene, contestando.

Pero antes de contestar, quiero contarles que ya tengo página del blog en Facebook (y muchos proyectos bajo la manga), así que los invito a darle like. Sigo siendo la misma bloguera de toda la vida que va a su aire, pero tengo página de facebook que aquí está: Divagaciones de una Poulain.



Ahora sí, aquí van las reglas.

1. Contar 11 cosas sobre ti


1. Mi color favorito es el verde, mi comida favorita las albóndigas (+ tamales, tacos, pozole y cualquier cosa que implique chicharrón en salsa verde) y mi momento favorito del día es ninguno.
2. Por si algún despistado todavía no lo sabe, soy mexicana, 20 años. 
3. Soy feminista. Aunque tampoco es que no se me note, si lo grito a los cuatro vientos.
4. Al parecer, escribo demasiado sobre mujeres. De verdad me lo dijeron un día, no es broma. Pero bueno, escribir sobre mujeres, nunca es demasiado.
5. Nací a los ocho meses de embarazo de mi madre y por eso me las arreglé para ser de la generación del 95. Voy un año adelantada en la escuela por ese pequeño detalle. 
6. Escribo fanfiction y estoy orgullosa de ello. Si me preguntan cuando voy a dejar de hacerlo probablemente la respuesta sea: jamás. Mientras haya tiempo, hay fanfiction
7. Sí, me gusta ir a la escuela en la tarde. Como soy una vaga de mierda duermo más.
8. Si dices que los acentos (o la ortografía en general), la puntuación o la gramática no son importantes, quizá te mate interiormente. No lo hacen todo, pero a ver que tan bien le va a tu relato zi hezkrivez haci.
9. Me gusta dormir.
10. Odio las listas de cosas sobre mí.
11. Quiero ser la mayor pesadilla de casi todos los escritores: editora.


Hacer once preguntas para que las respondan las once personas a las que nomines


1. ¿Cuál es tu primer recuerdo como escritor?
Yo, escribiendo en clase de español a los seis años, plagiando La Bella Durmiente en un cuento que no tenía hadas, sino adas (y otros horrores ortográficos). Después plagie Blancanieves, La Cenicienta y todos los cuentos clásicos que ustedes conozcan. 

2. ¿Has usado a tus personajes para vengarte de alguien del mundo real?
No. Pero si me inspiro en la gente.

3. ¿Qué géneros te gustaría mezclar?
No tengo ni idea. Casi siempre escribo fantasía en el mundo contemporáneo... porque casi siempre escribo fanfics de Harry Potter. Pero no me molesta juntar eso con el misterio, el crimen o parecidos. Nada de thrillers baratos, eso sí.

4. ¿Tú personaje favorito?
¿Mío? ¿De mi creación? Randall Bennet, vampiro neófito, moral torcida, vende drogas y fuma como puta chimenea. Haría todo para proteger a su compañera de piso y su mejor amiga (y su hermana). De hecho, lo hizo, pero no voy a spoilear más Acónito y Verbena. También Liliane Zabini, fría, guapa, rica, moral también medio torcida; no lo aclararía, pero afroamericana, porque siempre que digo guapa se la imaginan blanca. Experta en magia negra freelance. Sale en un fic caca, pero estoy buscando mejorar su historia. Kane Martinez, chicano, mago, periodista de la nota roja y compañero de un detective privado que desespera a todo el mundo. Sí, la idea la dio Sherlock, los personajes, yo. No diré nada más, que si no spoileo entero Ladrona de Corazones.

5. ¿Serías un héroe, un villano o el pobre vendedor de fruta al que le destrozan el puesto en cada película?
Pobre vendedor de fruta al que le destrozan el puesto siempre. ¿Qué no vieron como acabó el vendedor de coles? ¡Rico y con corporación! (Si no cachan la referencia, no se merecen hablarme hasta que vean Avatar: The Last Airbender).

6. Si te dieran a elegir entre libro, película y videojuego sobre tu historia ¿cuál escogerías?
Libro. 

7. ¿Dibujas tus propios mapas, personajes y herramientas para ambientar tus historias?
No. Para lugares, siempre uso la tierra... casi siempre México, Inglaterra, Estados Unidos, lo que me plazca. Lo más que he hecho es marcar asesinatos en Google Maps. ¿Personajes? No sé dibujar. Si tienen suerte, son parecidos a algún actor, si no, la descripción escrita basta.

8. ¿Cuál es tu mayor inspiración a la hora de escribir?
Ni puta idea. A veces mi vida, a veces lo que dijo alguien, a veces un libro, casi siempre Harry Potter y ese mundo infinito suyo... Varias cosas.

9. ¿Lees con música o en absoluto silencio?
Depende de mi humor.

10. ¿En tus historias vives con tus personajes o te sientes más un Dios entre insectos?
¿Dios entre insectos? Sólo eso explica mis instintos asesinos.


11. ¿Qué es lo más fuerte que has escrito?
Ahm, tengo un fic. Se llama Hay una luz que nunca se apaga. Tracey Davis es una licántropo que salió huyendo cuando sus amigos la rechazaron y por otras cosas y en una escena al final decide aparecer su acosador de toda la vida. Lo único que escribí fue a Tracey arañando el sueño con el piso y a alguien salvándola antes de que pasara nada. Es la única vez que he escrito algo así y me dejó mal cuerpo por días.

3. Hacer once preguntas para que las respondan las once personas a las que nomines


1. ¿Por qué crees que leer es importante para uno como persona?
2. ¿Por qué lees tú?
3. ¿Qué libro crees que, según tu criterio, todos deberían leer antes de morir?
4. ¿Te consideras difusor de la lectura? Si la respuesta es sí, ¿de qué manera?
5. ¿Cómo crees que se puede fomentar más la lectura en los más jóvenes?
6. ¿Por qué empezaste tú a leer?
7. ¿Qué opinas de la frase: «no importa qué lean, mientras lean»?
8. ¿Cuál es tu libro infantil favorito? ¿Todavía lo tienes?
9. ¿Reseñar ―en el caso de que lo hagas― ha cambiado tu manera de ver los libros?
10. ¿Cómo crees que han cambiado tus gustos ―literarios― con el paso de los años?
11. ¿Cuál sería tu recomendación para alguien que quiere empezar a leer?

4. Nominar a...


Me niego rotundamente. Aquí muerte esto. No nominados. A mí casi no me gusta que me nominen a tags que no me gustan, así que no lo hago. Siempre los dejo libres. Quien quiera, que responda las preguntas de arriba.

Siete esqueletos decapitados, Antonio Malpica | Reseña

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Sinopsis: ¿Cuánto miedo puedes soportar, Mendhoza? Sergio no lo sabe. Pronto descubrirá que es necesario deberá conocer el verdadero terror para resolver el misterio de unos horribles asesinatos, comprender su destino y, a la vez, salvar su propia vida.

Compré este libro para que Malpica me lo firmara entre, otras cosas (planeaba dejarlo para después porque andaba pobre) y creo que el pobre todavía no me perdona todos los libros que le hice firmar (uno era para mi hermana, que tuvo el placer de estudiar en la misma secundaria, casi los mismos años y de alguna manera extraña, recuerda su existencia). O igual ya ni se acuerda de mí. O sólo se acuerda como la amiga del chavo que le dijo que lo odiaba antes de decirle que amaba #MásGordoElAmor. Da igual. Ignoremos mis experiencias con Malpica ―de momento― y pasemos a la reseña.

Esta es una historia ambientada en México, más específicamente, la ciudad de México. Es una historia que huele ―si no es que apesta― al Distrito Federal y lo tiene impregnado por los cuatro costados. Podría ponerme aquí mismo a decirles cuando amo a la Ciudad de México con su área metropolitana y por qué. Tenemos el dudoso placer de ser la aglomeración humana más grande de América Latina, los más altos índices contaminantes del país y un tráfico que volvería loco a cualquier conductor. También tenemos nuestros encantos, como la nota roja de todos los días, los policías de transito que no agilizan el tránsito sino buscan a quien multar ―o qué mejor, pedirle la mordida―, el transporte público más peligroso para las mujeres en, si no me falla la memoria, toda América y otros tantos encantos. Pero también tenemos historias y esta es una de ellas. 

¿Por qué hago tanto énfasis en eso? Estamos en una epóca donde, de cada 10 libros juveniles actuales que veo, ocho transcurren en alguna parte de Estados Unidos, uno tiene la suerte de estar en alguna parte de Europa ―nunca más allá de Alemania― y el restante es de alguna parte del resto del mundo o en un mundo ficticio. Siento que a América Latina le hacen falta estas historias y no sólo a América Latina. Estoy acostumbrada a que los libros fantásticos se ubiquen lejos de aquí, en ciudades de las que sólo conozco el nombre y las fotos ―o ni eso― y por eso este libro hace tan buen trabajo a la hora de parecerme cercano.

Ciudad de México y su dulce nata de smog
Han ocurrido tres ―¿o cuatro?― terribles asesinatos en la ciudad. Nada raro. Todos los días muere alguien, sobre todo aquí. Todos los días se roban niños y nadie los vuelve a ver (vivos). Pero estos tienen algo en común. Están decapitados. Y por las pistas que nos da el narrador, tenemos la idea de que va a haber más. ¿Exactamente en dónde encaja Sergio Mendhoza en este asunto? Al principio, ni idea. Sergio es un personaje que sólo tiene el dudoso honor de «estar ahí, en el lugar correcto en el momento preciso». Vive con su hermana Alicia, que se ha hecho cargo de él desde que era un bebé.

Este libro está lleno de puntos fuertes por todas partes, pero una de ellas son los personajes. Bien formados, con una voz acorde a su edad y a su personalidad, diferenciados todos por sus características. Mis favorito, eso sí, es Sergio. Sergio no tiene una pierna, usa una prótesis, tiene un pasado que lo persigue y un extraño agregado al Messenger (¿se acuerdan del Messenger?) que le manda mensajes crípticos y preguntas que causan desconfianza (haber, si alguien me pregunta que cuánto miedo puedo soportar, le doy report y block, todo en un segundo). 

Las relaciones de amistad que tiene son de lo mejor del libro. Brianda jura que Sergio es su novio ―o lo será― baila ballet, insiste en enseñarle sus «pas de bourré» y habla sola con la estatua de Giordano Bruno. Alicia hace las veces de hermana y madre, lo que confunde a todos, hasta a ella misma, pero no puede evitarlo. Es, con todo derecho, la madre de Sergio... sólo que es muy joven para ser su madre y a la vez es su hermana. De su pasado al principio sabemos poco, sólo que tiene que ver con el desierto de Sonora y lo que llevó a que Sergio perdiera la pierna. El cuadro lo completa Jop, un niño problemático y Guillén, un detective de policía tan desesperado, que está dispuesto a dejar que Sergio lo ayude. 

La mentada estatua a la que le habla Briana
¿Por qué este libro me gustó tanto? ¿No es obvio? Magia, un libro de los héroes, un mediador ―lo que sea que sea eso―, terror y asesinatos. Es la receta casi perfecta para una buena historia. Falta completarla con una buena amistad, cosa que Antonio Malpica hace, y ya tenemos una buena historia esperando ser contada. Sólo queda un pequeño detalle: contarla bien. Y Malpica lo hace, eh. Quizá hay cosas jaladas de los pelos (un niño ayudando a la policía... no, no, esperen: la policía de México siendo útil), pero la cosa de un buen libro es que las cosas que pasen sean perfectamente posibles en el contexto del libro (no en nuestra realidad) y la manera en que las cosas se cuentan hacen que te lo creas todo

Sí, recomiendo este libro. Definitivamente. No sé qué más decir sobre él en este momento precisamente (lo leí ya hace un mes y tantos, no lo tengo tan fresco como me gustaría), sólo que estoy esperando el momento oportuno para conseguir el que sigue. 

Recuento de los daños | Abril 2016

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Sí, leyeron bien, estamos hablando de... ¡abril! En mayo no hubo blog (pequeña tradición que yo apreció como unas vacaciones merecidas) y además leí la sorprendente cantidad de cero libros. Sí, si tuviera que escribir un recuento de los daños de mayo, sería el wrap up más penoso que se haya visto alguna vez en la blogósfera. Pero bueno, concentrémonos en abril que fue, de hecho, un mes interesante. Ya saben que no tengo giratiempos y que si lo tuviera no hubiera vivido un mayo horroroso.


When I Was Puerto Rican, Esmeralda Santiago


Este libro me recordó que todas las familias latinas del siglo pasado se parecen. Vengan de pequeñas islas en el Caribe, como Puerto Rico, o de Sudamérica o de México. Todas son parecidas en el fondo aunque no hablan igual, no coman igual y no festejen las mismas fiestas. Si acaso nos parecemos en que hablamos español, pero los ritos familiares se mantienen en todas partes. When I was Puerto Rican (Cuando era puertoriqueña) de Esmeralda Santiago es una novela autobiográfica donde tira de su memoria y desnuda a su familia sin tapujos. Su madre, que una y otra vez aceptó las infidelidades de su padre; su padre, al que quería profundamente, pero olvidaba que tenía hijos cuando cambiaba de mujer; sus hermanos, de los que ella era la mayor. Un libro muy interesante, que habla de una transición (de la infancia a la pubertad y de Puerto Rico a Estados Unidos) y retrata a una familia normal, como muchos hemos visto. Ya lo hablé en la reseña.

The Secret Diary of Lizzie Bennet, Bernie Su & Kate Roderick


Este fue el libro que leí para ver si me sacaba un rato de la cabeza el siguiente, que me produjo bastantes quebraderos (pero fueron agradables). Es ligerito, si por ligerito se puede entender que es de prosa muy sencilla y por consecuencia se lee muy rápido, más si eres una fangirl de Orgullo y Prejuicio y por extensión de The Lizzie Bennet Diaries. Es un libro, por supuesto, hecho para los fans, sin demasiados quebraderos de cabeza. Me encantó porque pude ver más escenas del señor y la señora Bennet en primer plano, aunque constantemente me imaginaba a Lizzie interpretando a su madre y a Charlotte al padre... La webserie tiene la culpa. No es un libro demasiado arriesgado... de hecho, ¡recicla las escenas románticas con Darcy! Sí, Lizzie es floja y pega las transcripciones de dos videos. En fin, libro bonito y recomendable, no tengo mucho más que decir sobre él.

La inmortalidad, Milan Kundera


Este libro me dio un montón de quebraderos de cabeza, básicamente porque no sabía a qué chingado punto estaba intentando llegar Kundera. Por cierto, si un día los critican por hacerse self-insert en sus propios libros, señalen este y san se acabó. Pero volviendo al libro... esta es la historia de la inmortalidad y Kundera distingue entre tipos de inmortalidad y los ilustra todos. Como es habitual en sus libros... al menos los últimos que he leído, el libro se asemeja más a un ensayo filosófico donde da la casualidad que hay personajes involucrados que dicen y hacen cosas sólo para que Kundera pueda explicar a dónde quiere llegar. También tiene una historia de amor que no me llegó tanto como la de La insoportable levedad del ser (no sé por qué digo esto, pero ya que no voy a reseñar al señor Kundera en un futuro próximo, este parecía el sitio adecuado). Pero bueno, libro recomendable y eso.

Frankenstein, Mary Shelley


Me topé con una serie curiosa llamada Frankenstein, M. D. en Youtube producida por Pemberley Digital, la misma productora de The Lizzie Bennet Diaries y me puse a verla. Me spoilee medio libro sin saberlo porque no conocía a los personajes pero, finalmente, fue la historia que me convenció que yo tenía que leer Frankenstein un Mary Shelley en algún momento de mi vida y que a ese momento más bien le valía ser pronto. No me arrepiento en lo más absoluto. La cultura popular le ha hecho a Frankenstein un flaco favor; lo ha mantenido vivo, sí, pero a costa de hacernos creer que el nombre del monstruo es el del creador (Frankenstein) y que además la criatura es verde con unos clavos en el cuello. Esa no es la historia del monstruo y definitivamente no al razón por la que da miedo. Si quieren conocer la verdad tras el mito que se ha ido formando de Frankenstein los invito, sin duda, a darle una buena oportunidad al libro.

Persuasión, Jane Austen


Libro para cursis que aun creen en el amor. Leerse bajo los influjos del enamoramiento aumenta el efecto de este libro. Se dice que también puede restaurar la fe en los amores perdidos, pero se tiene que leer en el estado de ánimo adecuado. Si me conocen sabrán que no soy la mayor fan de Austen. La encuentro más complicada de seguir con su humor y prefiero la tragedia de Emily Brontë. Pero a pesar de todo, a lo largo de los años, he leído a Austen con resultados variados: Orgullo y prejuicio me encantó, Sentido y sensibilidad me hizo permanecer indiferente y Mansfield Park me resultó sumamente frustrante (tanto, que sigo sin acabarlo). Persuasión es diferente. Me encantó, pero además, creo que por leerlo en mi etapa cursi, me hizo despertar esa parte más rosa de mí por un momento. Definitivamente, un libro que recomiendo. Si no se convencen, su reseña está en Plusbits.

Besos entre líneas, May R. Ayamonte & Esmeralda Verdú


Ya he aprendido que, por unas o por otras, todo mes tiene malas lecturas. Esta fue adrede. Lo hice con total conocimiento de causa porque la primera frase del primer capítulo de todo el libro me pareció tan innecesariamente pretenciosa y de principiante, que dije que yo tenía que leer el resto. El resultado es malo, por donde se quiera ver y la culpa es, mayormente, de la editorial. No puedo llamar editores a los que supuestamente lo son (de este libro) porque no hay trabajo de corrección por ninguna parte. Hay mala puntuación, frases mal formadas, errores de sintaxis... y eso es sólo lo estético. La historia adolece de contarnos un cliché sin interés narrativo alguno, situaciones problemáticas, micromachismos en cada esquina y además una versión estereotipada y racista de los mexicanos. Hice una pequeña biblia en forma de reseña y me quedé a gusto.

Americanah, Chimamanda Ngozi Adichie


Probablemente el mejor libro del mes, del año, de la vida. Americanah es EL libro de Chimamanda porque allí se queda a gusto y nos estampa en la cara, queramos o no, todas sus opiniones sobre raza, feminismo color de piel y hasta lo político que resulta el cabello para las mujeres negras (por favor, para entender este punto, pregúntense si saben cómo es el cabello de Michelle Obama al natural, sin planchar). Americanah nos presenta a Ifemelu, una nigeriana que llega a Estados Unidos y se descubre negra (porque de donde viene la raza no es un asunto como en los Estados Unidos); en el proceso crea un blog para hablar sobre racismo porque tiene una opinión sobre todo y todos y es incapaz de quedarse callada. No hay ninguna duda de que yo adoré a Ifem, ¿verdad? Entre capítulos nos cuenta la historia de su antiguo novio que no consiguió una visa americana y acabo en Inglaterra como inmigrante. Libro de sobra recomendado, si no me creen, vean la reseña

Everything, Everything, Nicola Yoon


Este libro lo leí para una lectura conjunta. No tenía previsto leerlo porque la literatura juvenil gringa me decepciona últimamente de manera constante, pero este libro fue una buena sorpresa. No es un libro perfecto pero, para empezar, es un libro diverso. Nicola Yoon es de Jamaica y su esposo tiene rasgos asiáticos. Ambos tienen una hija que es una mezcla y esa hija parece que le prestó los rasgos a Maggie que también es medio afroamericana, medio asiática (y pecosa). Además, es un libro con una estructura curiosa en algunas partes ¡y tiene ilustraciones! Yo adoro las ilustraciones. En fin, el libro tiene sus partes buenas y sus partes malas y me hizo reflexionar mucho sobre las diferencias entre inglés y español. Lo recomiendo si tienen curiosidad y si aún tienen dudas, está la reseña.

El perfume de la faraona, Kyra Galván


Este es un libro de mi editorial preferida por la vida (aunque a veces le pongo los cuernos con otra) que se llama Ediciones el Naranjo. Es uno de sus libros más antiguos y trata de una aventura de una niña francesa en Egipto que tiene que ver con el perfume de cierta reina-faraón (dato curioso, el título de faraona no existía, las mujeres que reinaban solas eran faraón, así, tal cual) llamada Hatshepsut. Uno no puede simplemente decir Hatshepsut y esperar que yo no compre el libro. Además es ilustrado (inserte aquí mi amor por los libros ilustrados) e infantil y todas esas cosas que me encantan. Me llevé una pequeña decepción porque el libro era demasiado explicativo y eso, pero no me dejó con mal sabor de boca ―con todo y lo poco que salía Hatshepsut en realidad.

Siete esqueletos decapitados, Antonio Malpica


Este libro fue una buena sorpresa del mes. Ya había leído #MásGordoElAmor de Antonio Malpica y este libro, fuera de tener la misma prosa y el mismo estilo, es completamente diferente al anterior, pero igual de emocionante, si es que se puede. Siete esqueletos decapitados es una historia tétrica en la ciudad de México y que sea algo tan cercano es algo que me fascina, me encanta, ¡quiero! El protagonista es Sergio Mendhoza, un niño ―ya no tan niño― sin una pierna, que usa una prótesis, tiene una amiga que habla con una estatua y otro que vive castigado; de repente, se ve envuelto en toda una investigación de asesinato y no una normal, no: están buscando a un asesino en serie particularmente sádico. Recomiendo mucho el libro, ya pudieron leer la reseña, así que probablemente ya saben que me encantó.  

Mujer que sabe latín..., Rosario Castellanos


«Mujer que sabe latín, no consigue marido ni tiene buen fin», dice un dicho. Rosario Castellanos decidió usar esa frase para titular su libro que, en un principio nos pone en el panorama de la mujer en México y entonces nos da un recorrido por todas esas mujeres que «sabían latín»: escritoras. Recorre sus obras, sus motivaciones y sus vidas, hace conjeturas sobre lo que pudieron haber sido y nos da una probada de cada una. El libro es vertiginoso y a menudo, a fuera de saltar de una escritora a otra, una siente que le falta el rumbo o más bien, que le falla el rumbo. O que el libro empezó como una sola rama a la que ya le han salido un montón de ramitas. Un libro interesante, pequeño, barato, publicado por el Fondo de Cultura Económica, sobre todo si quieren leer acerca de escritoras y de mujeres que saben latín (y que probablemente no consiguieron marido ni tuvieron buen fin).

Cinco buenas razones para ver The Musketeers

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Igual me siguen en twitter y saben qué series veo y mis obsesiones cuando las veo. Igual tienen la mala suerte de seguirme en Tumblr y sufrir en carne propia mis obsesiones y mi fangirlismo. Igual y no. Si me siguen y me prestan más atención que al promedio, sabrán que un día decidí ver The Musketeers porque estaba toda completa en Netflix latinoamérica y lo le había echado el ojo desde hace dos o tres años, cuando estaba terminando de ver la tercera temporada de Skins y tenía un crush muy fuerte con Freddie, interpretado por Luke Pasqualino... que en The Musketeers es D'Artagnan. Y pronto caí en la obsesión total y completa por la serie; tanto, que me fumé sus treinta capítulos en más o menos un fin de semana.


The Musketeers es una adaptación muy libre de la obra de Dumas. Tan libre que podríamos decir que es un fanfic, aunque conserva  a los personajes casi intactos, algunos guiños y algunas tramas al libro original, además de que le da mucho más desarrollo a las mujeres de Dumas y aborda otros temas interesantes. Por lo mientras, aquí les van mis cinco razones para ver The Musketeers (que pueden o no pueden tener spoilers menores del libro).

1. Los mosqueteros son, de hecho, mejores personas de lo que recuerdo 



Tengo en mi mente a los mosqueteros como buscapleitos al servicio del rey. Incluso en la versión para niños que leí hace mucho mucho mucho mucho tiempo, como en la página veinte más o menos, se ganan unas monedas por ganarle un duelo a la Guardia Roja del cardenal Richelieu cuando estos intentaron detenerlos porque estaban quebrantando la ley. Y lo festejan. No sé que tan acertada sea o no sea esa imagen, pero aquí de veras sentí que los mosqueteros ―los cuatro, D'Artagnan incluido― intentan ser buenas personas que buscan la justicia y hacer el bien aunque a veces les salga con las patas, al revés y acaben teniendo crisis existenciales porque por un lado esta su rey y por otro lado la población oprimida de Francia. 

Me gusta esa parte de los mosqueteros. También la de buscapleitos retándose a duelo con un guardia rojo usando de arma un tenedor, pero sobre todo la de intentar ser buenas personas ―aunque fracasen mil veces― por proteger al débil y buscar justicia. Los mosqueteros de la serie tienen dilemas morales y contradicciones humanas. En los libros no recuerdo a D'Artagnan con demasiados escrúpulos a la hora de «seducir» a Milady o coquetear con Constance ―en la serie la verdad es que desde algún capítulo donde le brota el descaro... tampoco tiene muchos escrúpulos por meterse en la cama de una mujer casada―. O no recuerdo a Athos con un ápice de piedad por su esposa. 


Lo que se mantiene de libro a serie es el sentimiento de hermandad que hay entre ellos. Ya saben, el que todas las adaptaciones han popularizado como «todos para uno, y uno para todos». Y es de las cosas más hermosas de la serie.

Y estos cuatro mosqueteros tienen además la virtud de estar de muy buen ver. Por si les interesa saber, Luke Pasqualino es D'Artagnan, Santiago Cabrera es Aramis, Howard Charles es Porthos y Tom Burke es Athos. (El más guapo es Cabrera, pero mi favorito es Athos por siempre, siendo ese arquetipo de personaje trágico).

2. La representación de las mujeres en la serie



Yo siempre soy una fijada que que quiere saber como están representadas las mujeres en los medios y la verdad es que The Musketeers hace muy buen trabajo con ello. Estamos en una época donde las Katniss Everdeen se volvieron la norma y las mujeres fuertes predominan por encima de las mujeres reales o interesantes. Por eso, la variedad de The Musketeers me resultó tan importante y, sobre todo, como se hace hincapié en que ellas viven en un mundo de hombres. Mi favorita es, por supuesto, Constace Bonacieux, la amada de D'Artagnan. Me encanta cómo le pide que le enseñe a disparar y a pelear con una espada mientras D'Artagnan se muestra sinceramente sorprendido de que una mujer quiera aprender eso. Hay por ahí una escena donde Constance le reclama que sea tan inconsciente al pedirle que deje a su marido porque no sabe lo que eso significa a una mujer en la época. 

Milady, villana icónica de los tres mosqueteros, recibe un mejor trato en la serie. Al menos como personaje, porque yo no hubo momento en que no deseara acabar lo que había empezado Athos. «Mujer fuerte», quizá, pero definitivamente en un mundo de hombres, por y para hombres. La reina Anne, por supuesto, también es un buen personaje, aunque aquí debería decirles que encuentro muy difícil empatizar con la realeza en los trabajos de ficción. Quizá no sean del todo libres o no puedan amar a quien quieran, pero en cierto modo son privilegiados y cada que dicen algo así no dejo de pensar en la población que se les está muriendo de hambre (aunque Anne finalmente resulta con una consciencia social que quizá no solucionará los problemas, pero sí mejorará un poco la situación).  


Uno de mis episodios favoritos es en donde sale Ninon de Larroque, imagen de arriba, todo a la derecha, que aboga por la educación de las mujeres. No les cuento más, porque el capítulo además se esfuerza por ser realista a la época y retratar los problemas de las mujeres. La siguiente es Sylvie, de la tercera temporada, que es pobre, refugiada y habla de la educación para los pobres y la igualdad de oportunidades (lo que más tarde llevaría a la revolución francesa que, lamentablemente, terminó con la burguesía en el poder y todo igual). 

En fin, una visión realista de las mujeres, aunque sí con algunas licencias y definitivamente, mucha más variedad de la que estoy acostumbrada.

3. Se habla de esclavismo y, bajita la mano, de la cara fea de la monarquía



Una de las primeras cosas que notas es que Porthos tiene ascendencia negra. No es la primera vez que la BBC hace esto, en Merlin, Genevieve era de raza negra, pero ese detalle nunca se puso por explícito en la serie (lo que, a su modo, era maravilloso, porque ya que hablamos de mundos un poco fantásticos, ¿por qué no eliminas el racismo de un plumazo?). Pero con Porthos el tema sí que se trata y en uno de los primeros capítulos. No sé que tan bien o que tan mal visto estaba el esclavismo en la Francia del siglo XVII, pero, como Athos deja en claro: «es horrible, pero no es ilegal». Vamos, que podías ver mal a un vendedor de esclavos pero si lo llevabas al juez te iba a mirar con cara de que esa era una manera respetable de ganarse la vida. ¿Y saben qué es lo mejor? ¡Que no lo hace con la condescendencia de «que cosas tan feas tenían que vivir los negros, vamos a lamentarnos y a sentirnos culpables y luego a decir: ¡qué bueno que ya no pasa ahora» ni tampoco con la de «¡oh, miren, soy el hombre blanco que va a salvar el día!».

Musketeers toca el tema y también deja en claro el racismo latente en Francia. Según lo que dice la historia, no era raro encontrar mestizos, hijos de antiguos esclavos, etcétera. Aunque mucha gente se empeñe en quejarse porque... oigan, Porthos es negro. 

También, a veces, cuando la serie tiene sus mejores momentos, muestra la cara fea del absolutismo. No la más fea, porque, ante todo, es una serie que deja muy bien parados a los reyes (para lo que los absolutistas se merecen, en realidad). La serie quizá podría haber ahondado más en eso, pero bueno, eso sólo es queja mía que quiero justicia en todo el mundo y esas cosas.

4. Los villanos son personajes interesantes



¿Nunca han oído de cómo los mosqueteros se tragaban el orgullo cuando había que trabajar con sus rivales? En especial el Cardenal Richelieu. De hecho, D'Artagnan y Rochefort llegaron a trabajar juntos. Las adapaciones más dulces del asunto suelen ignorar ese pequeño detalle, pero la serie no y eso es muy divertido, además de que permite que conozcamos a los villanos fuera de ese «soy muy malo, quiero muertos a los mosqueteros». Richelieu ama poderosamente a su país y no quiere nada más en este mundo que verlo triunfar por encima de España ―que, con sus colonias, en esos tiempos era una potencia―. Rochefort tiene intereses más egoístas y también más creepys, pero acaba dando lástima ―básicamente porque terminar odiándolo sería desperdiciar el tiempo, la verdad― y el marqués de Feron, bastardo del rey Henry, de hecho acaba cayéndote bien, a su manera. Hay más villanos, como Marchaux, líder de la guardia roja y Grimaud, oportunista al que de veras uno sí odia, pero mis preferidos son los de la imagen.  

5. Nunca falta la acción ni el misterio (y sí, hay mosquetes)



No tengo mucho que decir sobre eso, no realmente. Es una serie con espadas y peleas coreografiadas preciosas, pistolas y, bastantes veces, mosquetes (aunque sí respeta el hecho de que los mosquetes eran armas muy peligrosas y no abusa de ellos). Es entretenido ver cómo disparan sabiendo que en cada pistola tienen sólo una carga, nada de vaciar las pistolas al más puro estilo serie gringa. Y bueno, para dejarlos con la curiosidad, alguien dijo que a veces los conflictos eran al más puro estilo serie policiaca, pero en el siglo XVII. Nunca me pareció así, pero entiendo por qué lo dice la gente.

El fuego en el que ardo, Mike Lightwood | Reseña

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Pregunta: ¿Por qué leo los libros que leo?
Respuesta: Porque me salió de los bajos fondos.
― Declaración de intenciones.

Sinopsis: Ser gay puede complicarte mucho la vida.
¿Todas esas películas y series que te cuentan lo maravilloso que es ser gay? ¿Estar rodeado de compañeros modernos en el instituto que te quieren como eres? ¿Padres que te apoyan incondicionalmente?
Todo mentira. La realidad no es esa. Al menos, no la del protagonista de esta historia, que vive un auténtico infierno por culpa de aquellos que no lo aceptan como es.
Pero, cuando las cosas se complican de verdad, conoce a un chico de ciudad con una visión del mundo completamente distinta. Con su ayuda, deberá escoger entre dejarse consumir por las llamas de quienes lo odian o renacer de sus propias cenizas.

Admito que me da un poco de pena reseñar este libro porque lo voy a dejar hecho trizas y me hubiera gustado diferente. Que todas esas reseñas que incluso rayaban la homofobia que decían que que Oscar era tonto por no enfrentarse a sus bullies ―todos los que dicen eso no han sufrido bullying en su vida, espero ya hicieron lo mismo que yo. La única diferencia es que yo no planeo perder el piso ni desacreditar esta novela por lo que no es o con argumentos hasta anti literarios. Sin embargo, tengo muchas cosas que decir sobre ella y tampoco podía ir por la vida sin decirlas. Así que, como dijo Jack, el destripador ―el chiste malo is alive!―: vamos por partes. He decidido dividir esta reseña en los subtítulos de los tópicos que planeo tocar para que nadie se pierda, de momento.

El apartado técnico (o cómo no puntuar y otras historias)


La puntuación del libro no es un desastre ―no tamaño Besos entre líneas, al menos―, pero sí tiene varios errores. Me he dado cuenta de que mucha gente hace pausas demás y quizá por eso no notan el exceso de comas que ponen, especialmente delante de «y», «e», «ni», «o» y «u». Este libro es uno de ellos que constantemente separa con comas cosas que no, especialmente numeraciones. Las comas sólo van delante o detrás de una de las palabras que puse allá arriba en casos especiales: que haya un vocativo, que haya una aclaración u otro elemento entre comas o, de manera opcional, cuando la primera frase es muy larga y la segunda, ligada a esa misma, cambia de sujeto. A la hora de la verdad, si algo está bien o mal puntuado se descubre cuando lees en voz alta: si haces demasiadas pausas (como cuando yo lo intenté con este libro), le hace falta una revisión y menos comas; si se te acaba el aire, por favor, considera que las comas no son para comer.

Quizá los editores creyeron que este era un libro con ventas seguras (nadie puede negar que Mike Lightwood tiene un chingo y medio de seguidores) y se ahorraron al corrector de estilo mandándolo de vacaciones todo pagado a Hawai. Son puras suposiciones, eh. Pero a este libro le hace falta una buena editada para ser más leíble. Especialmente con el asunto de los chingados paréntesis.


Cada cierto tiempo hay un paréntesis que corta párrafos y oraciones enteras en dos e interrumpe el curso de la lectura. Buscaría ejemplos, pero perdí los tweets y no tengo ganas de escarbar. Pero se hacen a la idea, ¿no? Antes de empezar a meterme con ellos quiero decir que son un recurso completa y absolutamente válido, no una aberración de la maquetación, tampoco un error y mucho menos un horror de la naturaleza. Stephen King usa algo como eso en Carrie, igual cortando oraciones a la mitad. Y es válido, supongo. Pero la diferencia entre como lo hace Stephen King y Mike Lightwood es que el primero no me corta el hilo de lo que estoy leyendo (o sea, puedo seguir leyendo sin tener que regresar a asegurarme de que no leí mal) y el segundo sí (o sea, tengo que regresarme para ver en qué íbamos). Creo que entiendo el punto de los chingados paréntesis: son cosas que Oscar dice en off porque no se atreve casi ni que a pensarlas, pero aún así, cortan el hilo de todo, la inspiración y hasta las ganas de seguir leyendo.

Siguendo con el apartado técnico, debo decir que la prosa es generalmente lo que un montón de intelectuales a los que no les sigo mucho el hilo ―me pierden en el lenguaje académico― es lo que se conocer como prosa pobre o poor prose. Yo más bien a lo que pasa con este libro es que es redundante hasta las chanclas, explica y sobre explica y vuelve a explicar, hace demasiado resumen narrativo y corta escenas para poner más explicaciones. O sea, que con más palabras dice menos en vez de decir más con menos. ¿Se entendió o saco las manzanitas? 

Yo le daría una buena revisada, de todos modos.

Sobre Óscar, ser gay y el drama de su vida


Si Óscar fuera una mujer, su vida sería un capítulo ―muy cliché de Lo que callamos las mujeres (TV Azteca) o Mujer, casos de la vida real (Televisa). Lo tiene todo, así que voy a hacer una lista de qué me pareció cada cosa de este asunto, porque es algo que vale la pena tratar.


  • Bullying: Bastante creíble (sólo la parte del bullying, nada de las lesiones), aunque por momentos podría parecer exagerada. Pero si les parece exagerado, los invito a revisar las noticias y buscar a todos los adolescentes que se han suicidado por casos como estos. Quizá tú, yo o el vecino podamos opinar que Óscar debe hacerle frente a sus agresores, pero la verdad es que hace falta mucho valor hacerlo (no es por idiota).
  • Violencia intrafamiliar: Me resulta insultante. Real, sí. Pero insultante. Para tratar temas de estos más que sensibilidad hay que tener respeto y un poquito de conocimiento del tema. Ya si quieren experiencia (aunque no se lo deseo a nadie). Y, siendo un libro moralista como este libro pretende ser, debería incluir una denuncia bien puesta, cosa que no hace.
  • Tímidez, inseguridad y ¿quizá ansiedad?: Vuelven un poco soso al personaje, pero normal y hasta cierto punto realista.
  • Autolesiones: Total completa y absoluta falta de sensibilidad, respeto y sinceramente, un desconocimiento total del tema. No vale que a mí me digan que tenían amigos que pasaron por ello y así se les pasó porque esos amigos son casos aislados. Me parece francamente insultante que a Óscar se le pasen a veces como por arte de magia las ganas de cortarse por andar con el novio (no, eso no pasa en el mundo real a largo plazo, chicos) y me parece pésimo que este, como libro con moraleja que pretende ser, no haya ni un triste psicólogo presente al final. ¡Incluso la madre le dice que lo llevará al psicólogo la siguiente vez que lo descubra cortándose!¡Señora, no es la siguiente! ¡ES AHORA! Esto es como tener un Willow 2.0 y ya saben que casi le lanzo el libro a la cara a Hoban por ser tan pinche insensible.
  • Homofobia: Real. Bastante real. Lástima que la prosa no le ayude en nada a mostrar el punto 
Supongo que el libro pretendía que yo acabara así.
Sí, fracasó.
El fuego en el que ardo, es, como verán, un festín de drama. Y para escribir drama hay que transmitir sentimientos y hacer que el lector se encoja y lo sienta por los personajes. ¿Saben por qué falló para mí? Porque entre Óscar y el mango que me estaba comiendo hace media hora, el mango tenía más sentimientos y me importaba más. Los personajes que no son los protagonistas son sosos y planos como hojas de papel en su mayoría, además; la madre es La Madre Sumisa (con todo el cliché que ello implica), su padre es El Padre Abusador (está ahí sólo para hacerte enojar como lector, no cumple otro propósito), Fer es El Amigo (sin profundidad, siempre está ahí apoyando a Óscar) y Darío es El Hijo de Puta que no lo Es en el Fondo (cliché incluido). 

Conclusiones (o por qué soy masoquista leyendo)


En sí el libro es anodino y las reseñas que ya leyeron por todos lados ya les dijeron todo y yo no quiero repetir porque no ofrecería nada nuevo. La conclusión es que no les recomiendo nada este libro. Y que si este libro es El Libro LGBTI+, mejor apaga y vámonos. Sí, nos falta literatura LGBTI+ y nos falta mucho, pero eso no quiere decir que nos vayamos a conformar con cualquier librito que salga al mercado. Y sí hay muchos libros LGBTI+ por ahí como para andar perdiendo el tiempo con este, como yo. Será que le estoy perdiendo el gusto a las historias de salir del armario y ligar y lo que quiero es un inmortal del siglo LI pansexual con un novio bisexual que persiga aliens... (ah, no perdón, eso es Torchwood); pero bueno, sí quiero historias de ese tipo. Una chava lesbiana que además es bruja, por ejemplo; quiero a un chico gay descubriendo una oscura conspiración de hace mil años, también; quiero a un cazafantasmas pansexual; quiero a un demonio, que sé yo, asexual para variar. Vamos, quiero que las historias del colectivo sean mucho más que historias de salir del armario

Y si quieren libros LGBTI+ con los que sí perder su tiempo con mucho gusto, aquí les van varios: Carol de Patricia Highsmith (temática lésbica), Two Boys Kissing de David Levithan (temática gay y transexual), Noches de Luna Roja de Sofía Olguín (temática gay), Todos muy sueños, tuyos de Sofía Olguín (temática gay). Hay muchos más, pero lo dejaré allí de momento. El fuego en el que ardo ya tuvo bastante de mi tiempo y sinceramente, no creo dedicarle un segundo más.


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